"Tras la caída del comunismo nos hemos convertido en mendigos". Así lo declaran los representantes de los grupos que han decidido mantener las protestas en Bulgaria, incluso después de la dimisión del ejecutivo neoliberal de Boiko Borisov.
Los representantes de lo que ellos mismos definen como "grupos de la sociedad civil" se han reunido estos dias en Sofia y en Sliven, y han decidido seguir con las protestas y reevindicando medidas como que el 50% del Parlamento esté copado por grupos de la sociedad civil, y que los diputados puedan perder la inmunidad y el escaño antes del final de su mandato, algo que no es posible actualmente.
También, en relación con lo que fue la chispa que hizo estallar las revueltas, la alta subida de la electricidad, han solicitado una moratoria en el pago de las altas facturas eléctricas y la elminación del IVA de estas, asi como el inicio de unas auditorias sobre el proceso de privatización de las empresas energéticas nacionales y sobre el uso y destino de los fondos europeos, que se han perdido por el camino entre las mafias imbricadas en las instituciones.
El coordinador de Sofia de estos grupos movilizados, Yanaki Gancev, ha declarado, en este contexto, que "han asumido un compromiso atípico para la sociedad civil: atacamos los problemas que se han acumulado durante los 23 años de capitalismo y que han transformado a la gran mayoria en mendigos"
Las palabras anteriores son propias de unos movimientos "ciudadanistas", aclasistas, tan al gusto de la oligarquía capitalista, pues garantizan que las raices del problema no se toquen. Decir que luchar contra los problemas acumulados tras la caída del comunismo, y la toma del poder y la apropiación de la riqueza por unas cuantas mafias poltico-empresariales, es olvidar que son las relaciones de producción dominantes las que determinan la realidad social y, por lo tanto, también la económica.
De este modo, al movimiento bulgaro, del estilo 15-M, que si bien sostiene reevindicaciones justas se pierde en el camino para alcanzarlas pues juega con las cartas marcadas por la ideologia hegemónica, se le han unido los sindicatos "oficiales", complices de la situación como lo son en España Comisiones Obreras y UGT, como el KNSB (de "izquierda", es decir, socialdemocrata), y el Podkrepa (de derechas), ademas de, incluso, la Cámara de Industria (BIA).
Parece que el nucleo de la lucha, que va a continuar a pesar de la dimisión del gobierno, es la denuncia a los monopolios energéticos, surgidos tras las privatizaciones que acabaron con la propiedad social de la energia en la Bulgaria socialista. Entre las acciones que se han decidido emprender, se enviará una petición al Parlamento Europeo contra los monopolios, aunque la Comisión Europea haya anunciado ya que hará todo lo contrario, y seguirá presionando a Bulgaria por su tardanza en lo que ellos llaman "liberalización" de la energía (es decir, su paso total a manos privadas y mafiosas).
Sin embargo, y a pesar de reconocer abiertamente cuales fueron las consecuencias del retroceso desde el Socialismo hasta el Capitalismo, es decir, la miseria y la transformación de la mayoria (a la que intentan evitar llamar "trabajadores" para que no suene a lucha de clases) en practicamente mendigos, todos respetan los límites marcados por la oligarquía dominante, los propietarios de los medios de producción económica e ideológica, y pocos parecen querer solucionar realmente la situación: es decir, acabar con el capitalismo y los parásitos capitalistas y construir de nuevo un sistema en el que sean los que trabajan los propiestarios de la riqueza y, por lo tanto, los que son el primer objetivo de su disfrute.
1 comentario:
Gran artículo Jose Luis como siempre. Aqui los medios de comunicación hablan poco de Bulgaria...y tan solo en notas marginales incluso en los diarios de izquierdas. Vivimos un secuestro informativo donde cualquier ejemplo que pueda dar alas a la gente es silenciado. Incluso estoy pensando últimamente que si vuelve el comunismo a uno de estos paises emigrar alli, aunque hoy en dia sin el poderoso bloque sovietico lo tienen complicado para sobrevivir a la presión capitalista.
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