jueves, 15 de agosto de 2013

Rumania, un país en destrucción

"Los rumanos somos parte de Europa, lo único distinto es el pasado comunista”.

Imagen habitual en Rumania, y cada vez mas en otros paises de la UE
El diario El País ha vuelto a hincarle el diente a Rumania en uno de sus artículos, en este caso con el paradójico título, teniendo en cuenta la historia reciente, de  Rumania, un país en construcción. Como si quisieran emular a los míticos vampiros transilvanos, parecen seguir queriendo inyectar con sus colmillos tipográficos algo más de veneno capitalista a los, ya de por sí  muy afectados por tan horrible enfermedad, trabajadores rumanos.

Como es habitual, el diario se centra en lo superficial, en  los perros callejeros, la maraña de cables de las grandes ciudades, los carros tirados por caballos, los campesinos vendiendo en las carreteras, o en los mitos creados desde los despachos de Occidente como el de los  "los bloques de viviendas-enjambre del comunismo", o, el principal, que la causa de todo lo que va mal en Rumania es el pasado comunista.. En definitiva, todo tópicos, pero nada de hablar de las verdaderas razones de la situación actual de los trabajadores rumanos.

Por supuesto, una periodista de un medio de propaganda español tiene que apuntar hacia la consigna obligada si uno quiere trabajar en un medio de comunicación y escribir sobre los antiguos países socialistas: la culpa de todo es del comunismo. De hecho, es algo asumido también  por todos los medios de propaganda del sistema rumanos.  Que hay perros en las calles ¡La culpa es del comunismo!; Que los políticos son corruptos ¡Son una panda de comunistas!; Que no hay trabajo… ¡La Responsabilidad es de Ceaucescu!. Todo para no reconocer el desastre provocado por el capitalismo.

La linea verde muestra  los puestos de trabajo existentes desde
1989 hasta 2010 ¿Rumania en construcción?
De este modo, una de las entrevistadas seleccionadas para el artículo dice que "los rumanos somos parte de Europa, lo único distinto es el pasado comunista”. Por supuesto que lo es.

Lo que no dice la periodista, ni por supuesto entrevista a nadie que lo diga, (que hay muchos), es la opinión que tienen los rumanos de ese contraste, que conforme avanza el tiempo hace que cada vez mas trabajadores se convenzan, si no lo estaban desde el principio, de que con el golpe de estado de diciembre de 1989, que reinstauró el capitalismo, perdieron todos los logros sociales y económicos que habían alcanzado durante más de cuatro décadas, y que llevan asistiendo durante dos décadas al proceso totalmente contrario al que parece aludir la periodista en el título de su artículo.

La realidad, muy diferente a lo que pretende el artículo, es que Rumania es un país en destrucción.

La periodista no dice nada de que en estos últimos veinte años se han destruido  más de cuatro millones de puestos de trabajo, obligando a más de tres millones de trabajadores a huir de su país; tampoco dice nada de la destrucción de la sanidad rumana o de que durante estos años se hayan construido tres veces más iglesias mientras http://imbratisare.blogspot.ro/2013/02/el-capitalismo-rumano-fomenta-el.html . Ella solo repite los tópicos con los que han intentado engatusar a los rumanos para acabar con todo lo que lograron durante la Rumania Socialista: el futuro prometedor (pero poco cumplidor) en la Unión Europea, las ventajas de construir autopistas (especialmente si las construyen multinacionales extranjeras), y las ventajas del urbanismo capitalista que llenará las calles de modernidad (en forma de horribles graffiti o deformes rascacielos de cristal) y acabará con los "bloques comunistas"
El modelo rumano: coches de lujo y pobres
que, sin embargo, llenan las calles de las grandes ciudades occidentales sin que esa misma periodista, que probablemente vivirá en uno, se atreva a atacar la proliferación de bloques de pisos en los extrarradios de las ciudades o incluso en sus centros.

En fin. Cada vez que se habla de Rumania es para intentar justificar el desastre en el que la han sumido desde hace veinte años prometiendo el oro y el moro en la sacrosanta, y dejándonos de eufemismos, terrible Unión Europea. Una U.E. que representa, no solo en Rumania, la destrucción de empleo, los recortes de derechos sociales, el derrumbe de los servicios públicos y la constante reducción de los salarios.

Tanto es así que nos tememos que Rumania no es más que el modelo al que se dirigirá la Unión Europea en pocos años, y es cada vez mas evidente el proceso en otros paises de Europa, entre ellos España, que nos lleva a que los trabajadores ganen lo justo para sobrevivir, si tienen suerte de tener empleo, tengan que pagarse la sanidad y conformarse con una educación mínima y de poca calidad, y a que los contrastes sean cada vez mas enormes, con ancianos y niños pidiendo por las calles o asistiendo a comedores de caridad mientras los grandes delincuentes económicos se pasean por la ciudad con sus Ferrari.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tras la II Guerra Mundial toda Europa Oriental quedó devastada, destruída y cuando se comenzó a construir el socialismo podían haber estado culpando al pasado Nazi-fascista, al pasado capitalista, a los desastres de la Guerra, pero no lo hicieron. Levantaron un Estado socialista próspero e independiente en un par de décadas. El capitalismo heredando ese estado se dedicó a destruirlo y en dos décadas no han podido construir un estado burgués mínimamente decente, al que muchos aspiraban.
Fernando Quevedo
KFA España

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