miércoles, 18 de enero de 2017

Informe del Partido Comunista Obrero de Rusia en el Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros en Hanoi (octubre de 2016)


El Partido Comunista Obrero de Rusia participó el pasado mes de octubre en el XVIII Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros celebrado en Hanoi, aportando su punto de vista sobre la situación del movimiento comunista mundial actual, las causas y consecuencias de la caida de la Unión Soviética y la deriva de muchos partidos comunistas, a ejemplo del PCUS de Gorbachov, hacia el capitalismo.

Hemos traducido al castellano las palabras de los comunistas rusos en discurso ante el resto de los presentes en el encuentro de Hanoi (las negritas son del texto original):

***
Informe para el XVIII Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros celebrado del 28 al 30 de octubre de 2016 en Hanoi, bajo el lema "Crisis capitalista e ofensiva imperialista - Estrategia y táctica de los Partidos Comunistas y Obreros en la lucha por la paz , por los Derechos de los trabajadores y de los pueblos y por el Socialismo ", 28-29 de octubre de 2016.

Queridos compañeros de armas,

Permitidme saludar a todos los participantes del 18ª Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros en nombre del Partido Comunista (bolchevique) Obrero de Rusia. Permitidme expresar nuestro especial saludo al anfitrión de la reunión, el glorioso Partido Comunista de Vietnam.

Imagini pentru russian Communist Workers’ Party1-Nuestro partido proviene del Partido Comunista de la Unión Soviética. Fue fundado por esos comunistas que abiertamente resistieron a Gorbachov y sus acciones en el PCUS. En primer lugar, luchamos  contra el movimiento que llevo a Rusia hacia la economía de mercado, es decir, hacia el capitalismo. En el XXVIII Congreso del PCUS (1990), en la declaración de la minoría, advertimos tanto al partido como al pueblo que "la transición al mercado como un sistema universal que incluya los mercados del capital y del trabajo significaría el deslizamiento inevitable hacia el crecimiento de las relaciones capitalistas . Un acuerdo acercamiento forzoso del socialismo al capitalismo realizado en contra de los procesos objetivos no provocaría un aumento de la producción ni la mejora del nivel de vida, pero si que es probable que cause su caída inevitable, provocando una protesta social amplia popular (...) El partido no puede apoyar a la Perestroika que ha llevado a un grave deterioro de la vida de la gente. Decimos que el  Partido Comunista  no va a sobrevivir a este choque y entonces no habrá nadie que defienda los objetivos del movimiento ".

Esto ocurrió bajo condiciones en las que tanto Gorbachov como la mayoría del resto de representantes de la élite política decían seguir  las ideas del comunismo, llamándose a sí mismos marxistas, camuflando su línea de acción como una supuesta restauración de las reglas de la vida partidaria de Lenin,  una especie de socialismo con rostro humano. Es decir, sabíamos (y lo afirmamos entonces) cómo sucedió todo aquello y por qué el PCUS (de Gorbachov) se estrelló llevando a la URSS hacia la destrucción.  

En resumen, si quisieran que respondiéramos muy brevemente a la pregunta de por qué el poder soviético y el PCUS fueron derrotados, responderiamos de la siguiente manera: porque el poder ya no era soviético y el partido no era comunista.

2- En 2017 se celebrará el centenario de la Gran Revolución Socialista de Octubre. Nosotros hemos estado reflexionando cómo conmemorar esta fecha y cómo celebrarla. Es seguro que festejaremos este día, aunque hoy no haya nada especial que celebrar ya que nos encontramos en una fase de derrota temporal de los objetivos de la Revolución de Octubre en su propia Patria; es decir, hemos estado hasta ahora en retirada. La mejor manera para que los comunistas conmemoren este aniversario sería revisar y reconsiderar honestamente el destino de su movimiento en el siglo pasado. Debemos comenzar con el reconocimiento del hecho de que los comunistas no siempre consiguieron ganar en su lucha por ir de la mano de las masas, y que han sido derrotados por la contrarrevolución hasta el de hoy. Debemos responder a las preguntas sobre quién o qué se ha ganado y por qué fuimos derrotados. ¿Fue esta derrota un evento final e irreversible o es una derrota temporal y la lucha continuará? Para decirlo brevemente: debemos sacar conclusiones de nuestros errores. No es por nada que Lenin dijo: "Nada puede destruirnos aparte de nuestros propios errores”.

3- Si consideramos al movimiento comunista moderno como un todo tendremos que confesar que las lecciones no se han aprendido. Somos de la opinión de que hoy en día el oportunismo y el revisionismo han pasado de ser un producto interno del movimiento comunista, de ser un conjunto de sesgos y errores,  a convertirse en un arma poderosa en manos del imperialismo. El error no ha desaparecido, desgraciadamente, con Gorbachov y la destrucción de la URSS y el PCUS en 1991
En la Rusia actual la línea de Gorbachov está siendo continuada por el partido autodenominado comunista. Las principales características de su política son las siguientes:

- se afirma que el camino de las revoluciones ha terminado  - el país no puede permitirse más revoluciones;
- no sólo se rechaza el concepto de dictadura del proletariado, sino que también se rechaza el concepto de lucha de clases organizada;
- el parlamento es reconocido como la sede del poder del pueblo;
-adhesión al modelo del socialismo de mercado;
- el apoyo de la Iglesia Ortodoxa Rusa y las afirmaciones sobre su supuesto papel positivo en el desarrollo de la espiritualidad de la gente, etc.

Estos es una situación que, lamentablemente, es hoy típica en el movimiento comunista mundial. Para decirlo de manera sencilla: se han adoptado las características de los partidos del sistema capitalista mientras se presentan a sí mismos como defensores parlamentarios de los derechos del pueblo.

4- Esta derechización de los partidos comunistas lleva a la eliminación de las masas de toda participación política real. Su papel se limita, por lo tanto, a las funciones de electorado para dar su voto a los líderes de los partidos durante las elecciones. La estrategia para la  victoria de un partido tan oportunista es la siguiente: prometen a los trabajadores un triunfo en las próximas elecciones, mientras que la lucha política de las masas se reduce a combatir por unas elecciones "honestas". Tales actividades centradas únicamente en las actividades parlamentarias son bien agradecidas por los gobiernos. Uno de los ejemplos más típicos de esta situación está representado por la izquierda europea. Estos partidos no reconocen ninguna forma extra-parlamentaria de lucha, y usan su palabrería para obstaculizarla.  

5- No se puede decir que exista la más mínima unidad del movimiento comunista moderno en todo el mundo. Podríamos señalar, para empezar, nuestra incapacidad para adoptar una declaración conjunta - !Tan grandes son las diferencias!. Permitidme dar un ejemplo. El presidente de la República Popular China, Xi Jinping, al reunirse con Putin en el curso de la cumbre BRICS en la India, el pasado mes de octubre, felicitó al presidente ruso por la victoria del partido Rusia Unida en las elecciones parlamentarias: "Recientemente se han celebrado elecciones para la nueva Duma Estatal. El partido Rusia Unida ha logrado una victoria convincente, y esto crea una sólida y firme base política para el desarrollo estable de Rusia en el futuro ".

Imagini pentru Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros celebrado del 28 al 30 de octubre de 2016 en HanoiDe hecho, felicitó a Putin por el fortalecimiento del anticomunismo, el antisovietismo y el capitalismo. Sin comentarios.

6- Los éxitos de China en el desarrollo de su economía son impresionantes y producen admiración. Sin embargo, esto no significa un éxito en la construcción del socialismo. Hay un ejemplo interesante de cómo Lenin trató temas similares:

En el proyecto de programa preparado para el II Congreso del Partido Socialdemócrata de Rusia se describieron los objetivos de la producción socialista como "organización planificada del proceso de producción dirigido a la satisfacción de las necesidades tanto de la sociedad como individuales". V.I. Lenin se opuso a esa formulación: "La definición no es exacta. Tal satisfacción puede ser proporcionada también por el capitalismo; la diferencia es que no se concede a todos los miembros de la sociedad por igual ". Al final del día, Lenin logró cambiar el proyecto de programa de la siguiente manera: "La revolución social del proletariado destruirá la división de clases de la sociedad y liberará a toda la humanidad oprimida mediante la sustitución de los medios de producción de propiedad privada por los medios de producción socializados y de la introducción del proceso de producción planificada con el fin de asegurar el bienestar y el desarrollo a todos los miembros de la sociedad”.

Hoy en día la República Popular China posee el segundo mayor número de multimillonarios en el mundo, mientras que Rusia ocupa el tercer lugar. Creemos que ambos países están igualmente alejados del camino hacia la sociedad sin clases,  del comunismo.

7- El objetivo del Socialismo no es, en absoluto, solamente proclamar el poder del pueblo trabajador; su objetivo es garantizar que los trabajadores tengan la posibilidad práctica real de ejercer este poder. Desde nuestro punto de vista, la experiencia de los soviéticos debe ser estudiada y utilizada en todas las partes. Los soviéticos fueron la forma más alta expresión del poder popular, de la forma organizativa de la dictadura proletaria. La clave es la participación de las masas trabajadoras en la lucha. En primer lugar, lo más importante es la cuestión de la tomar del poder; más tarde, en el socialismo se trata de la participación  de las masas en la dictadura del proletariado, lo que Lenin describió como el poder soviético: una participación universal en el control sobre el estado y de su construcción industrial sobre la base de industrial.

Nosotros, el PC(b)OR  vamos a celebrar el centenario de la Revolución de Octubre buscando nuevas formas de desarrollar la lucha. Invitaremos a los partidos que no hayan agotado su capacidad para hacer revoluciones, que defiendan y reconozcan la necesidad de la lucha de clases y de la dictadura del proletariado, y cuyas actividades prácticas se basen en el movimiento obrero. Nosotros en Rusia, por ejemplo, y en este sentido, estamos intentando la táctica de crear Frentes de Trabajadores.
Nuestra tarea es, creemos, la de preservar la teoría marxista-leninista y su práctica política por el bien del futuro del movimiento comunista, que nadie podrá destruir.

Hemos vivido en el Socialismo y sabemos, con seguridad, que las relaciones entre las personas eran mucho mejores, más justas, más impolutas y honestas; mucho más humanas.

¡Esto es algo por lo que, por supuesto, merece la pena luchar!

9 comentarios:

Albert-ChrisRenko dijo...

Estimado camarada Forneo:

En líneas generales, de acuerdo con la exposición de la delegación del Partido Comunista Obrero Ruso (PCOR), si bien me gustaría hacer algunas matizaciones.

No sólo el PCOR está formado por gente que se opuso a la Perestroika. Hay que recordar que en 1985 casi todo el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), a todos los niveles, tenía plena consciencia de que había que implementar cambios. Casi nadie se opuso a los cambios desde el principio mismo. Gorbachov fue elegido Secretario general con el apoyo de comunistas bienintencionados como Yegor Ligachev o Andrey Gromyko, creyendo que el joven Gorbachov remozaría el sistema. El gran problema de la Perestroika fue que acentuó hasta límites insospechados la política revisionista implementada casi desde el momento mismo en que murió Stalin, y sólo hacia 1988 algunos de los que apoyaron a Gorbachov comprendieron a lo que podía conducir la Perestroika. Pero ya era tarde, el Partido estaba lleno de arribistas más preocupados por su sillón que por la ideología, y durante 30 años se habían ido sentando las bases, poco a poco, para que unja traición como la Perestroika tuviera lugar y éxito.

Ligachev, pasó de apoyar entusiásticamente a Gorbachov a ser su crítico desde la plataforma "leninista" del Partido y desafió al secretario general por la Secretaría en el XXVIII Congreso del PCUS. Perdió y anunció su renuncia a todo cargo, pasando a ser militante de base. Se afilió luego al KPRF, en el que representó el ala izquierdista, hasta su destitución del Comité Central en 2010 por criticar a Zyuganov. Y es que el ala izquierdista del KPRF ha sido prácticamente anulada, pero en sus inicios existió.

Y como Ligachev, hay otra gente, menos conocida pero también opuesta a la Perestroika o, al menos, al objetivo secreto de la Perestroika.

Critica el PCOR que el KPRF se ha aburguesado y limita su vida política al ámbito del juego político legal burgués, que ha renunciado de facto al marxismo. Cierto, pero aquí he de decir que el PCOR tampoco hace gran cosa, más allá de alguna que otra manifestación no autorizada que congrega unas pocas decenas de simpatizantes y que no tiene ninguna relevancia.

Decir también que el PCOR, intentando superar su incapacidad para ser registrado legalmente como partido político, se ha asociado desde 2012 en el ROT-FRONT, una mezcolanza de partidos, movimientos y gente de la más variada clase y categoría, en cuya dirección había en el momento de su fundación gente como Sergey Udaltsov, con su pinta de skinhead rojo, que propuso una unión de todas las izquierdas, que incluyese al KPRF pero también al socialdemócrata Rusia Justa (ese invento del Kremlin), lo que habría diluido aún más el escaso marxismo que aún queda en el KPRF y el movimiento comunista ruso; o Aleksey Etmanov, secretario de honor de esta coalición, que ha ido pasando por varios partidos, desde el KPRF a Rusia Justa (en ese partido militaba en 2012) para ir a parar al liberal Yabloko.

[sigue...]

Albert-ChrisRenko dijo...

Y aquí es donde radica lo esencial de mi crítica al PCOR, pues si comparto sus acertadas plabras y crítica general sobre la deriva socialdemócrata del KPRF, sobre su abandono del marxismo; si estoy de acuerdo en que es imposible hacer una declaracicón conjunta con el Partido Comunista Chino, dominado por una oligarquía neoliberal que se alegra del triunfo del anticomunismo en Rusia; si, en líneas generales, las palabras del PCOR son correctas, ¿por qué a la hora de la verdad sus hechos no van en la misma línea que sus palabras? ¿No son conscientes de que la asociación con esos elementos del ROT-FRONT les resta legitimidad para criticar a otros? Como acertadamente dijo el genial escritor José Saramago: "Las palabras, si no van acompañadas de actos, solamente son ruido".

O, como dijo Lenin sobre Trotsky en 1914: "Trotsky es muy dado a usar -con el aprendido aire de un experto- frases pomposas y altisonantes para explicar fenómenos históricos en una forma que le es halagadora".

Entre la deriva cuesta abajo del revisionismo del KPRF, heredero reconocido del PCUS y el PC RSFSR por el Tribunal Constitucional ruso, y la crítica cierta pero estéril de los críticos con el KPRF, me queda la duda no ya de si quedan marxistas en Rusia, sino si alguien en Rusia sabe aún lo que es el marxismo.

Saludos, camarada.

JL F dijo...

Camarada,

Comparto tus críticas hacia el PCOR sobre sus errores de estrategia en Rusia. El estado caótico del movimiento comunista en el mundo, y también en Rusia, es lamentable y también supongo que estos partidos minoritarios que no logran atraer a la gente, a todos los que en las encuestas dicen que echan de menos el socialismo, también afecta, quizás más por qué allí se vivió directamente la traición de los dirigentes del antiguo PCUS (Gorbachov, Yeltsin, Putin, etc..., casi toda la dirección del partido y cuadros medios) y la terrible desesperación y resignación que debió provocar entre las masas. El análisis del PCOR es acertado: el PCCh no es desde hace mucho tiempo comunista; la traición que los trabajadores chinos han sufrido ese aún mayor que la que han vivido en Rusia, aunque quizás más eficaz, habiéndose convertido la dirección del partido en managers y directivos de las grandes multinacionales chinas y el Comité Central se haya llenado de grandes saqueadores de su propio pueblo. No se puede llegar a acuerdos comunes con estos delincuentes, aliados hoy de Rusia, aunque como decía Lenin de las alianzas imperialistas, mirándose los unos a los otros de reojo por si acaso.

En cuanto a la actuación en la práctica diaria del PCOR, aunque seguramente tú sabes más del tema que yo, y según tal y como lo cuentas, parece que es cierto que deberían plantearse un cambio de estrategia, porque una cosa es buscar frentes unidos y otra no seleccionar bien con quienes te unes (es decir, lo mismo que han explicado con acierto ellos mismos en la declaración de Hanoi).

Muchas gracias por las aclaraciones, camarada. Lamentablemente, se conoce poco de lo que sucede en el interior de Rusia, salvo por los medios de propaganda en manos de su clase capitalista, que son los que se leen en Europa. Por eso tus aclaraciones son tan necesarias y muy de agradecer.

Saludos Rojos

Albert-ChrisRenko dijo...

Estimado camarada Forneo:

El estado del movimiento comunista ruso es lamentable, a la par que el del resto del mundo. Por un lado tenemos al KPRF como principal partido comunista, al menos de nombre, que le hace el juego al régimen y ha perdido su esencia marxista. Tenemos también partidos comunistas marginales como el PCOR, que tienen razón en sus críticas pero que apenas actúan conforme a lo que dicen; pueden en parte justificar su escasa actividad por la falta de fondos, pero las malas compañías en las que se les ve a veces (por más que el PCOR sostenga que conserva libertad de acción, dentro de lo poco que puede hacer un partido tan pequeño y sin dinero) acaba generando lógicas y naturales dudas. Luego están los falsos comunistas, algunos salidos del KPRF tras diversas rencillas internas, que cuentan con financiación del Kremlin: Comunistas de Rusia, Partido Comunista de la Justicia Social (cuyas siglas son KPSS, como el PCUS, obvimente un intento de atraer algunos votantes sólo por la nostalgia del acrónimo), Patriotas de Rusia... Y, por último, partidos aún marginales y pequeños pero significativos de hacia dónde se mueve determinada oposición ultranacionalista: defensores del eurasianismo, nacional-comunismo, la identidad eslava de Rusia y la religión ortodoxa, social-conservadurismo y nostalgia imperial, gentes que igual te mezclan la bandera roja con Cristo y la bandera imperial. Es el populismo de derechas que vemos en toda Europa y América, xenófobo, antimoderno, ultranacionalista, en versión rusa. Putin viene a representar una versión aparentemente moderada de ese populismo de derechas. El KPRF, con sus flirteos con la Iglesia Ortodoxa, su defensa del orden social, la tradición, la adopción de su particular teoría de choque de civilizaciones, etc. se va acercando poco a poco a ese lado del espectro político.

Por otra parte, hay que indicar que los que conforman el ala izquierdista del KPRF y la mayoría de otros partidos comunistas marginales suelen estar formados por gente heredera de la tradición de los tiempos de Brezhnev, heredero de Khrushchev, por más que fuera más sensato (o menos imprevisible) que éste último. Es decir, la gente que en 1985 optaba por reformas pero sin excesos o rechazo a la reforma poque todo estaba bien como estaba. Esa gente eran revisionistas herederos de las reformas de Khrushchev: el fin de la dictadura del proletariado, Estado de todo el pueblo, la discreta introducción de elementos de mercado en las relaciones económicas de la URSS, etc. Es muy ejemplificante de cómo se ha ido escorando el comunismo en la ex URSS el hecho de que los máximos defensores de la URSS y del marxismo, los izquierdistas ahora sean los revisionistas herederos de poststalinismo, que, en puridad, eran el ala derecha del Partido.

[sigue...]

Albert-ChrisRenko dijo...

En relación a la República Popular China, hace ya varios años que afirmé, y me reitero, que el Partido Comunista Chino hace ya largo tiempo que no es comunista sino de nombre. El Partido conserva nombre, símbolos y algo de retórica comunista por dos razones: 1) que el actual régimen tiene su legitimidad de la victoria en la guerra civil china y su promesa de construir una sociedad mejor, una sociedad comunista. No puede renunciar a nombre, símbolos e ideas de forma tajante sin que elo suponga deslegitimarse a sí mismo, negar la legitimidad del régimen y todo lo hecho desde 1949; 2) la experiencia catastrófica de la Perestroika y la Glasnost en la URSS. Cualquier dudad que hubiera sobre la oportunidad y conveniencia de introducir el pluralismo político y relajar el control de la sociedad por el Partido desapareció entre 1989 y 1991. Los chinos tienen mucho miedo a que se repita en suelo patrio la catástrofe de la URSS o la de la revolución china de 1911 que acabó con la dinastía manchú e inauguró un largo período de luchas intestinas, guerras civiles de todos contra todos, señores de la guerra, invasiones extranjeras, que no acabaron hasta la victoria comunista de 1949. Por eso han optado por la reforma económica sin reforma política simultánea, como hizo Gorbachov, para evitar perder el control. Cuando la reforma económica esté completada, ya llegará el tiempo de la reforma política.

Por eso, el Partido mantiene, de momento, nombre y símbolos, y el discurso de la construcción del comunismo, aunque sólo sean palabras huecas y los hechos desmientan toda esa palabrería: el yuan ya forma parte de las monedas de reserva del FMI desde octubre pasado como parte de los pasos dados por Beijing para desvincularse del control de su moneda y la liberalización del sistema financiero chino. Más neoliberal, imposible. Es la última, pero no la menor, de la larga serie de renuncias y traiciones al socialismo y la construcción del comunismo en China desde hace décadas.

Cuando el modelo de sociedad consumista del tipo occidental sea algo absolutamente normal y asimilado sin ninguna dificultad por la población, seguramente en una generación más a lo más tardar, cuando el régimen actual pueda presentar a la población la exitosa culminación de la reforma económica que ha convertido a las principales ciudades chinas en equivalentes asiáticos de las grandes urbes occidentales, con todo lo que hay en ellas de bueno y de malo, de multitud de productos, gran riqueza al lado de dolorosa pobreza, ricos ostentando su lujo y mendigos en las calles, el Partido ya no precisará de la herencia de 1949 pues tendrá su nueva legitimización: la del nuevo curso económico, el haber convertido a China en una superpotencia económica de derroche capitalista, y podrá prescindir de nombre y símbolos.

El heterodoxo marxista británico Eric Hobsbawm contaba en su 'Historia del Siglo XX' que en los años 50 un agudo periodista del Times y buen conocedor de China desconcertó a los presentes en una reunión a la que Hobsbawm asistía, al afirmar que en el siglo XXI no quedaría nada del comunismo en el mundo excepto en China, donde sobreviviría convertido en una ideología nacionalista que legitimase al régimen.

La profecía, desgraciadamente, se ha hecho realidad.

Muchas gracias por tu trabajo en el blog, trayendo información alternativa a la oficial. Saludos, camarada.

JL F dijo...

Muy interesante la profecía de Hobsbawn, camarada. Acertó de pleno. Desde el golpe militar que acabó con el maoísmo en China tras la muerte de Mao, China se parece más a un régimen nacionalista con base social que, sin duda, a cualquier cosa similar al socialismo marxista. Y actualmente, como tú bien dices, es más evidente que nunca. El Partido se ha convertido en una especie de Movimiento Nacional y el Comité Central en el centro de mando de una sociedad donde la élite económica puede explotar con cada vez menos límites a los trabajadores protegidos por la legislación y poder del PCCh. Los dirigentes capitalistas chinos han aprendido de los países occidentales y les han puesto en aprietos llevando su política económica al extremo: en China la explotación es mayor porque la legislación, en manos del partido "comunista" pero al servicio de la élite capitalista, no tiene necesidad de limitarla; por ello, los precios son tremendamente más bajos, lo que pone a China y sus grandes corporaciones capitalistas en una ventaja evidente en la competencia en el mercado. Todo ello obliga a los paises capitalistas ha reformar sus legislaciones laborales para bajar precios o a enviar sus fabricas fuera, donde haya trabajadores que no "exijan" tanto como los europeos (China, Vietnam, Sri Lanka India Marruecos o, dentro de la propia Europa, Rumania, Bulgaria, etc.). Mientras tanto, el negocio está protegido por el ejército popular y los vigilantes del CC y de los cargos políticos.

En cuanto a Rusia, el desastre provocado por los traidores del PCUS (siendo Gorbachov el último o antepenúltimo de una larga cadena desde Kruchov), es inconmensurable, no solo porque hoy toda la riqueza de la antigua URSS está en manos de la peor calaña de la sociedad rusa, representados políticamente por Yeltsin o su aprendiz Putin, mientras el golpe sufrido por los comunistas les ha dejado perdidos, sin rumbo ni forma de escapar de la caida, tambien por el abandono brutal de toda formacion politica marxista-leninista por parte del PCUS desde muchos años atrás, lo que ha provocado el mismo caos, o más, entre los comunistas rusos que el que existe en el resto del mundo (si no, date una vuelta por facebook y verás la cantidad de memeces que dicen los cientos de "comunistas" que, con solo rascar, muestran que jamás han leido, ni tienen intención, un libro de Marx, Lenin, Stalin o Mao (si es que han leido algun otro). El derrumbe no solo es, pues, del movimiento comunista, sino de la propia dignidad de la clase trabajadora dentro también de la sociedad capitalista. Si te fijas, antes de la Revolución Soviética, los obreros, trabajando 12 horas al día, sin sueldos altos para comprar libros o estudiar, acudían en masa a los centros socialistas o a los partidos con ansia de conocer y leer, de comprender la sociedad y poder entender las formas de cambiarla. Hoy, lamentablemente, el panorama es desalentador. Mientras el tiempo "libre" es mucho mayor y las condiciones de vida también, al menos en Europa, Rusia y otros paises "avanzados", de aquel interés, de la curiosidad, de aquella identidad que hacía Lenin entre "ser comunista" y "el ansia de entender y conocer todos los conocimientos de la humanidad", queda bastante poco.
Sé que parecen reflexiones derrotistas, pero solo reconociendo esto será posible empezar a reconstruir el movimiento comunista, para lo que hay que empezar, sin duda alguna, con la formación de cuadros, despertando el interés por la teoría y la reflexión pues, como escribío Stalin en "Cuestiones de leninismo", "sin teoría revolucionaria no es posible ninguna práctica revolucionaria".
Saludos Rojos

Albert-ChrisRenko dijo...

Estimado camarada:

Eric Hobsbawm simplemente relataba la afirmación del periodista del Times, afirmación que parece ninguno de los presentes creyó. Los años 50 eran todavían una época en la que se creía que a pesar de todos los pesares, errores y problemas, el socialismo acabaría imponiéndose sobre el capitalismo. No sería tan rápido como supuso Marx en su época y Lenin en la suya, pero al final el campo socialista vencería. La posibilidad de que ese campo socialista colapsase y la tremenda derrota sufrida por el movimiento comunista mundial, con los países socialistas reconvertidos en capitalistas, cada cual a su manera, era impensable. Es posible que este escenario superase las mayores fantasías de los dirigentes de Washington.

Por lo demás, Hobsbawm era un marxista heterodoxo, crítico con el período de Stalin, crítico también (aunque men menor medida) con sus sucesores y admirador de Gorbachov, al que creía un sincero comunista que trataba de reformar el sistema para que no se hundiera, cuando resulta evidente que Gorbachov era un traidor. Pertenecía, sobre todo en las últimas décadas de su vida, a los que defienden que la planificación económica es inviable y que toda planificación ha de contar con elementos de mercado si quiere funcionar, una especie de mercado dirigido y regulado desde el Gobierno, lo que en realidad es un capitalismo de Estado.

Una China capitalista es realmente ventajosa para el sistema capitalista mundial, al menos por el que apuesta por el libre comercio. Un mercado enorme al que vender productos si logras hacerte un hueco en ese mercado; un sistema productivo gigantesco, que produce y exporta cantidades ingentes de productos de bajo coste, gracias a la legislación laboral semiesclavista vigente, que inunda el mundo con productos razonablemente baratos, obligando a otros países a competir con costes de producción a la baja, porque si no las empresas se van a otro lugar más barato.

Para los partidarios de la deslocalización de empresas, de comerciar sin ningún tipo de aranceles, de gobiernos empresariales, eso es el paraíso. Por eso, no deja de ser paradójico, a la vez que alarmante, que el Gobierno chino sea el adalid del librecambismo frente al desagradable neofascista Trump y sus promesas de desarrollar políticas proteccionistas. Proteccionistas donde convengan a Estados Unidos, claro, y librecambistas en los demás sitios.

Como sea, esta deriva ideológica en China tiene su origen en los errores de la época de Mao Zedong, errores que permitieron que a su muerte se produjese una discreta contrarrevolución palaciega que, manteniendo las formas, se propuso desfondar el sistema. Y lo ha conseguido.

[sigue...]

Albert-ChrisRenko dijo...

Sobre la falta de preparación ideológica, es una consecuencia de la evlución del sistema capitalista que se ocupa de alienar a las masas, vender la idea (comprada por la mayoría) de que ya no es tiempo de ideologías sino de pragmatismo (como si el capitalismo imperante no fuese una ideología), con lo que se logra desactivar la percepción de existencia de otras alternativas.

A finales del siglo XIX y el siglo XX, los trabajadores (en menor medida los campsinos, lagente rural suele tener una mentalidad más conservadora) buscaban mejorar su situación y, a pesar de las limitaciones (falta de dinero, falta de cultura), intentaban informarse, buscar soluciones y alternativas al sistema. Y contaban con partidos que, en mayor o menor medida, estaban dispuestos a cambiar el sistema, al menos, lo parecía, pues 1914 demostró que no era el caso, cuando la mayoría de los partidos socialistas apoyaron a sus respectivos gobiernos en la guerra imperialista: de entre los países beligerantes, sólo bolcheviques y mencheviques en Rusia, compartiendo criterio por primera vez en mucho tiempo, y los socialistas serbios, a pesar del fuerte nacionalismo serbio y la agresión austríaca, rechazaron apoyar a sus gobiernos y llamaron sin éxito a la huelga general europa para paralizar industrias bélicas y ejércitos.

Pero ahora, con masas alienadas y sin referentes ideológicos claros ni partidos de vanguardia, lo que hay es lo único que puede haber. Y el desconocimiento de la gente no debe sorprender, cuando se difunde continuamente por la porpaganda oficial la idea de que el socialismo marxista no funciona, que es un utopía que conduce a una pesadilla, y los herederos de aquel "socialismo real" elogian, en su mayoría el "progreso" chino. Desde el KPRF lo ponen como ejemplo, muy ufanos ellos, de que la República Popular China actual es un ejemplo de que el comunismo funciona. En China lo que hay es cualquier cosa menos comunismo. Si así hablan líderes de uno de los partidos comunistas más fuertes, ¿qué puede esperarse que piense la gente común?

Saludos, camarada.

JL F dijo...

Camarada, convengo contigo en tus apreciaciones. Solo una puntualización: en China, como dices, el PCCh es cualquier cosa menos comunista, y, es por ello que las masas no pueden serlo porque el sistema educativo está pensado para que crean que el capitalismo es comunismo (es decir, que lo blanco es realmente negro). Probablemente quedan algunos comunistas o, al menos, ancianos que siguen recordando los viejos tiempos ya lejanos, y que se lo cuentan a los viejos. Pero el modelo de las televisiones chinas y de los medios de propaganda (es decir, "la prensa libre", como la de Occidente) es el capitalismo consumista, y como pasa en todo el mundo sometido a la dictadura del Capital, es difícil organizar un movimiento de masas en este contexto.

Como sucede en España o en la mayoría de los países sometidos al capitalismo, asociaciones, partidos, grupos que se autodenominan "comunistas" están imbuidos de ideología capitalista, "burguesa", y en esas condiciones es difícil crear una opción revolucionaria real, teniendo en cuenta que, como decimos, los propios "comunistas" rehusan estudiar, sacrificarse para formarse y convertirse en lo que Lenin decía era un verdadero comunista, un cuadro, prácticamente un "revolucionario profesional" (es decir, dedicado en cuerpo y alma a ello, incluso teniendo que trabajar para comer o cualquiera sean las condiciones). En China, donde el Partido llama al "enriquecimiento" a "hacerse millonario" y se erige en defensor máximo del libre comercio global, imitando la forma de vida occidental hasta puntos extremos y, sobre todo, maximalizando la explotación de las empresas y sus multinacionales, sucede más de lo mismo o todavía más, si cabe.

Saludos Rojos

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