Aurel Marculescu "Hitler, el músico de la muerte" |
Progresivamente, y tras la proclamación en casi todo el mundo socialista, tras la muerte de Stalin, del "final de la lucha de clases" y su sustitución de la infausta idea de la "sociedad sin clases", (con excepciones como China, Corea del Norte o Albania), las creaciones artísticas se fueron, como el resto de las cosas, sumiendo en un abandono de la ideología comunista, para ir pasando a formar parte de la ideología burguesa. Mientras tanto, se allanaba el camino para la progresiva restauración del capitalismo en las, cada vez mas conscientes de serlo, élites que fueron desarrollandose, tanto en el partido como en el mundo de la cultura. Una situación que se iría profundizando en la Republica Socialista de Rumania (instaurada en 1965 por el nuevo lider del PCR, Nicolas Ceausescu), lo que facilitaría el camino para la reinstauración del fascismo capitalista a finales de los 90.
La euforia de los trabajadores rumanos tras su triunfo contra el nazismo y frente al fascismo local, encarnado en el mariscal Antonescu y la Guardia de Hierro, hizo que la participación, la entrega y la fe en la construcción del Socialismo, para alcanzar una sociedad igualitaria y sin explotación del hombre por el hombre, se hiciera evidente en todas las parcelas sociales. Algo que, naturalmente, se plasmó también en las representaciones culturales. Lo anterior iba de la mano de una milagrosa transformación de su modo de vida, que pasó en pocos años desde el trabajo semifeudal impuesto por los boyardos latifundistas y la semiesclavitud con la que la burguesia sometia a los trabajadores rumanos, a la de una sociedad moderna, con, además de trabajo garantizado, derechos inimaginables pocos años antes, como el acceso a la educación y sanidad gratuitas, el derecho al ocio o al deporte, y la universalizacion para todos los trabajadores del derecho a una vivienda digna.
A continuación en esta entrada se pueden ver una serie de litografias cuyo tema esencial es la representación de la clase obrera como protagonista de esa enorme transformación; una clase trabajadora que se había convertido en la dueña del poder economico y politico de su país. Como se verá, los trabajadores aparecen representados con sus tradicionales armas de lucha, con aquellas con las que lograron derrotar al fascismo y a la burguesia (como las huelgas, la propaganda, o las manifestaciones) y, por supuesto, sufriendo las duras consecuencias de su lucha, como la represión, el hambre y la muerte de muchos camaradas..
Noel Roni "Huelga de los talleres Grivita 1933"
Vasile Dobrian "Democracia proletaria""
Jules Perahim " La impresión del manifiesto"
Natalia Matei "En la clandestinidad"
Zoltan Andrassy " El manifiesto"
Mihail Gion "Haciendo cuentas con el patron"
Marcel Chirnoaga" Llamada a la huelga"
Traian Vassai - "Represión en la huelga"
Mihail Gion "Pan para los huelguistas"
Geta Bratescu "Mujeres"
Mihail Gion "Represalias"
Gheorghe Botan "Vasile Roaita"
(se representa a uno de los obreros asesinados por el ejercito en la huelga de
los talleres ferroviarios de 1933
Jules Perahim "El final de la huelga"
Cornelia Danet "1933"
Gheorghe Botan "El arresto de los huelguistas"
Gheorghe Naum "Los talleres ferroviarios tras la represión" (en la pared destaca la
pintada, "Queremos pan" -Vrem paine-)
Stefan Szonyi "Manifestación proletaria"
Gheorghe Adoc-"Los verdaderos acusadores" (acusados comunistas denunciando en el
juicio a los verdaderos criminales: la burguesia)
Iulian Olariu "!La lucha final!"
Alma Redlinger "Obrero"
Marcel Chirnoaga "Obreros ferroviarios"
Ghe Iuca "Informándose"
Marcel Chirnoaga
"Obreros ferroviarios"
Marcel Chirnoaga
"Ferroviarios"
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