Tras la reinstauración del capitalismo en 1990, y a la par que se destruye la economia nacional y practicamente toda su capacidad productiva de Rumanía, los sucesivos gobiernos endeudan a ritmo agigantado al pais, y en veinte años se multiplico por cuarenta la deuda existente en 1988 (y no precisamente para invertir en seguir desarrollando la rica industria rumana socialista, sino para enriquecer a los que se han hecho con el poder y lo utilizan para su unico y exclusivo beneficio personal).
Si en marzo de 1989 el gobierno de Constantin Dascalescu, último de la Republica Socialista de Rumania, anunció el pago total de toda deuda externa, en 2010 los rumanos debían casi 90 mil millones de euros, y se habian destruido en dos décadas mas de cuatro millones de puestos de trabajo de los casi nueve millones existentes cuando se produjo el golpe de estado.
A pesar de todo eso, el actual gobierno del socialdemocrata Victor Ponta sigue recibiendo préstamos del Fondo Monetario Internacional a cambio de obedecer sumisamente y seguir transformando su pais en una colonia de las grandes multinacionales capitalistas (privatizando empresas publicas, despidiendo trabajadores o reduciendo gasto en sanidad o en ayudas sociales, entre otras cosas).
Como he dicho al principio de la entrada, sobran las palabras:
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