Adrian Nastase, ex-primer ministro de Rumania, irá a la cárcel por corrupción: una anécdota en la jungla capitalista rumana

Adrian Nastase, expremier condenado a prisión

El antiguo primer ministro socialdemocrata, Adrian Nastase, principal enemigo político en los últimos años del presidente de la República Traian Basescu, ha sido condenado por la Corte Suprema de Justicia rumana a 2 años de carcel, por derivar 1,5 millones de euros del dinero público a su campaña electoral.

La condena ha supuesto todo un escándalo, por tratarse de la primera de este tipo en la Rumania capitalista, en la que la corrupcción y el saqueo de dinero público es practicamente un deporte nacional de la clase politica (con lazos íntimos con la elite económica).

Tras conocerse la noticia, Adrian Nastase se ha intentado suicidar disparándose en el cuello ¿La razón? El defiende su inocencia y acusa a Traian Basescu y a la justicia, dependiente en gran medida de la presidencia, de manipular la sentencia como venganza política.

La sentencia, ya definitiva, si es que Nastase sobrevive, será por dos años. Se trata de una condena extraña en la Union Europea, donde la corrupcción y la primacia de los intereses privados de los altos representantes políticos es intrínseca al sistema capitalista, en cuyos regímenes los delitos económicos y contra el pueblo no son considerados graves ni perseguidos con gran voluntad.

Como hemos dicho mas arriba, Nastase, primer ministro del Partido Social Democrata entre 2000 y 2004, fue acusado de derivar dinero público a la campaña electoral para reevalidar su mandato. Quizas la razón para que este caso haya sido considerado mas grave es que el dinero usado por Nastase no era el de los impuestos de los rumanos, sino el que se consiguio por las aportaciones de grandes empresarios y otros invitados a un simposio. Y digo esto porque la corrupcción en lo que se refiere al dinero pagado al estado por todos los trabajadores rumanos es habitual y evidente a simple vista, aunque pocas veces se denuncia y, por supuesto, se condena.

Se trata del mas alto responsable politico condenado hasta ahora en la Rumania Capitalista, tras aquellla pantomima de juicio montada contra el matrimonio Ceausescu y en el que una banda de oportunistas (todos ellos todavia entonces con carnet del Partido Comunista Rumano) asesinaron sin respetar ninguna ley al presidente de la República y a su esposa (aquellos asesinos siguen todavia libres y, imaginamos con qué metodos, millonarios).

De hecho, la instauración tras el golpe fascista de diciembre de 1989 del capitalismo en Rumania tuvo como consecuencia el saqueo generalizado de la riqueza nacional, la venta  a precios irrisorios de su industria y todo su tejido productivo (a cambio de sustanciosas comisiones), y la creacion en el pais de una clase capitalista privilegiada, que controla la justicia y el gobierno, y que actua impunemente (tanto como en el resto de dictaduras capitalistas pero de una forma, si cabe, mas descarada).

Pocos jefes de estado o de gobierno han sido encerrados en las cárceles de Europa por corrupcción. Destaca el caso del antiguo primer ministro italiano, Betino Craxi, miembro de la camorra, como seguramente gran parte de los políticos del pais, fue condenado en los años 90, aunque huyó de Italia para no ser encerrado. Igualmente, Otro ejemplo fue el de Pierre Bérégovoy, primer ministro francés,  se suicidaría tras los escándalos denunciados en su gestión.

Al contrario, la Union Europea está escandalizada por el caso de Yulia Timoshenko, juzgada y condenada a prisión por haber firmado un acuerdo perjudicial para los ucranianos para la importación de gas ruso, a cambio de beneficios particulares. Como el presidente actual, Yanukovich, no es un partidario sumiso a los intereses economicos de la UE en Ucrania, al contrario que Timoshenko, los representantes politicos de Europa consideran el encierro de su "amiga" un atentado contra los derechos humanos.

Traian Basescu: encarnación del político capitalista rumano

En Rumania el encierro de Nastase, que a pesar de ser en teoria por 2 años será efectivo solamente 8 meses, sería una buena noticia si fuera el primero de una serie de condenas que hicieran justicia sobre el expolio sufrido por los trabajadores rumanos desde 1989, y el consiguiente genocidio social perpretado con el consentimiento y complicidad de los responsables politicos al servicio de la nueva clase capitalista.

De hecho, el propio Presidente de la República, Traian Basescu, que se jacta sin tapujos por haberse enriquecido durante la epoca comunista siendo comandante de marina mercante dedicándose al contrabando de tabaco, aprovechando su posición importante en el Partido Comunista que le llevaría a ser subsecretario de estado del Ministerio de Transportes en los momentos previos al golpe de estado de 1989, ha sido juzgado por la sospechosa venta de la flota comercial rumana cuando, años mas tarde, llegaría a ser Ministro de Transportes de la Rumania capitalista

La flota comercial rumana era la octava mas importante del mundo en 1990, cuando Basescu era comandante de nave y luego, alto cargo del Ministerio de Transportes de la Rumania Socialista. Tras su regreso al Ministerio a finales de los años 90, esta vez como Ministro, la flota rumana desapareció completamente, siendo vendida, como pasó con el resto de la riqueza nacional, a precios irrisorios.

Por supuesto, la investigación sobre Basescu se cerro cuando este fue elegido Presidente de la Republica. Probable y lamentablemente, Basescu, como tantos otros como el que se han enriquecido a costa del empobrecimiento de los trabajadores rumanos, nunca irán a la carcel. Y por eso el caso Nastase, cuyo encarcelamiento es, en principio, una buena noticia, se quedará con toda probabilidad, en una curiosa anecdota en la jungla capitalista rumana; anecdota motivada posiblemente por enemistades politicas con el presidente actual, y porque la justicia, en los paises capitalistas, donde la separación de poderes tiene una delgada linea de division facilmente superable con sugerentes cantidades de euros, está controlada por las mismos intereses que sus políticos.