Los bulgaros tumban al gobierno neoliberal, pero se conforman con eso

Durante los últimos 12 dias, miles de personas han protestados en las calles de la mayoria de las ciudades bulgaras tras el aumento de los precios de la electricidad, que subieron de golpe un 13% a principios de este año.  Aunque las protestas se iniciaron tras esa exagerada subida de la luz, esta solo fue la gota que colmó el vaso, y, como ha reconocido el propio presidente del pais, el conservador Rosen Plevneliev,  "esas manifestaciones se iniciaron contra los altos precios de la electricidad, pero las raíces del descontento son aún más profundas".

Precisamente el propio Pleveliev se jactaba hace apenas dos meses de las cifras macroeconómicas de su pais--un déficit menor al 2 % y una deuda del 16% del producto interior bruto (PIB)-- logradas con una estrategia de ahorro obligada por la UE en los últimos cuatro años, que ha reducido tremendamente el poder adquisitivo de la población. Se trata de la misma estrategia aplicada en toda Europa: buscar cifras buenas para las grandes empresas y grandes fortunas, junto a porcentajes aparentes para el estado, a costa de recortar y reducir el bienestar y los derechos de los trabajadores.

Bulgaria, con un salario medio que ronda los 350 euros (aunque la gran desigualdad social hace que los salarios mas comunes sean bastante mas bajos que esta cantidad, mas cerca del salario mínimo de 155 euros brutos), y con pensiones de 75 euros, es junto con Rumania el pais mas pobre de Europa (en lo que se refiere a nivel de vida de los trabajadores, porque la clase dominante es, sin embargo, tremendemente rica y disfruta de enormes privilegios, a un nivel igual o incluso superior que la de sus homónimos de Occidente).

Las protestas fueron creciendo en intensidad durante los dias pasados y, al final, los enfrentamientos con la policia se saldaron con mas de 25 detenidos, ocho automóviles de las fuerzas de seguridad destruidos, escaparates rotos, y diez heridos tan solo en la capital.  Los manifestantes en Sofía bloquearon el tráfico en varios puntos, e intentaron boicotear una ceremonia donde participaba el gobierno. Ante la violencia policial, respondieron con piedras y petardos. Tambien hubo enfrentamientos en otras ciudades importantes de Bulgaria, como Varna o Plovniv.

El lunes, el primer ministro había forzado la dimisión del ministro de Finanzas, Simeon Dyankov, y en las últimas horas había prometido que bajaría el precio de la electricidad un 8%. También anunció multas a las distribuidoras de electricidad (la austríaca EVN y las checas CEZ y Energo-Pro) y la retirada de la licencia a una de ellas (CEZ), un procedimiento que ya se ha puesto en marcha por el regulador eléctrico búlgaro. Sin embargo, la tensión y la revuelta popular ha provocado finalmente la dimisión del premier, Boiko Borisov.

"A partir de hoy el Gobierno no tiene nada que hacer. Cada gotita de sangre para nosotros es una mancha. No puedo ver un Parlamento rodeado por tapias", ha dicho el líder neoliberal este miércoles por la mañana en la Asamblea Nacional en alusión a los heridos en las manifestaciones. Sin embargo, afirmo que no podian conceder el resto, y principales, reivindicaciones de los trabajadores: lo manifestantes pedían también la renacionalización de las empresas, privatizadas hace pocos años, algo a lo que se negó de plano el primer ministro (y que la U.E. impediría, finalmente, de todas formas).

Los precios de la electricidad son especialmente sensibles para los búlgaros, especialmente en invierno, cuando una factura cuesta una media de 350 euros al mes, lo mismo que el salario medio (y bastante mas de lo que ganan la mayoria de los trabajadores).

El problema de las tarifas eléctricas se une al malestar general por el bajo nivel de vida y por los altos índices de corrupción en el país, el más pobre de la UE desde que se pasó al capitalismo, una situación que, sin embargo, y por la criminalizacion mediatica del pasado comunista junto a la enorme fragmentacion y debilidad del movimiento obrero (situación sostenida y fomentada por el Partido Comunista de Bulgaria, refundado en 1996, es una panda de socialdemocratas oportunistas, tipo Izquierda Unida, en coalición con el Partido Socialista de Bulgaria, tipo PSOE español), no ha sido aprovechada para dirigir las protestas hacia objetivos mas profundos: acabar con la causa de la situación, el sistema capitalista, y reconstruir el Socialismo para alcanzar el bienestar de la clase obrera en el pasado.

Las grandes manifestaciones de estos dias se han organizado en torno a los nuevos movimientos "ciudadanistas" tan de moda en Europa, y que, al contrario que en Bulgaria, no suelen conseguir nada, salvo algun que otro parche, como el caso de la caida del gobierno bulgaro. De este modo, las protestas han logrado acabar con el ejecutivo, lo que no es mas que una solución aparente y temporal hasta que el siguiente ejecutivo siga aplicando las leyes y decisiones de las grandes multinacionales y de las instituciones internacionales capitalistas.

El problema es que los que si se han hecho notar en las manifestaciones son las organizaciones fascistas y nacionalistas, siempre al quite de cualquier tentación de la mayoria trabajadora de organizarse para defender sus propios intereses de clase, y preparados para que, en caso de conflictos sociales que pudieran poner en riesgo la dictadura de la minoria sobre la mayoria, atraer a sus filas a los obreros engañados con sus discursos aparentemente sociales y, finalmente, lograr mantener la tirania del capital radicalizándola, con el objetivo de acabar y destruir totalmente a las organizaciones comunistas y obreras y, en fin, evitar que se haga realidad todo lo posible la pesadilla y el temor de los mafiosos capitalistas de que los privilegios de  los parásitos que viven del trabajo ajeno se vayan al traste.