Las brutales reformas económicas llevadas a cabo en estas dos últimas décadas y media han
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La afirmación “La democracia es la mejor forma de Estado” la aprueba un 80% de los alemanes del oeste, pero sólo el 49% de los del Este. La satisfacción con el funcionamiento de la democracia registra también grandes diferencias: un 63% en el Oeste está contento y sólo un 39% en el Este.
La frase “El socialismo es una idea buena sólo que ha sido mal aplicada” la corrobora un 51% de los alemanes del Oeste y un 76% de los del Este.
Según reportaje de la revista alemana Spiegel, cada vez son más los jóvenes que defienden el modelo socialista de la antigua Alemania del este que, sin embargo, temen decirlo en público, por “estar mal visto” en occidente.
Hoy, muchos años después de la caída del Muro de Berlín, una mayoría absoluta, de los alemanes orientales defienden la antigua Alemania del Este. “La RDA tuvo más buenas que malas caras laterales. Hubo algunos problemas, pero la vida era buena,” aseguran el 49 por ciento de los encuestados.
No es de extrañar: en la democracia popular, lo que los delincuentes económicos suelen llamar "dictadura socialista", en un juego de prostitución del lenguaje cada vez más delirante, los trabajadores tenían los derechos y necesidades básicas aseguradas, disfrutaban de estabilidad en el mundo laboral y de acceso al ocio y a la cultura habitual, y no conocían aberraciones como el desempleo, la miseria o la falta de asistencia sanitaria, entre otras. Sin embargo, en la dictadura del capital, lo que los delincuentes económicos suelen llamar "democracia", las políticas neoliberales han reducido salarios, derechos y bienestar a pasos agigantados a la clase obrera, condenándola a la semiesclavitud, a la dependencia y a la vigilancia constante y agobiante control de la alianza de las fuerzas de seguridad y las grandes multinacionales (es decir, de lo que los medios de propaganda en manos de los grandes mafiosos capitalistas acusan, un día sí y otro también, a la "Stasi" de la RDA).
En todo caso, los trabajadores de la antigua Alemania del Este, y cada vez en mayor medida la juventud alemana, como cualquier ser humano racional y sensible, tiemblan con seguridad de emoción cuando escuchan el antiguo himno de la República Democrática Alemana, que podemos escuchar a continuación, con los subtítulos en español. Es evidente, si la humanidad sigue evolucionando, que un día volverá a ser el himno de los trabajadores alemanes, aunque para los que lo odian, es decir, los grandes ladrones y criminales capitalistas será evidentemente una desgracia:
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