miércoles, 3 de diciembre de 2014

Elecciones en República Moldova: ganan los prorrusos pero es probable que no puedan formar gobierno

En las elecciones del pasado domingo en República Moldova el resultado ha sido una gran sorpresa, poniendo en primer lugar de las opciones más votadas un partido nuevo, salido de la ruptura reciente del Partido Comunista de Republica Moldova, y que la semana antes de las elecciones tenía en las encuestas entre un 0 y un 6% de las preferencias de los votantes.
Igor Dodon, lider del partido ganador, el PSRM

La irrupción rotunda del Partido Socialista de R.M., dirigido por el hasta hace poco lider del Partido
Comunista, ha dejado boquiabiertos a todos los observadores, aunque, como dijimos en la anteior entrada, todo se puede explicar si evitamos aplicar las etiquetas de izquierda o derecha, y analizamos el tema en el marco del conflicto interimperialista entre la que hasta hace poco era una potencia unipolar, EE.UU (seguido por sus vasallos de Europa) con las que están en plena emergencia, como Rusia o China.

En primer lugar, repasemos los resultados. En el Parlamento, han entrado, por la antidemocrática ley electoral que ha dejado fuera del Parlamento del 16% de los votantes (entre ellos, al 6% que han optado por el Partido Comunista Reformador, una opción un poco menos socialdemocrata que la dirigida por Voronin, lider del PCRM) , solamente 5 partidos:

El Partido Socialista de R.M. (PSRM), con un 20.51% de los votos, el Partido Liberal Democratico de Moldova (PLDM), con un 20.16%., el tercer lugar, tras haber perdido unas elecciones en R.M. por primera vez desde  1998, el Partido Comunista de R.M. (PCRM), con un 17.48% de los sufragios, el Partido Democrata de Moldavia ( PDM), con un 15.80%  y, por último, el Partido Liberal, con un   9.67%. (la correspondencia en escaños, se puede ver en el cuadro siguiente).

Mandate: Escaños / AIE: Alianza Pro Europea

El sexto partido en liza, el Partido Comunista Reformador (PCR), ha obtenido el 5.5%, aunque ha sido dejado fuera del Parlamento, y no ha sido el único. También ha sido excluido, como hemos señalado, este sin dejarle opción de participar en la "fiesta" electoral, el partido prorruso PATRIA, que tenía unas importantes opciones de voto la semana anterior al voto, y que fue prohibido por la via rápida pocos días antes de las elecciones.

El desbarajuste provocado, inesperado para la mayoría, puede ser consecuencia directa de esta prohibición, pues los nacionalistas moldavos, prorrusos, han tenido que votar a otras opciones, prorrusas, por supuesto, y era difícil que lo hicieran al Partido Comunista, no solo por su etiqueta roja, sino por su coqueteo habitual con todas las opciones.

Otra explicación es la de la constante caida en los últimos años de la opción comunista (en realidad, socialdemócrata), que ha sufrido también constantes divisiones. De hecho, dos de los cinco partidos que han entrado en el Parlamento, sin contar con el propio PCRM,  han surgido de las filas del Partido Comunista: el Partido Demócrata de Lupu, que hace apenas 5 años era visto como el sucesor de Vladimir Voronin y el Partido Socialista, liderado por Dodon, otro dirigente del comunismo moldavo y antiguo alcalde de Chisinau (sin contar al Partido Comunista Reformador, también ruptura del PCRM).

http://www.tercerainformacion.es/IMG/jpg/124-small.jpg
Transnistria en verde y Gagauzia en rojo, en torno a su capital, Comrat
En todo caso, se trata de ver ahora que sucederá en República Moldova tras las elecciones, en relación al expansionismo de la OTAN y la UE (bajo la batuta norteamericana) hacia el antiguo espacio soviético: ¿continuará el gobierno de Chisinau, en los últimos años formado por una alianza de partidos liberales,  aunque el partido más votado desde 1998 fuera el Partido Comunista, su camino hacia el oeste, serán los partidos prorrusos los que indiquen hacia donde ha de ir la brújula, o se convendrá una difícil e incomoda neutralidad, muy conveniente, por otra parte, para las potencias en liza?

En el gráfico presentado en la foto, se observa que la agencia Unimedia considera que los prorrusos PSRM y PCRM), tienen 46 escaños en su haber, mientras que los proeuropeos (PDLM, PD y PL), 55. Sin embargo, de forma consciente, han puesto en azul en el hemiciclo gráfico, en un imaginario centro, al Partido Demócrata de Lupu ¿Por qué? Es claro que Lupu es, evidentemente, la bisagra que abrirá la puerta hacia un lado o hacia otro. En primer lugar, porque proviene de la misma cuna que Voronin y Dodon, el comunismo o, mejor dicho, la socialdemocracia que acepta el liberalismo pero que da una gran importancia a lo social, sin embargo, esto no es lo fundamental en el contexto moldavo (aunque, por otro lado, es habitual que haya una visión general política que identifica a la "izquierda" con Rusia y a la "derecha"con Occidente, lógica por otra parte cuando los ciudadanos moldavos, que no dejan de repetir que vivián mejor con la URSS, están viendo como en estas ultimas décadas están robándoles y destruyendo todo lo que se logró durante el socialismo).

En segundo lugar, Lupu nunca se ha decantado claramente por un lado o por otro, y siempre ha jugado un papel de lazo entre los dos "bandos". De hecho, su partido se ha posicionado con claridad en varias ocasiones contra algo que los otros dos parlamentarios favorables a un acercamiento a Europa: la unión con Rumania, una posibilidad que no solo provocó la independencia de fapto de Transnistria o la autonomía con opción de independencia de Gaguzia, sino que provoca que muchos moldavos vean con mayor simpatía aún la amistad con Rusia.

Tampoco hay que olvidar que el Partido Comunista de R.M., aunque no sabemos si enderezará el rumbo tras el varapalo de estas elecciones, ha flirteado demasiadas veces con la U.E. e incluso con la OTAN, y que de hecho pertenece al Partido de la Izquierda Europea (PIE), con todo lo que eso significa. De hecho, Rusia jamás se ha fiado de Voronin, por lo que, con probabilidad, si están contentos en algún lugar tras estas elecciones es en el Kremlin, sin duda.
La bandera de la añorada República Soviética de Moldova

Sea como fuere, salvo que el PD de Lupu opte por unirse a sus antiguos camaradas, y entonces si se crearía una unión fuerte de 65 contra 36 parlamentarios, las opciones europeas no están del todo claras, ni las tienen todas consigo, aunque Lupu opte por la Alianza proeuropea. De hecho, el ganador de las elecciones, el partido de Dodon, el Partido Socialista, además de ofrecer la alianza a los comunistas y, probablemente, al PD, ha declarado que la solución más probable será unas nuevas elecciones anticipadas, pues, recordemos, el Parlamento tiene que elegir, en el sistema politico moldavo, al Presidente del país, al jefe de estado, con 3/5 de los escaños. Asi que una alianza PD-PDLM y PL tiene poco futuro y duraría apenas unos meses, porque sería incapaz de conseguir el número necesario de escaños para nombrarle, por lo que habría que convocar nuevas elecciones parlamentarias.

Por último, hay que recordar tambien, en este marco interpretativo de las elecciones de RM como frente del conflicto interimperialista, que en la región separatista de Transnistria, independiente de hecho, claramente prorrusa, las elecciones organizadas por Chisinau se han boicoteado, y apenas se ha votado, y que en la República Autónoma de Gagauzia, que recientemente también pidió la unión  a la Federación Rusa, el resultado ha sido el esperado.

En todo caso, y aunque no queremos ser agoreros, ya sabemos como se las gastan los "democráticos" Estados Unidos & Co., y en caso de que las cosas no salgan como desean, pueden organizar en un abrir y cerrar de ojos un maidán que les haga alcanzar los objetivos que no lograron con las urnas, como hace bien poco perpetraron en la vecina Ucrania.

12 comentarios:

Albert dijo...

Estimado José Luis Forneo:

Esperaba ansioso tu comentario sobre las recientes eleciones legislativas de Moldavia, cuyos resultados han sido sorprendentes.

En primer lugar tenemos que desde 1998 el Partico Comunista de la República Moldava ha perdido las elecciones. Desde su primera victoria electoral en 1998, siempre había sido el partido más votado, ya fuese mayoría relativa o mayoría absoluta, lo que le permitió (cuando gozó de mayoría absoluta) gobernar desde 2000 a 2009. El fracaso del PCRM, al obtener un porcentaje menor que las estimaciones de voto más pesimistas (que le daban un 19% en el peor de los casos), convirtiéndolo en el tercer partido en número de sufragios, es algo que debe hacer meditar seriamente a los líderes del Partido, porque han perdido incluso en Gagauzia, un tradicional feudo electoral comunista. Debe pensarse también qué es lo que se ha hecho tan mal para que un partido que en noviembre del año pasado contaba con una intención de voto del 50% y en septiembre de este año del 36% acabe con un mísero 17%. El electorado se escora hacia la derecha y de poco consuelo sirve que dos partidos salidos del PCRM hayan entrado en el Parlamento moldavo, porque no dejan de ser escisionistas que renuncian al adjetivo 'comunista', muestra de que en gran parte son aún más socialdemócratas que el propio PCRM, ya de por sí bastante socialdemocratizado. De hecho, los líderes de ambas formaciones, Partido de los Socialistas de la República Moldava y Partido Demócrata, son personajes salidos del PCRM tras las luchas internas que en 2009-2010 sufrió el PCRM tras perder la mayoría y con ella Presidencia y Gobierno, algo parecido a lo que sufrió el Partico Comunista de la Federación Rusa en 2004 durante su X Congreso, tras la deblace en las elecciones a la Duma de 2003 en que perdió la mitad de sus votos.

Sobre el Partido Comunista Reformador, otro partido salido del PCRM y que no ha logrado superar el listón del 6%, personalmente me parece que habría sido mejor luchar por el control del PCRM, por cambiar sus políticas (tarea ardua pero no imposible), antes que separarse y fundar un nuevo partido, lo que tiene por efecto únicamente dividir el voto "rojo". Me parece muy bien que los que no son verdaderamente comunistas abandonen el partido para fundar sus partidos socialistas y demócratas o lo que quieran, pero que e vayan (o los echen) porque molestan, pero que los comunistas, los que aún se sienten tal, se dividan... Me recuerda a 'La vida de Bryan', con el Frente Popular de Judea y el Frente Judaico Popular...

(sigue)

Albert dijo...

(continúa)

¿A qué puede deberse el extraordinario resultado del Partido de los Socialistas, al que las encuestas más benévolas le daban un 6%? Quizás al trasvase de votos del partido pro-ruso Patria, suspendido pocos días antes de las elecciones. Acaso los organizadores de las mismas, el actual poder, contaba con el trasvase de esos votos hacia formaciones pseudo-izquierdistas y pro-rusas, lo que de por sí descartaba que fuesen a parar al PCRM.

Por último, permíteme que hable sobre la nostalgia de los moldavos hacia la URSS y el socialismo. Si a los resultados de las elecciones nos atenemos, esa nostalgia es más bien minoritaria. Lo mismo puede decirse de los rusos. El año pasado se publicaron los resultados de una encuesta realizada en Rusia, en la que el 59% de los encuestados sostenía que el socialismo era mejor que el capitalismo, pero sólo el 43% quería que Rusia fuese otra vez socialista. ¿Dónde se queda el otro 16% de los que pensaban que el socialismo era mejor, pero siendo mejor prefieren quedarse con lo que hay ahora que es peor? La encuesta debió ser algo así:
- ¿Bajo qué sistema se vive mejor: socialismo o capitalismo?
- Vivíamos mejor con el socialismo.
- ¿Querría Ud. regresar a la época socialista?
- ¡No!

Esta actitud ezquizofrénica se observa en la gran mayoría de los países del antiguo bloque socialista, nostalgia (al menos afirmada en las encuestas), pero a la hora de votar, los resultados son muy distintos. ¿Por qué? Me recuerda al viejo dicho ruso: "Куплю билет и не поеду на зло кондуктору" (Compraré el billete pero no iré para hacer mal al conductor), sin darse cuenta de que los únicos perjudicados son ellos al gastar en un billete que no van a usar. Esa nostalgia por el socialismo no se traduce en un apoyo mayoritario o al menos destacado a los partidos herederos del comunismo. "El gran daño de la nostalgia es que agota la energía para el cambio significativo", para el cambio real, escribió en 2009 el sociólogo búlgaro Vladimir Shopov en el portal virtual BG History.

Recibe un cordial saludo.

JL F dijo...

Hola Albert,
Gracias por tu extenso y claro comentario. En general, estamos de acuerdo. En cuanto a lo ultimo que apuntas, el problema con la nostalgia, es un tema verdaderamente interesante. En Rumania, vayas donde vayas, incluso los mas recalcitrantes defensores del liberalismo, te hablan del pasado socialista con orgullo y admiracion, sobre la industria, la tranquilidad, el bienestar, etc... Pero en estos casos, es normal que no quieran volver, despues del botin que han robado ellos o los suyos. Tambien los mas afectados por el saqueo capitalista, los pensionistas, no dejan de hablar de los derechos perdidos, los logros del socialismo, su trabajo, la educacion, etc..., aunque eso lo hacen en privado. En publico, pocos defienden el socialismo. Recuerda a aquello que contaba Michel Foucault, cuando un grupo de intelectuales dieron una conferencia de prensa en un hotel de Madrid y a la salida, los grises les dieron de porrazos, y la gente pasaba por delante del hotel y ni siquiera movia la cabeza para mirar, como si realmente no estuviera pasando. Ese poder simbolico, invisible, que hace ver el traje invisible del emperador, hace que aunque muchos reconozcan la evidencia de que el capitalismo ha traido miseria, pobreza, injusticia y un saqueo brutal del pais, y que antes de 1989 se vivia mejor, ante los ojos del otro hagan como que no ven. Y lo mismo pasa con el voto. Primero, habria que ver si votara el 50% de media que no vota; en segundo lugar, mucha gente vota, creyendo que el pasado aquel nunca va a volver, de forma lamentablemente posibilista, y y a conocemos el mal que hace a la lucha por la justicia y la igualdad el posibilismo.
Un debate que, aunque tienes razon en señalar cual es el sintoma, da para mucho para poder averiguar y entender la causa. Habria tambien que recurrir a un psiquiatra, pues esa brutal neurosis no puede mas que provocar una gran frustracion paralizante.
Saludos

Albert dijo...

Estimado José Luis Forneo:

En primer lugar, agradecerte tu amable respuesta. Es, sin duda, un tema interesante y necesitado de estudio esta nostalgia por el pasado socialista, que mientras no lleguemos a comprender totalmente por qué esa nostalgia no se traduce en una acción encaminada a reconstruir el socialismo, no podremos avanzar en tal sentido.

Desconozco, y lo reconozco sin pudor, la situación exacta de Rumania, por lo que evitaré entrar en detalles (sería irresponsable por mi parte hablar sobre una situación que no conozco con exactitud) pero sí he vivido un tiempo en Rusia y supongo que hay algunos fenómenos rusos extrapolables a Rumania y al resto de países del antiguo bloque socialista.

En primer lugar, creo que esa mitad del electorado que no acude a las urnas (en Rusia en las elecciones regionales y locales a veces vota incluso menos del 20%, representatividad nula) se debe a los desencantados con la política, con los políticos, no encuentran formación política que les atraiga o acaso hay alguna pero no le conceden muchas oportunidades de gobernar. Allí me encontré en no pocas ocasiones con gente que directamente decía: "¿Para qué votar si mi voto no cuenta?", "El resultado está ya decidido de antemano" o "Todos son igual". Que el resultado pueda estar decidido de antemano lo sabemos por la aplicación del eufemísticamente llamado 'recurso administrativo'. En cualquier caso, es un fallo grave de los herederos del comunismo el no saber atraer a ese electorado descontento y que cree que nada va a servir, que todos son igual. Y otro fallo enorme es la incapacidad de los herederos del comunismo no saber organizar nuestras propias revoluciones de color "rojo".

En Rusia conocí todo tipo de gente, desde liberales de toda la vida que echaban pestes del régimen soviético hasta comunistas de la vieja escuela, pasando por (y éstos son los que más me repugnan) gente que en su día había sido comunista y había cambiado luego de chaqueta miserablemente. "Es que hay que adaptarse", me decían con cinismo. Curiosamente, los comunistas (casi todos de avanzada edad) no creían posible el regreso de socialismo y su nostalgia me recordaba a la nostalgia al recordar tiempos de juventud, amores pasados, que sabes que se fueron para no volver.

(sigue...)

Albert dijo...

He de decir que, independientemente de mi rechazo hacia el capitalismo, respetaba más a los que siempre habían sido liberales que a los ex comunistas (algunos habían ocupado cargos importantes) que "se adaptaban". Al menos los primeros eran coherentes con sus principios.

Una de las razones del desprestigio de los partidos comunistas herederos del socialismo real es el absoluto dominio de los medios de comunicación por parte del Estado y el actual poder caciquil y oligárquico que controla al Estado y que lobotomiza al público poco informado. En los viejos, muy viejos tiempos, en la época de la Revolución Rusa, cuando el único medio de información eran los periódicos, no era difícil contrarrestar la propaganda de los periódicos capitalistas organizando imprentas (a veces clandestinas por las circunstancias del momento) ya fuera para imprimir periódicos o simplemente octavillas para difundir, carteles para pegar en las paredes al amparo de la noche, organizar mítines. El gasto no era demasiado oneroso. Hoy, cuando la gente se informa básicamente sólo a través de la TV, es imposible competir con eso porque ningún partido comunista tiene recursos financieros para crear su propio canal de televisión. Y pequeños periódicos como Pravda, con una tirada inferior al del número de afiliados al Partido Comunista de la Federación Rusa (¡no lo leen ni los propios militantes!) no pueden competir con una colección de canales de TV. Es necesario pensar en alternativas para hacer frente a la ofensiva propagandística del poder, porque mientras no se gane esa batalla no tenemos nada que hacer.

Por otra parte, y por si fuera poco, nos encontramos con partidos comunistas que le hacen el juego al poder capitalista y se desprestigian solos con sus vaivenes, incoherencias, despropósitos y luchas internas, lo que facilita la tarea de los propagandistas del régimen actual para desacreditarnos. No digamos allí donde han gobernado: Moldavia y Osetia del Sur (este último país no reconocido sino por Rusia y Nicaragua). En ambos sitios los comunistas han sufrido un duro varapalo. En Osetia del Sur, donde gobernaron, las elecciones legislativas de este año les dejaron sin un solo diputado al obtener sólo el 4% de los sufragios (el 22% en 2009). En Moldavia, la actitud de Vladimir Voronin tanto en su época como Presidente como luego en la oposición, intentando sentarse en dos sillas a la vez, sus guiños hacia la UE mientras mantenía sus relaciones con Rusia, sus flirteos con el gran capital, su empeño en simpatizar con todos sin conseguir ganarse realmente a nadie, indudablemente ha perjudicado al PCRM. Yo entiendo que Moldavia es un país muy pobre (el más pobre de Europa, dicen algunas estadísticas, aunque me cuesta creer que más que Albania o Macedonia) y que no puede implementar de golpe una política económica y social revolucionaria, verdaderamente socialista, porque el bloqueo al que se vería sometida la arruinaría. Eso sólo se lo puede permitir un país con grandes recursos que pueda implementar una economía autárquica llegado el caso, como Rusia en 1917, que se vio sola tras el inesperado fracaso de la revolución en Europa, o países pobres pero con el apoyo de otra gran potencia socialista como Mongolia y Tuva, que fueron los siguientes países socialistas del mundo tras Rusia/URSS, o Cuba, a la que la URSS compraba caro el azúcar y vendía barato el petróleo, lo que condujo a que tras la caída de la URSS llegasen tiempos muy duros, el "Período Especial de Guerra Económica" como lo llamaron pomposamente en la isla, al no poder comprar a precio de mercado todo el petróleo que necesitaban. Moldavia estaba sola, bien. Pero las políticas del Gobierno del PCRM fueron cada vez más socialdemócratas, por no hablar de cosas que nunca debió hacer, como su minúscula participación en la guerra de Irak, dando su aquiescencia a una guerra ilegal, ilegítima y vergonzosa.

(sigue...)

Albert dijo...

Tampoco ha habido juicios masivos contra oligarcas y corruptos de gobiernos anteriores, que lo merecían. Sé que habrá quien se escandalice al leer esto y me llamará estalinista trasnochado, me da igual: yo esperaba y espero que si los comunistas llegan realmente al poder otra vez en países de la ex URSS, especialmente en Rusia (cosa harto difícil lo veo yo) haya represalias legales masivas contra la actual clase política y financiera. Y para ello no hace falta desempolvar el Código Penal soviético, sino simplemente echar mano del actual Código Penal, hecho por el actual poder y por él mismo violado tantas veces como sus intereses precisan. Que todo el peso de la Justicia caiga sobre ellos.

Entiendo que Moldavia no podía olvidarse de Rusia, sobre todo si quiere solucionar el problema de Pridniestrovie (problema al que el PCRM concede una enorme importancia, a pesar de lo difícil que es que esa autoproclamada república regrese a Moldavia), pero la política nacional también ha sido errática. En lugar de defender la hermandad de los pueblos ex soviéticos, por un lado se acordaba de Rusia por el gas y el eterno problema de Pridniestrovie; por otro defendía el nacionalismo moldavo, la identidad nacional moldava (en gran parte como escudo frente a las ansias anexionistas de Rumania); por último, no escatimaba en guiños a la Unión Europea, actitud esta última incomprensible porque, aparte el hecho de que de Bruselas (o Berlín mejor) sólo podría recibir una limosna acompañada de un gran paquete de recortes que podría la economía moldava en manos de Occidente, si de verdad el PCRM desea que Moldavia ingrese en la Unión Europea debería saber que eso es imposible: cualquier país de la UE tiene derecho de veto sobre el ingreso de nuevos candidatos. ¿Puede alguien creer de verdad que Rumania permitiría el ingreso en la UE de Moldavia, país que querría anexionarse porque considera como suyo, aunque territorialmente sólo le perteneció en el período de entreguerras? Obviamente no.

Es incuestionable que algunos indicadores sociales de Moldavia mejoraron durante la etapa de gobierno del PCRM, pero eso es, sin duda, insuficiente. Y con su política de bandazos, ahora izquierda (pero no mucho), ahora derecha, ahora contigo, ahora con el otro, ha conseguido ganarse el desprecio o desconfianza de todos.

Todo esto me lleva a pensar, visto lo visto y la trayectoria política y de acción de otros partidos comunistas de la ex URSS: en el caso hipotético (actualmente imposible dadas las circunstancias) de una victoria electoral comunista en Rusia, ¿implementaría el Partido Comunista de la Federación Rusa unas políticas puramente socialdemócratas igual que ha hecho el PCRM hasta que le echasen del poder? La deriva ideológica del PCFR, cada vez más moderado en política económica y social (si la comparamos con el programa de mitad de los años 90) y más nacionalista pan-ruso, sus peligrosos flirteos con la reaccionaria Iglesia Ortodoxa rusa, incluso ciertas declaraciones del año pasado del líder comunista ruso Guennady Zyuganov acerca de los inmigrantes de otras repúblicas de la ex URSS, seguramente defraudarían a Lenin y Stalin, nacionalista soviético este último pero que nunca perdió de vista el objetivo final del marxismo-leninismo y de la propia URSS como vanguardia internacional frente al imperialismo.

Recibe un cordial saludo.

JL F dijo...

Albert, totalmente de acuerdo con tus afirmaciones. Igualmente, prefiero a un liberal de toda la vida a un comunista reconvertido al capitalismo. Estos, por ejemplo el presidente rumano, Basescu, robaban entonces y roban ahora, porque jamas, probablemente, fueron comunistas, ni liberales, sino simplemente delincuentes.

El desprestigio del comunismo es, ciertamente, producto de la propaganda, pero es un desprestigio mediatico, no privado, por lo que te comentaba, y seguramente sabras, en mi anterior respuesta. En todo caso, la culpa principal de que la gente no vote comunismo es de los partidos comunistas que, como el PCRM, no lo son, sino que mantienen la bandera roja intentando atraarese a los nostalgicos pero luego practican sin tapujo alguno politicas socialdemocratas o abiertamente en contra de los trabajadores.

En Rusia, ante tu pregunta (creo que retorica) el PCFR es similar al PCRM, aunque menos evidente porque todavia no ha tenido poder. Son partidos que aceptan las reglas del sistema capitalista, y por lo tanto, no pueden mas que ser capitalistas, si no proponen una ruptura que haga que si hay comunistas, nostalgicos o esperanzados en el futuro, les voten.

Saludos
JL

Albert dijo...

Estimado José Luis Forneo:

Una vez más, gracias por tu respuesta y la coincidencia de nuestros puntos de vista sobre lo fundamental del problema.

Ciertamente, creo que llegó un momento en que los partidos comunstas del bloque socialista estaban llenos de simples burócratas (junto con gente que creía sinceramente en el socialismo pero estaba desorganizada). Personajes como Shevardnadze, que había sido Primer Secretario del Partido en Georgia; Alexander Yakovlev, que fue jefe del Departamento de Propaganda del PCUS (¡encargado de ideología!); Boris Yeltsin, Primer Secretario del Partido en la región de Sverdlovsk y luego en Moscú; Mikhail Gorbachov, Primer Secretario del Partido en la región de Stavropol... todos ellos miembros del Politburó. Y cuántos funcionarios de rango inferior. Gentes que trabajaban bajo el sistema pero no para él, que fingían ser socialistas (Gorbachov y Yeltsin cantaron loas al camarada Leonid Ilich Brezhnev) pero dispuestos a traicionar al régimen y cambiar de bandera tan pronto como el mantenimiento del régimen no conviniera a sus intereses. Algo así sucedió también en la Rumania de Nicolae Ceaucescu, donde sus propios errores (y algunos fueron de bulto) le hicieron encontrarse en el momento más delicado con un partido corrompido en gran parte donde su dirigencia estaba dispuesta a venderle a él, al régimen y hasta al país.

Sobre que la gente no vote a los partidos comunistas porque en el fondo están socialdemocratizados, tengo mis dudas. Zyuganov ha dicho en numerosas ocasiones que desde la derecha les acusan de ser demasiado rojos y desde la izquierda de ser demasiado conservadores. Hay gente que no les vota porque piensa (temo que con razón) que son más de lo mismo y que si llegan al poder no se van a preocupar de la gente sino sólo de llenarse el bolsillo... como todos. Pero también hay gente que teme que si vuelven los comunistas se desate una especie de Terror Rojo. Supongo que es un problema que afrontan todos los partidos comunistas y tratan de solucionarlo con malabarismos ideológicos picando a derecha e izquierda y haciendo sus programas y acciones a veces incongruentes.

(sigue...)

Albert dijo...

Personalmemnte pienso que el PCFR al igual que los demás partidos comunistas de la ex URSS se ha socialdemocratizado y que su llegada al poder (imposible a día de hoy) le conduciría, excepto en política internacional, donde intentaría tener un rol más importante, hacia políticas económicas y sociales no muy diferentes de las del PCRM (a pesar de que Rusia sí tiene los recursos suficientes para aplicar una política autárquica llegado el caso) porque está muy involucrado en el actual sistema de parlamentarismo burgués. A veces pienso que casi se conforma con ser el eterno segundo. Y de ahí mi pregunta, que era en parte retórica y en parte no, de si el PCFR repetiría los errores cometidos en Moldavia. No me preocupa que el PCFR maquille un poco su programa electoral para no asustar a potenciales votantes que no les votarían de saber el programa real. Si los partidos burgueses se permiten mentir deliberadamente en sus programas, ¿por qué no nosotros? Se presenta un programa no excesivamente radical para no asustar y se tiene otro (el real) a aplicar una vez en el poder, que es lo que nos hacen los partidos burgueses. ¿Que luego se quejan algunos? Lo siento, hemos aprendido el truco del parlamentarismo burgués consistente en prometer una cosa y luego hacer otra. Lo que temo es que sus políticas acabasen siendo incluso más moderadas que las del programa electoral maquillado... y que su única vía de acción sea la electoral a pesar de que no les van a dejar ganar y esto es algo que ya deberían saber.

Recibe un cordial saludo.

JL F dijo...



El problema, como ya hemos dicho ambos, es que el Partido Comunista de 1989-91, y mucho antes, era ya un partido ansioso de capitalismo, y los comunistas de hoy siguen siendo igualitos que aquellos (la mayoria, eso si, se han hecho directamente, y quizás mas sinceramente, liberales).

"¿Que luego se quejan algunos? Lo siento, hemos aprendido el truco del parlamentarismo burgués consistente en prometer una cosa y luego hacer otra".

Lo que temo yo es que sus promesas socialdemocratas, pues asi es su programa electoral, luego se hagan realidad, no lo contrario. Si al menos su programa fuera una mascara para luego aplicar medidas revolucionarias, seria aceptable. Pero, y este es el principal problema, que arrastran los partidos comunistas desde hace mucho tiempo ¿se pueden aplicar medidas revolucionarias si las masas estan desmovilizadas? Es mas, ¿es posible pretender aplicar medidas revolucionarias si no se persigue movilizar previamente a las masas?
En fin, un saludo
JL

Albert dijo...

Estimado José Luis Forneo:

Gracias por la respuesta. Efectivamente, el PCUS de finales de los 80 era un partido ya abiertamente dirigido hacia formas de economía de mercado. De hecho, las mayores discrepancias existentes en el seno del Comité Central y el Politburó fueron acerca de la política exterior, porque muchos veían como una traición renunciar a los países aliados del Pacto de Varsovia que Gorbachov y los suyos querían literalmente entregar. Pocas discrepancias hubo acerca de introducir elementos capitalistas en la economía. También es cierto que no sé hasta qué punto los miembros "moderadamente reformistas" (digamos que en el Partido estaban los llamados "conservadores" o del ala dura -y varios, principalmente de países del Asia Central, dieron luego una sorpresa al cambiar súbitamente de bandera, de muy rojos a muy liberales, cómo fingían los malditos-, los reformistas pero poco y los reformistas liberales, que se fueron haciendo mayoría) del Comité Central imaginaron hasta qué extremos de degeneración y destrucción de todo lo logrado en 70 años llevaría la aplicación de una economía de mercado. Es posibe que de haberlo imaginado habrían sido menos proclives a tales reformas y acaso no hubieran salido éstas adelante. En el PCUS siempre hubo un ala centrista que según a quién apoyase decantaba la balanza hacia los "duros" o hacia los "moderados", y el ejemplo está en el llamado "Complot antipartido" de 1957, en que Khrushchev se libró de sus enemigos políticos gracias a ese sector centrista, y en 1964 ese mismo sector centrista le dio la espalda votando junto con los "duros" su destitución, cansados como estaban ya de las políticas caprichosas y la pésima gestión del Secretario General, que quedó en minoría en el Comité Central.

El problema es que los "moderados" se fueron haciendo cada vez más liberales en el peor sentido de la palabra, poco a poco, no abiertamente, realizando un trabajo de zapa poco visible pero muy efectivo, que sirvió en los 80 para desacreditar casi todo lo hecho hasta entonces. E inicialmente embaucaron incluso a comunistas leales como el legendario Andrey Gromyko o Yegor Ligachev, los cuales votaron a favor de Gorbachov como Secretario General para reemplazar al fallecido Chernenko, y sólo en 1988 se dieron cuenta de su error cuando fueron destituidos tras criticar el nuevo rumbo del país.

El temor de que las promesas socialdemócratas de su programa se hagan realidad es el mismo que manifiesto yo. Si sólo fuera tener un programa falsamente moderado para no asustar demasiado a algunos sectores, y luego aplicar el programa real, bien. Lo que temo es que su programa real sea incluso más moderado que el programa oficial, que cada vez es más moderado.

(sigue...)

Albert dijo...

Respecto a tus preguntas, en mi opinión (que creo acertada) no es posible aplicar medidas revolucionarias sin la movilización social de la mayoría de la población o al menos de una parte significativa y estratégicamente situada de la población. A modo de comparación, en octubre (noviembre según nuestro calendario) de 1917 los bolcheviques no controlaban la mayoría de los soviets pero sí controlaban la mayoría de los soviets de las grandes ciudades y de las principales unidades militares, que es donde se encontraba el poder real. Eso y una dirección firme, coherente, en la que sabían lo que querían y cómo conseguirlo les permitió lograr el triunfo de la Revolución y la victoria en la subsiguiente guerra civil. Los bolcheviques, que cuando cae el zar eran una minoría, no fueron a rastras de la revolución popular espontánea surgida en febrero (marzo) como hicieron los otros partidos y los partidarios del zarismo, sino que se esforzaron por movilizar a las masas, ir a su encuentro, atraerlas hacia posicionamientos bolcheviques y pro-bolcheviques, prepararlas para el cambio, fueron creciendo y transformándose en un partido de masas extendido por toda Rusia, ponerse a la cabeza y encauzar la revolución desde su orígen popular-liberal, no muy diferentes de 1905, hacia una revolución socialista. El Partido Bolchevique supo actuar como un partido de vanguardia, que es lo que se espera de un partido comunista.

Desgraciadamente, los partidos comunistas herederos del socialismo real parecen entender como "movilización" social las campañas electorales y ocasionales mítines de protest a los que casi nadie va. Esa es toda su tarea de agitación y propaganda. Da pena que en una ciudad como Moscú, con 12 millones de habitantes, el PCFR considere un éxito una manifestación de 10.000 personas (y las de los últimos años no reúnen a tantas), y más pena da, incluso vergüenza ajena, manifestaciones en provincias, donde a veces se ve un simple puñado, un par de docenas de personas, ancianos, donde la pancarta ocupa casi más espacio que la gente. Así no se va a ninguna parte. Pero parecen esperar que la gente simplemente se canse del estado de cosas e llame a su puerta pidiéndoles la solución. Si los bolcheviques se hubieran quedado sentados sin hacer nada esperando que el pueblo fuera en su busca ante la inoperancia del Gobierno Provisional, no habría habido Revolución jamás.

Recibe un cordial saludo.

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