Filimon Sârbu nació un 10 de agosto de 1916, en el pueblo de Herepea, provincia de Huneadoara, en la Transilvania por aquel entonces todavia parte de Hungria. Fue un activista comunista y antifascista rumano convencido, que dió su vida por la libertad y los derechos de los trabajadores de su pais, y por construir un mundo sin explotadores.
Creció entre obreros ferroviarios, un colectivo muy comprometido con la lucha social y por el socialismo desde principios del siglo XX. Empezó a trabajar, como era normal en la época entre los hijos de la maltratada clase trabajadora, a los 14 años, en 1930, como aprendiz de tornero, en los talleres de la Comandancia del Puerto de Constanta.
En 1920 su padre fue despedido de los talleres ferroviarios donde trabajaba tras una huelga general en la que participó activamente, y se trasladaría con su familia al sur, a las orillas del Mar Negro. Allí volvería a trabajar en el mantenimiento de los trenes, pero al poco tiempo sufriría un accidente de trabajo, siendo aplastado entre dos vagones. Por aquel entonces, si un obrero no podia trabajar quedaba sin ningun medio de subsistencia ni apoyo, pues todavia no se habia producido el impresionante y demoledor triunfo de la URSS en la SGM, y no se había provocado el tremendo temor entre los parásitos capitalistas que haría que estos intentaran como sea mejorar un poco las condiciones de vida de los que creaban la riqueza que solo la minoria disfrutaba, mientras los que la producían vivian en la miseria.
Por ello, Filimon tuvo que empezar a trabajar y dejar los estudios, aunque pronto empezó en su tiempo libre a estudiar de forma autodidacta, y a leer libros sobre la triunfante revolución soviética, sobre la lucha de la clase obrera y el marxismo-leninismo. Su curiosidad y ansia de libertad le haría entrar muy pronto a formar parte del movimiento antifascista.
Empezó siendo miembro de la Union de Jovenes Comunistas (UTC en rumano), y a principios de 1941 seria aceptado como militante en el Partido Comunista de Rumania (P.C.R.). Por aquel entonces, este partido habia sido ilegalizado, pues ya empezaba a dar demasiado miedo a los que vivian con todo lujo, disfrutando de la enorme riqueza producida por los que trabajaban y la producian. En cuanto los patronos se enteraron de que Filimon Sarbu era militante comunista, le despidieron y enviaron a la policia a arrestarle.
Aunque tenía solo veinte años, se convirtió en un activista conocido y un objetivo de policias y jueces, al servicio en toda dictadura del capital de la clase explotadora.
-¿Me acusan de ser antifascista? - preguntó Filimon Sarbu mirando a los ojos de uno de los jueces a los que se enfrento en los tribunales del régimen -Lo soy si antifascista significa amar de verdad la independencia de la patria, y estoy muy orgulloso de esta acusación.
Como no pudo volver a trabajar en los talleres del puerto, sobrevivio trabajando de mozo de carga, pero sin abandonar nunca la fe en sus ideales, en la necesidad de luchar por la libertad de sus camaradas de clase. Todo el tiempo siguio repartiendo manifiestos y participando en grupos antifascistas. Entre sus actividades habituales estaba la de distribuir el diario “Scanteia” ("La chispa" en español, el medio de informacion oficial del Partido Comunista, ilegal por aquel entonces) entre los trabajadores.
El 22 de junio de 1941 Filimon Sârbu fue arrestado junto con otros cuatro militantes antifascistas por la policia politica (Securitate), durante una reunion del grupo llevada a cabo en una playa de la localidad de Mamaia. Su acusación seria la de "instigar a actos de sabotaje contra la seguridad del estado".
Tras un juicio sumario realizado en un Tribunal Militar, fue condenado a muerte el 4 de julio de 1941.A los que le juzgaron el joven Sarbu les replicó que:
Hitler, Mussolini, Antonescu y el rey Mihai, cabezas del fascismo rumano en el Bucarest de los años 40 |
Tenía toda la razón el joven y valiente patriota comunista, pues es bien sabido que la unica patria a la que aman y respetan los capitalistas y sus mercenarios es al dinero y a los privilegios personales, siendo capaces de cualquier crimen para vivir del cuento y sin dar palo al agua y a costa del esfuerzo de los demás.
La noche del 19 de julio de 1941, Filimon Sârbu fue fusilado en la Carcel de Jilava. Los testigos de su ejecución afirmaron que iba cantando la Internacional hacia el lugar de su muerte, y que no permitió que le vendaran los ojos. Antes de ser disparado, dijo:
-!Recibo la muerte con los ojos abiertos. Muero por una causa justa, la de los trabajadores, y se con seguridad que seré vengado por mis camaradas!
Aunque los soldados del pelotón se negaron a disparar, el jefe de la ejecución se adelantó y le asesino con su pistola.
El joven Filimon Sarbu caeria luchando por la libertad de los trabajadores rumanos y los de toda Europa, pues sabía que el triunfo del fascismo significaría el regreso a la barbarie. Algo que tras el paso del tiempo, y en pleno de un nuevo resurgimiento del fascismo en la actual Union Europea, muchos, demasiados, parecen haber olvidado.
Los datos sobre la historia y el ejemplo de lucha contra el fascismo del joven comunista Filimon Sarbu, estan extraidos del blog Lupta anticapitalista.
1 comentario:
Excelente el blog!
No lo conocía!
Saludos desde Guatemala!
Publicar un comentario