Una reciente encuesta realizada en la Federación Rusa ha concluido con algunos interesantes y más que lógicos resultados, teniendo en cuenta los logros alcanzados por la clase trabajadora en el pasado y la situación de explotación actual, entre los que destacan los siguientes:
-Stalin es valorado por los participantes como el mejor líder posible de la Federación Rusa, muy por delante de Putin;
-Los rusos creen que el desarrollo de un país no ha de basarse en el saqueo de los recursos ajenos, como hacen los paises capitalistas, sino en los propios y en la solidaridad colectiva,
-La causa del final de la URSS fue la traición a los pueblos soviéticos por parte de una elite política que sigue gobernando hoy Rusia.
Los resultados, subtitulados en español, en el siguiente video:
12 comentarios:
Estimado José Luis Forneo:
Los resultados de la encuesta, si bien aparentemente son esperanzadores, dejan algunos puntos oscuros y en parte confusos. Me explico.
A la pregunta de "¿qué Estado se desarrollará de mejor manera?" el 91% responde "El que se basa en el desarrollo de cada persona, de sus recursos y valores nacionales". Esta definición es vaga por sí misma, porque no explicita el sistema socialista. Pongo un ejemplo: El concepto de "Estado social" que aparece en muchas constituciones de Estados liberal-capitalistas no significa realmente nada, es un concepto vacío de contenido que se usó desde el fin de la Segunda Guerra Mundial para, usando ese tipo de expresiones, ocultar el llamado consenso socialdemócrata de posguerra que pretendía ser una alternativa al socialismo y no hacía sino disfrazar el Estado burgués. Así, la expresión "El que se basa en el desarrollo de cada persona, de sus recursos y valores nacionales" no necesariamente ha de entenderse como "socialismo". Para mucha gente, me temo, puede tener otros significados, desde una socialdemocracia al estilo escandinavo (o lo que era el modelo escandinavo, que ya no es lo que fue), un capitalismo de Estado o incluso el modelo chino y su incoherente "socialismo de mercado con características chinas", una alambicada forma de llamar al capitalismo chino implementado por el Partido Comunista Chino.
La pregunta "¿Qué tipo de dirigente necesita Rusia ahora?" ofrece unos resultados que hay que estudiar: Stalin, 28,4%; Pedro el Grande, 20,8%; Vladimir Putin, 14%:
Sin tener en cuenta que la última encuesta del Centro Levada cuyos resultados se conocieron a finales de diciembre pasado indicaban que la popularidad de Putin se mantiene en un 85% (vale que puede haber un porcentaje de manipulación y las cifras están hinchadas, pero otras encuestas ofrecen resultados en los que Putin queda bien parado de todos modos), vemos que Lenin no aparece por ninguna parte, cuando lo que se necesita en Rusia es una revolución. Parece que los rusos se empeñan en mantener el actual Estado y a lo más que aspiran es a cambiar el líder que dirija el país con mano de hierro, que ponga orden, no a cambiar el Estado en sí. Como decía Lenin, "Quien no cambia todo, no cambia nada".
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La pregunta "¿Cuál es la causa principal del desmoronamiento de la URSS?" me atrevería a decir sin temor a equivocarme que no hay una única causa y que todas ellas están en gran parte interrelacionadas.
Por un lado, las deficiencias del sistema económico eran cada vez más obvias, deficiencias que pueden achacarse en gran parte a la ineficacia e incluso traición de altos cargos (el mayor de ellos, el mismísimo Secretario General del PCUS) del Partido, la conspiración extranjera (que no es ningún mito y hoy lo sabemos; quien tenga dudas que lea al conservador americano Peter Schweizer, miembro de la muy conservadora Hoover Institution, y sus libros 'Victory: The Reagan Administration's Secret Strategy That Hastened the Collapse of the Soviet Union' y 'Reagan's War: The Epic Story of His Forty Year Struggle and Final Triumph Over Communism', en los que se explica, con datos sacados de documentos oficiales, cómo la derrota soviética en Afganistán, la crisis polaca, Papa polaco mediante, y el colapso económico final de la Unión Soviética fueron el resultado de una conspiración de la CIA), todo lo cual llevó al debilitamiento extremo de la economía y a que la gente, al ver el fracaso económico (era tristísimo ver los anaqueles de las tiendas vacíos) y unas elites políticas cada vez más alejadas del pueblo, de la gente de la calles, ésta llegó (erróneamente) a conclusiones simplistas: socialismo equivalente a escasez, dictadura y fracaso; capitalismo equivalente a abundancia y libertad. Y esa misma gente que creía eso, pensaba que adoptando el modelo capitalista occidental todos los problemas se solucionarían automáticamente (verdadera ingenuidad) y cayeron en la trampa de creer las demagógicas promesas de traidores como Gorbachov, Yeltsin y toda una colección de traidores y oportunistas en las otras repúblicas y hasta regiones.
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No menos significativas son las respuestas a la pregunta "¿Qué haría Ud. si mañana dejara de existir la Federación Rusa?". Creo yo que habría que definir un poco más el motivo por el que hipotéticamente dejaría de existir. Puede hacerlo por una invasión exterior, por un ataque nuclear sorpresa, por desintegración como la URSS, por reorganización estatal de Rusia... Dependiendo del motivo tendrían más o menos sentido las respuestas de "nada, podría ser para mejor", "participaría en las protestas" o "protestaría de cualquier forma, hasta en una lucha armada". Entre otras cosas porque la Federación Rusa como la conocemos puede desaparecer igual que desapareció la Rusia imperial para ser substituida por la República Socialista Federativa Soviética de Rusia (y URSS) para ser substituida luego por la actual Rusia, y podría (hablo hipotéticamente) darse el caso de que esta Rusia se transformase en un nuevo Estado socialista (repito, hablo hipotéticamente, este escenario lo veo harto difícil). En ese caso la respuesta de "nada, podría ser para mejor" sería una buena respuesta y "participar en las protestas, incluso en una lucha armada" sería una mala respuesta. En cambio sería muy mala respuesta decir "nada" si se tratase de una invasión extranjera y sí sería buena respuesta "participar en una lucha armada" contra el invasor. La respuesta "participar en las protestas, incluso en una lucha armada" sería positiva si se tratase de una revolución roja y negativa si se tratase de una revolución de colores. Del mismo modo, la Federación Rusa podría caer (también hablo hipotéticamente, no parece posible hoy día) como consecuencia de protestas, de una revuelta, pero según está hecha la pregunta da la sensación de que las acciones de protesta serían consecuencia y no causa de la desaparición de la Federación Rusa. En todo caso, creo que se pone de manifiesto que la última respuesta adolece de falta de concreción.
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Pero eso no es todo. Respecto a los porcentajes de las respuestas, tengo mis dudas. Un 33,3% respondió "Nada, podría ser para mejor"; un 39,8% "participaría en las protestas" y un 16,9% "protestaría de cualquier forma, incluso en una lucha armada". Según una reciente encuesta del Centro Levada, las protestas en Rusia disminuyeron un 10% en 2014 frente al año precedente. El 78% de los rusos no se plantea salir a la calle a protestar, incluso cuando un buen número de ellos reconocen que habría motivos para ello. Yo suponía algo así tras lo sucedido en Ucrania, pero además en los últimos meses he tenido ocasión de preguntar a los conocidos en Rusia sobre tal particular. Y me confirmaron lo que yo ya sospechaba: que la voluntad de movilización popular actualmente es prácticamente nula desde los trágicos sucesos de Ucrania, incluso habiendo motivos (económicos principalmente) ante el temor a que una protesta eventualmente pueda ser "secuestrado" y convertirse en un maidan ruso muy alejado de los motivos iniciales de la protesta. Cuál fue mi asombro que incluso la mayoría de los liberales moderados anti-Putin que conozco dijeron que en las circunstancias actuales no tomarían parte en ningún acto de protesta. ¡Al final Putin va a tener que agradecer al Euromaidan ucraniano que le haya metido el miedo en el cuerpo a los rusos, quitándoles las ganas de protestar contra él, y a la vez poder presentarse una vez más como el "salvador" de Rusia frente a Occidente, a pesar de que hasta no hace mucho el inquilino del Kremlin intentaba hacerse hueco de pleno derecho en el selecto club de las economías capitalistas occidentales!
Recibe un cordial saludo.
Hola Albert,
Gracias por tus comentarios certeros. Lo último que dices es muy interesante: los rusos rehuyen la protesta para evitar que sea manipulada y transformada en un Maidan de lo que, y esto es lo paradójico, el mayor beneficiado en Putin, que puede continuar su régimen neoliberal de explotación y mano de hierro, sin que los trabajadores se movilicen.
En cuanto a los resultados de la encuesta, tienes razón que no son todos totalmente buenos y que muchos son ambiguos. De hecho, pienso que la traducción no es muy buena, y que por eso hay matices que no entendemos del todo (aunque tambien, como sabemos, toda encuesta suele tender hacia la ambiguedad).
Lo que yo he hecho es resaltar los tres resultados que me han parecido positivos. Que Stalin sea el preferido por los rusos es algo conocido, aunque lo sorprendente es que el segundo sea Pedro el Grande y, despues Putin (es decir, representantes de todo lo contrario al Socialismo ambos, cada uno a su manera y en su contexto). Aun asi, no deja de ser esperanzador que Stalin siga en cabeza, despues de casi tres décadas de bombardeo propagandístico y manipulación neoliberal...
Tambien es importante que los rusos reconozcan lo que no hacen muchos comunistas en el resto del mundo: que la URSS cayó por la traición de los revisionistas internos, por la degeneracion del partido y su transformacion en una panda de oportunistas y ladrones que siguen pululando por el estado ruso y por las grandes multinacionales que se hicieron grandes por la apropiación de la riqueza de los trabajadores (entre ellos, claro, el propio Putin).
Esta mas que claro que en desbarajuste sufrido por los trabajadores y la ausencia de una vanguardia comunista que organice y guie, hace que no exista un deseo claro y sin ambiguedad de reconstruir la URSS y, si es asi, si esto significa acabar con el terrorismo capitalista que hoy la gobierna, similar al de EEUU o China. De hehco, como sucede tambien en Ucrania, el nacionalismo ultraortodoxo, muy cercano y facilmente manipulable por el capitalismo-fascismo, esta muy presente entre los trabajadores rusos, en parte como refugio ante la ausencia de otro modelo y objetivo que alcanzar (desmovilizacion, desorganizacion, ausencia de partido realmente comunista, etc...)
En definitiva, no se trata de encuestas que nos hagan pensar en el auge del socialismo en URSS, nada mas lejos de la realida (aunque asi lo dijera una encuesta), pero al menos hay algunos simbolos positivos. El principal, para mi, el reconocimiento de los rusos de que la causa del final de la URSS fue interna, por la degeneracion y corrupción hacia el capitalismo del PCUS que, tras la muerte de Stalin precisamente, como señaló y estudió con acierto Mao, empezó a corroer el Socialismo Soviético.
Saludos Rojos
Estimado José Luis Forneo:
Muchas gracias por tu amable comentario.
Por supuesto entiendo que lo que tratabas de realzar son los puntos positivos de la encuesta, que los tiene, como las preguntas "¿En la URSS sentíamos orgullo por nuestro país?" (73% responden afirmativamente), "En la URSS teníamos culto a la ciencia y el conocimiento?" (71% de respuestas positivas), "¿En la URSS existía la seguridad en el día de mañana?" (68% de respuestas positivas), "¿En la URSS había sentimiento de hermandad con todas las naciones del país?" (68% de respuestas afirmativas), "¿Qué relación deben tomar las autoridades de Rusia en relación con el período soviético?" (el 86% defiende que "Reconocer su grandeza e importancia de sus logros"), así como la valoración de Stalin como el líder que más necesita ahora Rusia, aunque con un modesto 28,4%, cuando he visto otras encuestas realizadas paradójicamente por medios netamente capitalistas que daban un porcentaje considerablemente mayor al camarada Stalin (y bastante pobre a Lenin, todo hay que decirlo).
Desconozco la metodología y recursos que se han usado para realizar la encuesta y también acepto que toda encuesta no necesariamente representa una visión fiel y exacta de la sociedad encuestada, pero al menos sirve para orientarse… si la encuesta está bien hecha. La ambigüedad de la encuesta puede llevar a engaños para quien observa los resultados, e incluso es posible que hubiera encuestados que no supieran bien qué estaban respondiendo, cuando habría sido mucho más fácil preguntas más categóricas: "¿Prefiere Ud. economía de libre mercado o economía socialista?", "¿Qué haría Ud. en caso de una revolución de colores en Rusia: 1) apoyarla; 2) luchar contra ella; 3) no hacer nada?", "¿Qué haría Ud. en caso de una revolución roja en Rusia: 1) apoyarla; 2) luchar contra ella; 3) no hacer nada?". Las respuestas serían más fáciles de analizar.
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Que Pedro el Grande sea el segundo en popularidad no me resulta muy sorprendente: aunque en vida fue visto como el Anticristo y su muerte fue hasta celebrada dado que sus reformas eran harto impopulares, después se valoró su reinado, y es justo reconocer que con Pedro el Grande Rusia entró en la modernidad y en Europa, porque hasta entonces el país había vivido anclado en costumbres orientales que se hacían notar hasta en la forma de vestir y el aspecto personal (la costumbre de los boyardos de llevar barba, que Pedro el Grande les obligó a cortarse).
Que el camarada Stalin esté bien valorado creo que es de justicia y la historia, antes o después, hará justicia a la obra de este hombre. Lo cual no quiere decir que todo lo que hizo fuese bueno o correcto, ni endiosarlo ni estigmatizarlo. Lo que me preocupa es que los rusos vean más la necesidad de mano dura antes que una transformación radical revolucionaria. En una encuesta publicada el 23 de diciembre por el periódico Novye Izvestia, el 62% de los encuestados señaló que el orden en el país es mucho más importante que las libertades y los derechos humanos. Mis conversaciones personales con rusos por desgracia lo confirman. No es sorprendente en una nación fascinada por el liderazgo, acostumbrada a los zares, los jefes, una sociedad en crisis que busca antes la protección que la libertad, aunque con los jefes que tiene no consigue obtener ni la una ni la otra. Lo que quiero decir es que lo que Rusia necesita ahora es un Lenin, un hombre capaz de organizar y dirigir una revolución de corte socialista. Stalin tuvo un papel minúsculo en la Revolución de Octubre, para pasar a primer plano con la enfermedad y muerte de Lenin, como su heredero político, sucesor y continuador. Su irrelevancia en la toma del poder en 1917 se convierte en protagonismo a la hora de consolidar el nuevo régimen revolucionario. Por eso me entristece y preocupa a partes iguales que los rusos no sean conscientes de la necesidad de un cambio radical (papel para el cual el camarada Stalin no era el más adecuado para dirigir, ésa era tarea para alguien como Lenin) y luego SÍ un Stalin que consolide lo obtenido e impida un retroceso o desviación, papel éste idóneo para alguien con la personalidad y capacidades del camarada Stalin. Pero para consolidar algo primero tenemos que tener ese "algo". Y no lo tenemos. Y de seguir así no lo vamos a tener.
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Es importante que los rusos reconozcan que una de las principales causas del hundimiento de la URSS fue la degeneración del Partido, corrompido hasta límites insospechados por gente que no creía en la causa y sólo pertenecía al PCUS para medrar en la nomenklatura. Y esto es válido tanto para miembros del Comité Central como para miembros de comités locales. Llegó un momento en que había demasiadas manzanas podridas en el cesto. Los trotskistas fueron de los primeros (seguidos por los socialdemócratas y liberal-conservadores occidentales) en anunciar a bombo y platillo con gran alegría (por su odio patológico hacia lo que ellos llaman estalinismo) que el PCUS estaba podrido. Cierto, eso era verdad. Lo que ya no era tan verdad era que la Perestroika y los regímenes instalados en las ex repúblicas soviéticas eran una vuelta a los principios leninistas (hace bastantes años, en los 90, leí un artículo de un panfleto trotskista en el que se defendía al incipiente régimen de Yeltsin como un renovado socialismo de nuevo cuño adaptado al mundo de fines del siglo XX, era para reírse). La animadversión de los trotskistas en todo lo tocante a la URSS les impidió ver durante bastantes años (algunos no lo han querido ver aún) que Perestroika, fin de la URSS y situación posterior fue un proceso claramente contrarrevolucionario.
Y en medio de este marasmo ideológico y de la existencia de un partido verdaderamente comunista en Rusia, que ni el hábito hace al monje ni el nombre al partido, tenemos lo que tenemos: una población anestesiada por los medios de comunicación monopolizados por el poder, que teme incluso protestar por cuestiones puramente económicas. Los analistas de la encuesta antes mencionada de Novye Izvestia indicaban que los resultados de la encuesta se deben al temor de los rusos de que se repitan en Rusia algo como el Euromaidan y que ese temor relega a segundo plano las preocupaciones por la situación económica, situación que va empeorando. También algunos analistas creían que los rusos podían cambiar su postura si la situación económica se degrada de forma considerable. No sé hasta qué punto esto puede ser cierto. En 1998 hubo una grave crisis dentro de la crisis y no pasó nada. El Partido Comunista de la Federación Rusa no recogió el guante y se limitó a organizar una manifestación multitudinaria (cuando aún era capaz de convocar decenas de miles de personas) bajo los muros del Kremlin en octubre, cuando lo peor ya había pasado, y esperar a las siguientes elecciones que esperaba ganar. En resumen, en el momento de mayor debilidad de Yeltsin optaron por jugar su papel dentro de las normas de juego del sistema burgués. Y perdieron. También es cierto que, por lo que pude hablar con algunas personas, el Partido habría tenido miedo no de Yeltsin sino de que una revuelta (escenario éste que asustaba a más gente de la que estaba dispuesta a tomar parte en una protesta revolucionaria según encuestas de la época) diese lugar a un golpe militar para poner "orden". Hasta qué punto era posible un golpe militar victorioso, reconozco que no lo sé.
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Pero si entonces, con una crisis agudísima y sin riesgo de una revolución de colores la gente protestó poco, ahora, esta sociedad totalmente alienada que identifica sus intereses con los de sus amos, con una oposición mucho más debilitada, desorganizada (al menos en lo que a la izquierda se refiere), amordazada, y el temor a un maidan en Rusia que hace que la gente tenga miedo de protestar y que incluso a los comunistas les sea imposible protestar de verdad ante el temor a que se les tache de traidores vendepatrias, no veo posible que la gente cambie de opinión y se lance a la calle a menos que el sistema económico ruso se hunda totalmente como el de la República de Weimar. Y es posible que, dada la incapacidad de los comunistas rusos para dirigir un proceso de protesta revolucionaria, ésta, de tener lugar, acabase siendo capitalizada por elementos ultranacionalistas rusos opuestos a todo lo socialista, o quién sabe, quizás incluso por los liberales partidarios de vender totalmente el país a Occidente.
Y todo esto sólo beneficia al régimen conservador-ortodoxo de Putin, el cual parece estar esperando que lo peor pase, que el precio del barril de petróleo suba de nuevo (y podría subir hacia la segunda mitad de este año) para que la situación se estabilice... y otra vez a seguir como siempre.
Que esto pase en cualquier país es triste. Pero que suceda en el que fuera el primer país del mundo en establecerse un régimen socialista y cuyo enorme potencial tan útil sería para sentar las bases de una nueva oleada revolucionaria mundial, es aún más triste.
Saludos rojos.
Estimado Albert, estoy de acuerdo con tus valoraciones en general. Es cierto que detrás de las encuestas que afirman que los rusos prefieren a Stalin como líder puede haber una gran ambiguedad, entre los que lo hacen por el orden y el poder militar y politico que la URSS significaba tras la victoria en la SGM, y no por el carácter socialista del estado y revolucionario de la sociedad. Igualmente pasa esto con los deseos de reconstituir la URSS, que no tienen por que significar que los rusos desean hacer la revolucion y que el proletariado tome el poder, sino que tiene que ver mucho con el bienestar material y con el nacionalismo (URSS potencia mundial) -ejemplo, la Novorrusia actual, donde los pocos comunistas conviven con ultraortodoxos, nacionalistas y adoradores de los zares- En este sentido, es logico que el segundo mas valorado para los rusos sea Pedro el Grande, que seria como decir que los españoles quisieran un lider como Felipe II o Carlos V (aunque estos sean anteriores).
En relacion a la clase politica, es realmente curioso que mientras los rusos afirman en las encuestas quieren la reconstitucion de la URSS y un lider como Stalin luego voten a un corrupto y miembro de la elite oportunista que acabo con la propia Union Sovietica que quieren reconstituir. Una paradoja que hace pensar que los rusos no saben lo que quieren realmente.
Gracias por tus interesantes y trabajados comentarios.
Saludos Rojos
Tal como predijo K.M...los grandes hechos de la historia se producen dos veces la primera como tragedia la segunda como farsa......la caída del régimen soviético.....y la llegada de esa nueva élite política rúsofila liberal...que representó y representa...Gorbachov, Yelsin y ahora Putin.....mediocridad y demagogia...un nuevo cóctel y no precisamente......Molotov.
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