La tumba del nazi ucraniano, y lider espiritual del gobierno fascista de Kiev, Stepan Bandera, fue destruida en Munich, Alemania el domingo pasado.
El asesino y terrorista Bandera dirigió la lucha contra la Unión Soviética tras el ataque de las tropas
hitlerianas en 1941, al mando de los fascistas ucranianos, cometiendo horrendos crímenes contra judios, comunistas y las minorias étnicas, que todavía siguen siendo recordados no solo en Ucrania, sino también en los paises de alrededor, como Rusia o Polonia.
El ataque contra la tumba del matón nazi, Stepan Bandera, tuvo lugar cuando tres ministros de exteriores de estados imperialistas, Alemania, Francia y Rusia, se reunian en Berlín con el de Ucrania, miembro del gobierno que rescata la herencia del terrorista ucraniano y al que considera un héroe nacional.
Monumento que recuerda los crímenes de Bandera en Polonia, y los hechos que lo inspiraron |
Aunque la policia afirma que no hay ninguna prueba de que el ataque contra la tumba de Bandera tenga motivacion politica, es evidente que se trata de una respuesta de los antifascistas alemanes contra la situación creada por los golpistas ucranianos en el Donbass, y contra el renacimiento del fascismo tras el golpe de estado del febrero pasado en Kiev y la instauración del gobierno actual y del presidente Poroshenko.
Además, el descontento no solo se dirige a los ucranianos banderistas, sino a los estados europeos que apoyan al gobierno golpista y a sus matanzas en el este de Ucrania, sin olvidar el rechazo a la actitud oportunista de Rusia, que utiliza a las víctimas del fascismo ucraniano, en especial a las milicias antifascistas del Donbass, como peón para los intereses de su oligarquía económica, a la que, por supuesto, le da un miedo atroz que la llama de la lucha anticapitalista iniciada por las minorias rusas del vecino del suroeste prenda en la Federación Rusa.
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