!Estimados compañeros!
Les damos las gracias, en primer lugar, por la invitación al seminario. Este
es un evento importante para nosotros.
Nos gustaría compartir con ustedes nuestras experiencias y opiniones acerca de la situación en Rusia. Algunas organizaciones comunistas de Europa tienen una concepción errónea al pensar que la Rusia burguesa moderna tiene algo que ver con la Unión Soviética, que el presidente Putin está inmerso en una lucha anti-imperialista contra los EE.UU. y la Unión Europea,
De hecho, Rusia tiene algunas contradicciones con otros países, pero mucho más en común: comparten sistema económico, el capitalismo.
En Rusia hay un proceso de política anticomunista. Aunque es verdad que las autoridades rusas no han destruido demasiados monumentos soviéticos, en el plano ideológico si que han desplegado una campaña anticomunista masiva. Lo vemos en las películas financiadas por el estado, en los libros, los medios de comunicación. Donde la propaganda anticomunista directa es ineficaz, se utilizan otros métodos. Por ejemplo, debido a una actitud generalmente positiva hacia Stalin en la sociedad rusa, la propaganda burguesa lo presenta como a un monarca, un nacionalista ruso, un hombre religioso, etc. Nuestra organización intenta llevar a cabo diferentes acciones para dejar al descubierto las descaradas mentiras.
Por ejemplo, los activistas de la Unión de Juventudes Comunistas, en Leningrado y otras ciudades, realizan campañas de pegada de carteles en el transporte público con citas reales de Stalin. También proponemos una campaña contra el cambio de nombre de las estaciones de metro, llamadas así en honor de los activistas bolcheviques.
Pero la burguesía sigue avanzando sin pausa. Este año en San Petersburgo, el Ministro de Cultura de Rusia, Vladimir Medinsky. del partido gobernante Rusia Unida, inauguró una placa en memoria del presidente de Finlandia, Carl Mannerheim, cómplice de Hitler, que ordenó a las tropas finlandesas llevar a cabo un bloqueo de Leningrado, por su zona norte, que mató a millones de ciudadanos soviéticos.
Nos gustaría compartir con ustedes nuestras experiencias y opiniones acerca de la situación en Rusia. Algunas organizaciones comunistas de Europa tienen una concepción errónea al pensar que la Rusia burguesa moderna tiene algo que ver con la Unión Soviética, que el presidente Putin está inmerso en una lucha anti-imperialista contra los EE.UU. y la Unión Europea,
De hecho, Rusia tiene algunas contradicciones con otros países, pero mucho más en común: comparten sistema económico, el capitalismo.
En Rusia hay un proceso de política anticomunista. Aunque es verdad que las autoridades rusas no han destruido demasiados monumentos soviéticos, en el plano ideológico si que han desplegado una campaña anticomunista masiva. Lo vemos en las películas financiadas por el estado, en los libros, los medios de comunicación. Donde la propaganda anticomunista directa es ineficaz, se utilizan otros métodos. Por ejemplo, debido a una actitud generalmente positiva hacia Stalin en la sociedad rusa, la propaganda burguesa lo presenta como a un monarca, un nacionalista ruso, un hombre religioso, etc. Nuestra organización intenta llevar a cabo diferentes acciones para dejar al descubierto las descaradas mentiras.
Por ejemplo, los activistas de la Unión de Juventudes Comunistas, en Leningrado y otras ciudades, realizan campañas de pegada de carteles en el transporte público con citas reales de Stalin. También proponemos una campaña contra el cambio de nombre de las estaciones de metro, llamadas así en honor de los activistas bolcheviques.
Pero la burguesía sigue avanzando sin pausa. Este año en San Petersburgo, el Ministro de Cultura de Rusia, Vladimir Medinsky. del partido gobernante Rusia Unida, inauguró una placa en memoria del presidente de Finlandia, Carl Mannerheim, cómplice de Hitler, que ordenó a las tropas finlandesas llevar a cabo un bloqueo de Leningrado, por su zona norte, que mató a millones de ciudadanos soviéticos.
Al mismo tiempo, mientras las autoridades en términos generales cada año celebran el Día de la Victoria el 9 de mayo, la esencia de la Segunda Guerra Mundial, su carácter de clase, el papel del Socialismo y el Partido Comunista para vencer al fascismo, son completamente ignorados y censurados.
En los últimos años, en especial debido a los deseos del capital ruso, se utilizan activamente los símbolos soviéticos para alcanzar sus objetivos de política interna e internacional. Esto está bien ilustrado por la preparación del Festival Mundial de la Juventud y de los Estudiantes que se celebrará en Rusia en octubre de 2017. El Comité Nacional Preparatorio de Rusia está dominado por los estudiantes progobierno y otras organizaciones anticomunistas, mientras que el Konsomol (b) es la única organización de Rusia que aboga por la naturaleza progresista del festival, y lucha contra los intentos del gobierno y de la burguesía de tranformarlo en un escaparate del imperialismo ruso. El gobierno tiene la intención de que el evento promueva las ideas de "colaboración de clases" y "un mundo multipolar", con el objetivo de que la juventud rusa consolide el régimen capitalista que sufrimos, así como para servir a los intereses de política exterior de la oligarquia capitalista. .
En general, las condiciones de la lucha de clases en Rusia son duras, sobre todo después de las recientes elecciones parlamentarias. El nuevo parlamento ha girado todavía más hacia la derecha, se ha vuelto más reaccionario, tras obtener el partido gobernante una nueva mayoría.
El poder está elaborando activamente nuevas leyes represivas, que en el futuro podrían afectar a nuestro partido. Sin embargo, nosotros, los comunistas, no tenemos ninguna intención de abandonar abandonar la lucha.
!Vamos a luchar contra el régimen burgués cualquiera sean las condiciones!
Atenas, 23 de Septiembre de 2016
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