jueves, 21 de octubre de 2010

Sobre la falsificación de la historia soviética

Como afirma Guennadi Ziuganov al inicio de su artículo, "La falsificación de la historia soviética se ha convertido en uno de los principales instrumentos de lucha ideológica", como forma de deslegitimar lo que fue el mayor esfuerzo político y social realizado en la historia de la humanidad para construir una sociedad justa y donde la produccion y la riqueza estuviera en manos de sus creadores, los trabajadores y campesinos.

Especialmente ahora, cuando tras 20 años desde la desaparición de la URSS, y por lo tanto sin que exista ya la necesidad de que la burguesia disimule que le preocupan las condiciones y bienestar de la clase obrera, se está procediendo a un ataque sin precedentes contra sus derechos. El capitalismo no tiene ya necesidad de enmascararse tras bonitas doctrinas aparentemente democraticas, y puede desvelar sin peligro su verdadera cara fascista.

Pero para seguir manteniendo su actual dominio unilateral y bajo control a los trabajadores necesita continuar su campaña de desprestigio, mentira y manipulación de la historia del movimiento comunista en general, y de la Union Sovietica, su expresión mas exitosa, en tanto en cuanto significo quitar el poder politico y economico de las manos de los que lo atesoran en el capitalismo, la burguesia.  Que los trabajadores actuales, en pleno proceso de recorte de sus conquistas sociales historicas, tengan una vision distorsionada y manipulada de la URSS es indispensable para seguir asentando la dictadura capitalista y mantener a las masas bajo sometidas y bajo control.

La guerra propagandistica llevada a cabo por los medios de comunicacion (que bajo la etiqueta simbolica de libertad de expresion estan monopolizados por la oligarquia) es, pues, la principal batalla para desmovilizar a los trabajadores, y para hacerles pensar que la Revolucion Sovietica y la posterior historia del estado de los trabajadores, la URSS, no son lo que realmente fueron: la mayor amenaza contra las oligarquias y los parasitos capitalistas, que, lamentablemente, hoy siguen parasitando y viviendo a costa del trabajo de la clase obrera.

El Partido Comunista de la Federacion Rusa quiere enfrentarse a este bombardeo propagandistico y resistir para sacar a la luz la verdad. Una verdad que es, si cabe, hoy es mas necesaria que nunca, pues vivimos tiempos tristes para los trabajadores del mundo, que no tienen, despues de años de mentiras y manipulacion de la historia, una convicción, una bandera, una utopia posible (que ya fue construida en 1917, con un exito inimaginable entonces, aunque invisibilizado hoy por los medios), que les sirva de muleta para levantarse de su sometimiento y luchar por su libertad y por la verdadera democracia (en la que los trabajadores decidan su propio destino y en la que nadie viva como un parasito a costa del trabajo de otros).

A continuación, el articulo de Ziuganov y un video con el discurso pronunciado en una reunión de la Duma (Parlamento de Rusia) por el diputado V.I. Ilyujin sobre la falsificación a gran escala de documentos de archivo rusos (el texto completo se puede ver aquí )

ES IMPRESCINDIBLE PONER FIN A LAS FALSIFICACIONES DE LA HISTORIA SOVIÉTICA. Guennadi Ziugánov

Traducido del ruso para Rebelión.org por Josafat S. Comín


La falsificación de la historia soviética se ha convertido en uno de los principales instrumentos de lucha ideológica, que se lleva a cabo de forma continuada contra los pueblos de Rusia, tanto por fuerzas hostiles extranjeras, como internas. Se producen intentos abiertamente descarados de revisar los resultados de la Segunda guerra mundial y el papel de la Unión Soviética en la victoria sobre la Alemania fascista y sus satélites. Al país que hiciera el aporte principal en la salvación de la humanidad de la peste parda, se le intenta poner a la par del agresor. Insisten en equipar al comunismo con el fascismo, poniendo el signo de igualdad entre ellos y entre el proceder de Stalin y Hitler.

Para llevar a la práctica tan deshonestos fines se recurre a la inclusión en los fondos archivísticos de Rusia de una enorme cantidad de documentos falsificados y adulterados, que tergiversan el papel de la Unión Soviética y de Stalin en la historia del s.XX.

Son documentos que son puestos en circulación para su estudio, que se citan en los libros de texto escolares, y que sirven de base para crear obras literarias y documentales. Se están haciendo ingentes esfuerzos para convertir los archivos rusos en instrumental para la lucha ideológica, en lugar de ser “depósitos de historia”. Al mismo tiempo, valiosísimos documentos históricos están siendo dilapidados, convertidos en mercancía a precio de saldo.

Aprovechando el desenfreno y la permisividad del gobierno de Yeltsin, el entorno del primer presidente ruso sacó del país y malbarató miles de importantes archivos, incluidos los que tenían los sellos de “secreto”, “altamente secreto” y “muy importante”. No hay en la historia contemporánea nacional y universal, análogos para semejante barbarie. Este comportamiento antirruso de esa recién surgida “élite” del país, ocasionó un enorme perjuicio a la autoridad del servicio nacional de archivos, poniendo en duda la autenticidad de los documentos que se guardan en sus depósitos.

Los sucesos que precedieron a la Segunda guerra mundial y a la Gran Guerra patria, se han convertido en principal objetivo de ataque y falsificación. Y entre ellos un lugar destacado ocupa el así llamado “caso Katyn”, sobre el fusilamiento de oficiales del ejército polaco en otoño de 1941, en las afueras de Smolensk. Se ha convertido en uno de los principales temas de la propaganda antisoviética y ahora antirrusa, que está siendo activamente utilizada contra nuestro país por los más agresivos círculos, incluyendo a los círculos gobernantes de la actual Polonia.

El “caso Katyn” ha pasado a ser uno de los principales mitos políticos del siglo XX. A los rusos se nos presenta casi siempre como culpables, mientras que los polacos aparecen como las “víctimas del régimen totalitario”, recibiendo la comprensión y el apoyo incondicional, moral y político, por parte de los EE.UU., los países de la Europa occidental, y ahora de los estados de Europa del Este.

Un documento fundamental, en la que se ampara el gobierno polaco para defender la versión de Goebbels sobre el fusilamiento de los polacos a manos de los órganos del NKVD de la URSS, está compuesto por una “troika” de documentos, que fue descubierta inesperadamente en otoño de 1992. Entre ellos destaca la llamada “Nota de Beria” dirigida a I.V.Stalin, fechada en marzo de 1940, en la que se propone fusilar a los 27 mil oficiales polacos. Hay que decir que tanto la conservación de la “nota”, así como las circunstancias de su aparición, despiertan fundadas dudas de su autenticidad. Lo mismo puede decirse respecto de los otros dos documentos “probatorios”: extracto de una resolución del Politburó del CC del 5 de marzo de 1940 y una nota del presidente del KGB, Shelepin, dirigida a Jrushov en 1959. En todas ellas abundan los errores semánticos y ortográficos, intolerables para documentos de ese nivel. Hay base suficiente para afirmar, que fueron preparados a comienzos de los años 90, a iniciativa del entorno de Yeltsin.

Existen testimonios y hechos incontestables y documentalmente demostrados, así como pruebas materiales directas, que indican que el fusilamiento no fue obra del NKVD de la URSS en la primavera de 1940, sino de las tropas de ocupación alemanas en otoño de 1941, tras la ocupación de Smolensk por tropas de la Wermacht. Sin embargo estás circunstancias son intencionadamente ignoradas y abiertamente silenciadas por las estructuras presidenciales y gubernamentales de Rusia.

Con el paso del tiempo muchos de esos mitos históricos y falsificaciones han sido desenmascarados y refutados. Entre ellos las leyendas sobre Lenin como espía alemán, de Stalin como agente de la policía secreta zarista, o los acuerdos secretos entre la NKVD soviética y la Gestapo alemana. Pero a pesar de todo, los intentos de falsificación y tergiversación de la historia nacional no cesan.

Debemos constatar a nuestro pesar, que la creación en 2009 de una comisión dependiente de la presidencia de la Federación de Rusia para contrarrestar las falsificaciones que dañan los intereses rusos, no ha servido para mejorar la situación. Los falsificadores continúan trabajando a pleno rendimiento.

El PCFR está decidido a continuar enfrentando los intentos de tergiversar la verdad histórica. Con ese fin seguirá utilizando las escrupulosas investigaciones de los historiadores, las publicaciones en nuestros órganos de prensa, las posibilidades de la tribuna parlamentaria y la labor de propaganda entre la población.

El Presidium del CC del PCFR considera imprescindible someter a consideración del presidente de la Federación de Rusia la necesidad de efectuar un control exhaustivo del estado de conservación de los archivos. Insistimos en que a instancias del jefe del estado le sea encomendada a la Fiscalía general de la Federación de Rusia y a los órganos de instrucción, la labor de investigar minuciosamente las circunstancias en que se produjo la falsificación de documentos relacionados con el fusilamiento de los oficiales polacos.

Fuente: http://kprf.ru/party_live/83773.html

5 comentarios:

Benito García Pedraza dijo...

Estimado camarada, la falsificación y desinformación comienza en tiempos de Gorbachov, cuando la CIA y los traidores trabajan a todo ritmo para virar la política de reformas iniciada en un sentido reaccionario.
Hoy se produce la paradoja de que, si bien en Rusia aún se ofrece permisividad a este tipo de falsificaciones, y se condesciende con el tono general anti-comunista en los medios de comunicación, en cambio se pone el grito en el cielo cuando se hace lo mismo en las repúblicas bálticas o en Ucrania, al percibir esos hechos como una signo de rusofobia o eslavofobia.
La situación creo que no puede durar o dicho de otra forma... sólo puede durar mientras se contenga el camino progresista del pueblo ruso y la justa causa por la recuperación de su memoria histórica como pueblo.
Están en juego las reformas iniciadas hace más de 20 años y el camino mundial hacia el socialismo.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Perfecto nada que añadir, en linea con lo que dice Jl y a fuer de ser pesado, recomiendo vivamente el trabjo de PHILIP PANAGGIO,"stalin y Yezhov, una visión extraparadigamtica", realizado no por un historiador "profesional"-muchos de los cuales son anlfabetos ó manipuladores profesionales como los periodistas-, sino por un profesor norteamericano de física.

Corvus dijo...

Así es la falsificación y la mentida aun hace que tengamos que discutir con defensores a ultranza del capitalismo liberal,y ellos basándose en folletos del McDonalds,que es como les digo,pese a que se les cae el mundo a trozos siguen defendiendo un sistema fallido.
Y como aquí que aun se da en los colegios un motivo falso, de que el porque declaramos la guerra a Rusia en la " guerra mundial,cuando hay muchas dudas de que esa verdad oficial fuera cierta.

Sirius ACAN dijo...

Gracias por su magnífico trabajo, del que le estamos muy agradecidos.

!Salud y un abrazo, camarada!

Carles.

P.S.: ¿Se había leido en catalán?

http://reportatges.sirius.cat/2010/10/sobre-la-falsificacio-de-documents.html

JL F dijo...

Nunca me había leido en catalán. Muchas gracias por la traducción y la publicación. Y también por vuestro trabajo en la revista

Salud

Jose Luis

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