domingo, 26 de febrero de 2012

Las iglesias se mueven, o como el Socialismo rumano conservo las iglesias de la capital

Aunque algunos piensan, con cierta razon, que la unica iglesia que da luz es la que arde, en general los gobiernos socialistas del conocido como bloque sovietico no compartieron tal principio, y al contrario, intentaron proteger en la medida de lo posible tanto el envoltorio, es decir, el patrimonio historico-cultural, como el contenido, es decir, la libertad de que creencia y practica de cada ciudadano.

Incluso se puede decir que las jerarquias de las iglesias ortodoxas fueron siempre no solamente tenidas en cuenta, sino tambien hechas participes de las decisiones importantes (en el caso de Rumania los patriarcas se arrimaron desde 1945 a los nuevos gobiernos socialistas y estos siempre toleraron su gran influencia entre el pueblo).

Independientemente de que lo anterior fuera un gran error o no, lo cierto es que en el caso concreto de Rumania, y a pesar de que el aparato propagandistico se encargo de acusar a Nicolas Ceausescu de ser un gran destructor de la ciudad de Bucarest y sus riquezas arquitectonicas, y especialmente de las iglesias, la realidad fue muy diferente.

Muy al contrario, los gobiernos de Ceausescu estuvieron siempre muy preocupados de conjugar la modernizacion de la ciudad con el respeto y mantenimiento de su pasado, y por supuesto, de sus iglesias. Ademas de que el gobierno socialista financio durante años a los monasterios rumanos del monte Athos en Grecia, un lugar sagrado para toda la ortodoxia, algo inapropiado e ilogico para un estado laico, tambien se pensaron y diseñaron los metodos mas eficaces y originales para mantener las iglesias en pie, en el marco del proceso de transformacion de la vieja ciudad de Bucarest en una ciudad con grandes bulevares y edificios habitables con el fin de mejorar lo movilidad y la habitabilidad de los trabajadores.

Lo cierto es que durante los gobiernos socialistas de Ceausescu se tuvo en gran importancia el problema de la modernizacion de pueblos y ciudades, y la necesidad de adaptar a estos a las nuevas exigencias del crecimiento industrial y el desarrollo urbano. Asi, y especialmente en Bucarest tras el terremono de 1977, que destruyó gran parte de la ciudad, se elaboraron planes para la construccion de miles de viviendas, con agua, calefaccion, y con servicios basicos en las cercanias, para millones de trabajadores del pais, y para ello se diseñaron grandes avenidas que falicitasen la movilidad, suficientes edificios para que cada rumano tuviera una vivienda digna, y otras infraestructuras como centros comerciales en cada barrio, el metro, lineas de tranvia, escuelas,hospitales, etc...

Aun asi, cuando una iglesia se encontraba en medio de uno de los proyectos elaborados para satisfacer las necesidades importantes de los trabajadores rumanos no se decidio, como habria sido quizas lo mas logico, derribarlas para dejar paso a la modernidad (como se hizo, por cierto, en el resto de las grandes capitales occidentales, donde los grandes ensanches se construyeron sobre las ciudades del pasado, como , por ejemplo, es el caso de la GranVia madrileña, construida para dotar a Madrid de una zona central y lujosa para la burguesia derribando para ello, sin ninguna critica y sin cortarse un pelo, miles de viviendas historicas y, por supuesto, alguna que otra iglesia).

Los arquitectos rumanos, sin embargo, se esforzaron curiosamente por encontrar soluciones, y las iglesias, en vez de ser derribadas para construir hospitales, escuelas o bulevares, simplemente fueron trasladadas de lugar con ingeniosos metodos. Asi se compatibilizo el respeto a la historia y al patrimonio con la sistematizacion de la ciudad para hacerla mas habitable.

A pesar de todo, y como no podia ser de otro modo, los aparatos propagandisticos del capitalismo, siguiendo las enseñanzas des sus maestros, el norteamericano Hearst (famoso, entre otras cosas, por aquella frase que le dijo al fotografo que mando a Cuba, “Tú haz los dibujos, que yo pondré la guerra”) y el aleman Goebble (que le emulo con su "si una mentira se repite mil veces se convierte en verdad"), lanzo una campaña denunciando la destrucción de la ciudad historica de Bucarest contra los gobiernos de Ceausescu, acusandole de destruir iglesias y barrios enteros para sus proyectos megalomanos (como si el Pentagono, los Campos Eliseos, o la los edificios del centro de Madrid hubieran sido asi a lo largo de la historia o construido sobre la nada).

En definitiva, el gobierno socialista rumano se esforzo en salvar el patrimonio de la iglesia de Bucarest, y si "peco" de algo, en todo caso, fue de hacerlo en demasia. Y aunque en algun caso no lo consiguio, quizas dedico demasiado esfuerzo en mantener en pie edificios destinados al sometimiento ideologico de los ciudadanos. Aun asi, dejando de lado esta consideracion, lo cierto es que Bucarest es actualmente quizas una de las ciudades del mundo con mas  iglesias por mas metro cuadrado, y a pesar de las falacias construidas en los despachos de Washington y Bruselas sobre lo que realmente pasó, Ceausescu y los arquitectos rumanos se las ingeniaron para mover las iglesias de sitio en una pieza.

En el documental grabado en 1990, "Bucarest, la memoria mutilada", y a pesar del evidente objetivo del film de criticar al regimen socialista recien derribado por un golpe de estado, y  para colaborar en el proceso de asentar la nueva ideologia de la clase dominante, aparecen imagenes de estos traslados, mientras alguno de los arquitectos que las diseñaron nos hablan del objetivo de estos : evitar destruir las iglesias, e intentar mantenerlas en pie a la vez que se transformaba la capital en una ciudad mas habitable para los trabajadores.

Veinte años despues, uno de los topicos mas habituales repetidos en los medios y en las informaciones oficiales sobre los gobiernos socialista ssigue siendo que Ceausescu destruyo el centro historico de Bucarest y sus iglesias sin motivo alguno, por capricho, criticando incluso la construccion del metro de la ciudad. Todo ello a pesar de que un simple paseo por la capital de Rumania nos muestra la realidad que ya hemos descrito: Bucarest es quizas la capital que mas iglesias tiene por metro cuadrado en el mundo, y las grandes avenidas construidas por el socialismo contrastan con las caoticas, suscias y todavia en muchos casos sin infraestructuras calles a sus espaldas.

La verdad es que si yo fuera cristiano y bucarestino, estaria bastante agradecido de los esfuerzos del gobierno socialista por mantener las iglesias en pie. Como no lo soy, en todo caso me preguntaria si merecio realmente la pena tanto interes (salvo en algunos casos donde el valor historico y cultural es evidente). En todo caso lo verdaderamente indignante es como con el objetivo de justificar la dominacion de unas clases sobre otras, de una elite oligarquica sobre la mayoria, el capitalismo sigue reescribiendo la historia y construyendo una realidad que dificulte el maximo posible el regreso de su pesadilla mas terrorifica: la reinstauracion del socialismo y la de la reconstruccion de un sistema donde los obreros, los productores, sean los dueños de los medios de produccion y nadie pueda vivir como parasitos de su trabajo.

3 comentarios:

Coruscante dijo...

Lo que dices es verdad, como yo te comenté una vez, muy desagradecidos los clérigos.

Es falso que el bloque soviético persiguiera la religión o a los religiosos (que yo sepa en los únicos lugares donde se persiguió por religión fue en la Albania de Hoxha y la Camboya de Pol Pot). Lo cual no quiere decir que sea bueno, en mi opinión cometieron un gran error salvaguardando la religión, como la RDA con los protestantes, que tendrían un papel importante en destruir ese país.

Anónimo dijo...

Resulta que la actual canciller Merkel era hija de un pastor luterano de la RFA que emigró a la RDA por falta de pastores y parece que se dedicaban a algo más que a predicar la palabra. Para qué construyes un muro antifascista si luego les abres las puertas a la contrarrevolución disfrazada con túnicas sagradas.
Fernando Quevedo

JL F dijo...

Pues yo tambien creo que fue un error. Una cosa es dejar que crean en lo que puedan, pero otra es facilitarles el atontamiento generalizado. Sin embargo, lo cierto es que se ayudo a la iglesia, aunque la propaganda para tontos (que con un minimo esfuerzo podrian descubrir la verdad) diga que el comunismo rumano era un gran enemigo de la ortodoxia
Saludos

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