lunes, 8 de diciembre de 2008

Vivir como un español

Cada vez que paso por el aeropuerto de Otopeni, en Bucarest, me parto de risa cuando leo un anuncio de una promocion de viviendas que se llama Gran Residencia (www.granresidencia.ro), y cuyo reclamo publicitario es la frase "Vivir como un español". Para un rumano esa promesa de felicidad absoluta puede sonar a tintineantes huries danzando para uno ante frutales de los que no para de brotar comida abundante e inagotable, pero para mi suena a engaño falaz y premeditado. Razonemos ¿Qué significa realmente vivir como un español? Supongo que detras de esa frasecita se esconde todo el timo de la promesa del paraiso con la que se atrae a miles de inmigrantes del tercer mundo para que ocupen los trabajos peor considerados de los paises del primero y para que los nacionales tengan a alguien que viva peor que ellos para que por un lado se sientan un poco mejor y por otro tengan a quien echarle la culpa de sus condiciones de vida (y asi no se la echan ni a los banqueros ni a los politicos ni a los constructores especuladores). Nosotros sabemos de sobra que los españoles no viven tal y como se pinta en los slogan que, como imanes, intentan atraer a la carne de cañon necesaria para sostener el estado de bienestar y para poder ultilizar el exceso de mano de obra para negociar a la baja los salarios y los derechos.

Vivir como un español significa estar endeudado hasta las orejas con diversos bienes de consumo habitualmente inutiles, ademas de tener el cerebro convenientemente lavado para que si te libras de una deuda inutil meterte en otra inmediatamente. Vivir como un español significa estar atado en una vida anodina, a un trabajo que estresa cada vez mas horas al dia, y no porque el trabajo sea duro (para eso estan los inmigrantes) sino porque las deudas les hacen necesitar ganar cada vez mas para invertirlo en nuevas deudas. El ciudadano español trabaja para consumir, para poder llegar a casita y poder ver los ciento y pico canales de la tele digital, si es posible en pantalla grande y a todo color, y tirarse las pocas horas disponibles haciendo zapping (el zapping, ese efectivo simulador de la libertad de eleccion). Eso es lo que entiende por disfrutar, sentarse en el sillon echando tripa y perdiendo capacidad cerebral mientras su mujer, ese otro objeto de consumo que se sienta a su lado, hace lo mismo (y viceversa).

Vivir como un español significa que un 20% de la poblacion sobrevive por debajo de los umbrales minimos de pobreza, significa pasar de politica y creer (por supuesto porque es lo que conviene al sistema) que nada puede cambiar (mejor abrir la boquita y que te den todo masticadito y hecho). Significa vivir en casas blindadas donde los vecinos, la gente, ya no tiene contactos entre si, ser un robot que hace y recita lo que los medios le dicen, cumplir sus obligaciones y luchar por su unico derecho de gastar el dinero que gana en las absurdidades que el elige (el tipico anuncio de, da igual la marca que sea, "compra Nike, se libre").

Rumania tienen algunas cosas que los españoles tardaran en volver a recuperar. Aqui la dineritis, el consumismo estupido, esta cada vez mas insertado en las grandes ciudades pero perviven en las zonas rurales personas que siguen razonando y haciendo con el dinero solo lo que necesitan, sin entrar en la espiral de ganar, gastar, tirar, necesitar ganar mas, gastar mas, tirar mas y necestiar ganar aun mas, y asi absoluta y absurdamente. El capitalismo, como describen de forma bella y certera Deleuze y Guattari en su Esquizofrenia y Capitalismo, es como una epidemia que va contaminando sin parar todos los estratos, esquinas, huecos, baluartes, parapetos de la conciencia, el pensamiento y la accion humana. Es dificil resistirse a el, pero recomiendo a la mayoria de los rumanos que reflexionen y vean lo absurdo de gastar 200.000 euros para "vivir como un español" cuando lo que hay que hacer es vivir, en la medida de lo posible, sin dependencias, sin deudas, sin obligaciones artificiales. Tener un apartamento grande, enorme, en las afueras de la ciudad, lleno de vecinos desconocidos, dependiendo del coche para ir al trabajo o a la compra, por lo tanto teniendo que invertir en un coche mas moderno y mas bonito (que dirian los vecinos si seguimos con nuestro genial Dacia), y por lo tanto tener que buscar un trabajo mejor para poder pagar la hipoteca y la cuota del coche, y con el dinero que ganamos de mas compranos muchas cosas inutiles que nos hipnotizan para que no pensemos y solo nos dediquemos a volver al dia siguiente a trabajar mas para gastar mas.

Vivir como un español es lo mismo que vivir como un frances, como un aleman, como un holandes. La zanahoria que nos ponen delante para que la sigamos sin pensar es la del aislamiento, la sinrazon, el mecanicismo, la ausencia de vida, el encerrarse en la tecnologia de duracion fugaz para que equivoquemos nuestro desarrollo como individuos con la posesion de bienes de consumo de moda y molongos. Y nuestras parejas, nuestros hijos y nuestros amigos, nuestras opiniones del mundo y de las cosas, de los seres humanos que habitan nuestro entorno y el mundo, estan mediatizadas por ese ansia de ser mejores comprando mas, y por ese olvido de que a lo mejor llevar una camista de Dolce & Gabana no es tan importante como tener derechos como ciudadano (capacidad de participacion en las decisiones politicas de tu pueblo, de tu comunidad), como tener amigos de verdad, como tener tiempo libre para pasear y para hablar con tu mujer, tus hijos, tus compañeros de trabajo, como vivir como un ser libre, y no como un español o cualquier otra nacionalidad que se define esencialmente por tener un apartamento lujoso y comodo que paga como un esclavo al que hacen sentir un dios. Mas bien son solo idolos de barro.

3 comentarios:

El profeta Azul dijo...

Por ahi sono la noticia de hace un tiempo, de un rumano que se quemo a lo Bonzo frente al ayuntamiento, porque nadie le ayudaba para poder volver a Rumania?

JL F dijo...

Yo todavia estaba en España cuando paso eso, creo que en Castellon, no? Muchos rumanos ahora con la crisis quieren volver pero no pueden (estan hasta el cuello de deudas e hipoteca, y hasta que no paguen, atados al terruño español...)

Cornel dijo...

Desde cuando estoy en España, siempre he dicho que aqui todo es mucho mas artificial. Lo que tu dices, en Rumania todos los vecinos se conocian, todo el mundo sentia cuando llegaba la Navidad, O Pascua. Aqui lo que haces es ir al supermercado a comprar regalitos y ya esta. Lo que jode es que la familla me presiona que me integre en este estilo de vida "español", o capitalista mejor dicho.

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