Sergéi Eisenstein, un genio del cine y un convencido comunista |
La acción de esta película de Eisesntein se sitúa en la Rusia zarista, pero tal y como estan las cosas, podria acontecer hoy mismo. Los obreros de una fábrica, descontentos por sus pésimas condiciones laborales, deciden en asamblea luchar por sus derechos (laborales y humanos, que aunque nos hagan creer que no van de la mano, son parte de la misma lucha ) e inician una huelga. El apoyo es unánime, por lo que los patronos deciden reprimir la revuelta desde el primer momento. A partir de aquí, la maquinaria del poder pondrá en marcha todos los mecanismos a su alcance, el soborno, la corrupción de los ideales, la tortura, la extorsión y violencia, mucha violencia (es decir, mas o menos como ahora).
Eisenstein no nos habla de lideres ni de heroes, sino del proletariado, la clase social trabajadora, donde todos son mártires de un capitalismo atroz que sólo busca el propio beneficio. Se trata de un estilo muy diferente al del cine occidental, dominado por la ideologia del capitalismo individualista, donde siempre se habla de personalismos e individuos, evitando llamar la atención sobre la base económica y social del sistema.
En La Huelga, sin embargo, no hay un héroe salvador, un héroe con el que identificarse, un héroe con el que aplaudir al final de la película. Es la lucha de clases la protagonista, la clase obrera sublevada contra el poder depredador. De hecho, ni siquiera hay un final feliz, de eso que tanto gustan en el cine capitalista, para que todos los esclavos asalariados se vayan a casa esperanzados de que la vida es bella, y la película acaba con la masacre por parte de las fuerzas zaristas a los sublevados, intercambiando imágenes de la matanza de obreros con la matanza de vacas en un matadero, un contraste brutal, pero muy real.
En cuanto a la técnica, Eisenstein pone su cámara en ángulos imposibles, acercándose al sujeto hasta casi hacerle perder su identidad, visión que viene acompañada de un montaje frenético, muy moderno (como otras películas de cine mudo, por ejemplo las de Harold LLoyd, con un montaje mucho mas moderno que la mayoría de películas que podemos ver hoy en día).
En resumen, se trata de una auténtica obra maestra con mensaje final que tiene tanta validez hoy como entonces: la clase dominante hará todo lo que sea necesario para mantener sus privilegios y continuar viviendo parasitando la producción obrera.
Así que, ¡Recordad, proletarios!
La película se puede ver en la página del Partido Comunista Obrero Español. Que sirva desde aquí como apoyo y solidaridad a los trabajadores que aun mantienen algo de dignidad y saldrán mañana a las calles de todas las ciudades del estado español a defenderse de las nuevas agresiones contra sus derechos y conquistas por parte de la clase capitalista, que a estas alturas del siglo XXI sigue siendo la misma que hace un siglo:
PARTE 1
PARTE 2
Wa tch
PARTE 3
3 comentarios:
La veré con todo el interés y supongo que siendo de Eisenstein será una obra maestra.
Gracias. Un beso
Yo fui al cine a ver The artist y no me considero un borrego. fui a verla sabiendo que no era la primera película muda de la historia y cuando hace ya muchos años que conozco todo el cine de Einsenstein e incluso las proyecté en un pequeño cineclub que formé una vez. La película Artist me parece una maravillosa película y no me cabe ninguna duda de que si ha sido un éxito de taquilla es porque realmente sí que hay mucho borrego que necesita que a una película le den oscars para ir a verlo, aunque no sea ese mi caso.
Y de momento no tengo más que añadir. Punto
Anonimo. En ningun caso he dicho que todo el mundo que haya ido a ver The Artist es un borrego...Aunque la mayoria con los que he hablado ni siquiera sabian quien es Harold Lloyd (entre otros tantos) -y mucho menos Eisenstein, que ese es del "Imperio del mal"-.
No obstante, aqui nunca se hace punto y final aunque algunos quieran.. Asi que, nada de y punto, y esperemos que haya muchos "y punto y seguido"
Asi que, punto y aparte...
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