Mis vacaciones de Pascua: huevos, cordero, juegos tradicionales y salarios de 80 euros al mes

Pasar unas vacaciones de Pascua en una pequeña ciudad del centro de Rumania ha sido una experiencia socio-antropologica muy interesante. Primero porque vivir una semana en un lugar donde apenas se va al supermercado es todo un choque cultural en alguien acostumbrado a vivir en el centro de Madrid donde a cualquier hora del dia o de la noche hay servicios disponibles. Segundo porque uno ve costumbres, habla con gente, y se entera de lo que no se dice en los periodicos ni sale en las estadisticas.

De la ciudad de Medias ya he hablado en varias ocasiones. Se trata de una pequeña ciudad de unos 50.000 habitantes, que durante el Comunismo era el centro de una floreciente industria en todos los dominios, alrededor de la explotacion de una de las mayores riquezas de Rumania: el gas. Hoy apenas queda trabajo para nadie, y el trabajo que queda es bajo unas condiciones sorprendentes para un pais que se dice miembro de la U.E.

La ciudad esta ubicada en el centro del valle del Tarnava, entre verdes colinas y con barrios enteros de vida popular donde los habitantes siguen cultivando sus alimentos y satisfaciendo un porcentaje alto de sus necesidades cotidianas con sus propias manos. El valle es un centro de antigua poblacion alemana (sasi) y Medias la capital de las ciudadelas fortificadas de Transilvania (el valle del Tarnava es el lugar donde mas concentracion de este tipo de fortificaciones de influencia germana hay en Transilvania).

En estos dias participe en la tradicional "pintada de huevos", extendida por toda Rumania, principalmente de color rojo simbolizando la sangre de Cristo (segun la tradicion, una seguidora de Jesus fue a la cruz con una cesta de huevos y estos se tiñeron de rojo). Asi que para el dia de Pascua todo el mundo tiñe huevos y luego se los come. Esta tradicion tambien se da en otras muchas partes de Europa Central.

En la region de Bucovina la tradicion de la decoracion de los huevos se ha perfeccionado, y es famosa por las filigranas y geometrias de sus dibujos (en este caso los huevos se vacian, en el caso anterior se cuecen y se tiñen durante la coccion en agua). Los huevos de Bucovina se pueden encontrar en todas las tiendas para turistas de Rumania, siendo una de las imagenes tipicas que identifican al pais.

Tambien participe en la busqueda del cordero, es decir, en ir a la plaza del pueblo a comprar un cordero entre los cientos que habia repartidos sobre carros, dentro de coches, o atados a los arboles. Los gitanos aprovechan para sacarse un dinero criando corderos y vendiendolos en los pueblos o las ciudades. No se trata de solo un mercado, sino que es una fiesta, donde se da cita casi todo el pueblo y donde se pueden observar distintos tipos de gentes que pasan por alli para vender o para comprar. Despues se pasa a la siguiente fase, ya en casa: la muerte del cordero. De esto solo puedo decir que me impresiono lo poco que somos los corderos y nosotros, y lo sencillo que es que dejemos de ser, simplemente.

Pude asistir a un juego tipico de la ciudad de Medias, que solo se juega aqui, concretamente en una calle inclinada. Se trata del Tur (turu). Es una especie de Oina, el deporte tradicional rumano, antecesor del beisbol, donde un equipo batea y tiene que llegar a otra parte de la calle, y el otro intenta coger la pelota y golpear a los del otro equipo. Lo extraño es la especificidad del juego, su especializacion espacial y temporal en una pequeña calle de una ciudad del centro de Rumania y solo en el dia de Pascua. Alrededor de la celebracion del juego se bailan danzas tradicionales, se bebe cerveza o tuica y los vecinos se saludan entre ellos vestidos con sus mejores ropas, quizas como todos los dias, o quizas como no hacian desde hace mucho tiempo (muchos de los que estaban alli vivian en Bucarest o en otros paises, como Alemania o España).

Otra cosa que me gusto es ver como eran los Colectivos comunistas. En la epoca anterior a la Contrarrevolucion de 1989 todos los pueblos y ciudades tenian sus almacenes colectivos, donde se almacenaba la produccion agricola para repartirla luego. Esta colectivizacion se realizaba con la aportacion de maquinaria por parte del Estado, que aumentaba la productividad y hacia que la cosecha fuera mas abundante que cuando se hacia por separado (como se hace ahora). Es cierto que la colectivizacion no fue bien recibida por todos, y que en los ultimos años la obligacion de pagar la deuda externa que se agigantaba cada dia hacia que la mayor parte de la cosecha se exportara y la poblacion se quedara con casi nada. Alli tambien se dejaban los animales, las vacas principalmente, centralizando la produccion de leche. El viaje en tren de Medias a Bucarest es una sucesion de pueblos con su Colectivo (C.A.P., Colectividad Agraria de Produccion), mas o menos conservado, con distintos usos, o en ruinas.

Tras la llegada del Capitalismo los colectivos se abandonaron, algunos se han vendido a algun ciudadano y hoy dia son pequeñas granjas, y otros estan medio hundidos, sometidos al saqueo de materiales para la construcciones particulares o como muestras arqueologicas de un tiempo donde trabajar en comun era una virtud y no una carga.

Por ultimo, me sorprendio ver como la crisis economica afecta a la poca industria que queda en la zona, donde los capitalistas aprovechan para reducir gastos (de personal) reduciendo la jornada laboral de los trabajadores y, por supuesto, salarios. Hoy la industria de Medias depende de empresas-madre en occidente, y como no hay tantos pedidos como antes, la produccion se reduce. En otros casos, como en todo el mundo, la produccion no se reduce, pero se aprovecha para aumentar beneficios echando a gente para que los que queden trabajen un poco mas por el mismo sueldo. En fin, los recursos de siempre de los explotadores, que en vez de pensar como aumentar la productividad o reinvertir beneficios, prefieren ir a lo facil y echar a parte de su personal o reducir su jornada de trabajo (que no su carga de trabajo).


En una de las conversaciones que mantuve en la zona descubri que algunos trabajadores ganan al mes tan solo 80 euros al mes. Si, repito: 80 euros al mes. Ya, ya se que el salario minimo en Rumania es de 600 lei (es decir, unos 150 euros brutos), pero como normalmente no hay sindicatos que defiendan los derechos de los trabajadores (en algunos trabajos te avisan directamente que si se te ocurre recurrir a uno o,mucho peor, intentar montar uno en la empresa, iras directamente al paro), los empresarios se pasan la ley por ahi mismo.

En este caso, los trabajadores ganarian mas si van al paro (un 70% del salario minimo durante un año, es decir, unos 100 euros), pero para eso la empresa los tiene que echar y no parece que quiera prescindir de trabajadores tan economicos, de oferta) ¿Como es posible que los inspectores de trabajo no detecten la ilegalidad? Bueno, hay muchas posibles explicaciones, desde la tradicional "spaga" (soborno), a triquiñuelas legales por parte del empresario., o, simplemente, que no inspeccionan nada. Lo cierto es que hay gente que gana 80 euros al mes en Medias, Rumania, en una ciudad mediana y con una antigua tradicion industrial, asi que me pregunto como sera en otras zonas mas reconditas del pais...

En fin, han sido unas vacaciones de Pascua interesantes, muy ilustrativas. Aunque mi ateismo no compartia las supersticiones y tradiciones religiosas de los habitantes de la ciudad, me ha gustado compartirlas con las gentes del lugar. Y tambien me he indignado con las condiciones con las que trabajan algunos, y sorprendido con el hecho de que, aun asi, sobrevivian y mantenian una familia sin problemas aparentes.