Dicen que Eduard Shevardnadze es el segundo personaje más conocido de la antigua
República Soviética de Georgia después de Iosif Stalin; la gran diferencia es que a este los georgianos, como el resto de ciudadanos de la antigua URSS, le recuerdan como a un lider amado que dirigió la lucha de los trabajadores por su bienestar y emancipación, la victoria contra el fascismo y el camino hacia el comunismo mediante el desarrollo del socialismo, mientras del primero la gran mayoría piensa simplemente que es un traidor, al marxismo, a los pueblos soviéticos y a la clase trabajadora.
El oportunista Shevardrnadze es conocido hoy, y esa es la imagen transmitida por los medios al servicio de la tiranía del capital, como figura
clave del proceso de apertura democrática de la Unión Soviética conocido
como "perestroika"; es decir, en realidad el golpe definitivo dado por la élite revisionista en el poder de la URSS, desde poco después de la muerte de Stalin, contra las conquistas de la revolución, la participación de las masas en el poder y la dominación de los trabajadores sobre la antigua clase dominante capitalista. Con la "perestroika" de Gorbachov y Shevardrnadze, la élite que se fue gestando en el interior de la Unión Soviética desde los años 60 pudo romper definitivamente las limitaciones en la que estaban encorsetados por la estructura socialista y extender hasta el infinito, además de su dominación política, la económica.
Shevardnadze, exministro de Asuntos Exteriores de la Unión Soviética, falleció el lunes pasado a la edad de 86 años, en Tiflis.Shevardnadze fue el principal apoyo de Mijaíl Gorbachov en el proceso de cambios que el líder soviético lideró entre 1985 y 1991. Estaba retirado de la política activa desde 2003, cuando dimitió de la jefatura del Estado georgiana tras la llamada Revolución de la Rosas, una de las típicas ”revoluciones de colorines” organizadas por los mafiosos capitalistas para acelerar todavía más la instauración del neoliberalismo en las antiguas repúblicas soviéticas.
Pero, como hemos dicho al principio de esta entrada, si por algo recordarán siempre a Shevardnadze los antiguos soviéticos y los hoy actuales ciudadanos de paises sometidos a una cruel y salvaje dictadura del capital, a imagen y semejanza de las occidentales, es porque fue un alevoso traidor a su propio pueblo, el soviético, además de al georgiano, al socialismo y a la clase trabajadora, siendo parte de la élite mercenaria que, a cambio de poder multiplicar sus bienes, sus privilegios y sus desmanes condenaron a los trabajadores de las antiguas repúblicas soviéticas a una pesadilla de pobreza, injusticia y humillación de la que, lamentablemente, tras más de dos décadas, aun no han despertado.
República Soviética de Georgia después de Iosif Stalin; la gran diferencia es que a este los georgianos, como el resto de ciudadanos de la antigua URSS, le recuerdan como a un lider amado que dirigió la lucha de los trabajadores por su bienestar y emancipación, la victoria contra el fascismo y el camino hacia el comunismo mediante el desarrollo del socialismo, mientras del primero la gran mayoría piensa simplemente que es un traidor, al marxismo, a los pueblos soviéticos y a la clase trabajadora.
Gorbachov y Shevardnadze, dos sanguijuelas cuya traición sumió a la clase trabajadora de las repúblicas soviéticas en una cruel pesadilla |
Shevardnadze, exministro de Asuntos Exteriores de la Unión Soviética, falleció el lunes pasado a la edad de 86 años, en Tiflis.Shevardnadze fue el principal apoyo de Mijaíl Gorbachov en el proceso de cambios que el líder soviético lideró entre 1985 y 1991. Estaba retirado de la política activa desde 2003, cuando dimitió de la jefatura del Estado georgiana tras la llamada Revolución de la Rosas, una de las típicas ”revoluciones de colorines” organizadas por los mafiosos capitalistas para acelerar todavía más la instauración del neoliberalismo en las antiguas repúblicas soviéticas.
Pero, como hemos dicho al principio de esta entrada, si por algo recordarán siempre a Shevardnadze los antiguos soviéticos y los hoy actuales ciudadanos de paises sometidos a una cruel y salvaje dictadura del capital, a imagen y semejanza de las occidentales, es porque fue un alevoso traidor a su propio pueblo, el soviético, además de al georgiano, al socialismo y a la clase trabajadora, siendo parte de la élite mercenaria que, a cambio de poder multiplicar sus bienes, sus privilegios y sus desmanes condenaron a los trabajadores de las antiguas repúblicas soviéticas a una pesadilla de pobreza, injusticia y humillación de la que, lamentablemente, tras más de dos décadas, aun no han despertado.
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