El "plan de paz" pactado por Putin y Poroshenko en Minks, Bielorrusia, en realidad un plan para la tranquilidad de las mafias capitalistas de la Federación Rusa y de Ucrania (y de paso de la U.E.), sigue dando pasos adelante. Tras la firma del alto el fuego, no respetado totalmente, y el intercambio de algunos prisioneros, el Parlamento ucraniano, el surgido tras el golpe de estado del pasado mes de febrero, ha aprobado con dificultades la autonomía "temporal" para las regiones del este del país que han declarado la independencia: la República de Donetsk y la de Lugansk.
El acuerdo permite que las "formaciones armadas" de los "rebeldes" se transformen en organizaciones
legales conforme a la ley ucraniana, y que se presenten a las elecciones que se celebrarían, si los milicianos caen en el error de fiarse de Putin, porque de Poroshenko seguro que no se fian,el próximo día 7 de diciembre.
Por otro lado, la Rada Suprema ratificó el acuerdo de asociación con la Unión Europea, tras cuyo rechazo preliminar por el presidente legítimo de Ucrania, Yanukovich, la U.E. y EE.UU. utilizaron el famoso Euromaidan para justificar, como sucedió, el golpe de estado, lo que provocó también la unión de Crimea con Rusia y el alzamiento de los antifascistas del este de Ucrania y la proclamación de las Repúblicas de Donetsk y Lugansk. Hay que recordar que el presidente Yanukovich estuvo negociando durante mucho tiempo este acuerdo de asociación con la U.E., y su rechazo fue simplemente por la falta de financiación por parte de la propia U.E. para adaptar el país a las nuevas circunstancias de la unión, y no, en ningún caso, por estar en contra del acercamiento a Europa, ni mucho menos.
El paquete del autogobierno temporal (que se extendería durante tres años) fue discutido y votado a puerta cerrada y en la sesión, según medios locales, participó el presidente, Petró Poroshenko, que lo había presentado el día anterior. No todo fue bien al principio: los diputados lo rechazaron en una primera votación, afirmó en Twitter el parlamentario Andréi Shevchenko. El resultado de la segunda fue de 277 votos a favor de la ley de estatus especial —sobre un total de 450 diputados— y 287 favorables a la amnistía para los combatientes contra tropas gubernamentales.
“Ambas leyes sobre la legalización de la RPD [República Popular de Donetsk] y la RPL pasaron con irregularidades. La votación secreta fue ilegal. Asqueroso. A iniciativa del presidente, la Rada entrega Donbás”, comentó Shevchenko, representante del partido Patria de la ex primera ministra y vendepatrias Yulia Timoshenko, ahora en la oposición.
La "autonomía" permitirá a los "separatistas" celebrar elecciones locales el 7 de diciembre para decidir quiénes los representarán ante el Gobierno central. La ley garantiza el libre uso de la lengua rusa, derecho derogado inmediatamente después del triunfo del golpe de estado, algo que exigían los rebeldes y el Kremlin. Además, las zonas rebeldes podrán establecer relaciones económicas con provincias rusas limítrofes.
La ley de amnistía garantizará la inmunidad a todos los combatientes antifascistas (separatistas, según la ley aprobada por Kiev) , a los miembros de los órganos de Gobiernos autoproclamados, así como a aquellos que hayan obstaculizado la llamada “operación antiterrorista”, es decir, la campaña militar de Kiev en el este. Quedan excluidos de la amnistía los implicados en crímenes graves, incluido el derribo del avión con 298 civiles en julio (suponemos que se refiere a los pilotos ucranianos que dispararon contra el Boeing de Malaysian Airlines).
Los milicianos del Donbass tendrán un mes para deponer las armas, lo que significa que ese es el plazo para organizar la policía local e integrarse en ella. Además, la ley exige la liberación de rehenes y el desalojo de edificios administrativos.
En una sesión plenaria compartida y conectada por videoconferencia, la Rada y el Parlamento Europeo ratificaron con mayorías holgadas su acuerdo de asociación (351 votos de 450 en Kiev; 535 sobre 697 en Estrasburgo). La ratificación excluye el capítulo económico —el más importante y espinoso a ojos de Rusia— que queda en suspenso hasta 2016. Hasta su entrada en vigor, la UE extenderá el tratamiento comercial preferente de los productos ucranios en territorio europeo.
El apartado económico tendrá que esperar. El viernes, el comisario europeo de Comercio, Karel de
Gucht, pactó con el ministro de Exteriores ucranio, Pavlo Klimkin, y con el titular de Desarrollo Económico de Rusia, Alexei Ulyukayev, posponer el convenio de libre comercio hasta 2016. “Espero que para entonces, las tres partes hayamos alcanzado una solución. Esta decisión da margen; tenemos 15 meses para discutir y no creo que haya problemas insuperables”, señaló Gucht tras el inesperado frenazo, interpretado como un voto de confianza de la U.E. al acuerdo entre Putin y Poroshenko.
En definitiva, se trata de un intento evidente de las oligarquías económicas de Rusia y Ucrania, esta última dirigida sin duda por la de la U.E y EE.UU. para acabar con el engorroso problema para todos ellos de unas repúblicas anticapitalistas, socialistas, en las fronteras de ambos paises que, parece, pretenden obstaculizar el libre comercio, nacionalizar las empresas, y dejar que sean los trabajadores los que gobiernen.
Pero bueno, pensará Putin, !con lo que nos costó acabar con la Unión Soviética y apropiarnos (unos pocos) de la enorme riqueza en 1991 todavía en manos de los trabajadores, para que ahora vengan unos e intenten devolversela a manos de los que la producen en unas díscolas nuevas repúblicas ucranianas! ¿Y si el ejemplo cundiera en la propia Rusia, donde ya sabemos, rigen las tres columnas fundamentales del régimen de Putin y la oligarquía que destruyó la URSS: explotación salvaje a los trabajadores, nacionalismo ruso, y delirio ortodoxo?
Es la hora de los milicianos de Ucrania. Es la hora de que identifiquen a todos sus enemigos, y que no les tiemble el ánimo a la hora de enfrentarse a cualquier potencia imperialista cuya oligarquía pretenda, ante todo, seguir viviendo del saqueo de los recursos y de la fuerza de trabajo. De momento, uno de los líderes de los mililicianos, Andrei Purgin, criticó el acuerdo desde Donetsk insistiendo en que solo la independencia le resulta aceptable: “Cualquier unión política con Ucrania es imposible”.
También el antiguo ministro de defensa, Strelkov, señaló que Rusia está llena de traidores, sin citar a ninguno. Lo dijo, curiosamente, con un retrato de Putin (aquel que legalizó la propiedad privada de la tierra en Rusia en 2002, algo a lo que no se atrevieron ni Gorbachov ni Yeltsin), a sus espaldas. Quizás es hora de ponerle rostro a estos y de desnudar cuales son realmente las intenciones de Putin y su gobierno, en vez de creer en milagros y en capitalistas buenos, pues en realidad no son demasiado diferentes a los de la U.E. o Kiev (salvo por la bandera de los zares y que las lengua de los explotadores será la lengua rusa).
De hecho, Putin no ha dudado varias veces en acusar a los bolcheviques, a Lenin, Stalin, Sverdlov, etc, de traidores a la patria, afirmando que, en realidad, la Primera Guerra Mundial no era un conflicto imperialista. No tardará mucho tiempo en que diga lo mismo sobre los milicianos del Donbass si estos se oponen a los planes de la clase capitalista, planes concretados en los acuerdos de Minks, que, cuando se trata de favorecer sus cuentas bancarias, ya se sabe que no entiende de justicia ni de banderas.
Protagonistas del acuerdo de Minks |
El acuerdo permite que las "formaciones armadas" de los "rebeldes" se transformen en organizaciones
legales conforme a la ley ucraniana, y que se presenten a las elecciones que se celebrarían, si los milicianos caen en el error de fiarse de Putin, porque de Poroshenko seguro que no se fian,el próximo día 7 de diciembre.
Por otro lado, la Rada Suprema ratificó el acuerdo de asociación con la Unión Europea, tras cuyo rechazo preliminar por el presidente legítimo de Ucrania, Yanukovich, la U.E. y EE.UU. utilizaron el famoso Euromaidan para justificar, como sucedió, el golpe de estado, lo que provocó también la unión de Crimea con Rusia y el alzamiento de los antifascistas del este de Ucrania y la proclamación de las Repúblicas de Donetsk y Lugansk. Hay que recordar que el presidente Yanukovich estuvo negociando durante mucho tiempo este acuerdo de asociación con la U.E., y su rechazo fue simplemente por la falta de financiación por parte de la propia U.E. para adaptar el país a las nuevas circunstancias de la unión, y no, en ningún caso, por estar en contra del acercamiento a Europa, ni mucho menos.
El paquete del autogobierno temporal (que se extendería durante tres años) fue discutido y votado a puerta cerrada y en la sesión, según medios locales, participó el presidente, Petró Poroshenko, que lo había presentado el día anterior. No todo fue bien al principio: los diputados lo rechazaron en una primera votación, afirmó en Twitter el parlamentario Andréi Shevchenko. El resultado de la segunda fue de 277 votos a favor de la ley de estatus especial —sobre un total de 450 diputados— y 287 favorables a la amnistía para los combatientes contra tropas gubernamentales.
“Ambas leyes sobre la legalización de la RPD [República Popular de Donetsk] y la RPL pasaron con irregularidades. La votación secreta fue ilegal. Asqueroso. A iniciativa del presidente, la Rada entrega Donbás”, comentó Shevchenko, representante del partido Patria de la ex primera ministra y vendepatrias Yulia Timoshenko, ahora en la oposición.
Strelkov, con un retrato de Putin a sus espaldas y la bandera del Imperio ruso restituida tras el final de la URSS. Nos gusta más, sin duda, la bandera roja. |
La "autonomía" permitirá a los "separatistas" celebrar elecciones locales el 7 de diciembre para decidir quiénes los representarán ante el Gobierno central. La ley garantiza el libre uso de la lengua rusa, derecho derogado inmediatamente después del triunfo del golpe de estado, algo que exigían los rebeldes y el Kremlin. Además, las zonas rebeldes podrán establecer relaciones económicas con provincias rusas limítrofes.
La ley de amnistía garantizará la inmunidad a todos los combatientes antifascistas (separatistas, según la ley aprobada por Kiev) , a los miembros de los órganos de Gobiernos autoproclamados, así como a aquellos que hayan obstaculizado la llamada “operación antiterrorista”, es decir, la campaña militar de Kiev en el este. Quedan excluidos de la amnistía los implicados en crímenes graves, incluido el derribo del avión con 298 civiles en julio (suponemos que se refiere a los pilotos ucranianos que dispararon contra el Boeing de Malaysian Airlines).
Los milicianos del Donbass tendrán un mes para deponer las armas, lo que significa que ese es el plazo para organizar la policía local e integrarse en ella. Además, la ley exige la liberación de rehenes y el desalojo de edificios administrativos.
En una sesión plenaria compartida y conectada por videoconferencia, la Rada y el Parlamento Europeo ratificaron con mayorías holgadas su acuerdo de asociación (351 votos de 450 en Kiev; 535 sobre 697 en Estrasburgo). La ratificación excluye el capítulo económico —el más importante y espinoso a ojos de Rusia— que queda en suspenso hasta 2016. Hasta su entrada en vigor, la UE extenderá el tratamiento comercial preferente de los productos ucranios en territorio europeo.
El apartado económico tendrá que esperar. El viernes, el comisario europeo de Comercio, Karel de
Gucht, pactó con el ministro de Exteriores ucranio, Pavlo Klimkin, y con el titular de Desarrollo Económico de Rusia, Alexei Ulyukayev, posponer el convenio de libre comercio hasta 2016. “Espero que para entonces, las tres partes hayamos alcanzado una solución. Esta decisión da margen; tenemos 15 meses para discutir y no creo que haya problemas insuperables”, señaló Gucht tras el inesperado frenazo, interpretado como un voto de confianza de la U.E. al acuerdo entre Putin y Poroshenko.
En definitiva, se trata de un intento evidente de las oligarquías económicas de Rusia y Ucrania, esta última dirigida sin duda por la de la U.E y EE.UU. para acabar con el engorroso problema para todos ellos de unas repúblicas anticapitalistas, socialistas, en las fronteras de ambos paises que, parece, pretenden obstaculizar el libre comercio, nacionalizar las empresas, y dejar que sean los trabajadores los que gobiernen.
Ortodoxia, nacionalismo ruso y explotación, los tres pilares de la Rusia de Putin |
Es la hora de los milicianos de Ucrania. Es la hora de que identifiquen a todos sus enemigos, y que no les tiemble el ánimo a la hora de enfrentarse a cualquier potencia imperialista cuya oligarquía pretenda, ante todo, seguir viviendo del saqueo de los recursos y de la fuerza de trabajo. De momento, uno de los líderes de los mililicianos, Andrei Purgin, criticó el acuerdo desde Donetsk insistiendo en que solo la independencia le resulta aceptable: “Cualquier unión política con Ucrania es imposible”.
También el antiguo ministro de defensa, Strelkov, señaló que Rusia está llena de traidores, sin citar a ninguno. Lo dijo, curiosamente, con un retrato de Putin (aquel que legalizó la propiedad privada de la tierra en Rusia en 2002, algo a lo que no se atrevieron ni Gorbachov ni Yeltsin), a sus espaldas. Quizás es hora de ponerle rostro a estos y de desnudar cuales son realmente las intenciones de Putin y su gobierno, en vez de creer en milagros y en capitalistas buenos, pues en realidad no son demasiado diferentes a los de la U.E. o Kiev (salvo por la bandera de los zares y que las lengua de los explotadores será la lengua rusa).
De hecho, Putin no ha dudado varias veces en acusar a los bolcheviques, a Lenin, Stalin, Sverdlov, etc, de traidores a la patria, afirmando que, en realidad, la Primera Guerra Mundial no era un conflicto imperialista. No tardará mucho tiempo en que diga lo mismo sobre los milicianos del Donbass si estos se oponen a los planes de la clase capitalista, planes concretados en los acuerdos de Minks, que, cuando se trata de favorecer sus cuentas bancarias, ya se sabe que no entiende de justicia ni de banderas.
6 comentarios:
Vaya y ese plan no contempla el enjuiciamento de todos los neonazis y la ilegalización de los grupos,y también enjuiciamento de los que los hayan apoyado?
Que mal huele ese plan,despues de tanta lucha acabar igual?Aunque si es cierto los nazis Ucranianos se habrán reforzado militarmente.
Lo del avión también que manera de quitarse las culpas de Kiev y de Rusia dando entender que fueron los ciudadanos inconformes con el golpe de estado que se hizo en Ukrania,cuando esta claro que fueron ordenes de Kiev el derribo.
Tampoco contempla condenar el golpe de estado de febrero ni enjuiciar a sus protagonistas y beneficiarios. Se trata, como siempre, de una formula para reconducir la situacion para beneficio de los de siempre,las mafias economicas que, como digo en la entrada, no entienden de banderas ni de patriotismos, salvo para justificar sus desmanes.
Por cierto, !Cuánto tiempo sin noticias tuyas, Corvus! Me alegro de saber de ti.
Saludos
Pues si no contemplará eso. Si la verdad que he pasado mucho tiempo sin comentar por acá,ahora paso más tiempo en la "puszta" y no tengo internet.
Un saludo y gracias.
¿En la gran llanura húngara? ¿Qué haces allí?
Por motivos personales dejaré Budapest,y me traslado a una "tanya"(granja,casita de campo)en esa zona.
Pues en ese sentido eres un afortunado. A mi tambien me gustaria poder trasladarme al campo rumano. Espero en el futuro poder hacerlo.
Saludos
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