La historia del 1 de Mayo, que es la de la clase obrera, está escrita con sangre y heroicidad. Prolongada lucha redentora, con avances y retrocesos, victorias y derrotas; nuestra sagrada enseña, mil veces, ha rodado por las baldosas haciéndose más rojas empapada en nuestra sangre, pero la victoria finalmente será nuestra.
El capitalismo, año tras año, y de forma especialmente feroz con la caída del bloque socialista tras la progresiva degeneración revisionista iniciada en el aciago XX Congreso del PCUS, muestra cada vez con mayor descaro su verdadero rostro de barbarie criminal contra la clase trabajadora y los pueblos del mundo. Su carácter necesariamente imperialista hace que las agresiones contra los pueblos que desean seguir siendo soberanos sea brutal, ya sea como injerencia encubierta en los asuntos internos o como directa intervención militar en forma de matanzas, sangrías o destrucción masiva por parte de sus organizaciones militares, especialmente la OTAN.
Del mismo modo, asistimos a un periodo de ofensiva del capital contra el trabajo, de constantes recortes de derechos llevados por la euforia del aparente triunfo de la ley del mercado frente a la ley de la igualdad y solidaridad, dos requisitos necesarios para que cualquier hombre pueda disfrutar de la verdadera libertad.
Acogotada
por el bombardeo ideológico y el control absoluto de los medios de comunicación
e información, la clase obrera, en su mayoría asumiendo involuntariamente la
cultura y la ideología burguesa, está en pleno proceso de entrega y
sometimiento a la clase que les explota, desorganizados y faltos de un partido
de vanguardia que les dirija y les de esperanza en la lucha por su
emancipación.
Por ello,
creemos que es necesario hacer cualquier esfuerzo para liberar de nuevo a los
trabajadores de sus cadenas económicas e ideológicas, para hacerlos ver que
solamente una lucha decidida, organizada, y dispuesta a llegar hasta el triunfo
final, al Socialismo, enarbolando la bandera roja de la revolución y a través
de la dictadura del proletariado, se podrá erradicar de nuevo, y esta vez
definitivamente, la dominación de la clase parásita capitalista y reconstruir
un mundo nuevo donde el hombre, aquel que se diferencia de los animales por su
trabajo, como dijera Engels, sea el origen y el final, el productor y el
destinatario, el ejecutor y el legislador, de todas las cosas, acabando de esta
manera con todos los males que el capitalismo carga sobre sus espaldas y que
son el origen de toda injusticia, toda desigualdad y toda explotación.
Además de la lucha a nivel estatal, es imprescindible una coordinación creciente de toda la clase obrera internacional. El sanguinario imperialismo se combate con sano internacionalismo; la barbarie capitalista con organización socialista; la parásita explotación con revolución obrera. Hagamos frente al capital, a la clase burguesa, al fascismo imperialista, con todos nuestros medios, pues, como dejo escrito Carlos Marx, en el Manifiesto Comunista, en las palabras que son el lema de la Red de Blogs Comunistas, “los comunistas no tienen por qué guardar encubiertas sus intenciones. abiertamente declaran que sus objetivos solo pueden alcanzarse derrocando por la violencia el orden social existente”, siendo nuestra finalidad principal, la de todos los comunistas, la de construir un mundo donde se termine de una vez para siempre la consigna inhumana que es base del capitalismo y del imperialismo: la explotación de unos hombres por otros hombres.
¡POR UN 1º DE MAYO REVOLUCIONARIO E INTERNACIONALISTA!
¡VIVA LA CLASE OBRERA Y SU LUCHA POR EL
SOCIALISMO!
¡POR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA Y LA
CONSTRUCCIÓN DEL COMUNISMO!
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