Iglesia trasladada sobre railes en Bucarest |
Como se ve, no solo los cultos religiosos no eran perseguidos, sino que, muy al contrario de lo que se difunde en los medios de propaganda informativos y culturales al servicio de la dictadura del capital, disfrutaban de una relación cercana con el gobierno y apoyaban sin fisuras al sistema, que por otra parte los mantenía y protegía, lo que, eso si, fue un grave error que muestra, ni más ni menos, el progresivo alejamiento de, en este caso, el socialismo rumano de la ideología que le daba nombre.
No obstante, Bucarest es hoy como entonces la ciudad europea con mas iglesias por habitante y, como sabemos, los comunistas rumanos, lamentablemente muy poco ateos, invirtieron grandes cantidades de dinero público en mantener los privilegios de los jerifaltes eclesiasticos e, incluso, para salvar algunas de las miles de iglesias cuando obstaculizaban la construcción de las millones de viviendas construidas para ofrecer un lugar de residencia digno y en la tierra, además de prácticamente gratuito, a los que creaban la riqueza, los trabajadores, en vez de conformarse con prometerles el bienestar en no sé que cielo de ultratumba mientras solo unos cuantos parásitos disfrutaban de algo parecido al paraiso.
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