El escandalo georgiano en Lisboa

Una muestra del tipo de gente que dirige bajo el régimen capitalista el destino de algunas de las antiguas repúblicas soviéticas ha sido el escandalo montado por la delegación georgiana en la cumbre de la OTAN en Lisboa, ante el cual el propio presidente francés, Nicolas Sarkozy, tuvo que quejarse a la dirección del hotel donde los líderes de los paises miembros se alojaban.

Parce ser que delegación georgiana celebró la terminación de la Cumbre de la OTAN en Lisboa invitando a una fiesta a 80 prostitutas, que hicieron pasar por sus esposas y miembros del cuerpo diplomatico de la delegación.

Las damas de compañia adornaban la cena en la que se celebraba que por primera vez se habia tratado por separado la posible futura integración de Georgia en el "grupo armado" internacional.

Según la publicación portuguesa "Correio da Manhã", los problemas empezaron cuando el mismisimo presidente francés Nicolas Sarkozy, que se alojaba en el mismo hotel, se quejó del ruido de la velada a la administración, y estos tuvieron que llamar a la policia, que exigió el fin inmediato de la fiesta, ya que no hacian caso a los trabajadores del hotel, y registro las infracciones cometidas.

Los vigilantes del prestigioso hotel, donde suelen alojarse líderes de países y otros altos funcionarios, reconocieron en una de las 'diplomáticas' de la fiesta a una prostituta local. A las damas simplemente se les exigio que abandonaran el hotel, y los diplomaticos y los cargos georgianos, por supuesto, no se hicieron cargo de sus actos.

El Ministerio de Exteriores georgiano se ha negado a hacer comentarios de la situación, señalando que no tiene ninguna información sobre el caso (a pesar de que aparece en los medios de informacion portugueses y georgianos). Mientras tanto, el viceprimer ministro de Georgia, Leván Vepjvadze, que representa a la oposición, considera que el escándalo debe ser investigado detalladamente, ya que "se trata de la reputación de todo el país".

En definitiva, se trata de un ejemplo mas de la consideración que tienen los gobernantes del títere norteamericano en el Caucaso hacia su propio pueblo (que fue, por supuesto, pago a las "esposas" y las "diplomaticas" invitadas al fieston), y hacia la comunidad internacional (ambas cosas muy comunes en los paises dominados por el capitalismo).

Esperemos que, como el pueblo ucraniano, los georgianos vayan aprendiendo la lección y manden a las marionetas de Washington como poco a que se ocupen solamente de sus negocios privados y eviten cuanto antes que su pais siga con intenciones de formar parte del grupo de aliados de la organizacion transanlantica, organizacion que no es mas que el grupo armado al servicio del saqueo de las multinacionales sobre la riqueza de los pueblos.

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