Circo y elecciones

Despues de la campaña electoral donde los grandes partidos se han esforzado en fingir que son enemigos a muerte, ha llegado el dia de las elecciones finales en Rumania. Mañana estos mismos partidos volveran a dedicarse a pactar entre ellos y a repartirse como puedan los privilegios y los beneficios que da pertenecer a la nueva burocracia profesional en la que se ha convertido hoy, en todas las democracias plutocraticas, la clase politica.

Otros grandes protagonistas del circo electoral son las televisiones y los diarios, que se dedican a potenciar la division aparente entre candidatos, como si el que gane uno u otro fuera a significar un cambio radical en el futuro del pais, y como si en el voto de hoy el rumano (daria igual que el votante fuera español, frances o japones) tuviera que tomar una decision de las mas importantes de su vida... Igualmente, mañana las cosas volveran a su cauce, y ni el candidato ganador ni el perdedor seran ya ni corruptos, ni un cancer, ni un peligro para Rumania, sino que ambos volveran a la rutina de su profesion bien remunerada, la de politico, y se dedicaran a seguir haciendo que ruede este sistema automatico que solo se tensa cuando toca poner en marcha la mascarada de la libertad electoral.

Ni el rumano (ni el español, ni el frances ni el japones) cambiara realmente nada con su voto de hoy, y hasta dentro de cinco años no se le volvera a integrar en el espectaculo de la democracia de telenovela que se imponen hoy como sinonimo de participacion ciudadana, y volvera a ser personaje que no llega ni a secundario de la gestion politica en la que, segun todos los discursos habituales (dejados de lado solo durante las campañas previas a las elecciones), no se puede hacer mucho porque la ley del mercado es la que manda, y en el caso de paises colonizados como Rumania, todos los del este, y la mayoria de los del mundo, son las imposiciones del FMI y banco mundial las que marcan las decisiones legislativas y ejecutivas de los "honorables" representantes del pueblo.

Mientras tanto, hoy asisto a la conversion de la jornada de voto en todo un espectaculo televisivo, con presentadoras con trajes luminosos y escotes generosos, invitados especiales, tanto miembros de partidos, periodistas-estrella de los medios sostenedores del sistema, antiguos ministros y primeros ministros, conocidos cantantes, escritores, etc.. La lucha por el "prime time" televisivo, y por la publicidad que esta vinculada a el, se convierte en uno de los combates desideologizados que van de la mano de esta tambien "desideologizada" jornada electoral (tanto aqui como en tantos otros lugares donde la "libertad" de elegir canal de television es uno de los pocos derechos realmente respetados de los ciudadanos).

En un caso y otro, en la lucha temporal por el voto del ciudadano, como en la lucha por la captacion de la atencion del televidente, al igual que en tantas otras cosas, como las marcas que compras, la bebida por la que pagas, o incluso los libros que adquieres -los leas o no-, hay detras una creciente narcotizacion de los supuestos soberanos de la libertad, los pueblos, los ciudadanos, transformados cada vez mas en simples electores, consumidores o televidentes (u otras muchas etiquetas que transforman a los supuestos activos individuos en pasivos espectadores que eligen solamente entre las opciones que se le ofrecen).

Es cierto que esto no es siempre asi... Hoy en Bolivia se celebran unas elecciones donde se decide si los bolivianos continuan avanzando en el camino hacia el socialismo o si se retorna al capitalismo, donde se decide si los recursos naturales continuan en manos del estado o si vuelven a las garras de los buitres norteamericanos o las elites nacionales, en las cuales los bolivianos optan entre un estado multietnico o los blancos vuelven a imponer su irracional superioridad sobre la mayoria pluricultural. Pero asi sucede solo en las naciones donde las normas elaboradas por la oligarquia mundial no se respetan, y es el pueblo el que trabaja, desde las comunas agrarias, las fabricas, las asociaciones sociales, y los partidos politicos, en la construccion de un pais donde el principal objetivo de la actividad politica y economica sea el bienestar de los ciudadanos, y no los beneficios de las empresas y su elite propietaria.

¿Que votamos?

Pero estamos en Rumania, y mientras miles de rumanos esperan largas horas para votar (hasta cinco en algun caso, segun las noticias dadas por alguna de las chicas con traje luminoso, o alguno de los chicos con cuerpo de gimnasio, ambos de acuerdo a los canones y al manual para ser un buen "ciudadano-consumidor"), y mientras cientos de denuncias de irregularidades llegan a los estudios y son tratadas como simples anecdotas, una mas de este numero de circo, todos ganan con el espectaculo menos los propios votantes, que a partir de mañana volveran a quedar relegados en la insignificancia, olvidados por los politicos que tanto les han prometido estos dias y, eso si, aun seran "muy importantes" para seguir participando como meros espectadores de televisiones y periodicos, y como consumidores de la amplia gama de productos entre los que elegir, ofertados por los verdaderos organizadores de todo esta temporal mascarada electoral: las multinacionales.