Y como no podia ser de otra forma cuando no se puede decidir (aunque se llene la boca de la palabra libertad), el nuevo gobierno de Emil Boc, dirigido por los hilos del presidente de la Republica, Traian Basescu, y ambos sometidos a las directrices y condiciones del préstamo, ha comenzado a aplicar un nuevo plan de choque neoliberal.
No sera (esperemos) tan dramático como la llamada "terapia de shock" neoliberal que destruyó Rumania a principios de los 90, pero sera un nuevo golpe sobre las maltrechas economias de la mayoria de los rumanos (que aunque ya tienen 20 años de experiencia de como vivir en las fronteras de la miseria no creo que tengan una paciencia infinita -o quien sabe-).
Para "apretarse el cinturon", el primer ministro Emil Boc ha propuesto una „brillante” solución, con la que pretende meter en las arcas del estado 700 millones de lei mas que el año anterior(unos 166 millones de euros). Segun el nuevo proyecto presupuestario, esta cantidad supondra un 2,36 veces en este concepto que en 2009. Los chicos de Basescu estan muy felices con la gran idea, y no me extraña porque ni a ellos ni a las elites rumanas les va a afectar el "ajuste" que necesita el pais.
El plan es, y no es broma, subir los impuestos a los pensionistas mas pobres, ademas de reducir puestos y salarios de los trabajadores publicos. Es decir, que lo de "apretarse el cinturon" se referia solamente a los mas pobres, algo típico en las manuales de aplicacion del dogma liberal para politicos sin ideas propias, pero que velan perfectamente por los intereses propios y los de su clase.
La suma que entrara en el estado aumentando los impuestos a los pensionistas mas pobres es, sin embargo, ridicula en comparacion con las necesidades financieras del estado rumano. Estos 166 millones de euros de ahorro a costa de los pensionistas significaran solamente unos 7 euros por cada ciudadano, insignificantes en comparacion con los 1000 euros por cada uno de ellos que supone el prestamo del FMI con el que el gobierno Boc ha endeudado al pais.
El gran crecimiento de la recaudacion a traves del impuesto a las pensiones, de 507,7 millones de lei en 2009 a 1,2 millones en 2010, supone aumentar todo lo que se pueda los impuestos sobre las pensiones menores de 1000 lei (unos 245 euros), que hasta ahora no se gravaban, a la vez que subiran los impuestos a las pensiones especiales y la contribucion de los trabajadores a la caja de pensiones. Con otras palabras, los mas pobres no solo no van a ver ningun aumento en sus ingresos, tal y como les prometieron en la pasada campaña electoral, sino que ademas les van a aumentar los impuestos (con el consiguiente descenso del dinero que percibiran finalmente).
El gobierno liberal, siguiendo las ordenes del FMI (el verdadero jefe de gobierno hoy en Rumania) pretende, con todo el descaro del mundo, que la obligada reducción del deficit presupuestario la lleven a sus espaldas los colectivos mas debiles: pensionistas y empleados publicos. A los primeros se les reducirá la pensión neta, y los segundos sufriran un plan de reducción de coste laboral que tendrá como consecuencia el despido masivo de miles de trabajadores (solo en la educación pública se han previsto 15.000 nuevos integrantes del ejercito de desempleados).
Sin embargo, y como han anunciado ya algunas críticas, como las del economista Liviu Voinea, el control de otros gastos públicos mas escandalosos parece que se hará esperar (si es que al final se acomete). Asi, ni la reducción de los grandes gastos en materiales (con las sustanciales comisiones que conllevan para los gestores), ni los de las administraciones locales (donde el descontrol sobre alcaldes, familiares y amigos es todo un cachondeo), ni tampoco la evasión fiscal (escandalosa en las grandes fortunas) están en la lista de preferencias de las medidas a tomar por el gobierno.
Es cierto que este año pasado, en 2009, las pensiones subieron un 22% de media, aunque en cifras tan bajas como las que cobran la mayoria de los ancianos rumanos este 22% puede suponer entre 50 euros como mucho a 20 euros (ya que hay bastantes pensiones en Rumania que no superan ni los 100 euros).
Por otro lado, o por un flanco diferente de la misma agresión, una de las primeras medidas que tomó el nuevo gobierno formado en la Navidad pasada fue la Ordenanza de Urgencia nr.114/2009, que además de congelar las pensiones, elimina los bonos de comida y vacaciones para los empleados del estado, y atrasa la creación de un fondo especial de pensiones para los agricultores hasta el 2011. De momento ningun miembro del nuevo ejecutivo, ni Mihai Seitan, ministro de Trabajo, ni Sebastian Vladescu, ministro de finanzas, han sabido dar noticia de cual será el ahorro real con estas medidas de congelación salarial (aunque no hay que ser doctor en económicas para saber que lo cierto es que las principales consecuencias las sufrirán en su propia carne los pensionistas y trabajadores rumanos, que no son, ni mucho menos, ejemplo de sueldos altos y un gran bienestar tras la jubilación).
Los tickets de comida y vacaciones son compensaciones extras no gravables que recibían los empleados públicos como complemento a sus salarios risibles. Su pérdida será, sin duda, un duro golpe para sus economias, y se trata, en definitiva, de una forma de reduccion salarial.
El gran crecimiento de la recaudacion a traves del impuesto a las pensiones, de 507,7 millones de lei en 2009 a 1,2 millones en 2010, supone aumentar todo lo que se pueda los impuestos sobre las pensiones menores de 1000 lei (unos 245 euros), que hasta ahora no se gravaban, a la vez que subiran los impuestos a las pensiones especiales y la contribucion de los trabajadores a la caja de pensiones. Con otras palabras, los mas pobres no solo no van a ver ningun aumento en sus ingresos, tal y como les prometieron en la pasada campaña electoral, sino que ademas les van a aumentar los impuestos (con el consiguiente descenso del dinero que percibiran finalmente).
El gobierno liberal, siguiendo las ordenes del FMI (el verdadero jefe de gobierno hoy en Rumania) pretende, con todo el descaro del mundo, que la obligada reducción del deficit presupuestario la lleven a sus espaldas los colectivos mas debiles: pensionistas y empleados publicos. A los primeros se les reducirá la pensión neta, y los segundos sufriran un plan de reducción de coste laboral que tendrá como consecuencia el despido masivo de miles de trabajadores (solo en la educación pública se han previsto 15.000 nuevos integrantes del ejercito de desempleados).
Sin embargo, y como han anunciado ya algunas críticas, como las del economista Liviu Voinea, el control de otros gastos públicos mas escandalosos parece que se hará esperar (si es que al final se acomete). Asi, ni la reducción de los grandes gastos en materiales (con las sustanciales comisiones que conllevan para los gestores), ni los de las administraciones locales (donde el descontrol sobre alcaldes, familiares y amigos es todo un cachondeo), ni tampoco la evasión fiscal (escandalosa en las grandes fortunas) están en la lista de preferencias de las medidas a tomar por el gobierno.
Es cierto que este año pasado, en 2009, las pensiones subieron un 22% de media, aunque en cifras tan bajas como las que cobran la mayoria de los ancianos rumanos este 22% puede suponer entre 50 euros como mucho a 20 euros (ya que hay bastantes pensiones en Rumania que no superan ni los 100 euros).
Por otro lado, o por un flanco diferente de la misma agresión, una de las primeras medidas que tomó el nuevo gobierno formado en la Navidad pasada fue la Ordenanza de Urgencia nr.114/2009, que además de congelar las pensiones, elimina los bonos de comida y vacaciones para los empleados del estado, y atrasa la creación de un fondo especial de pensiones para los agricultores hasta el 2011. De momento ningun miembro del nuevo ejecutivo, ni Mihai Seitan, ministro de Trabajo, ni Sebastian Vladescu, ministro de finanzas, han sabido dar noticia de cual será el ahorro real con estas medidas de congelación salarial (aunque no hay que ser doctor en económicas para saber que lo cierto es que las principales consecuencias las sufrirán en su propia carne los pensionistas y trabajadores rumanos, que no son, ni mucho menos, ejemplo de sueldos altos y un gran bienestar tras la jubilación).
Los tickets de comida y vacaciones son compensaciones extras no gravables que recibían los empleados públicos como complemento a sus salarios risibles. Su pérdida será, sin duda, un duro golpe para sus economias, y se trata, en definitiva, de una forma de reduccion salarial.
Recordemos, por cierto, que hace pocos meses el gobierno cubano tomó la medida de retirar los comedores gratuitos para los funcionarios públicos en la isla caribeña, aunque al menos ofrecia a cambio unas ayudas para la adquisición de la comida. En el caso rumano a cambio de los recortes no se ofrece ni agua.
En aquella ocasión los medios de comunicacion internacionales se lanzaron inmediatamente a degüello contra la decisión. En Rumanía medidas mucho mas graves que aquella, y que afectan en mayor medida a unos trabajadores sin la protección social y laboral que tienen los cubanos, son practicamente ignoradas por la prensa o justificadas por las circunstancias de crisis (una crisis que al final siempre termina siendo una escusa para perjudicar a los trabajadores).
http://www.jurnalul.ro/stire-special/statul-scutura-pensionarii-de-ultimul-maruntis-531513.html
http://www.jurnalul.ro/stire-special/statul-scutura-pensionarii-de-ultimul-maruntis-531513.html
1 comentario:
Los funcionarios somos por lo general criaturas tranquilas y pacientes... pero como les toquen mucho las narices a los de mi oficio allí por Rumanía, el edificio entero del Estado podría temblar. No olvidemos que se sustenta sobre el esfuerzo diario de incontables hormiguitas que necesitan recordar a diario que lo que hacen es por el bien común. Y si los políticos comienzan a favorecer el mal común y a fastidiar a los que con su trabajo llevan a la realización definitiva sus proyectos y decisiones, nada bueno han de esperar de tal arrebato de soberbia.
Ya lo dice el refrán: "Créate enemigos por doquier y un día dejarás de saber de dónde te vienen los golpes".
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