jueves, 10 de febrero de 2011

L´Humanité sobre los cambios en el nuevo Código de Trabajo Rumano

L´Humanité se ha ocupado en un reciente artículo de la inminente reforma del Código de Trabajo Rumano, lo que seria el Estatuto de los Trabajadores para los españoles. Las reformas, cómo no, vienen impuestas por el Fondo Monetario Internacional, que exige flexibilizar el mercado laboral para que las multinacionales puedan hacer y deshacer a su antojo con los derechos de los trabajadores rumanos. Algunas de las demandas del FMI violan la Constitución rumana, e incluso las directivas europeas. Aun así, el gobierno está dispuesto a llevarlo a cabo, ante la oposición de los sindicatos que, como afirma el artículo de L´Humanité, dicen estar dispuestos a "llegar a las manos" si se aplica.

Se trata ni mas ni menos de dar un paso mas en la ola de desenmascaramiento del capitalismo, que cada vez se siente mas libre de mostrar su verdadero rostro fascista,  de recortar los derechos que fueron cedidos a los trabajadores para evitar la atracción de los paises socialistas, y aumentar la flexibilidad del empresario a la hora de jugar con la fuerza de trabajo, es decir, con los obreros, para aumentar sus beneficios. El truco del almendruco que estan usando en toda Europa.

Aparte de los bajísimos salarios, hasta ahora la legislacon laboral de los rumanos era a bastante positiva, pues tras el comunismo se prefirio mantener al menos la seguridad de un contrato de trabajo para que, supongo, se fuera tragando mas facilmente con el saqueo economico. Ahora llego la hora, por orden del FMI, de acabar tambien con esas pequeñas ventajas. El objetivo es claro: apretar las tuercas a los obreros y sacar mas tajada de los trabajadores para que vivan aun mejor los parasitos que viven del trabajo ajeno, los capitalistas.

Algunas de las modificaciones que vendrán si se aprueba el nuevo Código de Trabajo son:

1-Si hasta ahora en Rumania predominaba el contrato de duracion indeterminada, el Ministerio de Trabajo quiere aliniar el pais con el resto de Europa, es decir, que sean los contratos de duracion determinada los mas habituales.

2-El periodo de prueba será mas largo, en algunas de las variantes hasta de 120 dias. Hasta ahora un contrato de un mes puede ser renovado una vez. Despues el empresario tiene que contratar por periodo indeterminado o prescindir del trabajador.

3-En el caso de restructuracion de un puesto, se eliminará la obligacion del empresario de encontrar un nuevo puesto en otra firma al trabajador.

4-Desaparece la comision disciplinaria cuando el despido es por este motivo. El Ministerio afirma que esta comision alarga el periodo de despido demasiado tiempo, incluso años. Se modificaran el art. 63 y 64 del Codigo de Trabajo para que baste con la constatacion de la indisciplina por parte del jefe directo del asalariado.

5-En casos de despidos colectivos, el periodo en que la empresa no puede contratar nuevos trabajadores para ocupar los puestos eliminados se reduce de 9 a 3 meses, porque ese tiempo era „demasiado largo” para la dinamica actual del mercado de trabajo, segun el Ministerio.

6-Se cambiara el modo de comunicacion de los despidos, para evitar „los abusos de los asalariados”, que habitualmente rehusan firmar la carta de despido.

7-Las multas para el trabajo „en negro” seran mas bajas, porque se consideran „demasiado altas”. Es decir, el trabajo sin contrato se favorece.

A continuación, el artículo de L´Humanité (con algunas anotaciones entre paréntesis y en letra cursiva):

" Rumania: dispuestos a llegar a las manos por sus derechos:

El presidente de Cartel Alfa, la principal confederación sindical rumana, nos lo dice : están dispuestos hasta en poner físicamente en apuros a los ministros si el proyecto del gobierno, sugerido por el FMI para desmantelar el Código del trabajo, es aprobado : Generalización del contrato temporal, supresión del capítulo sobre el derecho de huelga… tras la bajada del 25% del salario de los funcionarios, la subida del 5% del IVA, y con la explosión del paro, es ya demasiado.
Cada mañana desde hace 27 años, el mismo ritual para Marian. Este cincuentón, encargado de mantenimiento de una lavandería industrial de Bucarest, sale de su casa alrededor de las 5:30, fuma un cigarrillo, va a la tienda para comprar algunos bretzels (pequeños covrigi, un pan salado en forma de lazo típico en Rumania) y se mete en uno de los primeros trolebuses que le llevan al curro. “Al menos, tengo curro”, se consuela bien abrigado. Los rumanos nunca han dejado de creer en el trabajo como factor de estabilidad y de seguridad desde el comunismo. Hasta hoy que, con la gran crisis, el número de parados superó el año pasado el umbral histórico de los 700.000 (aquí L´Humanité se olvida de los tres millones de parados que tuvieron que irse fuera del pais a trabajar). “De un día para otro, varios de mis amigos que trabajaban en la construcción fueron despedidos, todavía no han encontrado curro. Hay que decir que nuestros dirigentes no hacen nada tangible para sacarnos de la miseria.”

Tras haber recortado los salarios de los funcionarios un 25%, disminuido las principales ayudas sociales un 15% y aumentado el IVA del 19% al 24%, el gobierno rumano pretende cambiar las reglas de juego del mercado de trabajo. Su objetivo : modificar en profundidad el Código del Trabajo introduciendo el concepto escandinavo de “flexiseguridad” (el concepto propuesto por la U.E. e incluido en el Tratado de Lisboa y que consiste en, resumen, en facilitar los despidos y que el presupuesto público financie la formación del desempleado para encontrar nuevos empleos. Sin embargo, esta segunda parte se debe leer en el contexto de que el gasto público se tiende a recortar cada vez mas, y por lo tanto habrá cada vez menos financiación para esta parte del aparentemente bonito concepto, la "seguridad", mientras se asienta la "flexibilidad", es decir, el filón que buscan los empresarios para hacer lo que les viene en gana con sus contratados). Una falsa buena idea que le ha propuesto el Consejo de inversores extranjeros y algunos miembros del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI).

“Tengo la impresión de que los estadounidenses han tomado nuestro país como un laboratorio de experimentación” exclama soliviantado Mircea Diunitriu, presidente de la organización de Bucarest de Cartel Alfa, una de las principales confederaciones sindicales del país. “Si esto se lleva a efecto aquí, luego progresivamente, será aplicado el mismo modelo a los otros países del Este que son miembros de la UE, como Bulgaria, Hungría o Polonia.” (Al usar la palabra "impresión", como si aun tuviera dudas, el señor Diunitriu da muestras del gran despiste de los trabajadores rumanos durante estos 20 años, especialmente de los dirigentes de los sindicatos, complices y responsables de todo lo que ha pasado desde la instauración del regimen capitalista, especialmente por su resignación y connivencia con la empresa. La ausencia de un gran partido comunista que sirva de vanguardia de la lucha obrera hace que los sindicatos terminen convirtiendose en instrumentos del estado y del capital -en los regímenes capitalistas defienden los mismos intereses-, y se olviden de su función principal, representar a los trabajadores y luchar por aumentar sus derechos).

Concretamente, el gobierno propone de una manera embarullada privilegiar los contratos temporales, aumentar la duración del periodo de prueba y de preaviso, poner fin a los convenios colectivos y de rama… Modificaciones radicales del Código actual que suscitan temor e ira. 

“Quieren sumergir a los empleados rumanos en el siglo XIX, cuando el trabajador era prácticamente el esclavo del patrón.”, dice irritado Víctor Ponta, presidente del Partido Socialdemócrata (declaraciones meramente electoralistas, pues el PSD comparte totalmente las nuevas recomendaciones de la U.E., el Trtado de Lisboa, y sus aplicaciones en el mercado laboral. Y de hecho, hace apenas un año el PSD estaba en el gobierno rumano y fue uno de los partidos que firmó los protocolos con el FMI a raiz del prestamo económico que incluian sus exigencias). Mientras, los patronos y la delegación del FMI venida para negociar el nuevo préstamo (1) fingen preocuparse por estas medidas que podrían provocar una revuelta social y retrasar la salida de la crisis. Para el presidente de Cartel Alfa, Bogdan Hossu, es evidente que “el gobierno no pone un texto sobre la mesa sin la connivencia del FMI”.

Para proteger lo esencial del texto actual, que está calcado de la legislación francesa, los sindicatos están ejerciendo la máxima presión sobre las autoridades. El 19 de enero decidieron apartar al ministro de Trabajo de las negociaciones y hablar directamente con el primer ministro, Emil Boc. “Se comportaba con nosotros como un dictadorzuelo, seguía en sus trece, hacía caso omiso de nuestras reivindicaciones, por lo tanto lo hemos quitado del medio, explica Bogdan Hossu. Pero no hemos conseguido nada todavía. Que quede claro que estamos dispuestos a llegar a métodos dignos de lo que vemos en Grecia. Manifestaciones por todas partes, huelgas generales y si llegase el caso podríamos poner físicamente en aprietos a los ministros.” (un buen paralelismo, que da esperanzas de cambio en Rumania: método digno, lucha en la calle. Esperemos que no sea solo una amenaza retórica).

Antes de que el nuevo Código del Trabajo se debata en el parlamento, las primera manifestaciones ya han tenido lugar en el país. Los sindicatos de la Renault-Dacia han dado la nota, a finales de enero, reuniendo a más de 7.000 trabajadores en las calles de Mioveni (centro), la cuna histórica de la empresa (en esta manifestación se utilizó la Internacional como música de fondo, lo que provocó la sorpresa de los medios y de los políticos rumanos, y seguramente les puso en alerta). “No tenemos nada contra nuestro empleador pero Dacia es una firma rumana conocida en toda Europa, queremos que todos trabajadores sean solidarios y organicen manifestaciones en todo el país contra el gobierno”, ha declarado Nicolae Pavelecsu, que dirige el sindicato del automóvil Dacia (SAD).

Frente a esta presión, el primer ministro rumano parece querer dar marcha atrás en algunas propuestas. Pero los sindicatos siguen movilizados en tanto las negociaciones sobre la “flexiseguridad” no hayan conseguido garantías de seguridad suficientes para los trabajadores.

(1) El FMI otorgó un préstamo de 20.000 millones de euros que expira pronto a cambio de medidas de austeridad". Rumania : dispuestos a llegar a las manos por sus derechos".

El artículo de L´Humanité:  Rumania : dispuestos a llegar a las manos por sus derechos  

Mas información sobre los cambios del Código de Trabajo rumano: "El código de trabajo rumano gira a la derecha"

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy interesantes tus notas al texto de l´Humanité
Gracias J.L.
J.A.

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