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Segun el diario Evenimentul Zilei, cambiar coches por casas, un apartamento en el centro por una casa de campo, o un vestido de novia por un GPS es algo cada vez mas habitual en el apartado de pequeña publicidad de los grandes periodicos. Aunque no se trata de una actitud todavia habitual.
Los rumanos cambian casas y coches, es decir, no articulos de primera necesidad, y pagan a un notario por ello que, como asegura EVZ, ejecuta el trueque como una doble venta, por lo que los impuestos son tambien el doble. No se trata de construir alternativas sociales sino de continuar consumiendo como se pueda. De todos modos, los agricultores y ganaderos tambien parece que comienzan a preferir cambiar grano o animales en vez de dinero.
Es dificil que en Rumania surja un movimiento popular y colectivo como los mercados de trueque de Argentina, donde se intentaba con un caracter politico sustituir la dependencia del dinero, entre otras cosas porque en Rumania, como he dicho tantas otras veces, todo lo que suene a union popular, lucha colectiva, o solidaridad esta demonizado.
Un documental de 2004 que se llama "Dinero hecho en casa" da cuenta de esta cultura del trueque que se extendio por Argentina tras la crisis, creandose una red de clubs de trueque bastante interesante.
Otra noticia que emitieron recientemente en Realitatea TV, la principal caden
Los pequeños empresarios y campesinos se ven forzados a deshacerse de sus medios de produccion que son comprados por los grandes capitalistas, que asi recuperan todo el capital perdido con la expansion de la economica y su distribucion entre muchos competidores. Ese es el motivo principal de la crisis, como lei una vez en un carte de la plaza de Tirso de Molina, en Madrid, junto al rastro, "la crisis es otra demolicion controlada, como la de las torres gemelas".
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