En el siglo XX la humanidad ha conocido una de las mas grandes desgracias: el fascismo.
Este significa la mas dura expresion del
extremismo político de la derecha, la mas agresiva tendencia de dominación social y nacional, de represión ante cualquier aspiración de libertad, democracia y paz, alcazando su máximo poder con el estallido de la Segunda Guerra Mundial.En contra del fascismo y de la guerra actuaron fuerzas democráticas y humanitarias de la sociedad, y el movimiento obrero y comunista representó seguramente la mas activa y constante componente de estas fuerzas.
En contra del nazismo y del fascismo italiano, del militarismo japones y de sus aliados, las Naciones Unidas, a las que perteneció a partir de 22 de junio 1941 tambien la Unión Soviética, consiguió con inmensos sacrificios la victoria en aquella confrontacion militar, una victoria de la humanidad frente a la barbarie, y sobre la cual se fundó la existencia del mundo despues de la segunda guerra mundial.
El Partido Alianza Socialista, siendo actualmente parte del movimiento obrero y comunista internacional, respeta y sigue las tradiciones democráticas antifascistas y antiimperialistas de este movimiento, condena y actua en contra del resurgimiento del fascismo bajo cualquier forma, y también en contra de sus diferentes manifestaciones típicas: racismo, xenofobia, nacionalismo.
El P.A.S. siente un gran aprecio histórico hacia los esfuerzos del ejército de la coalición antihitlerita y, en particular hacia los inmensos sacrificios del Ejercito Rojo para la derrota final del fascismo.
El P.A.S. rechaza y condena los intentos del revisionismo histórico de minimizar o incluso denigrar las acciones de la resistencia antifascista y de los ejércitos de la coalición antihitlerista, o los cada vez mas habituales de rehabilitar el fascismo y, en general, el extremismo de derecha.
En este contexto, rechazamos y condenamos la decisión del Consejo de los Ministros de Justicia y de Interior de UE, del 9-10 de junio 2011, en la que, falsificando la historia, se intenta igualar al fascismo y al comunismo. Asimismo condenamos las diferentes formas de revisionismo, directo o disfrazado bajo etiquetas engañosas, como “autonomia territorial”, “regiones en desarrollo”, “descentralizacion” etc...(*)
Consideramos que las acciones de tipo revisionista representan la expresión clara de las tendencias de dominación por parte de los oligarcas y de la derecha ultrarreaccionaria expresadas a nivel europeo, y que su objetivo no es solamente histórico sino también politico y, sobre todo, económico.
Estas forman parte de la política antidemocrática y antiobrera fomentada por las fuerzas retrógradas para reprimir las acciones populares contra el actual régimen político-economico que se encuentra en una profunda crisis estructural y sistémica, de caida libre, asi como han expresado algunos grandes economistas de nuestros tiempos.
El 23 de Agosto de 1944 fue apartado, a través de una insurrección popular, el régimen dictatorial de Ion Antonescu, rompiendo Rumanía la alianza con las fuerzas hitleristas y uniéndose a las Naciones Unidas en la guerra antifascista.
El acto del 23 de Agosto de 1944 fue un momento glorioso en nuestra historia nacional y en la historia europea, efectuado gracias a un amplio consenso nacional al que llegaron las fuerzas politicas hostiles al régimen existente, entre las cuales tuvo un papel principal el Partido Comunista Rumano, con el apoyo del ejército y de la misma institución monárquica.
Los mismos acontecimientos hicieron posible el inicio del proceso de eliminación de las medidas antidemocráticas, de tipo fascista, tomadas por los regímenes dictatoriales anteriores, adoptándose también leyes reparadoras para las víctimas de dichos regímenes, y también la condena de los criminales de guerra, de los culpables por el desastre del país.
Rumanía estuvo entre los paises que, nada mas acabar la guerra, adoptó medidas de eliminación de las consecuencias de las diferentes formas de discriminación y represión a las cuales recurrieron los gobiernos dictatoriales y fascistas, dando la espalda a una página negra de nuestra historia que jamas deberia volver a repetirse.
Por eso, el P.A.S. homenajea a las fuerzas participantes en la insurrección del 23 de agosto de 1944 y en la guerra antihitlerista, pero tambien a las fuerzas de la resistencia antifascista del periodo de entreguerras y de los años de segunda guerra mundial en los que Rumanía estuvo bajo el yugo fascista, donde el papel esencial lo represento el movimiento obrero y comunista, junto a otras fuerzas politicas de orientación democrática.
El P.A.S. condena rotundamente los intentos de las fuerzas de la oligarquía, de la derecha política rumana, de reescribir la historia nacional, rehabilitando personalidades y también tipos de políticas dictatoriales o militares del pasado, e intentando minimizar o denigrar la acción de las fuerzas antifascistas en general y del movimiento obrero y comunista en particular.
El P.A.S. sigue siendo fiel a la lucha por la democracia, y en contra de la discriminación, el racismo, la xenofobia, y el imperialismo y sostiene sin duda alguna que:
¡Nunca mas el fascismo!
¡Nunca mas la guerra!
Y frente a todo intento a nivel europeo o nacional de revision de la historia nuestra respuesta es:
¡El 23 de Agosto de 1944 representa un momento brillante en nuestra historia nacional y de Europa!.
¡El 23 de Agosto de 1944 fue el día de la liberación del pueblo rumano con sus propias fuerzas, una gran fiesta para nuestra conciencia histórica, y por ello, tiene que volver a estar presente en el calendario de nuestras fiestas nacionales!(**)
* Se refiere a las medidas de descentralización propuestas por el gobierno rumano actual.
** El 23 de agosto fue fiesta nacional del pueblo rumano durante desde 1945 hasta 1989.
Original en: http://www.pasro.ro/pdf/23august.pdf
1 comentario:
Istoria se repetă pentru că, în loc să împiedicăm cauzele, blocam manifestările.
Fascismul şi Nazismul sunt două manifestări cumplite consemnate de istorie, totuşi ceea ce a fost cumplit a fost provocat de oameni. Oricare ar fi fost doctrina, în mâna unor oameni obişnuiţi ororile nu ar fi avut loc.
Înaintea doctrinelor, grija noastră a tuturor ar trebui să fie îndreptată împotriva oamenilor ce pot concepe astfel de lucruri, pentru că numai oamenii provoacă orori. Doctrina politică este asemeni unui cuţit, poţi să-l foloseşti ca o armă, dar poţi să-l foloseşti şi pentru a fi folositor vieţii.
De aceea vă zic, fascismul este mai puţin dăunător decât fasciştii, nazismul mai puţin dăunători decât naziştii. Fără oameni, doctrinele reprezintă o simplă carte în bibliotecă. Oamenii iau acea carte şi, în numele ei, fac orori. De aceea ar trebui să ne asigurăm că nimeni nu va mai face crime oribile în numele unei doctrine politice, de aceea politica trebuie subordonată poporului şi nu invers.
Din păcate, deşi aceste doctrine sunt condamnate de istorie, oameni care pot conduce la repetarea acelor perioade negre sunt destul de mulţi prin politica mondială.
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