La OTAN y sus mercenarios siguen destruyendo Libia mientras su heroico pueblo resiste, desde hace seis meses, los genocidas bombardeos de las potencias "mas avanzadas".
Como sucedio con la destrucción de las economias socialistas en Europa del Este, convertidas en un erial con el objetivo de transformar paises como Rumania en una colonia para las multinacionales capitalistas, ante la pasividad de los propios agredidos, el genocidio libio es contemplado con insensibilidad por los domesticados ciudadanos europeos, que hace tiempo dejaron de sentir la capacidad básica para que la humanidad avance (no tecnologicamente, sino moralmente): la capacidad de indignación.
El sufrimiento del pueblo libio, al que quieren convertir en un pueblo pobre y dependiente de los productos occidentales, es una agresió contra la humanidad misma, aunque esta esté sometida a la ideologia de la indiferencia, de la insensibilidad, de la irresponsabilidad ante los crimenes que en nombre de la libertad o de la democracia comete hoy dia el imperialismo que a ellos mismo somete.
Como dice la canción de la argentina Mercedes Sosa, "solo le pido a Dios, que el dolor no me sea indiferente...". Que dejemos de ser complices pasivos de los crimenes de la OTAN, la UE o Estados Unidos es la unica esperanza para que la humanidad despierte y se enfrente a todos aquellos que anteponen el beneficio economico al derecho de los pueblos a decidir su propio camino por encima de las inexistentes leyes del mercado (que no son mas que las leyes que benefician a los que acumulan mas capital), y a controlar sus recursos naturales para dirigir su explotacion al beneficio colectivo.
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