En Rumania, al igual que en otros paises del entorno Balcanico, mañana dia 1 de marzo se celebra el dia del Martisor. Se trata de una festividad vinculada a las estaciones, al fin del invierno y al inicio de una nueva primavera. Por eso en Rumania por lo menos todos los dias 1 de marzo se regalan Martisor a las mujeres y tambien una flor llamada Ghiocel.
Martisor tradicional
La Ghiocel es la primera flor que nace tras el invierno, muy parecida a lo que en España llamamos Campanilla. Como en toda celebracion del ciclo del sol, estas festividades se relacionaban antaño con la fecundidad, el nacimiento, la siembra, la continuidad de la vida.
Ghiocel
Según hallázgos arqueologicos encontrados en Rumania, la costumbre del `martisor´ existía ya hace 8.000 años atrás. En una tira de lana o de cañamo se amarraban dos piedrecitas, una roja y otra blanca y se usaban al cuello. Los colores representaban la dualidad del cosmos : la energía femenina el rojo, la blanca la masculina. Así como todos los polos opuestos en la naturaleza: la guerra y la paz, el frío y el calor, etc. Las dos energias que forman el universo y determinan un nuevo ciclo.
Parece ser que el martisor era parte de todo un rito relacionado directamente con un nuevo ciclo y con la agricultura. Con la vida y la fertilidad, lo femenino, representada en el color rojo (color de la sangre, el fuego y la pasión), y con la muerte y el invierno, y lo masculino, representado en el color blanco (color del semen, el agua y las nubes). El lazo simbolizaba la armonia entre los dos polos, el transito de uno a otro. Como el frío hacia el calor, el paso hacia la primavera. O como la lluvia y el sol -agua y fuego- que dan lugar al arco iris (como en el simbolo del cultura mapuche): el equilibrio entre ambos. Los dos colores representaban la continuación de la vida despues de la muerte y en las costumbres de Rumania aún están presentes en la vestimenta de la recién casada, en ceremonias de nacimiento y en entierros.
Cartel del dia del Martisor
La diosa relacionada con el rito del martisor era Baba Dochia, que tenía su origen en el culto a la Gran Madre. Al periodo entre el 1 y 9 de marzo se le llama "días de las ancianas" (zilele babelor). En estos días aparece Baba Dochia y la primavera lucha en contra del invierno hasta vencerlo. Por tal, se invocaba y celebraba la energía femenina regeneradora que entra en juego en esa época del año poniendo todo en movimiento y creando la transformación.
Martisor con herradura
El nombre actual, `martisor´ vendría del nombre del mes (martie), a su vez proveniente del dios romano Marte, el dios de la primavera, la agricultura y la guerra; (según el calendario antiguo la primavera llega este mes).
Hace 2.000 años atrás los romanos, los tracios (tracii) y los dacios (dacii), celebraban esta tradición el 1 de marzo y le llamaban "Matronalia". En esa época el martisor cambió su aspecto al que tiene hoy: se le cambiaron las piedras de colores y se le puso un lazo hecho de dos pitas de distintos colores, entrelazadas y a la vez amarradas en un 8 (simbolo del infinito). Tambien se le dió la función de amuleto protector que daría suerte a la portadora.

Martisor con trebol
Con la llegada del cristianismo al poder del imperio, el culto a la Gran Madre y a las principales diosas fué prohibido, siendo permitido nada más que el culto a algunas diosas lares (aunque en muchos lugares se sustituyo por el culto a las diferentes advocaciones de la virgen Maria).
Antiguamente en Moldavia, como aún hoy en algunos lugares, las chicas jovenes usaban el martisor desde el 1 hasta el 12 de marzo (dando paso al 13, numero cabalistico, esoterico y magico, en el tarot representado por la muerte y los cambios). Luego se amarraban los lacitos en el pelo hasta ver la llegada de los primeros pajaros a la aldea. Entonces colgaban los lazos en el primer arbol florido que encontraban, y pedían un deseo. Algo así como las cintas de colores (oraciones) que dejan los japoneses en las ramas de los primeros cerezos floridos del año.

Tenderete con venta de Martisor
La costumbre del martisor se encuentra en todas las regiones de Rumania y tambien en Macedonia, Albania y Bulgaria (con algunas variaciones).
Hoy las principales calles de Bucarest estan llenas de pequeños kioskos que venden Ghiocel y martisor. Es una pena que el significado regenerador y vitalista de la tradicion se haya perdido y hoy solo quede la mera repeticion del acto de comprar. La tradicion ha perdido su fondo y ha quedado, como en otros muchos casos, la superficie del acto comercial.
Martisor casero: dos telas rojas y blancas entrelazadas
Sin embargo es muy curioso como esta costumbre todavia no ha sido invadida por las grandes superficies, y el martisor y la ghiocel siguen teniendo aun su presencia en las aceras y en los kioskos populares, sin que Carrefour o Auchan le hayan hincado el diente. Supongo que en unos años tendremos que comprar los martisor en alguna seccion del Hipermercado mas proximo.
Hay martisor de todos los tipos y tamaños, de oro y de plastico.
Martisor con mariquita (en el envoltorio aparece la palabra NOROC: suerte)
Lo que tienen en comun es el hilo rojo y el hilo blanco, que se unen con un lazo al objeto que se cuelga de ellos. Lo importante es, pues, el hilo de dos colores (se venden tambien cuerdas para colgar en casa), aunque los objetos se cuelgan para que den suerte (herraduras, treboles de cuatro hojas, monedas, deshollinadores, o cualquier otro amuleto que se imagine).
Por cierto, yo tambien he caido en la tentacion y he comprado mi martisor y Ghiocel. Os enseño las fotitos.
Ghiocel recien compradas a una gitana
Mi martisor con un deshollinador