din legea 60/1991privind organizarea si desfasurarea adunarilor publice:
ART. 9 Sunt interzise adunarile publice prin care se urmareste:
a) propagarea ideilor totalitare de natura fascista, comunista, rasista, sovina sau ale oricaror organizatii terorist-diversioniste,defaimarea tarii si a natiunii, indemnul la ura nationala saureligioasa, incitarea la discriminare, la violenta publica si lamanifestari obscene, contrare bunelor moravuri;
b) organizarea unei lovituri de stat sau altei actiuni contraresigurantei nationale;
c) incalcarea ordinii, sigurantei sau moralitatii publice, a drepturilorsi libertatilor cetatenilor ori punerea in pericol a sanatatii acestora
En Rumania hay leyes contra la libertad de pensamiento. Aqui no se pueden propagar ideas comunistas, que se ponen a la altura del racismo, del terrorismo y del fascismo. Leyes asi hay en todo el mundo (por ejemplo la ley de partidos de España), pero me parece obsceno que se persiga una ideologia de esta manera tan descarada, sobre todo cuando casi todos los politicos y empresarios de primera linea en la Rumania de hoy fueron comunistas.
Reflexiones sobre la cultura rumana y los veinte años de saqueo capitalista
martes, 30 de septiembre de 2008
martes, 23 de septiembre de 2008
Corrupcion en España
¿No veis como no es tan diferente? La guardia civil en España también cobra dinero para acelerar tramites, como se dice que sucede en Rumania. Yo creo a pesar de la mala imagen que tienen de si mismos los rumanos, lo que realmente sucede es que lamentablemente Rumania se parece cada vez mas a Europa. Y no salen noticias de los médicos que reciben regalos de los visitadores para que receten una u otra medicina, o de los colegios privados donde el que paga manda, etc... No hay que perder la perspectiva a pesar de que nos impongan una verdad deformada. Corrupcion hay en todos lados, y ni Europa ni Estados Unidos son ejemplo de igualdad de derechos y de que los privilegios no se paguen.
http://www.publico.es/153543/diez/guardias/civiles/detenidos/agilizar/tramites/cambio/dinero
http://www.publico.es/153543/diez/guardias/civiles/detenidos/agilizar/tramites/cambio/dinero
lunes, 22 de septiembre de 2008
Noches blancas
Bucarest cada vez mas se parece a Madrid. Este fin de semana se ha celebrado una especie de noche blanca, porque hace 500 años de la fundacion de la ciudad. Asi que todos los museos y edificios culturales estaban abiertos gratuitamente todo el dia. En esta ciudad en la que, a no ser que sea un sabado de verano, las calles estan bastante desiertas a partir de las 11 de la noche, este pasado sabado era imposible andar ¿Por que? Porque la television habia dicho que habia que celebrar el aniversario de la ciudad, e incluso ir a los museos a los que el resto del año no vamos.
Como en Madrid, la gente hacia cola o se agolpaba para entrar en espectaculos, a horas intempestivas. Y yo, como en Madrid tambien, me pregunto por que alguien va a un museo a las horas que le dicen, el dia que toca, si el resto del año no hace nada. Como dice el sabio refran español "¿Donde va Vicente?, Adonde va la gente". Y luego se quejan de las colas durante el comunismo ¡Pero si ahora se hacen mas colas entre Carrefour, discotecas de moda, y citas obligadas en el calendario festivo del buen ciudadano¡
Como en Madrid, la gente hacia cola o se agolpaba para entrar en espectaculos, a horas intempestivas. Y yo, como en Madrid tambien, me pregunto por que alguien va a un museo a las horas que le dicen, el dia que toca, si el resto del año no hace nada. Como dice el sabio refran español "¿Donde va Vicente?, Adonde va la gente". Y luego se quejan de las colas durante el comunismo ¡Pero si ahora se hacen mas colas entre Carrefour, discotecas de moda, y citas obligadas en el calendario festivo del buen ciudadano¡
Por fin un sitio donde desayunar
Por fin he encontrado un lugar donde poder tomar un café con leche mientras mojas un croissant. Desesperadamente vagaba por la ciudad pidiendo todo tipo de combinaciones que se parezcan a un café con leche español. O te ponían un café solo con un botecito minúsculo de leche de avión o te ofrecían un vaso alto lleno de leche con un poco de cafe. No hay ningun problema en eso, simplemente ellos no tienen esa costumbre tipica de otros países, entre ellos España, en los que se sale del trabajo (o simplemente a desayunar fuera) a tomar un café con un bollito. Hasta ahora no habia encontrado ningún otro sitio, pero por fin encontré French Bakery, cadena de bares con varios locales en Bucarest. No es que la bollería que tienen sea espectacular. Al contrario, es mas bien regular, pero al menos puedo sentarme con mi café y, mientras hablamos de las cosas del mundo, mojar un croisancito.
http://www.frenchbakery.ro/
http://www.frenchbakery.ro/
miércoles, 17 de septiembre de 2008
Mi carro
Si yo viviera en el campo y tuviera que transportar los productos de mi huerta, mi recolección de uvas, llevar una televisión a un amigo, o ir de mi casa al trabajo, quizás tendría un carro tirado por un caballo. En este mundo en que hay que tener siempre algo mejor a pesar de que sea mas caro y mas inutil, creo que la energía de tracción animal es una solución ecologica para el transporte local. Se suele criticar mucho que los rumanos aún usen carros arrastrados por animales, pero a mi me parece una solución para muchos problemas que se sufren ya en el mundo y que el en futuro serán peores. La energia animal es no contaminante, reciclable, y con ningún gasto de combustibles tratados químicamente. No digo que haya que volver a la energía animal radicalmente, eso solo lo entenderan los que tienen su CPU configurada para adorar al dios progreso sin que le hayan dejado ningun resquicio para cuestionarse las cosas. Solo digo que si no necesito transportar miles de toneladas, si no tengo prisa para entregar la mercancia a toda velocidad, no pasa nada por tener un carro que me lleve de un pueblo a otro. Tener prisa no es tan bueno. Y el coche es un recurso absurdo cuando puedes ir andando o puedes llegar sin tener que usar gasolina. Yo cuando sea mayor, y mas libre (cuando nada me obligue o ya controle el impulso de ir corriendo a los sitios) quiero un carro como el de los rumanos.
martes, 16 de septiembre de 2008
Cosas que aun no he contado
En Bucarest hay muchos españoles. Bueno, quizás no tantos, porque registrados registrados en toda Romanía hay exactamente 255. Yo hice el numero 266. Hay otros muchos que no se registran porque solo vienen unos meses a ganar pasta fácil, aprovechándose, eso si, de la avaricia de dinero rápido de muchos rumanos. La situación es similar a España y su mecha inmobiliaria que iba quemándose cada vez mas rápido, hasta que ha estallado. Aquí aun es peor, porque los precios de los pisos se han puesto al nivel de los españoles a un ritmo todavía mas exageradamente acelerado, así que la explosión será aun mas enorme. He visto pisos aquí en condiciones nada buenas que cuestan lo mismo que un piso en el centro de Madrid. Apartamentos de 40 metros cuadrados, como el mio de Madrid, que cuestan mas aquí. En fin... Romanía va por peor camino que España y espero que el hundimiento no sea tan profundo como se intuye.
En fin, que ya me estoy perdiendo. La mayoría de los españoles que hay por aquí, salvo Rafa, excelente persona y creo que excepcional profesor del Instituto Cervantes, vienen como representantes del primer mundo, de la vida desarrollada y civilizada, del modo de vida europeo basado en el consumo y el progreso. No suelen hacerse amigos rumanos, en todo caso se hacen amigas rumanas (no solo de pan vive el hombre). Y tienen esa visión del que se cree superior ante un pueblo que tuve un pasado con cosas peores y con cosas mejores que los españoles. Y que ahora mantiene algunas cosas malas y otras buenas.
Yo no quiero parecerme a ellos (digo a esos españoles). No quiero criticar constantemente las carreteras rumanas, la escasez de infraestructuras, algunas de sus costumbres tradicionales... No soy un defensor al ultranza del progreso porque sí. Hay cosas que aquí se encuentran y los españoles han perdido. Por ejemplo, los mercados populares de productos campesinos, aquí llamados Piata. En estas se pueden encontrar en pleno centro de Bucarest y por todos sus barrios productos vegetales que vienen directamente del campo del agricultor. Cuando supe que en estos mercados se vendía leche de vaca (digo de vaca, vaca) fue como recuperar algo arrancado de cuajo de mi infancia. Esto en España lo hemos perdido. Nos lo hemos dejado robar.
Tampoco quiero criticar constantemente a los coches marca Dacia, o a los todavía guerrilleros Trabant u Oltcit. Al contrario, me parecen admirables estos coches, que aun duran y son duros. Si un coche funciona no hay porque cambiarlo cada poco tiempo como dictan las normas del buen capitalista, disfrazadas con la etiqueta de progreso. Me encanta ver aun estos coches. Lo que no me gusta nada de Romanía es, al contrario, la cantidad de coches caros que circulan en manos de nuevos ricos que, en su irreparable ser de paleto, solo saben ostentar lo que tienen sin tener en el fondo nada.
Yo no soy un español cualquiera. Entre otras cosas porque yo no me siento orgulloso de lo que no he conseguido con mi voluntad. Es decir, yo soy español porque nací allí por casualidad. Podría haber tenido otra suerte, mejor o peor, nunca se sabe, y haber nacido en Rumanía, en Marruecos, o Alemania. No entiendo ese orgullo de lo que no he merecido. Yo no soy un español cualquiera. Tampoco he venido a Rumanía a enriquecerme. Al contrario, he venido a vivir, en la medida de lo que pueda, como un rumano. Deje mi trabajo fijo en España, de 1200 euros al mes, para ganar, de momento, 500. Pero merece la pena la aventura. No quiero ser superficialmente rico envolviendo mi vacuidad con dinero. Quiero ser rico en experiencia. Y vivir en Rumania es una experiencia que me está enseñando y cambiando, de la que bebo cada día, con la que sumo cada día para ser mas yo (español, rumano, apátrida, yo).
En fin, que ya me estoy perdiendo. La mayoría de los españoles que hay por aquí, salvo Rafa, excelente persona y creo que excepcional profesor del Instituto Cervantes, vienen como representantes del primer mundo, de la vida desarrollada y civilizada, del modo de vida europeo basado en el consumo y el progreso. No suelen hacerse amigos rumanos, en todo caso se hacen amigas rumanas (no solo de pan vive el hombre). Y tienen esa visión del que se cree superior ante un pueblo que tuve un pasado con cosas peores y con cosas mejores que los españoles. Y que ahora mantiene algunas cosas malas y otras buenas.
Yo no quiero parecerme a ellos (digo a esos españoles). No quiero criticar constantemente las carreteras rumanas, la escasez de infraestructuras, algunas de sus costumbres tradicionales... No soy un defensor al ultranza del progreso porque sí. Hay cosas que aquí se encuentran y los españoles han perdido. Por ejemplo, los mercados populares de productos campesinos, aquí llamados Piata. En estas se pueden encontrar en pleno centro de Bucarest y por todos sus barrios productos vegetales que vienen directamente del campo del agricultor. Cuando supe que en estos mercados se vendía leche de vaca (digo de vaca, vaca) fue como recuperar algo arrancado de cuajo de mi infancia. Esto en España lo hemos perdido. Nos lo hemos dejado robar.
Tampoco quiero criticar constantemente a los coches marca Dacia, o a los todavía guerrilleros Trabant u Oltcit. Al contrario, me parecen admirables estos coches, que aun duran y son duros. Si un coche funciona no hay porque cambiarlo cada poco tiempo como dictan las normas del buen capitalista, disfrazadas con la etiqueta de progreso. Me encanta ver aun estos coches. Lo que no me gusta nada de Romanía es, al contrario, la cantidad de coches caros que circulan en manos de nuevos ricos que, en su irreparable ser de paleto, solo saben ostentar lo que tienen sin tener en el fondo nada.
Yo no soy un español cualquiera. Entre otras cosas porque yo no me siento orgulloso de lo que no he conseguido con mi voluntad. Es decir, yo soy español porque nací allí por casualidad. Podría haber tenido otra suerte, mejor o peor, nunca se sabe, y haber nacido en Rumanía, en Marruecos, o Alemania. No entiendo ese orgullo de lo que no he merecido. Yo no soy un español cualquiera. Tampoco he venido a Rumanía a enriquecerme. Al contrario, he venido a vivir, en la medida de lo que pueda, como un rumano. Deje mi trabajo fijo en España, de 1200 euros al mes, para ganar, de momento, 500. Pero merece la pena la aventura. No quiero ser superficialmente rico envolviendo mi vacuidad con dinero. Quiero ser rico en experiencia. Y vivir en Rumania es una experiencia que me está enseñando y cambiando, de la que bebo cada día, con la que sumo cada día para ser mas yo (español, rumano, apátrida, yo).
La vuelta a la tortilla
Creo que cambiar de trabajo y de país me ha supuesto un cierto choque emocional que me ha hecho no ser objetivo en algunas de mis opiniones con respecto al comportamiento de los rumanos. De repente, he empezado a pensar que el que un camarero no sonría en el restaurante es un problema individual, que tiene una causa achacable y criticable en la persona que no sonríe. Y me olvido de lo social demasiado a menudo. Quizás sea por el aislamiento al que estoy sometido aquí, donde no puedo aun comunicarme fluidamente y decir lo que pienso a la gente que se cruza conmigo en situaciones cotidianas.
Es cierto que los rumanos son antipáticos en general, por lo menos en su trabajo, que no cuidan el detalle y las relaciones, que dejan las cosas a medias y que no atienden con educación y simpatía al cliente. Pero, quizás no tengo en cuenta que esos rumanos ganan muy poco dinero en su trabajo y que los precios para sobrevivir son casi iguales a España. Acaso olvido que unos pocos son multimillonarios y actúan como tal, con desprecio a los que no lo son, mientras la mayoría tiene que trabajar por nada y necesita mucho para vivir.
Quizás no hay que criticar tanto al individuo y mas al sistema que aquí es bastante mas explotador, si cabe, que en España. Debería seguir criticando mas a los trabajadores españoles que dicen sí a todo y que a pesar de que su hipoteca es cada vez mas alta y su nivel de vida mas bajo agachan las orejas como si nada y siguen viendo la televisión conpulsivamente, pagando su piso con religiosidad, y sonriendo al cliente que, encima, suele exigirle que le sirva como si se tratar del único cliente sobre la tierra.
Los rumanos se parecen cada vez mas a los españoles en ese sentido. Pero quizás tengan esa resistencia interior que analiza James C. Scott en su obra maestra Los dominados y el arte de la resistencia (editado por ejemplo en Txalaparta, una de las pocas editoriales que se publican en la península Ibérica y que no censuran las visiones diversas de las cosas). En este libro se cita un proverbio etiope que ejemplifica bien esa forma de resistencia, dice así:
"Cuando el gran señor pasa, el campesino sabio hace una reverencia y silenciosamente se echa un pedo".
Es cierto que los rumanos son antipáticos en general, por lo menos en su trabajo, que no cuidan el detalle y las relaciones, que dejan las cosas a medias y que no atienden con educación y simpatía al cliente. Pero, quizás no tengo en cuenta que esos rumanos ganan muy poco dinero en su trabajo y que los precios para sobrevivir son casi iguales a España. Acaso olvido que unos pocos son multimillonarios y actúan como tal, con desprecio a los que no lo son, mientras la mayoría tiene que trabajar por nada y necesita mucho para vivir.
Quizás no hay que criticar tanto al individuo y mas al sistema que aquí es bastante mas explotador, si cabe, que en España. Debería seguir criticando mas a los trabajadores españoles que dicen sí a todo y que a pesar de que su hipoteca es cada vez mas alta y su nivel de vida mas bajo agachan las orejas como si nada y siguen viendo la televisión conpulsivamente, pagando su piso con religiosidad, y sonriendo al cliente que, encima, suele exigirle que le sirva como si se tratar del único cliente sobre la tierra.
Los rumanos se parecen cada vez mas a los españoles en ese sentido. Pero quizás tengan esa resistencia interior que analiza James C. Scott en su obra maestra Los dominados y el arte de la resistencia (editado por ejemplo en Txalaparta, una de las pocas editoriales que se publican en la península Ibérica y que no censuran las visiones diversas de las cosas). En este libro se cita un proverbio etiope que ejemplifica bien esa forma de resistencia, dice así:
"Cuando el gran señor pasa, el campesino sabio hace una reverencia y silenciosamente se echa un pedo".
Bucarest también es esto
Observese el antiestetico aire acondicionado
junto a un bellísimo detalle escultórico. Típica
imagen de Bucurest.
junto a un bellísimo detalle escultórico. Típica
imagen de Bucurest.
Los rumanos también se rien de sí mismos.
Hay antisistema en Rumania. Ufff¡ Aun hay
esperanza.
No solo se tapan los andamios con publicidad
agresiva y capitalista. Tambien hay asociaciones
culturales.
en pleno centro de la ciudad.
Reunion de gitanas
Reunión de gitanas en Bucarest. Es una imagen común también en Madrid, aunque allí es peor. Los gitanos en España (no solo los rumanos) son mas peligrosos que en Rumanía. Aquí son menos "civilizados" (para nosotros los "civilizados"), pero no dan muchos problemas que no sean que piden dinero y son bastante pesados, que no son demasiado limpios, y que ocupan las casas que nadie cuida ni habita. Yo siempre fui un defensor de la okupación de los edificios abandonados, porque qué derecho tiene alguien a tener casas sin utilizar cuando hay gente en el mundo que no tiene techo bajo el cual resguardarse. En fin. Hay reuniones mucho peores y que pasan inadvertidas en este mundo cada vez mas uniformado. Por ejemplo, una reunion de banqueros u hombres de negocios, de políticos o de militares. Estos si que son peligrosos y roban subrepticiamente mucho mas. Sino que se lo digan a los norteamericanos que estan sufriendo ahora la crisis de los prestamos hipotecarios (o para llamar al pan pan y al vino vino, la usura). Un gitano te puede robar unos leis, pero los usureros te pueden robar la vida entera.
jueves, 11 de septiembre de 2008
Imbratisare
Al contrario que la palabra Dumneavoastra, hay otras palabras rumanas que me encantan. Por ejemplo, Imbratisare... Sobre todo la expresión completa, Imbratisare puternica. Un abrazo fuerte. Por eso la elegí para titulo de mi blog. Al igual que el afortunado publicista San Juan empezaba sus cartas con Saludos y Felicitaciones, yo termino todas las mías con Imbratisare puternica... No creo que algún día me hagan santo, porque soy muy vicioso y ademas no me he arrimado aun a ninguna multinacional ideológica que me haga rico, pero al menos queda bien. Y esas dos palabras juntas me parecen preciosas. Me recuerdan a Galeano y su El libro de los abrazos, o los miles de abrazos que he dado a amigos, amantes, familiares y, en general, a personas vestidas o desnudas que quiero o he querido. Así que cada vez que leas Imbratisare Puternica piensa que lo escribi pensando en abrazarte fuerte fuerte, depende de quien seas en una situación u otra, con un fin u otro. No se trata simplemente de dos palabras elegidas al azar, sino de un abrazo en toda regla.
Dumneavoastra
Existe una palabra horrible en rumano, que suena a rayos y centellas. Cada vez que la escucho imagino una viñeta de comic con un bocadillo lleno de simbolitos tipo calveras, raspas, huesos, rayos, etc... La palabra en cuestión se usa mucho, asi que muchas veces caminar por Bucarest es como pasear por un tebeo de Mortadelo y Filemon. Se trata del término Dumneavoastra, que se usa para dirigirse formalmente a una persona, tal y como los españoles usamos usted. Suena a añejo, como a puerta del imaginario castillo de Dracula abriendose con un sonido estridente. Es una palabra que casa como hecha a propósito con la mentalidad del comunismos hiperburocrático que vivió Rumanía hace ya, eso si, demasiados años como para que aun sea la escusa que justifique todo lo malo de los tiempos actuales. Sin embargo, es cierto que hay actitudes del rumano que solo pueden explicarse de esa manera, recurriendo a la estructura social comunista.
Por ejemplo, la antipatía generalizada de los comerciantes, que no saben poner una sonrisa ante el cliente (no saben aun que siempre tiene la razón). Me han dado una explicación convincente: en el comunismo los encargados de tiendas tenían mucho poder porque por ellos pasaba toda la distribución de alimentos de un barrio o un pueblo. Esta situación les daba una autoridad ante los ciudadanos que aun no se ha perdido, y que hace que aun no entiendan que están ahí para vender, no para pasar el día sentados leyendo el periódico. Nunca vi dependientes mas antipáticos, aunque también los vecinos de mi bloque son un ejemplo de sordomudez enfermiza. Pocos de ellos se dignan a contestar un buna ziua cuando te cruzas con ellos (¿también eso es consecuencia del comunismo?). Lo cierto es es que esto es exagerado sobre todo en Bucarest, y que en otras regiones no sucede, así que eso debilita la teoría anticomunista... Y otra razón: los jóvenes, las nuevas generaciones, no cambian la forma de actuar de los padres o abuelos educados con Ceaucescu. Así que, tendremos que buscar otra razón para explicar esta actitud huraña y maleducada.
Otro ejemplo que se puede explicar, esta vez masa claramente, con la teoría del comunismo que todo lo pudre. Con el comunismo cada bloque de pisos tenia una especie de jefe que representaba a los vecinos ante el partido. Esto le daba un poder extremo de control sobre los demás, le ponía en un escalón superior y le otorgaba una autoridad que en España por ejemplo nunca tuvo (¿quien se imagina un presidente de comunidad mandando mucho, salvo en el caso de las casas cuartel de los picoletos?). En fin, en mi bloque actual la administradora todavía vive bajo la mirada burocratizadora del pseudosocialismo de Ceaucescu, antecedente claro del psedocualquiercosa del PSD actual. Sigo con la administradora, que me pierdo en el laberinto del lenguaje. Esta señora camina por su reino de 8 alturas como si ella fuera la ley, el orden, el monarca absoluto. Creo que vive todavía como la madre de los protagonistas de Good Bye Lenin, salvo que aquella era simpática.
La administradora del piso, los dueños o empleados de comercios, los funcionarios públicos, y otros muchos casos que no voy a citar ahora porque no es cuestión de repetir ahora la lista de los reyes godos, son merecedores totalmente de la palabra Dumneavoastra... Les va al pelo. Así que si alguna vez me oís decir esa palabra tan horrible, imaginad que me dirijo a la administradora de mi bloque, a algún estúpido comerciante o a cualquier funcionario publico anclado en el pasado (aunque tenga 20 años).
Por ejemplo, la antipatía generalizada de los comerciantes, que no saben poner una sonrisa ante el cliente (no saben aun que siempre tiene la razón). Me han dado una explicación convincente: en el comunismo los encargados de tiendas tenían mucho poder porque por ellos pasaba toda la distribución de alimentos de un barrio o un pueblo. Esta situación les daba una autoridad ante los ciudadanos que aun no se ha perdido, y que hace que aun no entiendan que están ahí para vender, no para pasar el día sentados leyendo el periódico. Nunca vi dependientes mas antipáticos, aunque también los vecinos de mi bloque son un ejemplo de sordomudez enfermiza. Pocos de ellos se dignan a contestar un buna ziua cuando te cruzas con ellos (¿también eso es consecuencia del comunismo?). Lo cierto es es que esto es exagerado sobre todo en Bucarest, y que en otras regiones no sucede, así que eso debilita la teoría anticomunista... Y otra razón: los jóvenes, las nuevas generaciones, no cambian la forma de actuar de los padres o abuelos educados con Ceaucescu. Así que, tendremos que buscar otra razón para explicar esta actitud huraña y maleducada.
Otro ejemplo que se puede explicar, esta vez masa claramente, con la teoría del comunismo que todo lo pudre. Con el comunismo cada bloque de pisos tenia una especie de jefe que representaba a los vecinos ante el partido. Esto le daba un poder extremo de control sobre los demás, le ponía en un escalón superior y le otorgaba una autoridad que en España por ejemplo nunca tuvo (¿quien se imagina un presidente de comunidad mandando mucho, salvo en el caso de las casas cuartel de los picoletos?). En fin, en mi bloque actual la administradora todavía vive bajo la mirada burocratizadora del pseudosocialismo de Ceaucescu, antecedente claro del psedocualquiercosa del PSD actual. Sigo con la administradora, que me pierdo en el laberinto del lenguaje. Esta señora camina por su reino de 8 alturas como si ella fuera la ley, el orden, el monarca absoluto. Creo que vive todavía como la madre de los protagonistas de Good Bye Lenin, salvo que aquella era simpática.
La administradora del piso, los dueños o empleados de comercios, los funcionarios públicos, y otros muchos casos que no voy a citar ahora porque no es cuestión de repetir ahora la lista de los reyes godos, son merecedores totalmente de la palabra Dumneavoastra... Les va al pelo. Así que si alguna vez me oís decir esa palabra tan horrible, imaginad que me dirijo a la administradora de mi bloque, a algún estúpido comerciante o a cualquier funcionario publico anclado en el pasado (aunque tenga 20 años).
Detalles de Bucarest
Como habéis visto en las fotografías anteriores, la arquitectura de Bucurest no tiene nada que envidiar a la de otras ciudades europeas. Solamente hay un problema: el rumano es un pasota. Mira con indolencia como su ciudad se hunde y le da igual todo. En todo caso se queja un poco suspirando pero agacha las orejas aceptando las cosas tal y como son. Si no, no es posible entender como en Hungría o la mismísima Bulgaria las ciudades, la estética, lo bello se cuida de una manera u otra y, sin embargo aquí, todo se derrumba sobre nuestras narices y nadie hace nada. Los políticos prometen cambios pero lo único que cambia es su nivel de vida. Esto pasa en todos los lugares del mundo, pero aquí no hay ningún tapujo ni pudor en mostrarlo sin miedo. ¿Qué pasará ahora que llegan los europeos con sus dineros todopoderosos? Pues o los rumanos espabilan o los europeos se llevaran todo el beneficio, y el patrimonio artístico que oculta Bucarest en cada esquina será derruido y en su lugar aparecerán bloques de oficinas o pisos que, aunque sean igual de horribles, no serán llamados bloques comunistas con desprecio, sino seguramente viviendas modernas.
Nadie los ve
Bonito edificio, olvidado junto a la biserica mas antigua
Una fuente en una villa de algun ricachón..
La espada pende sobre nosotros.
Nos miran, y nosotros no las miramos.
Museo Enescu. El más modernista.
Puerta del BCR. ¿ Soporta el peso las hipotecas?
Bucarest, mujer vestida con harapos
Vuelvo a utilizar el ejemplo de una mujer, pero sin ninguna intención machista. Simplemente me gustan las mujeres. Así que, como pensé siempre con respecto a Madrid, toda ciudad es una mujer que hay que descubrir poco a poco. Y creo que ya conozco lo suficiente a Bucarest como para decir que es una mujer bellísima vestida con harapos.
Si la comparo con Madrid, diría que esta es una mujer moderna, alternativa, un tanto pija en expresiones diversas, a veces exageradamente pija, otras casposamente pija, otras pijo-alternativa, pero siempre pija. Demasiado para mi gusto, porque Madrid ya perdió la capacidad de sorprender porque todo esta lo suficientemente racionalizado urbanísticamente.
Ante los rumanos, que odian a Bucarest sin conocerla a veces, que la acusan de sucia, de malcuidada, de estresante, de agobiante, y de otros adjetivos nada positivos, yo la defiendo a la pobre. Porque quizás Bucarest no es mas que el espejo en ciudad de como son los rumanos, sus habitantes, los que la viven o la malviven. Y sin embargo, Bucarest tiene dos caras que hay que descubrir.
Paseas por sus calles y constantemente ves edificios decimonónicos espectaculares, de todos los tamaños y formas. Tanto si se trata de las calles principales como si son las calles perdidas y escondidas tras los edificios modernos. Sin embargo son edificios medio derruidos, habitados por gentes que los han ocupado y que no los cuidan demasiado (porque ni son suyos ni entienden porque cuidar un edificio, porque para ellos solo sirven para vivir en algún sitio, de paso).
Por cada calle que caminas, si te fijas bien, con los ojos que hay detrás de los ojos, ves belleza oculta bajo suciedad, ruinas, descuido. Si esta ciudad estuviera bien vestida todo el mundo vería su belleza desnuda. Una belleza increíble y sorprendente, elegante y sensual, muestra de un pasado burgués y de un mantenimiento social que se acabo con la muerte de Ceaucescu. Con su muerte, llego la muerte estética de Bucarest.
También es curioso que a pesar de la decadencia, que recuerda un poco a la melancólica Lisboa, en todas las casas y edificios hay una antena parabólica (normalmente también ruinosa). Así que se suman elementos contradictorios que sorprenden, que te dejan un poco, si miras bien, con la boca abierta por la estética maravillosa que se esconde detrás y por los detalles que muestran que el estado penoso no se debe a falta de dinero, sino a falta de ganas (o que no ofrece suficientes beneficios económicos a los amos del mundo).
Ese es el símbolo de Bucarest. Un edificio lujoso sucio y derruido, con una antena parabólica llena de herrumbre. Pero si le quitas la ropa, si le despojas de sus harapos, te encuentras con un cuerpo maravilloso, sensual, excitante, una tentación a la que es imposible renunciar.
Mujer vestida con harapos
Eres sucia y malcriada
te robaron la educación
cuando lo vendieron todo
al mejor postor
Aunque nadie te cuida
sobrevives como puedes
Quizás sea tan solo una estrategia
para mantenerte libre.
Entre ruinas te disfrazas
para que no puedan verte
los ojos de los vampiros
que desangran el mundo
Hechas jirones tus ropas
los ciegos te desprecian
mujer vestida con harapos
Pero bajo los adoquines
si que hay arena de playa
o tu precioso cuerpo desnudo
Si la comparo con Madrid, diría que esta es una mujer moderna, alternativa, un tanto pija en expresiones diversas, a veces exageradamente pija, otras casposamente pija, otras pijo-alternativa, pero siempre pija. Demasiado para mi gusto, porque Madrid ya perdió la capacidad de sorprender porque todo esta lo suficientemente racionalizado urbanísticamente.
Ante los rumanos, que odian a Bucarest sin conocerla a veces, que la acusan de sucia, de malcuidada, de estresante, de agobiante, y de otros adjetivos nada positivos, yo la defiendo a la pobre. Porque quizás Bucarest no es mas que el espejo en ciudad de como son los rumanos, sus habitantes, los que la viven o la malviven. Y sin embargo, Bucarest tiene dos caras que hay que descubrir.
Paseas por sus calles y constantemente ves edificios decimonónicos espectaculares, de todos los tamaños y formas. Tanto si se trata de las calles principales como si son las calles perdidas y escondidas tras los edificios modernos. Sin embargo son edificios medio derruidos, habitados por gentes que los han ocupado y que no los cuidan demasiado (porque ni son suyos ni entienden porque cuidar un edificio, porque para ellos solo sirven para vivir en algún sitio, de paso).
Por cada calle que caminas, si te fijas bien, con los ojos que hay detrás de los ojos, ves belleza oculta bajo suciedad, ruinas, descuido. Si esta ciudad estuviera bien vestida todo el mundo vería su belleza desnuda. Una belleza increíble y sorprendente, elegante y sensual, muestra de un pasado burgués y de un mantenimiento social que se acabo con la muerte de Ceaucescu. Con su muerte, llego la muerte estética de Bucarest.
También es curioso que a pesar de la decadencia, que recuerda un poco a la melancólica Lisboa, en todas las casas y edificios hay una antena parabólica (normalmente también ruinosa). Así que se suman elementos contradictorios que sorprenden, que te dejan un poco, si miras bien, con la boca abierta por la estética maravillosa que se esconde detrás y por los detalles que muestran que el estado penoso no se debe a falta de dinero, sino a falta de ganas (o que no ofrece suficientes beneficios económicos a los amos del mundo).
Ese es el símbolo de Bucarest. Un edificio lujoso sucio y derruido, con una antena parabólica llena de herrumbre. Pero si le quitas la ropa, si le despojas de sus harapos, te encuentras con un cuerpo maravilloso, sensual, excitante, una tentación a la que es imposible renunciar.
Mujer vestida con harapos
Eres sucia y malcriada
te robaron la educación
cuando lo vendieron todo
al mejor postor
Aunque nadie te cuida
sobrevives como puedes
Quizás sea tan solo una estrategia
para mantenerte libre.
Entre ruinas te disfrazas
para que no puedan verte
los ojos de los vampiros
que desangran el mundo
Hechas jirones tus ropas
los ciegos te desprecian
mujer vestida con harapos
Pero bajo los adoquines
si que hay arena de playa
o tu precioso cuerpo desnudo
Un comunista de Baia Mare
A pesar de la intoxicación masiva en contra del comunismo que sufren los rumanos, para los que la palabra comunismo es un tabú horrible, me encontré en Medias, Sibiu, a un comunista que se atreve a decir que lo es. Incluso me dijo que se le ponían los pelos de punta cuando escuchaba la internacional.
Seguro que hay muchos mas, ocultos y con miedo a decir lo que son, porque como diría Foucault, la dictadura no solo se sostiene sobre el poder de la represión policial o militar. Al contrario, este poder no tendría ninguna fuerza sino se alía con el poder de la hegemonía cultural, de la opinión publica, de la verdad obligada.
Ahora en Rumanía decir que eres comunista es una herejía. En la nueva verdad absoluta de que el bien es el consumo y la competitividad, pensar en alternativas es ser un dictador, es ser un retrogrado, es ser un antirumano.
Y sin embargo, los anos siguientes al comunismo fueron los peores que ha vivido Rumanía en su historia. Fueron los anos de pobreza que obligaron a miles de rumanos a emigrar fuera para poder vivir. Y Ceaucescu jamas tuvo tanta riqueza como los nuevos multimillonarios rumanos que, en muchos casos, también fueron comunistas. O mas bien amantes del poder, aunque les de igual que el color de su uniforme sea rojo o no
Seguro que hay muchos mas, ocultos y con miedo a decir lo que son, porque como diría Foucault, la dictadura no solo se sostiene sobre el poder de la represión policial o militar. Al contrario, este poder no tendría ninguna fuerza sino se alía con el poder de la hegemonía cultural, de la opinión publica, de la verdad obligada.
Ahora en Rumanía decir que eres comunista es una herejía. En la nueva verdad absoluta de que el bien es el consumo y la competitividad, pensar en alternativas es ser un dictador, es ser un retrogrado, es ser un antirumano.
Y sin embargo, los anos siguientes al comunismo fueron los peores que ha vivido Rumanía en su historia. Fueron los anos de pobreza que obligaron a miles de rumanos a emigrar fuera para poder vivir. Y Ceaucescu jamas tuvo tanta riqueza como los nuevos multimillonarios rumanos que, en muchos casos, también fueron comunistas. O mas bien amantes del poder, aunque les de igual que el color de su uniforme sea rojo o no
Vampiros en Unirii
El ayuntamiento de Bucarest ha empezado una campana que, suavemente, se puede describir como humorística. Por no decir bastante hipócrita. Han llenado la Piata Unirii de carteles con el texto de su campana publicitaria, porque de informativa no tiene nada. El texto dice así:
¿Si supieras que un mendigo puede llegar a ganar al mes 5000 lei al mes, le darías tu dinero?
En primer lugar, puede que algún mendigo gane eso, pero serán pocos. Pero en segundo lugar, no entiendo la razón por la cual que un mendigo gane eso sea peor a que un banquero o un empresario gane veinte veces mas a costa de pagar salarios de mierda a los trabajadores o de cobrar intereses de prestamos a los consumidores. No entiendo cual es la diferencia entre que un político al servicio del ciudadano multiplique sus ingresos de forma exagerada en el ejercicio de sus funciones y que un gitano lo haga en el ejercicio de las suyas. Los dos engañan diciéndonos uno que esta ahí para el bien de la comunidad, y el otro en ocasiones simulando ser pobre y no tener trabajo cuando en realidad no le apetece trabajar. Personalmente me parecen mas sinceros los segundos.
Así que si por mi fuera, la campana del ayuntamiento de Bucarest tendría que cambiar el objeto de su denuncia. Quizás debería decir así:
Si supieras que un político puede llegar a ganar al mes 5000 lei (que es un sueldo bastante alto para la media de Rumanía), ¿le seguirías votando?
O quizás esta mucho mas evidente,
Si supieras que un banquero puede llegar a ganar al mes 20000 lei, ¿le seguirías dando tu dinero?
Pero lo que se pretende no es decir la verdad o informar de la realidad. Es un información sesgada, propagandística, porque para el sistema que un banquero o un político se enriquezca chupando la sangre de los ciudadanos no es algo negativo. Pero que alguien gane tanto dinero sin entrar en la rueda del trabajo, del crédito, del consumo es algo que pone en duda el propio mecanismo capitalista.
Los únicos vampiros aceptados en Rumanía hoy son los que se ocultan en la penumbra del capitalismo, escondidos de la luz de la información, y viviendo a costa de los demás bajo una capa de propaganda social que les convierte en buenos ciudadanos a pesar de su comportamiento ilícito.
¿Si supieras que un mendigo puede llegar a ganar al mes 5000 lei al mes, le darías tu dinero?
En primer lugar, puede que algún mendigo gane eso, pero serán pocos. Pero en segundo lugar, no entiendo la razón por la cual que un mendigo gane eso sea peor a que un banquero o un empresario gane veinte veces mas a costa de pagar salarios de mierda a los trabajadores o de cobrar intereses de prestamos a los consumidores. No entiendo cual es la diferencia entre que un político al servicio del ciudadano multiplique sus ingresos de forma exagerada en el ejercicio de sus funciones y que un gitano lo haga en el ejercicio de las suyas. Los dos engañan diciéndonos uno que esta ahí para el bien de la comunidad, y el otro en ocasiones simulando ser pobre y no tener trabajo cuando en realidad no le apetece trabajar. Personalmente me parecen mas sinceros los segundos.
Así que si por mi fuera, la campana del ayuntamiento de Bucarest tendría que cambiar el objeto de su denuncia. Quizás debería decir así:
Si supieras que un político puede llegar a ganar al mes 5000 lei (que es un sueldo bastante alto para la media de Rumanía), ¿le seguirías votando?
O quizás esta mucho mas evidente,
Si supieras que un banquero puede llegar a ganar al mes 20000 lei, ¿le seguirías dando tu dinero?
Pero lo que se pretende no es decir la verdad o informar de la realidad. Es un información sesgada, propagandística, porque para el sistema que un banquero o un político se enriquezca chupando la sangre de los ciudadanos no es algo negativo. Pero que alguien gane tanto dinero sin entrar en la rueda del trabajo, del crédito, del consumo es algo que pone en duda el propio mecanismo capitalista.
Los únicos vampiros aceptados en Rumanía hoy son los que se ocultan en la penumbra del capitalismo, escondidos de la luz de la información, y viviendo a costa de los demás bajo una capa de propaganda social que les convierte en buenos ciudadanos a pesar de su comportamiento ilícito.
Nómada
Cuando decidí venir a Rumanía pensé en llevar una especie de diario sobre mis experiencias aquí. Ahora que llevo ya perdido en Bucarest unos meses, creo que ya es hora de iniciarlo. Digamos que en tres meses ya se algo de rumano, sobre todo escribirlo, que me encanta el laberinto de las calles de Bucarest, vagar de un lado a otro descubriendo detalles brillantes en un caos generalizado, y que es difícil convivir con los rumanos, que en general tienen un concepto bastante negativo de sí mismos (y eso se refleja en la ciudad). Los españoles que conozco por aquí (casi todos, con alguna excepción) piensan que esto es una basura, un país tercermundista que está muy atrasado con respecto a la España que tienen prendida como un tatuaje inamovible en el corazón. Son los típicos pelagatos que se creen superiores por estar fuera de un país que por suerte (o no) ha crecido a pasos agigantados gracias a la ayuda de mamá Europa (a pesar de que su pasado genocida está aun por resolver por incapacidad propia).
En fin, que como soy un nómada de corazón, y por eso me encanta vagar por las calles, los países, las ideas, los cuerpos y las palabras, voy a dedicar este blog a perderme y a intentar encontrarme también, por qué no. Al fin y al cabo, todo nuevo día es un viaje iniciático hacia el autodescubrimiento. Un autodescubrimiento que, como si fuera un vaso vacio con un agujerito en el fondo, constantemente intento llenar. Ahora intento traducir mis poemas al rumano. Me compro libros de Tudur Arghazi en rumano y español, edición bilingüe de quien sabe cuando... Y por fin voy a iniciar este blog que espero que sirva para que conozcáis un poco Rumanía a través de mis ojos... No los ojos que veis sobre mi cara (verdes y luminosos), sino los que, como diría Nietzsche, hay detrás de estos, los de la mirada telescópica, que desnudan, imaginan, diseccionan, y deconstruyen verdades, mujeres, pensamientos, ideologías y todo lo que se ponga por delante.
Así que, ahí va. Un vallekano en Rumanía (11 de septiembre de 2008. A 35 años del horrible atentado terrorista contra el país chileno y su presidente, Allende).
En fin, que como soy un nómada de corazón, y por eso me encanta vagar por las calles, los países, las ideas, los cuerpos y las palabras, voy a dedicar este blog a perderme y a intentar encontrarme también, por qué no. Al fin y al cabo, todo nuevo día es un viaje iniciático hacia el autodescubrimiento. Un autodescubrimiento que, como si fuera un vaso vacio con un agujerito en el fondo, constantemente intento llenar. Ahora intento traducir mis poemas al rumano. Me compro libros de Tudur Arghazi en rumano y español, edición bilingüe de quien sabe cuando... Y por fin voy a iniciar este blog que espero que sirva para que conozcáis un poco Rumanía a través de mis ojos... No los ojos que veis sobre mi cara (verdes y luminosos), sino los que, como diría Nietzsche, hay detrás de estos, los de la mirada telescópica, que desnudan, imaginan, diseccionan, y deconstruyen verdades, mujeres, pensamientos, ideologías y todo lo que se ponga por delante.
Así que, ahí va. Un vallekano en Rumanía (11 de septiembre de 2008. A 35 años del horrible atentado terrorista contra el país chileno y su presidente, Allende).
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