Reflexiones sobre la cultura rumana y los veinte años de saqueo capitalista
lunes, 30 de septiembre de 2019
Los tres himnos de la Rumania Socialista
La Rumania Socialista tuvo tres himnos nacionales a lo largo de su existencia, desde su creación en 1948 hasta el golpe de estado de diciembre de 1989, también como expresión de sus cambios políticos.
A continuación podeis escucharlos y leer la letra de cada uno, que tradujimos al castellano en su día en colaboración con C.Marat, gestor del blog Socialismo Actual:
Zdrobite cătuşe ("Cadenas rotas") fue el himno nacional de la República Popular de Rumania entre 1948 y 1953. La letra fue escrita por Aurel Baranga y la música es de Matei Socor. En su letra se muestra un espíritu más revolucionario, espejo de la atmósfera triunfal de la clase trabajadora tras la toma del poder al derrotar al fascismo en 1945. Fue un himno de transición para romper con la Rumania fascista anterior.
Cadenas Rotas
Atrás quedaron las cadenas rotas,
el trabajador siempre va adelante,
avanzando con lucha y sacrificios
el pueblo es amo de su destino.
¡Viva, viva, nuestra República!
En marcha como corriente impetuosa,
trabajadores y campesinos, intelectuales y soldados,
construimos la nueva República rumana .
Eliminando la vieja podredumbre
es la hora del sagrado esfuerzo.
La union, el trabajo y la lucha enarbolan
la bandera de la nueva República Popular.
.
¡Viva, viva, nuestra República!
En marcha como corriente impetuosa,
trabajadores y campesinos, intelectuales y soldados,
construimos la Rumania de la nueva República.
Hacia la gran victoria nos dirigimos,
Es la hora de futuros triunfos
La creencia en el trabajo y la lucha juramos
por la nueva Republica Popular .
¡Viva, viva, nuestra República!
En marcha como corriente impetuosa,
trabajadores y campesinos, intelectuales y soldados,
construiremos la nueva República rumana.
Te slăvim, Românie ("Te loamos, Rumania") fue el himno nacional de Rumania entre 1953 y 1977. La letra fue escrita por Eugen Frunza y Dan Desliu, la música por Matei Socor. El himno se cambió en 1953, poco después de la llegada a la jefatura del estado de George Gheorghiu-Dej. En él aparece el reconocimiento de los rumanos al leninismo y al Ejército Rojo libertador. Podría haber sido el definitivo, pero se buscó posteriormente otro más nacionalista, sin referencias a la Unión Soviética.
Te loamos, Rumania
Te loamos, Rumania, tierra de nuestros padres,
Tierras orgullosas que fructifican bajo tu cielo pacífico.
El maldito yugo del pasado se ha roto
No en vano, lucharon heroicamente nuestros antepasados
Hoy cumplimos su sueño maravilloso.
Poderosa, libre,
Dueña de su destino,
¡Viva la República
Popular Rumana!
Nuestro pueblo siempre será hermano
Del pueblo sovietico libertador
El leninismo es el faro, la fuerza y el impulso,
Nosotros seguimos con fe al partido invencible
Construimos el Socialismo en la tierra de la patria
Poderosa, libre,,
Dueña de su destino,
¡Viva la República
Popular Rumana!
Nuevas fábricas alzamos, incrementaremos
la fertilidad de la tierra,
Queremos vivir en paz con todos los pueblos.
pero si los enemigos quieren pisotear nuestra tierra
los derrotaremos en el nombre de todo lo que amamos,
alzaremos nuestra bandera hacia la gloria.
Poderosa, libre,
Dueña de su destino
¡Viva la República
Popular Rumana!
Trei culori ("Tres colores") fue el himno nacional de Rumania desde 1977 hasta 1989. "Trei culori" estaba basado en una canción patriótica rumana con el mismo título (música y letra de Ciprian Porumbescu), pero con la música extendida y la letra modificada. Es producto del mayor nacionalismo del periodo posterior a la muerte de Stalin y el alejamiento progresivo con Moscú, de la mano de los gobiernos de Nicolae Ceausescu, tras la transformación de la República Popular Rumana en República Socialista de Rumania (en 1965).
Tres colores
Tres colores conozco en el mundo,
recuerdos de un bravo pueblo
valiente y con gran renonmbre,
en su lucha por la victoria.
Por muchos siglos lucharon,
nuestros heroicos antepasados,
para vivir dueños de esta tierra,
constructores de un mundo nuevo.
Rojo, amarillo y azul
es nuestra tricolor.
Se eleva como una estrella
mi glorioso pueblo.
Somos un pueblo en el mundo,
muy unido y trabajador,
libre, con nueva fama
y con un audaz objetivo.
Hoy el Partido nos une.
Y en la tierra rumana
el socialismo se construye
con el entusiasmo de los trabajadores.
Por el honor de nuestra patria,
venceremos al enemigo en la batalla.
con otros pueblos, bajo el Sol,
Dignos y en paz viviremos.
Pero tú, orgullosa Rumania,
vive para siempre,
y en la Era Comunista,
brillarás como una estrella.
domingo, 22 de septiembre de 2019
Gráfica sobre el moviento obrero en la República Popular Rumana (1930-1965)
El periodo comprendido desde el periodo entre las dos grandes guerras mundiales hasta los años 60 fue, en paralelo a la experiencia de la Republica Popular Rumana, proclamada por los trabajadores rumanos en 1948, el periodo de mayor efervescencia obrera y de desarrollo del socialismo de Rumanía, además del de una mayor presencia de los principios revolucionarios en el arte.
Progresivamente, y tras la proclamación en casi todo el mundo socialista, tras la muerte de Stalin, del "final de la lucha de clases" y su sustitución de la infausta idea de la "sociedad sin clases", (con excepciones como China, Corea del Norte o Albania), las creaciones artísticas se fueron, como el resto de las cosas, sumiendo en un abandono de la ideología comunista, para ir pasando a formar parte de la ideología burguesa. Mientras tanto, se allanaba el camino para la progresiva restauración del capitalismo en las, cada vez mas conscientes de serlo, élites que fueron desarrollandose, tanto en el partido como en el mundo de la cultura. Una situación que se iría profundizando en la Republica Socialista de Rumania (instaurada en 1965 por el nuevo lider del PCR, Nicolas Ceausescu), lo que facilitaría el camino para la reinstauración del fascismo capitalista a finales de los 90.
La euforia de los trabajadores rumanos tras su triunfo contra el nazismo y frente al fascismo local, encarnado en el mariscal Antonescu y la Guardia de Hierro, hizo que la participación, la entrega y la fe en la construcción del Socialismo, para alcanzar una sociedad igualitaria y sin explotación del hombre por el hombre, se hiciera evidente en todas las parcelas sociales. Algo que, naturalmente, se plasmó también en las representaciones culturales. Lo anterior iba de la mano de una milagrosa transformación de su modo de vida, que pasó en pocos años desde el trabajo semifeudal impuesto por los boyardos latifundistas y la semiesclavitud con la que la burguesia sometia a los trabajadores rumanos, a la de una sociedad moderna, con, además de trabajo garantizado, derechos inimaginables pocos años antes, como el acceso a la educación y sanidad gratuitas, el derecho al ocio o al deporte, y la universalizacion para todos los trabajadores del derecho a una vivienda digna.
A continuación en esta entrada se pueden ver una serie de litografias cuyo tema esencial es la representación de la clase obrera como protagonista de esa enorme transformación; una clase trabajadora que se había convertido en la dueña del poder economico y politico de su país. Como se verá, los trabajadores aparecen representados con sus tradicionales armas de lucha, con aquellas con las que lograron derrotar al fascismo y a la burguesia (como las huelgas, la propaganda, o las manifestaciones) y, por supuesto, sufriendo las duras consecuencias de su lucha, como la represión, el hambre y la muerte de muchos camaradas..
Aurel Marculescu "Hitler, el músico de la muerte" |
Progresivamente, y tras la proclamación en casi todo el mundo socialista, tras la muerte de Stalin, del "final de la lucha de clases" y su sustitución de la infausta idea de la "sociedad sin clases", (con excepciones como China, Corea del Norte o Albania), las creaciones artísticas se fueron, como el resto de las cosas, sumiendo en un abandono de la ideología comunista, para ir pasando a formar parte de la ideología burguesa. Mientras tanto, se allanaba el camino para la progresiva restauración del capitalismo en las, cada vez mas conscientes de serlo, élites que fueron desarrollandose, tanto en el partido como en el mundo de la cultura. Una situación que se iría profundizando en la Republica Socialista de Rumania (instaurada en 1965 por el nuevo lider del PCR, Nicolas Ceausescu), lo que facilitaría el camino para la reinstauración del fascismo capitalista a finales de los 90.
La euforia de los trabajadores rumanos tras su triunfo contra el nazismo y frente al fascismo local, encarnado en el mariscal Antonescu y la Guardia de Hierro, hizo que la participación, la entrega y la fe en la construcción del Socialismo, para alcanzar una sociedad igualitaria y sin explotación del hombre por el hombre, se hiciera evidente en todas las parcelas sociales. Algo que, naturalmente, se plasmó también en las representaciones culturales. Lo anterior iba de la mano de una milagrosa transformación de su modo de vida, que pasó en pocos años desde el trabajo semifeudal impuesto por los boyardos latifundistas y la semiesclavitud con la que la burguesia sometia a los trabajadores rumanos, a la de una sociedad moderna, con, además de trabajo garantizado, derechos inimaginables pocos años antes, como el acceso a la educación y sanidad gratuitas, el derecho al ocio o al deporte, y la universalizacion para todos los trabajadores del derecho a una vivienda digna.
A continuación en esta entrada se pueden ver una serie de litografias cuyo tema esencial es la representación de la clase obrera como protagonista de esa enorme transformación; una clase trabajadora que se había convertido en la dueña del poder economico y politico de su país. Como se verá, los trabajadores aparecen representados con sus tradicionales armas de lucha, con aquellas con las que lograron derrotar al fascismo y a la burguesia (como las huelgas, la propaganda, o las manifestaciones) y, por supuesto, sufriendo las duras consecuencias de su lucha, como la represión, el hambre y la muerte de muchos camaradas..
Noel Roni "Huelga de los talleres Grivita 1933"
Vasile Dobrian "Democracia proletaria""
Jules Perahim " La impresión del manifiesto"
Natalia Matei "En la clandestinidad"
Zoltan Andrassy " El manifiesto"
Mihail Gion "Haciendo cuentas con el patron"
Marcel Chirnoaga" Llamada a la huelga"
Traian Vassai - "Represión en la huelga"
Mihail Gion "Pan para los huelguistas"
Geta Bratescu "Mujeres"
Mihail Gion "Represalias"
Gheorghe Botan "Vasile Roaita"
(se representa a uno de los obreros asesinados por el ejercito en la huelga de
los talleres ferroviarios de 1933
Jules Perahim "El final de la huelga"
Cornelia Danet "1933"
Gheorghe Botan "El arresto de los huelguistas"
Gheorghe Naum "Los talleres ferroviarios tras la represión" (en la pared destaca la
pintada, "Queremos pan" -Vrem paine-)
Stefan Szonyi "Manifestación proletaria"
Gheorghe Adoc-"Los verdaderos acusadores" (acusados comunistas denunciando en el
juicio a los verdaderos criminales: la burguesia)
Iulian Olariu "!La lucha final!"
Alma Redlinger "Obrero"
Marcel Chirnoaga "Obreros ferroviarios"
Ghe Iuca "Informándose"
Marcel Chirnoaga
"Obreros ferroviarios"
Marcel Chirnoaga
"Ferroviarios"
jueves, 19 de septiembre de 2019
El Tratado de Amistad Rumano-Soviético de 1948
Una de las pocos vídeos existentes, o al menos públicos, de Stalin junto a los líderes del nuevo gobierno rumano, el surgido tras la derrota y expulsión del fascismo de Rumania por el Ejercito Rojo y los soldados comunistas rumanos, es el que se realizó durante la firma del Tratado de Amistad Rumano-Soviético, en 1948. En él aparecen el líder soviético junto a Molotov, canciller de la URSS y defensor del rechazo al Plan Marshall, Gheorghiu-Dej, entonces Secretario General del Partido Comunista de Rumania, Ana Pauker, ministra de exteriores rumana, y Petru Groza, primer ministro del gobierno del Bloque Democrático, que ya no era el del rey Mihai I, que había abdicado el día 30 de diciembre de 1947, lo que dio lugar a la proclamación de la República Popular Rumana.
Este tratado vincularía desde entonces a Rumania con los países de su entorno, y la encuadraría en el denominado "Bloque Socialista" frente al "Bloque capitalista" (este último ya decidido a tomar el relevo ideológico y económico del de la Alemania nazi).
La historia de este tratado se relaciona directamente con una propuesta realizada por el gobierno del todavia presidente de EE.UU., Harry S.Truman, el genocida de Hiroshima y Nagasaki. Este, bajo la excusa de ayudar a la reconstrucción de la Europa destruída tras la Segunda Guerra Mundial, propone el 5 de junio de 1947 el conocido como Plan Marshall (que toma el nombre del Secretario de Estado que lo elabora). El gobierno de Petru Groza fue invitado por los norteamericanos, al igual que el resto de los países afectados, a acogerse a dicho plan, que pretendía atraer bajo la influencia de Washington a todos los países europeos, para imponer en ellos el modelo liberal que, finalmente, se instauró en las zonas que finalmente terminaron sometidas al nuevo imperio yankee.
En 1947, pues, cuando se propone el Plan Marshall, tanto Inglaterra como EEUU habían decidido ya unificar las partes de Alemania bajo su administración, aunque Francia todavía era recelosa. Sin embargo, al final, y tras aceptar también el sometimiento a la financiación norteamericana, Francia decide unirse. Los ambiciosos planes de Washington chocarán, sin embargo, con la resistencia de las zonas administradas por la URSS. Así, el 12 de julio de 1947, Gheoghe Tatarescu, Ministro de Exteriores y Vicepresidente del Consejo de Ministros de Rumania, comunicará a Gran Bretaña y Francia su negativa a participar en la Conferencia de París, donde se iba a debatir el programa de redireccionamietno económico de Europa bajo control de Estados Unidos.
Manifestación en Bucarest con motivo de la proclamación de la República Popular Rumana (diciembre de 1947) |
Este tratado vincularía desde entonces a Rumania con los países de su entorno, y la encuadraría en el denominado "Bloque Socialista" frente al "Bloque capitalista" (este último ya decidido a tomar el relevo ideológico y económico del de la Alemania nazi).
La historia de este tratado se relaciona directamente con una propuesta realizada por el gobierno del todavia presidente de EE.UU., Harry S.Truman, el genocida de Hiroshima y Nagasaki. Este, bajo la excusa de ayudar a la reconstrucción de la Europa destruída tras la Segunda Guerra Mundial, propone el 5 de junio de 1947 el conocido como Plan Marshall (que toma el nombre del Secretario de Estado que lo elabora). El gobierno de Petru Groza fue invitado por los norteamericanos, al igual que el resto de los países afectados, a acogerse a dicho plan, que pretendía atraer bajo la influencia de Washington a todos los países europeos, para imponer en ellos el modelo liberal que, finalmente, se instauró en las zonas que finalmente terminaron sometidas al nuevo imperio yankee.
Esta propuesta supone una agresión al pacto tácito que existía entre las potencias vencedoras, según el cual cada una se responsabilizaría de gestionar y dirigir la reconstrucción y organización de la zona liberada por ellos. Esta política se concreto en el Tratado de Yalta, en 1945, donde se decidió la división de Alemania entre los cuatro paises "libertadores", aunque pronto las partes correspondientes a Francia, Inglaterra y EEUU decidieron unilateralmente la división de Alemania en dos, la democrática y la capitalista.
Los paises controlados por Estados Unidos y su Plan Marshall |
En Scanteia, órgano oficial del Partido Comunista, entonces Partido de los Trabajadores, se publica el comunicado palabra por palabra:
Las intenciones de EEUU de hacerse con el control de toda Europa son frenadas en seco en los países liberados por la Unión Soviética, y donde el componente obrero y comunista tiene mayor impotancia en las decisiones. Mientras lo que será mas tarde la Europa capitalista se pliega a las exigencias de Washington, sometiéndose a cambio del plan de inversiones que continua la fórmula de la dominación del capital sobre la fuerza de trabajo, en la Europa del Este la reconstrucción se planificará desde las premisas del Socialismo y de la lucha por la erradicación de toda explotación del hombre por el hombre.
Es decir, Rumania elige confiar y colaborar con la Unión Soviética, más cerca geográficamente y que había liberado al país de los nazis de Antonescu y los genocidas legionarios. Scanteia publicará algunas noticias donde se remarcan los debates que se daban entonces en las zonas controladas por EEUU: "El Yorkshire Post y The Observer han expuesto muchas dudas: que el Plan Marshall presupone la renuncia a la soberanía nacional (...). El pueblo rumano desea vivir libre, independiente, en unión de la fuerte amistad con la Unión Soviética, con los pueblos democráticos de su alrededor y con el resto de los pueblos amantes de la libertad. Y desea que su decisión sea respetada"
De los 6 artículos del tratado, los dos primeros se referían a Alemania y al compromiso mutuo de defenderse en caso de un ataque desde la nueva Alemania fascista, la surgida por la unión unilateral de la parte norteamericana, francesa e inglesa:
“El gobierno
de Rumania considera que la organización propuesta por el
gobierno británico y francés llevará fatalmente al resultado que
significa, por un lado, la perdida de independencia por la cual los
países europeos deberían mantener con respecto a su política
económica, y por otra parte la injerencia en los asuntos internos de
estos países. Además, cualquier plan de potenciamiento económico europeo solo se puede aceptar si cuentan con el apoyo de todos los
países del continente y si se apoyan en la colaboración en primer
lugar de la URSS".
Las intenciones de EEUU de hacerse con el control de toda Europa son frenadas en seco en los países liberados por la Unión Soviética, y donde el componente obrero y comunista tiene mayor impotancia en las decisiones. Mientras lo que será mas tarde la Europa capitalista se pliega a las exigencias de Washington, sometiéndose a cambio del plan de inversiones que continua la fórmula de la dominación del capital sobre la fuerza de trabajo, en la Europa del Este la reconstrucción se planificará desde las premisas del Socialismo y de la lucha por la erradicación de toda explotación del hombre por el hombre.
La Alemania administrada en cuatro partes tras la victoria soviética contra el nazismo, con el compromiso de las partes de negociar la unificación, roto por Estados Unidos, Inglaterra y Francia |
El 11 de enero de 1948 una delegación rumana viaja a Moscú, conducida por el Ministro de Finanzas, el comunista Vasile Luca, acompañado de Gheoghe Maurer, Miron Constantinescu y otros miembros del gobierno. Su objetivo era negociar las condiciones del futuro Tratado de Amistad. Recordemos que el rey Mihai había dejado de ser ya Jefe de Estado del país el 30 de diciembre de 1947, fecha en la que se proclamó la República Popular de Rumania.
El 2 de febrero de 1948, el gobierno hizo pública su decisión de que a la delegación económica que se encontraba en la capital soviética se sumara una delegación gubernamental formada por Petru Groza, el Primer Ministro, Lothar Radaceanu, Ministro de Trabajo y Seguros Sociales, Gheorghiu-Dej, Secretario General del Partido de los Trabajadores, y otros líderes del partido, como Ana Pauker, todos recién llegados de Hungría tras firmar allí un tratado de amistad con el país vecino. Un tratado de tal importancia como el Tratado de Amistad, Colaboración y Asistencia Mutua no podía ser firmado sin la presencia del Primer Ministro, y por ello los negociadores de Vasile Luca, tras la llegada al acuerdo, esperan la llegada de la delegacion gubernamental.
El tratado sería firmado finalmente el día 4 de febrero por Molotov, Canciller Soviético, y Petru Groza, Jefe del Gobierno de Rumania. A esta firma pertenecen las imágenes que se muestran en el vídeo que aparece al final de la entrada.
"Las partes firmantes se obligan a tomar todas las medidas posibles en común para enfrentar cualquier repetición de las agresiones de parte de Alemania o de cualquier otro estado que se una con Alemania, directamente o en cualquier otra forma". Se precisa además que se actuaría "en concordancia con los principios de la carta de la ONU".
Estos artículos se firman ante la evidencia de que Estados Unidos no vino a Europa a reconstruirla altruistamente, sino que su objetivo principal era controlarla, sin ceñirse tan solo a la parte que, tras el final de la guerra, quedará bajo su administración. Ante las posibilidades de que desde Alemania (todavía unida, aunque bajo diferentes administraciones) se organizara un ataque hacia la parte soviética o hacia otro país del este de Europa, la URSS firma tratados de amistad y apoyo mutuo con los países liberados por el Ejercito Rojo, comprometiéndose todos a apoyarse y defenderse mutuamente.
El Tratado preveía una duración de 20 años, y si ninguno de las dos partes lo denunciaba con un año de antelación, se renovaría por periodos de cinco años. La agresión que supone el Plan Marshall es entendida por Molotov y Stalin como una injerencia norteamericana, a la que hoy estamos tan lamentablemente acostumbrados, y los diferentes tratados de amistad son, en principio, una forma de defensa contra lo que brillantemente anticiparon como un intento de hacerse con el control de toda Europa dirigido desde Washington, como una perpetuación del derrotado fascismo pero con máscara democrática.
La división definitiva de Alemania en 1949 y la formación de los dos bloques económicos y militares será la consecuencia del imperialismo yankee, que enfrentará al mundo en lo que todos conocemos como Guerra Fría hasta finales del siglo XX.
En el siguiente video, como ya se ha hecho referencia más arriba, se puede presenciar el momento de la firma de aquel Tratado de Amistad Rumano-Soviético, con la presencia de Molotov y Stalin, por parte soviética y Petru Groza, Ana Pauker y otros líderes comunistas rumanos, como Vasile Luca o Gheorghiu-Dej.
En el siguiente video, como ya se ha hecho referencia más arriba, se puede presenciar el momento de la firma de aquel Tratado de Amistad Rumano-Soviético, con la presencia de Molotov y Stalin, por parte soviética y Petru Groza, Ana Pauker y otros líderes comunistas rumanos, como Vasile Luca o Gheorghiu-Dej.
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