sábado, 24 de diciembre de 2022

Un 60% de los rumanos creen que antes del golpe de estado de diciembre de 1989, en la Rumania Socialista se vivía mejor.

Casi un 60% de los rumanos creen que la situación del país después de 23 años de capitalismo es peor que la de 1989, según encuestas realizadas por INSCOP Research, dentro del proyecto "Rumania Agenda 2050". El estudio se ha compuesto de dos encuestas, una realizada entre el 23 de mayo y el 14 de junio, y la segunda, entre el 26 de septiembre y el 4 de octubre. El error estimado es +/-2,53 % con un nivel de confianza del 95 %.

El porcentaje de los que afirmaban que en la Rumania Socialista, en el momento en que se perpetró el golpe de estado de diciembre de 1989, se vivía bastante mejor que en la actualidad, fue del 54% delos rumanos en la encuesta realizada en mayo-junio, mientras que este porcentaje subió hasta el 57,4% en septiembre-octubre.

Ante el asombro de los analístas, el pueblo rumano sigue contradiciendo año tras otro la propaganda de los medios mercenarios del capital, siendo, no obstante, el que sufre en su propia carne la destrucción de los derechos sociales de los que disfrutaban los trabajadores antes de la instauración por la fuerza del gobierno de la oligarquía local, al servicio de las multinacionales occidentales y sus intereses. 

En definitiva, cada vez que le preguntan no puede más que decir que sin trabajo, sanidad o educación decentes, obligados millones de ellos a tener que huir del país para poder sobrevivir en otros paises, y sin un futuro optimista para los hijos, es imposible, a pesar del lavado de cerebro continuo y de la criminalización de los éxitos de la Rumania Comunista desde los medios, negar la superioridad del socialismo frente a la destrucción continua y cada vez más brutal de un sistema exclusivamente al servicio de unos pocos sinverguenzas.

viernes, 2 de diciembre de 2022

El monumento al soldado rumano libertador de Targu Mures

El  Monumento al soldado rumano libertador de Targu Mures es una de las principales atracciones turísticas de la ciudad transilvana. Está situado en la Plaza de las Rosas (Piata Trandafirilor), junto al Palacio de la Cultura.

Fue realizado por el célebre escultor húngaro-rumano Istavn Csorvassy, reconocido por la Republica Popular Rumana en 1952 con el Premio de Estado, con la colaboración de Izsak Marton, siguiendo el modelo del  Monumento al Soldado Sovietico Libertador de Bucarest, realizado por Constantin Baraschi en 1946.

El Monumento de Targu Mures fue un homenaje a las tropas rumanas que, a las órdenes del Ejército Rojo, , limpiaron Transilvania de hordas nazis y de colaboracionistas fascistas, durante el otoño de 1944.
 
La altura de la estatua es de 5 metros y, a similitud de la estatua de Baraschi, representa a un soldado en pié enarbolando una bandera agitada por el viento. El pedestal tiene una altura de 11 metros, y en sus laterales presenta dos bajorrelieves en marmol blanco, que reproducen escenas de la lucha contra el fascismo y por la liberación de Transilvania.


En uno de los bajorrelieves se aprecia que, junto a los soldados regulares, aparecen también partisanos obreros que, con gran entusiasmo, son los que se transforman en la vanguardia de la doble liberación: la territorial y la de clase.




martes, 5 de julio de 2022

Eugen Jebeleanu: "La fuente de Corea"; poema sobre la Guerra de Corea y los crímenes de Estados Unidos

Eugen Jebeleanu (1911-1991) fue un poeta antifascista, militante desde su juventud del Partido Comunista Rumano. En los años 30 de entreguerras era constante colaborador de las revistas de izquierda del país, convirtiéndose tras la liberación del pueblo rumano, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, en uno de los principales representantes poéticos y teatrales del realismo socialista.

Imagini pentru eugen jebeleanu poemSu éxito internacional llegó cuando escribe el volumen de poemas "La sonrisa de Hiroshima" (Surâsul Hiroshimei), en el que denuncia el horror provocado por Estados Unidos tras lanzar sus bombas atómicas contra la población civil japonesa, exigiendo que no olvidemos nunca a los asesinos:

"recordad, eternamente recordad
a todos los muertos desconocidos de Hiroshima
y no olvidéis jamás quién fue el asesino".


Tambíén plasmó su ideología en poemas dedicados a la clase trabajadora, como "La voz del obrero", donde llama al papel constructor de los proletarios para construir las ciudades, las fábricas, el futuro:

"Con todos los que sufren / los que luchan / levantaré de nuevo la ciudad".

Un Vallekano en Rumania  ha traducido y publicado anteriormente algunos de sus poemas, y en esta ocasión hace lo propio con el primero de una pequeña obra poética dirigida a la juventud comunista rumana que escribiera en homenaje a la lucha del pueblo coreano contra la agresión norteamericana en lo que se conoció como Guerra de Corea, y que titulara "De amor e ira" (De dragoste si manie), que consta de cuatro poemas: "La fuente de Corea", "Guerra bacteriológica", "La maldad" y "El verdugo".

Se trata de un conjunto de cuatro poemas enmarcado en una obra más amplia que Jebeleanu llama "Cánticos al bosque juvenil", publicado en 1953 por la Editorial de la Juventud del Comité Central de la Unión de Jóvenes Comunistas Rumanos (Editura Tineretuli a CC al UTM, 1953), que, como hemos dicho más arriba, está dirigido a las nuevas generaciones de comunistas que  formaban la base del futuro del socialismo rumano. Los dibujos que los acompañan son del también comunista Jules Perahim, ilustrador y pintor conocido por realizar el famoso cuadro La lucha de los pueblos por la paz, una de las más impresionantes obras pictóricas del realismo socialista rumano. 

En esta entrada, publicamos el primero de los cuatro poema del poeta revolucionario de su denuncia de las masacres norteamericanas en Corea, "La fuente de Corea", que hemos traducido al castellano y que podéis leer a continuación; el poema empieza un fragmento de un informe de uno de los Comités de verificación de las atrocidades de Estados Unidos contra el pueblo coreano:

***

LA FUENTE DE COREA 

(Primero de una serie de cuatro poemas de Eugen Jebeleanu de 1953 dedicados a la lucha del pueblo coreano contra la agresión imperialista de Estados Unidos).

"...La misma testigo ha dado testimonio de que cuando la llevaban para ser torturada vio como arrojaban vivos a algunos detenidos en el pozo del patio. Los miembros de la Comisión verificaron este pozo, comprobando que sus paredes eran de unos 60 cms, un diámetro de 1 metro, y una profundidad de 7-8 metros. En los momentos en los que el sol dirigía sus rayos hacia el pozo se veían con claridad los cadáveres. Entre los cuerpos amontonados uno de los más cercanos a la superficie era el de un niño vestido con una blusa oscura con botones brillantes... (Del informe del Comité Internacional de Mujeres para la constatación de las salvajes atrocidades de las tropas norteamericanas en Corea)".

No había caído la guerra todavía
 sobre la capital de Corea.

Ilustración de Jules Perahim al poema de Jebeleanu
El cielo estaba despejado y tranquilo, 
los niños –bronceados – jugaban en el asfalto.

Las mujeres, agachadas sobre la mesa,
pensando en ellos, preparaban la comida.

Al llegar los padres de las fábricas.
no revolotaba en el aire ni una abeja,...

no se movía ni una hoja. En la ciudad,
sonaban los últimos pasos que llegaban al hogar.

La ciudad entera preparaba la mesa,
cuando, de repente, relinchó un potro en un establo.

Un viento pareció soplar gélido, como en la noche.
Todos los árboles, asustados, se removieron.

Volaba un pájaro y, detrás, muchos otros.
tropezaban con sus alas, espantados,...

ocultándose entre las copas de los árboles y los tejados.
Blanca como la cera se hizo la luz del día.

Tronaba. Estalló el aire en jirones.
Los niños se aglomeraban junto a sus madres.

Los cañonazos hacían temblar la ciudad.
Los destellos en el cielo dejaban entrever al enemigo.

En oleadas, las fortalezas volantes
cubrieron, sofocandolo, el sol:

¡Los yankees! Palmo a palmo
arrojaron su fuego cronometrado.

Cayó una mujer frente a la puerta,
mientras el arroz bullía en la cazuela.

Tres aviones veloces,  con ráfagas cortas,
ametrallaban a los niños que corrían por el patio.

Cayeron muertos los ancianos junto a las cucharas,
los perros encadenados se ahorcaban solos.

Sobre sí mismas, las casas se transformaron
en escombros, cenizas y descampados.

Cuando estaba la ciudad envuelta en humo
apareció la infantería.

Todavía quedaban hombres vivos:
los concentraron en las plazas fantasmales,...

y  les hablaron despacio, en su lengua,
apuntando a cada uno con frialdad.

Al niño manco del brazo diestro
le pusieron, sonriendo, el fusil en el pecho,..

y dispararon, tomándoselo a broma,
mientras masticaban, tranquilos, un chicle.

…Quedaba en la ciudad solo una fuente,
como un ojo abierto en la tierra enmudecida.

Como un espejo la fuente fue testigo
de todo el horror que hoy refleja.

La cegaron los criminales con los enfermos
que aun vivían.

La atascaron llenandola hasta lo más hondo
tirando en ella a madres e hijos.

Arrojaron en el agua profunda de la fuente,
apelotonados, a jóvenes y viejos.

Y se marcharon. Nadie quedó vivo.
La ciudad parecía un cementerio.

Lo que había sido un día un manantial
se convirtió en seca fosa.

…Pero, ¡mira!, los ojos del mundo se asoman
a la fuente de Anac: ¡no está seca!

Está llena de sangre. No se vería si no
brillara algo, como un faro.

Desde la oscuridad de la fuente reluce
un botón de latón.

Mirando hacia Corea se le ve fulgurar
en la chaqueta de un niño.

Con hilo grueso y resistente, la madre
lo había cosido con gran cuidado.

Se le ve centellear. Un botón como el que lleva
mi propio hijo, que sale ahora por la puerta.

Un botoncito cuyos rayos se revuelven
acusando a sus asesinos de New York.

Lo veo y en su haz, ¡ay verdugos!, 
!que bien se aprecia vuestra cercana destrucción!

Corea entera se levanta en armas,
responderá y, con su fuego, ¡os destruirá!

Desde todo el mundo, también desde mis Cárpatos,
salen chispas de los ojos de los niños.

En vano buscaréis otras fuentes
para lavar la sangre de vuestras manos.

Ojos cristalinos inocentes os petrificarán
allá dónde os encontréis.

Os congelará la ira de los hombres, 
la maldición del padre y de la madre.

Cualquier pozo será una garganta
que sangra, grita y acusa.

Cualquier fuente una boca de
piedra áspera de odio endurecido.

Los que habéis asesinado no han muerto del todo.
De las cenizas de Corea nacen libros,...

para que los lean las gentes, los lleve el viento,
para que os desprecie la Tierra entera.

¡No! No habéis acabado con aquella fuente, no está ciega,
sus miles de bocas ansían tragaros.

Mientras nos muestran como odiaros,
cómo luchar, cómo derrotaros.

Eugen Jebeleanu, 1953



jueves, 16 de junio de 2022

Mosaico comunista en el corazón de Bucarest

En el centro de Bucarest todavia se puede contemplar un gran mosaico de la época comunista, de los años 50, realizado por Stefan Constantinescu en la fachada trasera del Antiguo Museo del Partido Comunista, hoy Museo del Campesino Rumano, en la misma Plaza Victoria, en el corazón de la capital del país. Desgraciadamente, su estado de conservación no es el mejor, algo natural teniendo en cuenta la dejadez de las autoridades rumanas hacia el arte producido por la clase trabajadora en Rumania. 

Autorretrato. Stefan Constantinescu
El mosaico representa la lucha de los trabajadores rumanos contra el fasciocapitalismo hasta la toma del poder y la proclamación de un estado socialista, donde el origen y final de toda la producción de bienes y riqueza era la clase obrera. 

Stefan Constantinescu fue un pintor rumano, nacido el 14 de marzo de 1898, en Targu Ocna. Destacó particularmente como pintor monumentalista, realizando diferentes mosaicos en Rumania, pero también para el Pabellón Rumano en la Exposición Internacional de París (1937) y Nueva York (1939). En los años 50, realizó el Mosaico para el Museo del Partido Comunista de Rumania en Bucarest, representeando la historia de la emancipación de los trabajadores rumanos hasta el triunfo sobre el fascismo y la proclamación de la República Popular de Rumania en 1944.

Por cierto, y como anécdota, en una casa junto al Museo del Partido Comunista Rumano, donde se encuentra este mosaico, estuvo la sede de Radio España Independiente, la Pirenaica, emisora antifascista de los comunistas españoles que rompían desde Bucarest la censura informativa impuesta por el franquismo.






















viernes, 10 de junio de 2022

Aumenta el número de rumanos que opinan que antes de 1990 se vivía mejor: también lo creen la mayoría de los jóvenes de entre 18 y 29 años.

Desde 1990, tras la restauración del capitalismo en Rumania, no ha habido ninguna encuesta en la que los rumanos no hayan señalado que se vivía mejor bajo el sistema socialista, a pesar de las posibles imperfecciones. El número no ha hecho más que aumentar, como demuestra también el último estudio estadístico, realizado esta vez por la Fundación Friedrich Ebert Stiftung, una institución que no peca, ni mucho menos, de anticapitalista. Una de las conclusiones más destacables es, para la propia institución, que incluso los más jóvenes afirman que preferirían vivir en un sistema socialista como el anterior a 1990 que en el régimen capitalista actual (un 42%, frente a un 34% que dicen preferir el regimen actual).
Cómo ven el capitalismo la mayoría
de los rumanos

La mala calidad de la democracia en el régimen dominado por los capitalistas, la enorme desigualdad social consecuente, la mala calidad de la educación y la destrucción de la salud pública son, entre otros, los principales problemas que señalan los rumanos, según el informe de la citada fundación, que subraya que una abrumadora proporción de la población cree que se vivía mejor bajo el comunismo, una valoración social y económica positiva que aparece ahora incluso entre los que se consideran a sí mismos como clases medias, generalmente más proclives a defender la injusticia y la desigualdad inherentes a las tiranias del capital.  

Si en 1990  la tasa de mortalidad infantil era un 25% superior en las zonas rurales respecto a las urbanas, ahora es del 50%, al igual que la tasa de abandono escolar, alcanzando esta última el 5,5%, la más alta de la UE, donde la media es 1,2%. El fracaso del modelo de desarrollo capitalista rumano se ilustra con datos sobre las privaciones sociales y materiales entre los jóvenes. Rumanía ocupa el último lugar de la U.E. en el Índice de privación Social y material, es decir, la proporción de personas que no pueden cubrir 5 de las 13 necesidades básicas de la vida consideradas indispensables para una vida digna, como el pago de alquiler o mantenimiento, uso del automóvil, acceso a internet, dos buenos pares de zapatos, actividades regulares de ocio, salir con la familia o los amigos o comprar ropa nueva. En el caso de Rumania, la proporción ha alcanzado un 24% de la población de entre 16 y 29 años, frente al 7% en Europa. Índice de privación social y material La UE, explican los autores, expresa. Es decir, claro que el capitalismo ofrece una mayor variedad de bienes de consumo, aunque la gran mayoría de la población solo pueda acceder a los productos básicos.

Por eso, no es nada sorprendente que, en cuanto a la percepción del período comunista, el estudio muestre que una abrumadora mayoría de la población considera hoy que vivía mejor bajo el comunismo: el 78,7% de los encuestados afirma que antes de 1989 era mucho mejor en términos de seguridad laboral, el 73,2% en términos de disponibilidad de vivienda y el 68,7% en términos de igualdad entre las personas.  

En cuanto a los valores relacionados con la "libertad" de consumo (en informe lo llamam "libertad de expresión y circulación") se considera mejor el período posterior a 1989: el 78,6 % considera que después de 1989 fue mejor en cuanto a la libertad de viajar, y el 74,7 % en cuanto a la libertad de decir lo que se piensa (aunque sin pasarse y siempre que no sirva de nada) . Hay una clara mayoría que considera que después de 1989 fue mejor en cuanto al acceso a bienes y servicios variados (55,3%), aunque, por supuesto, este acceso sea muy desigual entre la pequeña minoría que detiene el poder y la gran mayoría, que en la mayoría de las ocasiones se tiene que conformar con soñar.

Traducción: "El capitalismo nos ha destruído
el país"
Obviamente, esa libertad de tener una posibilidad mínima, inalcanzable, de consumir productos de ensueño, no resiste ni un minuto en la balanza al lado de el desastre que el capitalismo está produciendo en la sanidad pública, la educación o los derechos laborales. 

Así, la percepción hacia los empresarios es desfavorable y vive sus peores momentos: el 60% de la población los ve como proveedores de trabajo, pero el 70% los ve como personas interesadas solo en la ganancia y el 53% directamente como delincuentes. Sólo el 15,9% cree que la fortuna de la mayoría de las personas se ha hecho a través del trabajo. La percepción dominante -84%- es que el Estado ayuda demasiado a los ricos. El 74% de los encuestados opina que debería haber una mayor preocupación por los pobres y los necesitados.

Por otro lado, desde 1990, tanto el sistema educativo como el sistema de salud han tenido cada vez una menor financiación por parte del Estado. Es más, enlazando con el párrafo anterior, el 59% de los encuestados cree que el sistema beneficia a los niños de familias adineradas, mientras que el 51,5% cree que los mejores y más talentosos estudiantes no son apoyados. En cuanto al sistema de salud pública, se percibe como de bajo rendimiento y corrupto, sin embargo, el 57% de los encuestados se opone a la idea de pagar mayores contribuciones por mejores servicios. 

Los que menos aprecian el comunismo son los nacidos después de 1962, los que maduraron en las décadas de 1970 y 1980 y vivieron directamente las políticas de austeridad implementadas en la última parte del régimen (es decir, cuando el gobierno intentaba devolver el credito pedido al FMI y que fue un error garrafal del que las élites se aprovecharon para acabar con un régimen que les impedía medrar). Las personas nacidas en el período de entreguerras y al comienzo del período comunista siguen considerando mucho mejor el período anterior a 1989 en términos del componente socioeconómico. La investigación también muestra que los nacidos después de 1987 y que casi no experimentaron la vida durante el período comunista aprecian aquel periodo como mejor que el actual. Las cifras son particularmente interesantes para las generaciones más jóvenes: el 41,8% del grupo de edad de 18 a 34 años optaría por el socialismo y el 34% del mismo segmento optaría por el capitalismo.  

La crisis económica que se está gestando con la provocación por parte de la OTAN de la Guerra en Ucrania parece augurar que este descontento con el régimen actual va a aumentar todavía más la valoración positiva de la época comunista, algo que, en realidad, como no podía ser de otra forma debido a la brutal pérdida de derechos y conquistas sociales por parte de la clase trabajadora rumana,  ha ido en constante aumento desde el golpe de estado de diciembre de 1989.

sábado, 14 de mayo de 2022

La Revolución Soviética y los bolcheviques rumanos en el Delta del Danubio

El Delta del Danubio, frontera en 1917 entre Rumania y el Imperio Ruso, importante zona estratégica para el control del Mar Negro y camino de comunicación con el corazón de Europa, era objetivo principal de los ejércitos en lucha durante la Segunda Guerra Mundial. Por ello, la presencia de soldados y marineros, principalmente rumanos, pero también de sus vecinos y aliados rusos, era enorme. En consecuencia, la tragedia de la guerra y el espíritu revolucionario,  que hervía en los soldados rusos, y el grito de "Pan, Paz y Tierra", se extendió, como un reguero de pólvora entre los soldados rumanos, convirtiendo el Delta del Danubio en un protagonista de importantes eventos revolucionarios que, finalmente, fueron sofocados tras la invasión y anexión por parte de Rumania de la Región de Basarabia,  dejando el Delta del Danubio sin contacto con sus camaradas rusos.  
Según las fuentes soviéticas, pero también de las instituciones rumanas, los marineros y trabajadores rumanos se unieron a las manifestaciones de los soldados revolucionarios rusos del Danubio (puertos rusos y rumanos) que tuvieron lugar en 1917, en el contexto previo y posterior de la Revolución Soviética.  El contacto con los marineros y soldados rusos, que estaban en contacto directo con la Revolución de febrero y la de Octubre, hizo que, como sucediera en todo el frente, la influencia revolucionaria se extendiera en el ejército rumano, preocupando altamente a los oficiales y al gobierno. 
Esto sucedió, de modo más acentuado aún, en el Delta del Danubio, donde el número de soldados rumanos desertores se multiplicó Los efectos de la crueldad de la Primera Guerra Mundial, donde las oligarquías locales habían enviado para defender sus intereses al matadero a millones de campesinos y trabajadores de decenas de naciones, además de las buenas nuevas del triunfo de la clase trabajadora en Rusia, llenó de esperanza a los soldados rumanos. Todo esto llevó a la Armada rumana a tomar medidas para evitar la pérdida de sus propias fuerzas y frenar la influencia de los revolucionarios rusos: se redujeron los contactos con la población local, endurecieron los castigos (por corte marcial) por insubordinación, etc.
Un comité revolucionario, en contacto con el Comité Socialdemócrata de Odessa, se formó en enero de 1918 en Chilia Noua. Fue dirigido por Gheorghe Stroici, un trabajador del arsenal de la marina. La nueva estructura revolucionaria redactó y difundió varios manifiestos contra el "rey" y la "oligarquía" rumana, a favor de la proclamación de la república. A principios de enero de 1918, se celebró una reunión en Chilia Noua, a la que asistieron delegados del Comité socialdemócrata de Rumania en Odessa. En esa ocasión, se adoptó una moción en la que las principales demandas fueron: el establecimiento de "la República" en Rumania, el destronamiento del rey, la abolición de la clase de los "boyardos". Las manifestaciones revolucionarias se extendieron en el puerto de Chilia Noua y los barcos estacionados allí.
Reunión del Batallón Revolucionario de Rumania en Odessa (Foto: vol., La Gran Revolución Socialista de Octubre y el Movimiento Revolucionario y Democrático en Rumania, Documentos y Memorias, Bucarest, Editorial de Política, 1967)
Reunión del Batallón Revolucionario de Rumania en Odessa (Foto: vol., La Gran Revolución Socialista de Octubre y el Movimiento Revolucionario y Democrático en Rumania, Documentos y Memorias, Bucarest, Editorial de Política, 1967)
Las acciones de toma de posesión ("confiscación") por los revolucionarios de los barcos rumanos en Chilia Noua tuvieron lugar el 13/26 de enero de 1918. Se levantaron banderas rojas en los mástiles de todos los barcos rumanos, los oficiales fueron detenidos. Algunos barcos dejaron Chilia Noua para ir a Ismail y Vâlcov, donde instaron a los marineros de otros barcos a rebelarse. Los buques de la Navegación Naval Rumana y el Servicio Hidrotécnico en Chilia Nouă, Ismail y Vâlcov fueron tomados. Algunas localidades del Delta del Danubio también fueron ocupadas. Los oficiales de varios barcos de pasajeros y de transporte en Chilia Noua fueron arrestados el 14 y 27 de enero de 1918. Además, los rebeldes establecieron un tribunal revolucionario que condenó a muerte a varios oficiales por sus crímenes contra los soldados o la población civil.
Carga de los Cárpatos (Foto: Nicolae Bardeanu, Dan Nicolaescu, Contribuciones a la Historia de la Armada Rumana, vol. I, Desde los primeros tiempos hasta 1918, Bucarest, The Scientific and Encyclopaedic Publishing House, 1979)
El carguero Cárpatos (Foto: Nicolae Bardeanu, Dan Nicolaescu, Contribuciones a la Historia de la Armada Rumana, vol. I, Desde los primeros tiempos hasta 1918, Bucarest, The Scientific and Encyclopaedic Publishing House, 1979)
Las autoridades rumanas reaccionaron enviando a Chilia Nouă e Ismail tropas del Ejército de infanteria, involucradas al mismo tiempo en batallas contra las tropas bolcheviques rusas. Los conflictos entre las tropas rumanas y las fuerzas bolcheviques ruso-rumanas se registraron especialmente en Vâlcov. Algunos de los buques rumanos tomados por los comités revolucionarios participaron en las batallas llevadas a cabo por las tropas bolcheviques rusas contra las tropas rumanas en el Delta y en el sur de Besarabia. Los preparativos y las rebeliones en unidades de la Armada rumana en enero de 1918 fracasaron en el territorio controlado por el gobierno de Iasi.  Pero, sin embargo, otros movimientos se estaban ejecutando más allá del Nistru.
El barco de la princesa María (Foto: Nicolae Bardeanu, Dan Nicolaescu, Contribuciones a la historia de la marina rumana, vol. I, Desde los primeros tiempos hasta 1918, Bucarest, Editorial de publicaciones científicas y enciclopédicas, 1979)
El barco de la princesa María (Foto: Nicolae Bardeanu, Dan Nicolaescu, Contribuciones a la historia de la marina rumana, vol. I, Desde los primeros tiempos hasta 1918, Bucarest, Editorial de publicaciones científicas y enciclopédicas, 1979)
Varios socialistas rumanos estaban a principios de 1918 en Odessa. Algunos de ellos, como Vasile Popovici, Gheorghe Stroici y I. Dicescu Dic, llegaron a Chisinau el 4 y 17 de enero de 1918, como parte de un plan para asumir el poder de los bolcheviques en la región. Sin embargo, toda la revolución popular fracasaría en la región debido a la ocupación por de tropas rumanas de Besarabia .
Un manifiesto del 16/25 de enero de 1918 dirigida a los "rumanos" fue firmado por Christian Rakovsky, como "delegado del Comité Ejecutivo de la socialdemocracia rumana" y Mihail Gheorghiu Bujor, a su vez, como miembro del "Partido de la Revolución Democrática Social ". La retórica adoptada en este manifiesto destaca el apoyo a los bolcheviques rusos del grupo socialdemócrata rumano en Rusia.
Barcos y tripulaciones rumanas estaban, también, a principios de 1918 en varios puertos rusos en el Mar Negro, especialmente en Odessa, Sebastopol, Jerson y Novorossiisk. Varias tripulaciones rumanas se unieron a la revolución, especialmente después de la llegada de los marineros y trabajadores que habían participado en el levantamiento de Chilia Noua, después de las batallas en Vâlcov y el juicio por disturbios en Sulina. El Comité Revolucionario Rumano de Odessa se hizo cargo del barco "Durostor", el 14 y 27 de enero de 1918, sobre el cual algunos parlamentarios rumanos se encontraban en Odessa para formar un gobierno en el exilio tras la invasión de gran parte de Rumania y la capital Bucarest por parte de Alemania. El mismo día, los bolcheviques rusos estaban luchando por tomar el control de Odessa.
Un grupo de marineros rumanos (Foto: volumen de la Gran Revolución Socialista de octubre y el Movimiento Revolucionario y Demócrata en Rumania, Documentos y Memorias, Bucarest, Editorial de Política, 1967)
Un grupo de marineros rumanos (Foto: volumen de la Gran Revolución Socialista de octubre y el Movimiento Revolucionario y Demócrata en Rumania, Documentos y Memorias, Bucarest, Editorial de Política, 1967)
Siguiendo el modelo de los bolcheviques rusos, el Comité de Acción Socialdemócrata de Rumania se transformó en enero de 1918 en el Comité Militar Revolucionario de Rumania en Odessa. Los líderes de esta estructura fueron Cristian Racovski, Mihail Gheorghiu Bujor, Alexandru Nicolau, Vasile Popovici y otros. El 20 de enero de 1918, se formó un Comité Militar Revolucionario Rumano, que incluye a: Mihail Gh. Bujor (presidente), Vasile Popovici (comisionado del batallón), I. Dicescu Dic (secretario responsable), Alter Zalic (Segundo Secretario y Comisionado de Suministros), Alexandru Nicolau; Después de la vuelta de Petrogrado se unió Racovski. 
El Comité Militar Revolucionario de Rumania se instaló en la antigua sede del consulado rumano en Odessa, después de que el cónsul rumano hubiera sido desterrado. El 9/22 de enero de 1918, el Comité Militar organizó una manifestación en Odessa, a la que asistieron varios miles de rumanos (trabajadores, soldados y marineros) que se encontraban en la ciudad en ese momento. Las ideas expuestas allí incluyen cambiar la situación política y social en Rumania, la eliminación de la monarquía, y la lucha contra las tropas rumanas que acababan de invadir la República Soviética Moldava. 
El Comité Militar lanzó el 12/25 de enero de 1918, un manifiesto en el que abogaba por el establecimiento de unidades militares revolucionarias rumanas, más tarde conocidas como "Batallones Revolucionarios" o "Guardias Rojos Rumanos". 
Poco después se formó un batallón rumano de infantería revolucionario en Odessa. En enero de 1918, ya existían tres compañías en el batallón revolucionario rumano: la I Compañía  estaba dirigida por H. Cogan, la II compañía por Munteanu, y la tercera compañía (formada principalmente por comunista de la región de Dobroja) estaba dirigida por Buzino. Los datos sobre los números de los batallones varían según la fuente y el período. Según un relato de Dorscu Dic de principios de la década de 1930, descubrimos que en algún momento 605 personas formaban el Batallón de Batallón de Rumanía Revolucionario. En total, 1.082 personas, organizadas en cuatro unidades o 14 pelotones, pasaron por este batallón.
El batallón de infantería revolucionario rumano se instaló en Odessa en una antigua escuela militar. Los miembros del batallón eran soldados, marineros y trabajadores de fábricas y puertos. Los últimos no llevaban uniformes. Para distinguirse de los rusos, los rumanos llevaban una banda blanca.
Aunque el Batallón de Infantería Revolucionario recibió equipo, armas y alimentos del gobierno bolchevique de Odessa, en general, la gente estaba mal armada, solo con rifles y ametralladoras. El nivel de formación era precario. Además, no hubo instrucción en el primer mes del batallón de infantería.
Al principio, el batallón revolucionario detuvo a los diputados y senadores rumanos en Odessa. Además, se incautaron los alimentos, el equipo y las armas que tenían las autoridades rumanas en Odessa .
El Comité Militar también decidió organizar un Batallón Revolucionario de los Marineros Rumanos. El liderazgo de esta unidad es incierto, las fuentes indican como "presidente", ya sea a Dragomir Spiridon o a Gheorghe Stroici. El Batallón de Marina habría llegado a 200-300 personas.
Los marineros bolcheviques rumanos tomaron el control de los buques rumanos en Odessa, Sebastopol, Novorossiisk, Jerson y otros puertos en febrero de 1918. Estos fueron el "Emperador Trajano", "Rey Carol", "Durostor", "Dacia", "Iasi", "Bucegi", "Cárpatos", "Princesa María", etc.  Se cambiaron los nombres de los buques tomados y se hizo evidente el simbolismo revolucionario. Por ejemplo, "Rumania" se convirtió en "República de Rumania", "Emperador Trajano" se convirtió en "Revolución social", "Rey Carol" en "Ion Roata", "Dacia" en "1907", "Princesa María" en  "Emancipación ", y así sucesivamente. Los oficiales de las embarcaciones fueron arrestados, luego liberados, a cambio de una adhesión por escrito a la causa revolucionaria. 

Fte: Aquí y Aquí

Miguel Hernández, el poeta del pueblo: escritos sobre la Unión Soviética.

 Miguel Hernández es, sin duda, el gran poeta de los pueblos de España, militante activo en todos los frentes en su lucha contra la explotación capilista e imperialista. Por eso fue "asesinado" en la prisión de Alicante, por ser uno de los adalides de la defensa de la clase trabajadora y de la soberanía de los pueblos de España frente a las fieras sanguinarias de la oligarquía capitalista y latifundista y el imperialismo internacional. Por naturaleza comunista, no dudó en cantar a los pueblos soviéticos en su lucha contra el pasado y frente a la opresión, solidarios siempre con la clase obrera internacional. 

En poemas como La sombra de Lenin se propaga o en El labrador de más aire, o en Rusia, publicado en esta entrada, no duda en llamar a los trabajadores de las Españas a seguir el ejemplo de los bolcheviques, de Lenin o de Stalin, en su lucha contra los parásitos y vendepatrias para tomar el poder y administrarlo en nombre de los que siempre trabajaron:

Miguel Hernández en la patria de los trabajadores
"Ah, compañero Stalin: de un pueblo de mendigos
Has hecho un pueblo de hombres que sacuden la frente,
Y la cárcel ahuyentan, y prodigan los trigos,
Como a un esfuerzo inmenso le cabe: inmensamente.
De unos hombres que apenas a vivir se atrevían
Con la boca amarrada y el sueño esclavizado:
De unos cuerpos que andaban, vacilaban, crujían,
Una masa de férreo volumen has forjado
".

En septiembre de 1937, Miguel Hernández había 
viajado a la URSS (Moscú, Leningrado, Kiev y Járkov) como miembro de una Delegación oficial que el Gobierno de la II Republica Española decidió enviar a Moscú para asistir al V festival de Teatro Soviético. El "poeta del pueblo", vate de los trabajadores de todas las Españas, visitó "la patria espiritual de los trabajadores" con entusiasmo, siendo testigo de la superioridad humana del socialismo frente al capitalismo:

"En los pueblos de la URSS como en los de España late un sentimiento familiar, fraternal
de la vida, cegado en otros países, y en los del dominio fascista sobre todo, por un
resentimiento de castrados incapaces de convivir con sus semejantes y solo capaces de
hacer arma mortífera de sus calamidades y defectos
".

Igual, descubre la creciente potencia industrial, creativa, social de los soviéticos, transformadores de la sociedad de la muerte en un mundo de vida: 

"Rusia nevada de hambre, dolor y cautiverios.
Ayer sus hijos iban a la muerte vencidos,
Hoy proclaman la vida y hunden sus cementerios.
Ayer iban sus ríos derritiendo los hielos,
Quemados por la sangre de los trabajadores.
Hoy descubren industrias, maquinarias, anhelos,
Y cantan rodeados de fábricas y flores
".

En su viaje dejó algunas cartas, notas de viaje y algún poema escrito, en los que describiría la emoción que vivió al pasear, mirar y llenarse de alegría por el futuro en este mundo nuevo en el que los trabajadores y los campesinos construían, codo con codo, un mundo sin explotación, rodeado del apoyo popular en su lucha por la democracia republicana, encontrando en la URSS el aliado natural contra los enemigos de la humanidad: el capital y el fascismo.

A continuación, en este día en el que recordamos su vida, su solidaridad, su humanidad,  al conmemorarse su asesinato por aquellos que más odiaba y que hoy siguen haciendo del mundo una tierra ensangrentada y llena de dolor, compartimos algunas de aquellas impresiones que hicieron al "poeta del pueblo", Miguel Hernández, todavía más seguro del triunfo, más tarde o más temprano, de la humanidad frente a la barbarie:

“ La URSS y España, fuerzas hermanas”

Salir de España, donde vivir es vivir en carne viva, y más hoy que nunca; atravesar los Pirineos fue para mí arrancarme de un mundo cálido, desnudo, hirviendo de pasión dentro de la paz y la guerra y hacerme pesar ante una humanidad de cartón, sentada en una comodidad de trenes de primera clase y un silencio de pobres fieras aisladas: hienas leyendo el periódico, sapos eructando chocolate, zorros y lobos mirándose de reojo y gruñendo de tener que rozarse Cuerpo humanos aficionados a no serlo y propensos a ser larvas, molusco y carnes de pulpo y caracol viscosa, lenta. Esta misma impresión recibí al pasar por Europa camino de la URSS. Peor había de ser la recibido, a mi regreso de la URSS, atravesando la isla de Europa: Inglaterra, donde vi a los hombres más encerrados en un egoísmo de aguiluchos. Rapaces y en una elegancia monótona, uniforme, llena de bombines, cuellos duros y hoteles como cárceles recreo: una elegancia de presidarios capitalistas, que es elegancia, si lo es, por el traje, no por la anatomía, todas la rigideces y composturas.

En mi viaje a través de la regiones que tuve que transitar para llegar a la patria espiritual de los trabajadores del mundo entero no pude rectificar un gesto hostil, que me salió en la boca y en la frente al enfrentarme con una humanidad automática, mecanizada, sorda por indiferencia egoísta al clamor de los pueblos atropellados; manca para darles ayuda por inhumanidad perezosa, por temor a tender los brazos y retirarlos manchados de sangre.

Imagine similară
Miguel Hernández en el frente republicano contra el terrorismo fascista

Al pisar tierras de la URSS volví a sentir sobre mi rostro y mi alma el viento humano respirado por los hombres que no olvidan su ser de carne y hueso, su materia primera ennoblecida por el contacto diario con el trabajo y la vida de los demás. En los pueblos de la URSS como en los de España late un sentimiento familiar, fraternal de la vida, cegado en otros países, y en los del dominio fascista sobre todo, por un resentimiento de castrados incapaces de convivir con sus semejantes y solo capaces de hacer arma mortífera de sus calamidades y defectos. Hitler y Mussolini son dos tipos representativos de esta casta de introvertidos que entienden que la vida es un sillón alto y aislado desde el cual se puede mirar con cejas de superioridad y dirigir despreciativamente el movimiento del mundo.


"En trenes poseídos de una pasión errante
Por el carbón y el hierro que los provoca y mueve,
Y en tensos aeroplanos de plumaje tajante
Recorro la nación del trabajo y la nieve.

De la extensión de Rusia, de sus tiernas ventanas,
Sale una voz profunda de maquinas y manos,
Que indica entre mujeres: Aquí están tus hermanas,
Y prorrumpe entre hombres: Estos son tus hermanos".


Escribí estos versos y los que les suceden recorriendo las Repúblicas Soviéticas. En sus campos y sus ciudades se convive familiar, comunicativamente. El comunismo es convivencia, relación fraternal de los hombres en sus trabajos y en sus luchas. El fascismo dice al hombre: La vida eres tu solo: todo debe de ser para ti. El comunismo, la experiencia de mi viaje por la URSS, me hace afirmar esto firmemente, señala a cada persona: La vida no eres tu solo, que es además el resultado mejor de la unión de tus actividades materiales y espirituales con las mismas actividades de los demás.


En los trenes, en las calles, en los caminos, donde menos se esperaba, el pueblo soviético venia hacia nosotros con los brazos tendidos de sus niños, sus mujeres, sus trabajadores. España y su tragedia tienen una resonancia profunda en el corazón popular de la URSS; y yo he traído de allá una emoción y una decisión de vencer, exasperada por el entusiasmo que vi reflejado en cada boca, en cada mirada, en cada puño de aquellos habitantes que aprendieron desde lejos gritándola nuestra dura consigna de no ser vencido: ¡No Pasarán!.

El interés de la URSS por nuestra suerte en la guerra alcanza febrilmente a las aldeas y los lugares más escondidos. Tienen una gran fe en nuestra victoria, y Madrid es para ellos la capital del heroísmo. Yo he cantado la obra gigantesca realizada por el pueblo soviético que vive y trabaja con alegría y confianza en el porvenir del mundo.

“Rusia” (poema)

En trenes poseídos de una pasión entrante
Por el carbón y el hierro que los provoca y mueve,

Y en tensos aeroplanos de plumaje tajante
Recorro la nación del trabajo y la nieve.
De la extensión de Rusia, de sus tiernas ventanas,
Sale una voz profunda de máquinas y manos,
Que indica entre mujeres: Aquí están tus hermanas,
Y prorrumpe entre hombres: Estos son tus hermanos.
Basta mirar: se cubre de verdad la mirada.
Basta escuchar: retumba la sangre en las orejas.
De cada aliento sale la ardiente bocanada
De tantos corazones unidos por parejas.
Ah, compañero Stalin: de un pueblo de mendigos
Has hecho un pueblo de hombres que sacuden la frente,
Y la cárcel ahuyentan, y prodigan los trigos,
Como a un esfuerzo inmenso le cabe: inmensamente.
De unos hombres que apenas a vivir se atrevían
Con la boca amarrada y el sueño esclavizado:
De unos cuerpos que andaban, vacilaban, crujían,
Una masa de férreo volumen has forjado.
Has forjado una especie de mineral sencillo,
Que observa la conducta del metal mas valioso,
Perfecciona el motor, y señala el martillo,
La hélice, la salud, con un dedo orgulloso.
Polvo para los zares, los retales bandidos:
Rusia nevada de hambre, dolor y cautiverios.
Ayer sus hijos iban a la muerte vencidos,
Hoy proclaman la vida y hunden sus cementerios.
Ayer iban sus ríos derritiendo los hielos,
Quemados por la sangre de los trabajadores.
Hoy descubren industrias, maquinarias, anhelos,
Y cantan rodeados de fábricas y flores.
Y los ancianos lentos que llevan una huella
De zar sobre sus hombros, interrumpen el paso,
Por desplumar alegres su alta barba de estrella
Ante el joven fulgor que remoza su ocaso.
Las chozas se convierten en casas de granito.
El corazón se queda desnudo entre verdades.
Y como una visión real de lo inaudito,
Brotan sobre la nada bandadas de ciudades.
La juventud de Rusia se esgrime y se agiganta
Como un arma afilada por los rinocerontes.

La metalurgia suena como dichosa de garganta.
Y vibran los martillos de pie sobre los montes.
Con las inagotables vacas de oro yacente
Que ordeñan los mineros de los montes Urales,
Rusia edifica un mundo feliz y transparente
Para los hombres llenos de impulsos fraternales.
Hoy que contra mi patria clavan sus bayonetas
Legiones malparidas por una torpe entraña,
Los girasoles rusos, como ciegos planetas,
Hacen girar su rostro de rayos hacia España.
Aquí esta Rusia entera vestida de soldado,
Protegiendo los niños que anhela la trilita
De Italia y de Alemania bajo el sueño sagrado,
Y que del vientre mismo de la madre los quita.
Dormitorios de niños españoles: zarpazos
De inocencia que arrojan de Madrid, de Valencia,
A Mussolini, a Hitler, los dos mariconazos,
La vida que destruyen manchados de inocencia.
Frágiles dormitorios al sol de la luz clara,
Sangrienta de repente y erizada de astillas.
¡ Si arrojara, me advierte desde su tumba viva
Lenin, con pie de mármol y voz de bronce quieto,
Mientras contempla inmóvil el agua constructiva
Que fluye en forma humana detrás de su esqueleto.
Rusia y España, unidas como fuerzas hermanas,
Fuerza serán que cierre las fauces de la guerra.
Y solo se vera tractores y manzanas,
Panes y juventud sobre la tierra.

La Fábrica-ciudad” (poema)
(En una ciudad de la URSS –Jarkov- he asistido al nacimiento multiplicado, numeroso,
rápido del tractor).
Imagini pentru miguel hernandez en Rusia
Miguel Hernández en Rusia

Son al principio un leve proyecto sobre planos,
Propósitos, palabras, papel, la nada apenas,
Esos graves tractores que parten de las manos
Como ganaderías sólidas con cadenas.
Se congregan metales de zonas diferentes,
Prueban su calidad los finos probadores,
La función, la forja, los metálicos clientes.
Y empieza el nacimiento veloz de los tractores.
Id conmigo a la fabrica-ciudad: venid, que quiero

Contemplar con los pueblos las creaciones violentas,
La gestación del aire y el parto del acero,
El hijo de las manos y de las herramientas.
La fábrica se halla guardada por las flores,
Los niños, los cristales, en dirección al día.
Dentro de ella son leves trabajos y sudores,
Porque la libertad puso allí la alegría.
Fragor de acero herido, resoplidos brutales,
Hierro latente, hierro candente roturado,
Trepidando, piafando, rodando en espirales,
En ruedas, en motores a caballo huracanado.
Una visión de hierro, de fortaleza innata,
Un clamor de metales probados, perseguidos,
Mientras de nave en nave se encabrita y desata
Con llamas de sudor y grasa los obreros.
Chimeneas de humo largo, sordo, grasiento,
Acosan con penumbras a la creadora masa,
A la generadora masa que obra el portento,
El tractor con los dientes sepultados en grasa.
Hornos de fogonazos: perspectivas de lumbre.
Irradian los carbones como el sol, las calderas,
Los lavaderos donde llega la muchedumbre
Del metal que retiene sus escorias primeras.
Laten motores como del agua poseídos,
Hélices submarinas, martillos, campanarios,
Correas, ejes, chapas. Y se oyen estallidos,
Choques de terremotos, rumores planetarios.
Leones de azabache, por estas naves grises,
Selvas civilizadas, calenturientas moles,
Reducen los obreros de todos los países
Como si trabajaran en la creación de soles.
En la sección de fraguas y sonidos mas puros,
Se hacen mas consistentes las domadas fierezas.
Y el tornillo penetra como un sexo seguro,
Tenaz, uniendo partes, desarrollando piezas.
Veloz de mano en mano, crece el tractor y pasa
A ser un movimiento de titán laborioso,
Un colosal anhelo de hacer la espiga rasa,
Fértiles los baldíos, dilatado el reposo.
Ya va a llegar el día feliz sobre la frente

De los trabajadores: aquel día profundo
En que sea el minuto jornada suficiente
Para hacer un tractor capaz de arar el mundo.
Ya despliega el vigor su piel generadora,
Su central de energías, sus titánicos rastros.
Y los hombres se entregan a la función creadora
Con la seguridad suprema de los astros.
La fábrica-ciudad estalla en su armonía
Mecánica de brazos y aceros impulsores
Ya un grito de sirenas, arroja sobre el día,
En un grandioso parto, raudales de tractores.
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