Así lo ha declarado el presidente de la región independiente de facto al otro lado del rio Niester, entre República Moldova y Ucrania, Yevgeny Shevchuk.
"Hay una concentración de fuerzas y equipos adicionales de Ucrania en las proximidades de nuestras fronteras, así como se ha intensificado la concentración de tropas en República Moldova", afirmó Shevchuk.
Al mismo tiempo, Shevchuk destacó el carácter pacífico de la política exterior de Transnistria y expresó su esperanza de que las autoridades de Chisinau y Kiev entiendan eso.
El mes pasado, Ucrania decidió bloquear el camino hacia Trannistria a las fuerzas de paz rusas, por lo tanto está violando los términos del acuerdo de alto el fuego de 1992 entre Moldavia y el estado independiente de facto, con capital en Tiraspol. El canciller de Transnistria, Nina Shtanski, afirmó que la decisión de la Rada Suprema de bloquear a las fuerzas de paz rusas cambia la situación de Kiev como garante de las condiciones de paz tras la guerra entre Estados Unidos, Rumania y Moldavia y los separatistas transnistrios.
"En la actualidad nos preguntamos si Ucrania seguirá siendo uno de los garantes de la paz, y si va a seguir siendo un mediador, porque lo que está sucediendo en este momento nos está empujando a asumir la conclusión de que Ucrania se está convirtiendo en un participante en el conflicto, y esto es un problema grave para la seguridad regional ", dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Transnistria.
Como resultado de ello, los representantes de 66 organizaciones públicas en Transnistria apelaron al presidente ruso, Vladimir Putin, pidiéndole que proteja al pueblo de Transnistria si las amenazas externas se agravan.
De esta manera, los transnistrios están preocupados por la situación política en la región, es decir, por el aumento de la actividad del ejército ucraniano y de las fuerzas de la OTAN cerca de la frontera con Transnistria.
"Nos encontramos bloqueados, tanto desde el lado de Moldova como por Ucrania. Esta es la primera vez en 25 años", dijo Valeriano Tulgara, el presidente de la Unión de los moldavos de Transnistria.
Transnistria declaró su independencia de Moldavia tras la desintegración de la URSS, contexto en que la propia Moldavia había declarado su propia independencia de Moscú. El conflicto entre Moldova y Trasnistria se mantiene desde el año 1992, después de un intento fallido de Chisinau, con el apoyo de Washington y Bucarest, para impedir la autodeterminación de la región de mayoría rusa, ocupándola militarmente.
En aquella ocasión, 1992, los transnistrios decicieron proclamar su propia independencia tras hacer lo propio las autoridades de Chisinau, movidos por el temor a que se produjera la unión de Moldavia con Rumania. Estados Unidos y Rumania apoyaron con armas y dinero la intervención del ejército moldavo contra Transnistria, aunque las tropas rusas establecidas en la región se unieron al pueblo a pesar de las órdenes de Boris Yeltsin para facilitar la ocupación.
Actualmente, Transnistria es un estado independiente de facto, aunque no sea reconocido por la ONU, ni siquiera por Rusia, y forma parte formalmente de Moldavia. Sin embargo, tiene sus propias fronteras y leyes, en un estado permanente de tensión con el gobierno de Chisinau, capital de República Moldova. El acuerdo de paz firmado tras la derrota de las tropas moldavas, estadounidenses y rumanas en 1992 establecia que se mantendría una situación de hecho en la que Transnistria tendría una independencia formal pero no legal, aunque especificando que cualquier unión con Rumania sería inmediatamente respondida con el rechazo total de los transnistrios. Actualmente los transnistrios, como los gagauzios, se niegan con rotundidad a cualquier incorporación a la Unión Europea o a la OTAN, veleidades que buscan insitentemente los gobiernos de Chisinau (incluyendo, sorprendentemente, el Partido Comunista de Voronin, miembro del Partido de la Izquierda Europea, PIE).
Bandera y escudo de Transnistria |
Tras el golpe de estado fascista en Ucrania, en febrero de 2014, el gobierno pronazi de Kiev está llevando a cabo una política de exterminio y persecución de la población rusa y, en este marco, Transnistria, hasta ahora con presencia militar rusa para garantizar los acuerdos de paz, está en el objetivo de las políticas de Kiev (de hecho, las establecidas por Washington) contra Rusia y los rusos, en el marco de la nueva guerra interimperialista en ciernes entre las grandes potencias actuales.
La tensión creciente tras la unión de Crimea con Rusia hizo que tanto las repúblicas del Donbass, en el este de Ucrania, que formarían la República de Novorrusia, como otras regiones en lucha por su autodeterminación, como las de Transnistria y Gagauzia, ambas en República Moldova, solicitaran su incorporación también a la Federación Rusa, aunque Moscú no la aceptara como sí hiciera en Crimea.
Mientras tanto, los transnistrios, que cada vez se sienten más frágiles rodeados por la OTAN y sus colonias, se ven abandonados por la Federación Rusa, a la que acusan de olvidar a sus aliados y pensar solamente en sus intereses económicos y estratégicos, para ello utilizando a las regiones como Transnistria, Abjasia u Osetia, como también sucede con Lugansk o Donetsk, en guerra abierta contra Kiev en el este de Ucrania, como peones sacrificables en una partida entre imperios.