Hemos recopilado los poemas de escritores socialistas rumanos traducidos
al castellano en este blog, incluyendo a diferentes autores como Scarlat
Callimachi, Nicolae Labis, Mihai Beniuc, Cristian Sarbu, Nichita Stanescu,
Petre Solomon, Sebastian Lascar, Veronica Purumbacu, Contanta Buzea, Maria Banus y Alfred Margul-Sperger, además de un poema
dedicado a Stalin por una trabajadora textil, Petra Dutu, publicado en el
diario Scanteia en 1949, y una pequeña poesía de un manual de escuela primaria
de la República Socialista Rumana.
Y, como introducción, que mejor que las
descriptivas palabras de Pablo Neruda sobre la poesía socialista rumana, escritas
tras su visita a Rumanía en 1969, en su libro Confieso
que he vivido:
"Los poetas rumanos, con su larga
historia de padecimientos durante los regímenes monarcofascistas, son los más
valerosos y al par los más alegres del mundo. Aquel grupo de juglares, tan
rumanos como los pájaros de sus tierras forestales, tan decididos en su
patriotismo, tan firmes en su revolución, y tan embriagadoramente enamorados de
la vida, fueron una revelación para mí. En pocos sitios he adquirido con tanta
prontitud tantos hermanos"
***
SCARLAT CALLIMACHI
(1896-1975)
Octubre 1917
¡Silencio!...
¿Escuchas revolviéndose
en la lejanía
el silencio,
en un ruido sordo de puertas que se abren,
de cadenas que caen,
de detonaciones de armas,
de disparos de metralletas,
de murmullo de voces,
de gritos fuertes de victoria?
¡Mira!...
¿Ves cómo una multitud de trabajadores,
con caras ennegrecidas por el humo de las fábricas,
miles de campesinos desharrapados,
hombres canosos por las preocupaciones,
mujeres pálidas,
niños de ojos grandes, asustados,
con banderas rojas,
buscan una salida –
de los sótanos y de las cárceles
hacia la libertad?
¡Escucha!...
En el yunque el golpe del martillo
como una lengua de campana,
todas las sirenas, trompetas gigantes
levantadas hacia el cielo,
maldicen el pasado;
desde pechos bárbaros
surge la consigna rítmica;
canta la multitud
la canción de hoy,
la canción de mañana:
PAZ,
PAN,
LIBERTAD.
Esta es la llamada del día de hoy
y del día de mañana.
La tierra hierve,
una lava ardiente
fluye
de cuerpo a cuerpo,
de alma a alma,
de casa en casa,
de fábrica a fábrica,
de ciudad a ciudad,
de pueblo a pueblo.
Un mundo nuevo nace.
El pasado se apaga lentamente
como se apagan carbones olvidados en un fogón.
Todo pasa
como las hojas llevadas por el viento del otoño.
Ayer verdes estaban todos los árboles,
hoy... gigantescos brazos desnudos,
de vida angustiada.
Y toda la vida
pide
PAZ
PAN
LIBERTAD
Octubre 1917
Delirio rojo
Un grito raro,
una risa sarcástica,
un viento demoníaco y
frío, una tormenta calurosa
y un vacío de un rojo extraño.
Llevando sobre la frente
un nimbo diáfano y
rojo, en sus pálidos
labios guardando la fría huella
de la sonrisa roja, eterna,
viene la mujer
creada por el odio
de la humanidad callada,
y el grito raro y la risa
sarcástica, poco a poco, la glorifican.
El cielo es rojo
la tierra es roja,
el agua es roja y
el viento es frío y rojo.
... La Naturaleza bebe a sorbos el calor rojo.
Es uno de los días
del rojo banquete.
Y el genio que hizo
la caricatura negra
de la hecatombe humana
sirve, en una
bandeja de oro rojo,
cadáveres escondidos en sangre,
a la naturaleza impasible...
Y ella goza en silencio.
Ríe la mujer
creada por el odio
de la humanidad callada. Y
envuelta en un delirio rojo
ella traga tierra y sangre.
Ni la súplica de los
cadáveres olvidados,
ni las lágrimas de la sangre,
ni la mirada irónica
de la naturaleza, la arrancan del delirio.
Gime la mujer,
creada por el odio
de la humanidad callada.
Traga tierra y sangre... y
entona después el himno del delirio.
Un grito raro,
una risa sarcástica...
La mujer canta, canta...
Y su canto es rojo,
más rojo que la sangre roja.
Petrogrado, 1918.
NICHITA STANESCU (1933-1983)
Insignia
Nuestras horas son
bellas
como el huevo solar
del que nace el dia.
Nuestras horas se iluminan,
se cumplen.
Todo lo que el comunismo sueña, será.
Nosotros somos el tiempo,
somos sus columnas rojas.
Internacional
No apareció ningún cometa el dia de su nacimiento,
ni del juicio final se ha dicho nada,
ni una palabra,
Aunque al antiguo régimen le llegó su hora
mientras los mares golpeaban,
golpeaban en sus tímpanos.
Si se pudiera mirar desde muy lejos,
desde la constelación centauro,
así como dentro de unos años mirarán
mis sucesores,
!y tan solo veinte veces ha girado
la tierra alrededor del sol!,
gritaría.
Y, !mira!, la cuarta parte de la esfera
ha sido ya juzgada:
!Y que los holgazanes se vayan donde quieran!
Y fue una guerra terrible,
y a su final lo puedes llamar paz,
o Lenin lo puedes llamar,
pues tienen idéntico significado.
Los proletarios mueren por la libertad,
pueden ser contados por las estrellas de la Via Lactea.
Todo lo viejo será juzgado sin prisa,
con la balanza precisa de la historia.
Será un juicio sin concesiones
y puedes llamarlo paz,
o Lenin lo puedes llamar,
pues tienen idéntico significado..
El cielo, luciendo por las estrellas de los hombres,
se va a poner debajo de ellos.
Las ciudades crecerán en las alturas
y los desiertos los llevaremos sobre los hombros
como se lleva un ataud al cementerio.
!Oh!, después de cada arcoiris extendido entre dos orillas,
después de cada plataforma alzada hacia lo alto,
después de cada montaña horadada,
se escuchará más fuerte, cada vez más alto:
!A la lucha final!
Autorretrato en tiempos de vigilia:
Vigilo la puerta de un mundo sin cercos:
Aquí, las ideas, nuestras palabras, se hacen realidad.
Toman el rostro esbelto de los bosques de hormigón,
toman el cuerpo viejo de los esqueletos de hierro,
las tocas con el oido y suenan, tienen tono,
las miras atentamente y no desaparecen,
las palpas con el cuerpo y con el espíritu y ves que existen.
Aquí comienza el nuevo mundo comunista.
Las palabras vacías, las ideas incompletas, se quedan fuera,
se hacen aire, humo, calavera enterrada en la arena de los riñones.
Vigilo y estoy erguido, y alta es mi sombra,
la constelación de mis ojos es atraida por la estrella roja.
!Oh!, incluso los pajaros podrían descansar sobre ellas,
como sobre ramas coloreadas.
Al partido
Te agradezco por esta primavera,
en la cual nuestras voces hacen que se agiten los árboles,
y por mis pensamientos que se han hecho claros
como el cuarzo.
La verdad me sonrie con cada recuerdo,
el foco de la luz del sol corre
por delante de mi;
es una escalera que asciende un estallido,
al final de la cual brilla tan solo una estrella.
MIHAI BENIUC (1907-1988)
En mi
siglo
Hemos pasado
ya una era, me parece,
porque no hay más boyardos en los campos
y ni el oro ni la ciudadelas, señores,
son tristes desiertos para los pobres.
Con trembita y gaitas domamos a las fieras
dejando que el pueblo se divierta,
mientras trabajan duro
con las hoces y los martillos.
Hoy quizás somos en la bandera roja
un punto entre millones de gotas de vino,
o quizás una ola espumosa que se rompe
en las grandes turbinas hidroelectricas,
el ruido que estalla cuando arranca
eslabones y cadenas.
Bandera
en el horizonte
Los
que pudieron llegaron por la bandera,
pues era suficientemente roja para ser vista,
y algunos se pararon ante el umbral,
presos de su propia impotencia
Yo sigo caminando, pero cuando ya no pueda,
andar adelante en la vida tempestuosa,
la brillante bandera la izaré en el horizonte,
como el hermoso sol rojo sobre el mar
que en las mañanas claras, brilla,
sobre las extensiones verdes plateadas.
Estrella
roja
Se
chocan las nebulosas,
los sistemas solares, las estrellas,
los astros se apagan y devienen
materia muerta,
y resucitan despues como una supernova,
los átomos murmuran..
Las esferas cantan,
y millones de años luz atraviesan,
o vienen, ¡Quién sabe!
Limitado por el infinito
está el hombre, en el cabo de Buena Esperanza.
Nombra las estrellas innumerables,
mide la lejania sin fin,
y corre con su pensamiento,
a veces adelante, otras hacia atrás,
construyendo efímeras verdades y grandes
sueños,
sobre incertidumbres cada día más grandes.
El sueño está lejos.
Como las rojas estrellas inmensas,
que son miles de veces
más poderosas que nuestro sol,
en cuanto a su luz, en cuanto a su calor.
La libertad es una estrella roja
y el hombre la observa, soñador,
a través de su telescopio.
CRISTIAN SARBU (1897-1961)
El orgullo del
proletario
Estoy orgulloso de
llamarme proletario.
Estoy orgulloso de
vivir del trabajo de mis manos.
Estoy orgulloso de
mantener mi frente en alto,
tal que la rebeldia
de mis antepesados ante la esclavitud.
Estoy orgulloso de
formar parte,
de lo que llaman
muchedumbre,
de los honestos y
de los descalzos.
Estoy orgulloso de
tener esperanza,
codo a codo con los
obreros de las fábricas,
en hermandad con el
pueblo hacia tiempos mejores.
Estoy orgulloso
de llevar conmigo tesoros
de luz.
Estoy orgulloso de
no tener más que miradas desdeñosas
hacia los parásitos
del pueblo, los que se llaman boyardos,
que no hacen más
que vivir
sobre la espalda de
los trabajadores,.
Estoy orgulloso de
sus dolores.
Los míos, los robots,
han alzado ciudades
hacia el cielo,
han puesto trenes
en movimiento por el continente
han construido
barcos
Y estoy orgulloso
de su nobleza creadora.
Estoy orgulloso de
tener que llevar cada primavera
flores a las tumbas
de los indómitos.
Estoy orgulloso de
poner en mis poemas
aromas de
eternidades y de estrellas.
Estoy orgulloso del
destino que me espera
ante los obstáculos
de la historia,
en el cambio de
rumbo que se percibe
Estoy orgulloso de
mi fuerza.
Canto de primavera
!Proletario!
Canto nuestro amor
por la luz
¿tú no te levantas?
¿te quedas también
hoy cerca de la fábrica?
Es fiesta
!Ah, este momento
es tan sagrado!
Las grullas vuelan
por el cielo alegres,
despertando de
nuevo mis penas,
porque la noción de
la salvación de la oscuridad
no se ha sentado
aún en la mesa de mi hogar.
¿Por qué no vienes
con la llegada de
la primavera a las llanuras?
Despejado, el cielo
nos espera en el horizonte,
con gorriones de
viento rosado,
con nubes sin timón
ni mástil,
y con su orquesta
de alondras.
Por siglos hemos
vivido entre lágrimas y barro.
Y la vida no sería
tan difícil
si pudiéramos echar
de nuestro lado
con la luz de la
razon al imperio de la noche,
y al pensamiento
que nos hunde en la humillación.
Expulsa de tu
interior, hermano, a la noche
a los
ensordecedores ruidos de motores,
y rompe los límites
a tu alrededor, que te atraviese
la blanca sonrisa
de los árboles en flor.
Levanta el
estandarte de tu pensamiento
para que dios mismo
entienda
que la historia ha
dado a luz en las fábricas
en cada esclavo a
un Prometeo.
¿Por qué no vienes
con el ritmo de los
tiempos a los campos?
El signo de los
tiempos
Fábricas de guerra
preparan en secreto
batallas entre los pueblos.
Preparan
la lucha entre la
luz y la oscuridad.
En las cabezas
desiertas ya no quedan recuerdos del paraíso
en los que poder
reposar los ojos cansados.
Mandan los dioses
de la guerra.
En la cruz de la
conciencia yace Jesús crucificado.
Los caminos hacia
los cementerios son más cada vez.
Los pájaros cantan
en el cielo, pero, ¿quién los escucha?
La locomotora de la
historia grita histérica sobre las vias del tiempo.
Las ideas se
quiebran bajo la atroz ventisca.
Mira: se alquila a
cualquier hombre atrevido un lugar en el Olimpo,
para toda la
eternidad.
¿Quien pude seguir
yendo cada semana
por los jardines
del alma como si fuera domingo?
Los tanques esperan
tensos en las fronteras.
La noche crece de
entre las malas hierbas, se acerca la tormenta.
Pronto detrás de
las montañas del horizonte saldrá la luna
con el rostro
bañado en sangre.
Los chacales
gruñen, y el corazón se acogota.
ALFRED
MARGUL-SPERGER (1898-1967)
Radio
Europa libre
Ellos lloran por la democracia del pasado.
Tanto gritan que parece que les duele la tripa;
pero más les duele todo lo que han perdido
(las fabricas y tierras que acumulaban).
Les roe "la libertad"; les molesta
no poder seguir enriqueciéndose.
Pero "la libertad" que ellos desean hoy,
es la de volver a humillar al pueblo.
!Para nada pierdes días y noches, celosamente,
queriendo moldearnos como te conviene!
!Ya no nos engañas con tu dulce voz!
!Hemos aprendido a conocerte bien!
!Oh, Wallstreet, es inútil! !No te canses!
!Conocemos tu gruñido y tus garras de hiena!
!Sabemos que profesional eres de la maldad!
!Ya no nos engañan tus cantos de sirena!
Lo hemos oído demasiado, cuando nos robaban
tus barones el petróleo, en otros tiempos,
mientras nosotros bailábamos la musica que ellos tocaban
!Pero tu música de hoy ya no nos embriaga!.
Ficha del comunismo
Barbilla:
Decisión;
!Voluntad y poder!
Una esquina afilada
de la piedra
que golpean
las terribles
tormentas y huracanes
sin que puedan
derrumbarla.
Tortura...
Persecución...
Cárcel...
Boca:
Bondad,
la amargura del sufrimiento,
un corazón ardiendo
por amor y odio.
Amor profundo
hacia la humanidad
y a la justicia.
Odio enorme
contra la cruel
y horrenda tiranía.
Confianza en los dias
mejores
que vendrán.
Pero, ¿qué sucede?
De repente,
una sonrisa
florece.
Se trata de los camaradas,
los amigos,
el partido.
Ojos:
Profundos e inquietos
como el mar.
La tormenta de
los años pasados
en ellos esconde
su tristeza
y el llanto
por los caidos.
Y ahora
continuemos el expediente,
otras características:
Señales particulares:
Sobre las cejas
se alza
el arco de la frente
pensante.
A destacar:
Apunta
hacia lo lejos
!hacia los tiempos futuros!
VERONICA PURUMBACU (1921-1977)
Simple
Fluyen
sobre nosotros
-las piedras-
el agua,
el fuego,
el viento,
el tiempo.
Cargados
de recuerdos
gritamos en silencio,
nosotros,
los grises,
nosotros,
las piedras del mundo.
Una guerra,
una sequía,
una epidemia,
un diluvio,
además de otras
grandes o pequeñas
heridas
de las que ya no hablamos.
Y a pesar de todo eso
-una génesis-
NICOLAE LABIS (1935-1956)
Nuestra Constelación
"Las estrellas rojas de cinco
puntas
diseminadas por el cielo de la humanidad"
V. Maiakovski
Se ha elevado a las alturas del cielo
la estrella roja de cinco puntas,
espantando al enemigo estelar,
la estrella roja de cinco puntas.
Nuevas estrellas acaban de amanecer
alrededor de la estrella roja,
multiplicando la energía del mundo
bajo la luz de la estrella roja
Somos los caballeros de la estrella roja,
un camino espinoso es
el que recorren nuestros pasos;
caballeros de la estrella roja somos,
soñadores y constructores.
Cada uno con sus veinte años -
alzamos las armas metálicas -
cada uno con sus veinte años -
que en total suman milenios.
Con el entusiasmo de nuestra vida
los diques podridos romperemos,
del estusiasmo de nuestra vida
el comunismo tomará cuerpo.
MARIA BANUS (1914-1999)
Primer libro comunista
Qué universo nebuloso como una taberna
fue el mundo en el que nacimos nosotros dos.
El siniestro gong de la primera guerra
golpeó, y pareció que regresábamos a las cavernas.
!Oh! Cuántas noches lloramos, con el rostro en la almohada
sin entender a la salvaje multitud,
su vida estúpida, los años vacios,
su mirada ávida y hueca.
¿Te acuerdas qué pasó? ¿Cómo se abrió,
como arrancada por el viento, entre aquella niebla triste,
una ventana hacia la libertad y hacia nuestro sueño?
Y cómo las alondras cantaban; cantaban: existe
un mundo nuevo - Entrad en él, como está escrito
en nuestro primer libro comunista.
PETRE SOLOMON (1923-1991)
Hace un año en
Barcelona
Una calle en
Barcelona, hace un año.
Un jeep y un
senador americano
al que le suena el
dinero en el bolsillo.
Dinero para Franco,
verdugo en venta.
El chofer conduce,
a ciegas, junto a las casas
sin ventanas,
hostiles.
El senador, y sus rollizos estratos de
grasa,
echan un vistazo
con el ceño fruncido.
—¡Diablos! ¡Parece
un cementerio!
(el chofer agacha la
cabeza y repite: —¡Sí, señor!)
En su guía había leído: trovadores,
sonrisas, cánticos,
mujeres con encanto
y castañuelas,
corridas de toros;
Una verdadera mina:
por todos lados, oro.
Y ahora, fíjate: no
hay nadie en las calles.
Está fuera de sí el
señor senador:
ni rastro de
sonrisas ni un ápice de vida.
De vez en cuando,
algún niño, escuálido,
con las mejillas
ajadas, se cruza en su camino.
Llega con el coche
hasta una plaza.
El silencio,
también allí, está presente.
Atraviesa la plaza
un tranvía
que quita la vista
al senador.
Hoy nada sale bien.
Se saca la tabaquera
y enciende un
cigarrillo. De repente,
aparece otro
tranvía, y después otro y,
curiosamente, todos
vacíos, sin viajeros.
—¡Cabrían en ellos
miles de senadores!
Pero, ¿qué se ve al
final de aquella calle?
Se acercan voces
amenazantes.
Cada vez éstan mas
cerca. —¿Qué es esa
muchedumbre?
Oye los gritos pero
no los entiende.
El tranvía está en
medio, largo y vacío.
¿Se encontrará en
tierra española?
¿estará escuchando
castellano?
Se acerca la
multitud como si fuera a aplastarle.
Ahora lo vislumbra
bien, mira:
al frente marchan
un trabajador y una muchacha,
llevando en las
manos una bandera que le deslumbra.
Detrás van otros
jóvenes, con pancartas
en las que escribe:
PAZ…, en las que escribe
(las otras palabras
no las entiende).
Son incontables,
parece, incontables,
en filas estrechas,
hombro con hombro.
Hay entre ellos
ancianos, también niños,
y gritan… gritan,
¿qué sera?
Incontenible se
desborda el torrente por las calles.
Escucha claramente:
¡Abajo Franco! ¡No a la guerra!
Toda Barcelona está
afuera,
por estas calles
–que parecen el país entero.
con el pueblo de
nuevo presente en la lucha.
…Tembloroso,
observa el senador,
le late su corazón
-como late el reloj-
mientras le falla
la voz en la garganta.
La vista le lleva,
de repente,
hacia el muro de
una casa que le muestra
un nombre escrito
allí: PASIONARIA.
Y más allá de
aquellas letras el horizonte,
y en él, la
sublevación de una España
que grita: ¡Abajo
Franco! ¡Fuera los americanos!
SEBASTIAN LASCAR (1908-1976)
La balada de los
piojos
Ávaros como
las garrapatas de sangre azul;
con sus
ventosas te sorben la sangre hasta matarte,
impacientes,
arramplan con todo
-si nosotros
se lo permitimos
¿qué tienen
ellos que perder?-
En el arte de
chupar son maestros
mirando por
encima del hombro
mientras
clavan los colmillos
como si fueran
arados;
la pereza les
exige ser parásitos,
y ellos, sin
esfuerzo, lo son.
Es imposible
hacerles cambiar
sus gustos de
piojo glotón.
El burgués fue
siempre un vago
extraordinario:
-Tú trabaja,
que el beneficio sé yo
como roerlo.
Se puede dar
fé de lo que dice,
porque de un
día para otro
construye
fábricas de acero,
mientras, por
las noches,
los burgueses voluptuosos se desmayan
entre muslos y
pechos de seda;
aunque cuando
se acerca la muerte
necesitan de
rezos, cruces y curas.
En el momento
supremo intentan transformar
en bien el mal
porque ya no
podrán gorronear más.
Aunque hasta
el momento en que desaparecen
los piojos
tienen tiempo para ordeñarnos;
es verdad que
son pequeños, según aparentan:
sin embargo,
ya ves, que tienen la boca
(no se sabe
bien como) muy grande.
Y si te
atreves a rascarte un poco
perturbas su
seguridad y su calma.
Entonces, en
hordas sobre la piel se agrupan
multiplicando
el saqueo de tu sangre.
¡No te rasques
más! !Cuidado! Que llamas
a las
insaciables liendres codiciosas.
DEDICATORIA:
Camaradas,
¿los soportaremos también mañana, como hoy?
¡Oh, no!
Desinfectémonos con alcohol o gasolina,
y entonces,
aunque no creamos en milagros,
de los piojos
fondones escaparemos para siempre.
CONSTANTA BUZEA (1941-2012)
Canto a la Rumanía Socialista
Desde el nacimiento de la mirada, y del oido, y de las manos,
desde cuando mi rostro formó el primer cielo en torno a ellos,
desde el sabor de la madrugada, y de la hoja, y del pan,
desde la primera aventura en la naturaleza y en las ideas.
Es algo que no termina de formar espuma en el agua,
de crecer en la fruta, de volar por el cielo.
Queda en mi cuerpo tanta nación como tuve bajo los párpados
desde el primer golpe de luz en mis oidos.
De heroes está llena nuestra tierra, con los heroes la mirada siente
más allá de mi misma representando esta tierra
con una llamarada de sangre seguida de palabras
que se encarnan en la idea de lo que soy.
Canto para siempre la pasión por lo nuevo
los muros como torres de los nuevos edificios
canto los veranos intimidados por una densa tierra de liras,
madurez de los campos, el polen de los amores vegetales.
Y cuando llega el futuro y la igualdad existe entre nosotros,
uno a la columna de hombres un cántico de brindis,
por la iluminada tierra heroica, patria socialista,
Rumanía, época de oro, espacio con fortalezas de fuego.
De este modo, los cuerpos con los que nacemos
y que durante la vida son alimentados sin pausa por la tierra,
son aquellas partes del pais, de su soberanía,
protegidas por aquellos que la conquistaron.
PETRA DUTU (trabajadora textil)
Tu nombre significa paz, pan, libertad, (Diario Scanteia, 4
de diciembre de 1949)
Mi amor es demasiado grande
para
que entre en una pequeña carta.
Un manojo de mi amor, algunas líneas,
palabras latentes bajo millones de ideas.
Para que todo lo que yo siento entre en un
escrito
me harían falta enormes fábricas de papel,
libros enteros, que no cabrían en decenas ni
en miles de bibliotecas.
¿Hablarte sobre el pasado?
Es demasiado negro, como tú sabes.
Ha dejado huellas profundas, caras crispadas,
no se pueden olvidar fácilmente, aunque estén hoy curadas.
Como yo, mucho han sufrido millones de mujeres
hasta la llegada del día de la alegría.
El gran júbilo que nos trajo tu ejército
que nos ofrecio el Partido,
conquistando la libertad sobre los muros de
las cárceles derrumbadas.
Nos lo dio tu lucha al frente de millones de
trabajadores,
camarada Stalin.
Camarada Stalin,
para mi tu nombre significa
pan, paz, libertad
significa el futuro de mis hijos.
¿Te escribo sobre mí,
sobre la mujer que no ha sabido de libros
de la mujer que ha vivido pisoteada?
No, hoy te escribo sobre la mujer nueva,
combativa,
sobre la mujer trabajadora, invencible,
que maneja la manivela, el arma
con la que supera la producción planificada.
Y los hechos crecen, la victoria se alza,
forjando para mi República, con mi trabajo,
una vida nueva.
Mis actos, mi alegría,
la patria, el partido, la libertad,
tú me enseñaste a amarlos,
a defenderlos, a honrarlos.
Camarada Stalin,
con motivo de tus 70 años de lucha
te envío esta carta.
La he llenado con mi reconocimiento,
con el amor de madre luchadora
por la victoria de la paz entre los pueblos.
ANÓNIMO
El partido (Poema en un Manual de Escuela Primaria)
Allá donde voy,
en todo lo que hago,
a mi lado estás,
!Partido amado!
Eres el libro hermoso,
la nueva escuela,
eres el pan caliente,
sobre nuestra mesa.
Eres el verde campo,
el despejado día,
y la hidrocentral
que nos ilumina.
!Viva el Partido Comunista Rumano!