En la siguiente fotografía, extraida del libro Socialismul in Romania (1835-1940), de C.T. Petrescu, se puede ver una de las primeras manifestaciones obreras de la entonces recién nacida Rumania, a finales del siglo XIX (en torno a 1890).
El nacimiento de Rumanía, tras la unión de Valaquia con Moldavia en 1859, y la posterior guerra ruso-turca, que terminaría con el reconocimiento de su independencia en el Tratado de Berlín (1878), se dió en el marco de la cada vez mayor influencia francesa en la zona, cuyos inversores se hicieron con el control de la mayor parte de los recursos y riquezas del país, con la complacencia, como es habitual en estos casos, de la oligarquía local.
El incipiente desarrollo industrial, sobre todo en torno a la riqueza petrolífera y a sus industrias auxiliares, además del desarrollo del transporte (ferrocarriles), dieron lugar a una creciente clase proletaria que enseguida empezó a organizarse en torno a sindicatos y a organizaciones socialistas, por influencia de los estudiantes rumanos que regresaban de Francia y traian a casa con ellos la ideología socialista y, por otro lado, la de los refugiados rusos instalados en Iasi o Bucarest.
Como se puede apreciar, el proletariado rumano luchaba ya por sus derechos políticos y laborales desde la propia fundación de su país. En el caso de la fotograf'ia que se muestra en esta entrada, se trata de una demostraci'on en los márgenes del parque Cismigiu, en el centro de Bucarest, convenientemente vigilados por las fuerzas del orden (que en un estado capitalista tienen la función principal de, como sigue sucediendo hoy día, proteger y defender los intereses del gran capital).
No hay comentarios:
Publicar un comentario