Vasile Dobrian fue un poeta y dibujante rumano nacido en Sibiu, Transilvania, en 1912. Se licenció en la Escuela de Bellas Artes de Bucarest (1934), tras lo cual llegaría a convertirse en uno de los valores emergentes de la vanguardia rumana del período de entreguerras.
Por su carácter combativo contra el régimen opresivo capitalista, Dobrian colabora codo con
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Autorretrato |
codo con otros representantes de la prolífica vanguardia cultural de Rumania: Gellu Naum, Sasa Pana, Geo Bogza, Stephan Roll, Ilarie Voronca, Teodorescu, etc., todos ellos cercanos al Partido Comunista.
Su aportación a la lucha contra el régimen capitalista y su participación y militancia clandestina por la liberación de los trabajadores se concreta en algunos de sus valiosos dibujos, como, por ejemplo, los que vamos a presentar a continuación.
Se trata de su obra "Drumul unei Vieti" (El camino de una vida), publicada por la editorial Orizont en 1945, y en la que, a través de sus expresivas y duras líneas, retrata el camino que hubieron de seguir los trabajadores rumanos, proletarios, campesinos e intelectuales, desde su esclavitud, bajo la soga capitalista, hasta la liberación y la construcción de un estado socialista (la República Popular Rumana).
Sus dibujos reflejan el ambiente social de extrema explotación de la época de auge fascista en Rumanía, como crítica motivada por el ya citado carácter militante y comprometido del artista. De hecho, colaboró con la mayoría de diarios de izquierdas de la época y con algunos clandestinos, como los editados por el Partido Comunista.
La obra que presentamos fue prologada por uno de los grandes representantes de la literatura comunista rumana, tanto en el periodo de entreguerras, como tras la proclamación de la República Popular Rumana en 1948: Zaharia Stancu. Éste nos habla en su presentación tanto del propio autor, rompedor y entregado a la causa proletaria, como de los dibujos que forman parte de la obra, en los que concentra, en diez expresivas imágenes, la lucha de la clase trabajadora rumana por su emancipación, aunque, como afirma Stancu, "otro escritor hubiera necesitado cientos y cientos de páginas".
Traducimos a continuación las palabras introductorias de Zaharia Stancu a
El camino de una vida, antes de compartir los duros y expresivos dibujos de Dobrian:
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El nombre de Dobrian es conocido desde hace muchos años. En la época precedente a las Segunda Guerra Mundial no existió publicación de izquierdas en cuyas páginas no aparecieran imágenes dibujadas por este combativo artista. Dobrian se ha apartado de la línea sentimental y tierna de moda y del gusto del público. Diseñó con vigor la áspera realidad y tuvo el valor de mostrarse, en tiempos de excesiva prudencia, como el precursor en la plástica rumana de una manera de ser que solamente ahora se abre camino hacia la luz. Cada diseño de Dobrian es una protesta, un aviso, una llamada a la lucha de la mayoría contra las fuerzas opresoras.
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Portada de ·"El camino de una vida" |
Los años duros fueron pasando y, en su curso, el arte de Dobrian fue madurando, profundizándose. El artista, dueño de sí mismo y de todos sus medios de expresión, nos presenta aquí algunos grabados valiosos representativos de las páginas de la historia rumana contemporánea.
Por ejemplo, el grabado que abre el álbum. En el horizonte, tres ahorcados cuelgan balanceados por el viento, tres cuerpos de hombres víctimas de la dictadura fascista (nota: del Mariscal Antonescu). El cielo es pesado, revuelto. En primer plano, una mujer doliente, con la cara arrugada y los ojos vacíos hundidos en el fondo de la cabeza. Un dibujo simple en apariencia. En sus líneas sombrías cierra una época. Esperemos que quede cerrada para siempre...
Pero mientras la dictadura nazi recurre a las represalias criminales para mantener su dominio, en los bosques densos lucha el partisano. En sus manos firmes toma las armas. Su mejilla está iluminada por la esperanza de la victoria. Los mismos árboles de su alrededor parecen estallar por la vitalidad que debe vencer el poder del mal. Este grabado es uno de los mejores que han salido de los dedos de Dobrian.
El dia previsto para la liberación llega por fin. Sobre las chimeneas de las fábricas amanece el nuevo mundo. En un esfuerzo supremo el esclavo rompe sus cadenas.
En el nuevo mundo libre los trabajadores se reúnen en asambleas. Las cadenas de la esclavitud han sido rotas. La libertad ha sido conquistada, pero ella debe ser consolidada ¿Quién va a cumplir esta obra? El obrero cuyo martillo se alza amenazante ante el antiguo régimen, a la vez dispuesto a construir el mundo nuevo. El trabajador cuyo puño cerrado muestra que los antiguos enemigos aun están presentes en la lucha. El trabajador que llama a que se le sumen todas las fuerzas honestas del país. La mujer, igual al hombre, responde a la llamada. Camina al lado de los que agitan la bandera en dirección al futuro.
El intelectual ha dejado su torre de marfil. Se ha mezclado en el remolino de la lucha política. Con su mente iluminada, él marca el camino hacia el mañana y la victoria final.
Al lado del trabajador y del intelectual está el campesino. Los trabajadores de las fábricas, los campesinos de los campos, y los intelectuales del país, se han hermanado para siempre. Se esforzarán juntos para crear una patria libre y democrática en un mundo sobre el que desciende, como en los antiguos iconos, la paloma de la paz con sus ramas de olivo en el pico.
En algunos grabados Dobrian ha contado acontecimientos históricos que para describirlos un escritor hubiera necesitado cientos y cientos de páginas.
Es el mérito de su talento, original y lleno de savia creadora, y de su justa y comprometida orientación política.
Zaharia Stancu"