Ante el asombro de la prensa local, la Unión de Jóvenes Comunistas (UTC en sus siglas en rumano), pertenecientes al Partido Comunista de Rumania (PCdR), llenó la ciudad transilvana de Alba Iulia de folletos con el rostro de Lenin y Stalin, con el título "El capitalismo, un océano de crímenes".
En el folleto se describen los diferentes genocidios perpetrados por el capital internacional, de la forma que sigue:
En el folleto se describen los diferentes genocidios perpetrados por el capital internacional, de la forma que sigue:
"El capitalismo hace sufrir a los seres humanos, en todas partes destruye vidas, así como también a la Madre Tierra que nos nutre a todos. En solo cuatro siglos en las dos partes del continente americano el capitalismo mató a más de 100 millones de indios, siendo este el genocidio más terrible de la historia.
En Australia, el capitalismo asesinó a más de 1 millón de aborígenes australianos, y los aborígenes de Tasmania fueron exterminados totalmente. En el Congo belga, patrimonio del rey cristiano Leopoldo II de Bélgica, entre 1885 y 1908 fueron asesinados no menos de 10 millones de personas.
En el siglo XX, los imperialistas estadounidenses han acabado con la vida de decenas de millones de personas en sus invasiones, matando a más de 1 millón de civiles coreanos en la Guerra de Corea (1950-1953), a más de 3 millones de civiles vietnamitas en la Guerra de Vietnam (1964- 1973), y transformando a Laos en el país más bombardeado de la historia.
En el siglo XXI, los estadounidenses han destruido países como Irak, Libia o Siria, y han continuado apoyando las políticas criminales de Israel contra los civiles palestinos".
Todo ello enmarcado con la hoz y el martillo, símbolo de la lucha organizada de la clase trabajadora mundial, y bajo las efigies de sus grandes líderes, Lenin y Stalin, todo ello en el marco de que los tres (símbolo y figuras de ambos comunistas) han sido convenientemente censuradas y criminalizados por la prensa capitalista durante los casi treinta años que han pasado desde el golpe de estado de 1989 que acabara con socialismo e impusiera la dictadura del capital y las necropolíticas neoliberales contra las masas y la clase obrera.
La acción se ha producido tambiién en el marco de una nueva propuesta de ley para prohibir toda propaganda comunista y castigarla con penas de cárcel de hasta 10 años.
Por supuesto, la prensa nacional ha corrido un tupido velo sobre la noticia, tal y como ha hecho sobre todo intento de enfrentarse, por parte de los comunistas que han permanecido fieles a su clase y al socialismo, a la restauración capitalista, a los ataques contra la clase obrera y al fomento de la ideología fascista en Rumania desde 1990, y, especialmente, a los de jóvenes como los de la UTC como el descrito en esta entrada.
Por supuesto, la prensa nacional ha corrido un tupido velo sobre la noticia, tal y como ha hecho sobre todo intento de enfrentarse, por parte de los comunistas que han permanecido fieles a su clase y al socialismo, a la restauración capitalista, a los ataques contra la clase obrera y al fomento de la ideología fascista en Rumania desde 1990, y, especialmente, a los de jóvenes como los de la UTC como el descrito en esta entrada.