lunes, 24 de junio de 2019

La deuda externa en Rumania: de 0 a 95 millones de euros en 30 años

Después de tres décadas desde que Rumania pagará el total de su deuda externa con el Banco Mundial y el FMI, de 21 millones de dolares, el país dominado ahora por la oligarquía capitalista debe a la banca internacional casi 100 mil millones de euros. El endeudamiento ha crecido al ritmo de unos 3 mil millones por año. 

Datoria.ro
Tras llegar Nicolae Ceausescu a la jefatura del estado y del partido comunista se produjo un periodo de distensión y acercamiento a Occidente, como producto de la llamada política de desestalinización aplicada en casi todo el mundo socialista desde los años 60.  Ese acercamiento, celebrado por EEUU y Europa Occidental, tuvo como consecuencia la petición, en 1975, de 21 millones de dolares al Fondo Monetario Internacional y a la Banca Mundial por parte de Rumania, para incentivar su desarrollo industrial.

El dinero obtenido por Rumania se invirtió en un desarrollo enorme de la economía y del nivel de vida de los rumanos, la extensión de la industria en todos los sentidos y, en definitiva, la conversión del pais en una economía prácticamente autosuficiente, con capacidad de producir casi todo por sí misma o de conseguir lo que era escaso exportando sus productos. Por supuesto, esto tenía un inconveniente tremendo, que el Comité Central del PCR pronto observó: la soberanía rumana estaba resentida, pues el FMI y el Banco Mundial presionaban con la deuda para conseguir intervenir en la política rumana. 

Así que, en los años 80 Nicolae Ceausescu y el gobierno rumano decidieron devolver hasta el último dolar para recuperar la soberanía nacional, a sabiendas de que el desarrollo económico fue tal que Rumania, como se ha dicho anteriormente, había alcanzado la práctica autosuficiencia productiva. El esfuerzo, no obstante, provocó que Occidente se sintiera agredido y que empezará un verdadero bombardeo propagandístico, tanto en el interior como en el exterior, contra Ceasescu y el comunismo rumano (¿cómo soportar que el pez se haya dado cuenta de que lo que había mordido era un anzuelo envenado y se haya conseguido soltar?).

Ceausescu, de ser el viento fresco del bloque comunista, aplaudido por todo Occidente, loado por las revistas y las televisiones, se transformó radicalmente en el Drácula comunista, en un tirano infernal y en un genocida inaceptable. Finalmente, cuando en abril de 1989 la deuda fue pagada hasta el último dolar, la suerte de Ceausescu y del comunismo rumano, que desde su total soberanía económica se negaría a imponer los cambios dictados por Gorbachov o Reagan, estaría echada, y su ejecución y la destrucción del país planificada.

Martin Armstrong, ex presidente de Princeton Economics International Ltd., hizo una declaración durante una conferencia celebrada en Filadelfia, EE. UU, en el año 2015 constatando el pago total de la deuda por parte de Rumania.  Planteando el tema de la interminable política de préstamos promovida globalmente después de la Segunda Guerra Mundial afirmó que "El único país que pagó su deuda fue Rumania en los años ochenta fue Rumania¡Es la única excepción que se ha conocido!"

El hijo mayor de Nicolae Ceausescu, Nicu, afirmaría después de que su padre fuera asesinado y él encarcelado que ni en 30 años los golpistas capitalistas podrían siquiera limpiar todo lo que se había construído desde los años 70, una premonición que ha resultado cierta: después de 30 años el capitalismo rumano solo ha destruído la mitad de los puestos de trabajo existentes en 1989, ha cerrado escuelas y hospitales, ha obligado a más de 3 millones de ciudadanos a huir de su país y ha cargado sobre la clase trabajadora la gigantesca deuda externa utilizada, principalmente, para enriquecer a la oligarquía local y a las multinacionales extranjeras.

A continuación, traducimos una parte del discurso de Nicolae Ceausescu en abril de 1989: 

"¡Los días 12 y 14 de abril, se puede decir, marcan el logro de la plena independencia económica y política de Rumania! Por primera vez en su larga historia, Rumania ya no tiene ninguna deuda externa, ya no rinde homenaje a nadie, ¡y es verdaderamente independiente, económica y políticamente!

A fines de marzo, liquidamos la deuda externa del país, que en 1980 superaba los 11 mil millones de dólares. En total, desde 1975 hasta marzo de 1989 pagamos alrededor de 21 mil millones de dólares, de los cuales el interés representa más de 7 mil millones de dólares. Aquí no se incluye, por supuesto, las deudas que hemos tenido en rublos, y que también se han pagado durante mucho tiempo. 

En la actualidad, al contrario, es nuestro país tiene que sacar provecho de los préstamos que ha otorgado a diferentes estados por más de 2.500 millones de dólares.

Pagar la deuda externa sin duda ha requerido grandes esfuerzos. Tuvimos que actuar de tal manera que nos aseguráramos tanto el desarrollo general del país como la liquidación gradual de toda la deuda en este período, y tomar las medidas necesarias para fortalecer continuamente el orden y la disciplina. Como se sabe, desde 1980 hasta ahora  la situación económica mundial ha sido muy compleja y grave. La situación de los países en desarrollo, cuyas deudas externas ahora superan los 1.300 mil millones de dólares, ha empeorado continuamente. 

Al adoptar la decisión de pagar la totalidad de la deuda externa en esta década, procedimos de la base de que solo liquidándola podríamos garantizar la plena independencia económica y política, implementar el Programa del partido para la construcción de la sociedad socialista desarrollada multilateralmente y crear las condiciones necesarias para el avance firme de Rumania hacia el comunismo. 

Imagini pentru romania socialistaAl mismo tiempo, hemos decidido actuar de tal manera que aseguráramos el desarrollo económico y social de la patria y el aumento continuo del nivel material y espiritual de las personas. 

En los años 1981-1989 asignamos más de 2,000 billones de leis para el desarrollo. Son, al cambio, más de 200 mil millones de dólares. 

La producción industrial supera en un 50% este año en comparación con 1980. La producción agrícola será casi 1.5 veces mayor. El consumo de bienes de la población, a precios corrientes, es un 40% más alto. El fondo de remuneración total aumentó aproximadamente un 60% durante este período y la remuneración  promedio (salarios) en aproximadamente un 50%. Como se sabe, en 1981-1989, los salarios y las pensiones se doblaron. Este año, antes del 1 de agosto, se producirá el segundo aumento de los sueldos.

Al mismo tiempo, las asignaciones por hijo aumentaron en un 70% y el gasto social per cápita aumentó en más del 44%.

En general, durante este período se han llevado a cabo extensas obras de interés industrial, agrícola y nacional, y se han construido más de 1 millón de apartamentos. En estos años, se pusieron en funcionamiento el Canal Danubio-Mar Negro y el Canal Poarta Albă-Midia Năvodari, con una longitud total de aproximadamente 100 km, se construyó el metro en Bucarest, que este año tendrá una longitud de 60 km. Se encauzó el río Dâmboviţa de Bucarest y se llevaron a cabo las grandes obras de modernización y sistematización de la capital, entre las que se encontraba el nuevo centro administrativo (Casa Poporului).

En general, todos las provincias, ciudades y comunas de nuestra patria socialista han experimentado un fuerte desarrollo. Todos los hombres de buena fe pueden ver las grandes transformaciones que han tenido lugar en Rumania y han elevado el nivel general de civilización y bienestar de todo nuestro pueblo.

Propongo al Comité Central del Partido que tomemos la decisión, que será aprobada como ley por la Gran Asamblea Nacional, de que en el futuro nadie pueda recurrir a préstamos extranjeros, para que todo el desarrollo del país se pueda lograr por nuestros propios medios. por supuesto, a través de una amplia colaboración internacional, !pero sin créditos!" 

domingo, 23 de junio de 2019

Alexandru Sahia: Lenin, H.G. Wells y la industrialización de la Unión Soviética

Alexandru Sahia, (9 octubre 1906 - 12 agosto de 1937), fue un escritor y periodista rumano afiliado y activista del Partido Comunista de Rumania y defensor a ultranza de la Revolución Soviética y la amistad con la URSS.

Hijo de campesinos, estudió derecho en la Universidad de Bucarest, publicando ya durante sus estudios multitud de artículos y opiniones en periódicos diversos. Fue colaborador de publicaciones de orientación democrática, como Adevărul (La Verdad), Dimineata (La Mañana), Facla (Antorcha), Cuvîntul liber (La palabra libre), etc. y creador en 1932 de las revistas Veac nou (Nuevas noticias) y Bluze albastre (Camisa azul). En 1935, después de su viaje a la Unión Soviética, publico el libro de reportajes U.R.S.S. azi"(La URSS hoy).

Su actividad literaria se centra en temas muy concretos y principalmente en cuentos y artículos. Por ejemplo, el antibelicismo , con ejemplos como "Întoarcerea tatii din război", "La vuelta de mi padre de la guerra" o "Pe cîmpia de sînge a Mărăşeştilor", "En los campos sangrietos de Marsetilor", aunque su preocupación principal fueron los problemas sociales, donde escribe quizás las paginas más brillantes de la literatura rumana en este ámbito: "Uzina vie -La fabrica viva" , "Revolta din port -Revuelta en el puerto" (el primer escrito consistente de defensa de los problemas de los trabajadores rumanos), o "Plaia de iunie - LLuvia de junio" (sobre la vida miserable de los campesinos). Tambien se preocupa por el racismo, con textos como "Şomaj fără rasă- Desempleo sin raza", o "Execuţia din primăvară- Ejecucion de primavera".

En su reportaje sobre su viaje a la URSS, escrito en el estilo de un diario de viaje, el escritor presenta los grandes logros de la Revolución Bolchevique después de 17 años, tanto sociales como económicos (la vida de sus ciudades, los derechos de las mujeres, el metro de Moscú, la educación y la cultura, y los enormes avances economicos, etc.).

En uno de sus artículos, el que traducimos a continuación,  habla de la industrialización de la Unión Soviética y del entusiasmo del escritor ingles H.G.Wells ante los logros del estado proletario, emoción compartida por el propio Sahia.

Por cierto que Wells charlaría en esta visita a la que se refiere Sahia con Stalin, publicando aquella entrevista que contrasta radicalmente con las "verdades" que la propaganda burguesa escupe masivamente sobre el líder soviético y que, como tantas otras mentiras que repiten una y otra vez hasta hacerlas pasar por verdades, intentan criminalizar al comunismo y a sus grandes representantes históricos.


Lenin, Wells y la industrialización soviética

En el año 1920, el escritor ingles H.G.Wells visitó la Unión Soviética. La atmósfera era todavía turbulenta y no habían pasado más que dos años y un poco desde la Revolución. Se trazaban aún las grandes líneas generales que habían de llevar a la construcción del poderoso estado socialista de hoy.
Imagine similară

Wells tenia ganas de charlar con Lenin, y lo hizo. En primer lugar, preguntó al dirigente bolchevique de entonces con qué se iba a empezar el edificio del estado proletario.

-Electrificaremos Rusia, respondió Lenin categórico.

-Bien, pero ¿con quién? ¿Olvidas que tienes alrededor a un pueblo semiprimitivo?

-No, tengo conciencia de esto. Y para que te convenzas, te invito a venir a la Unión Soviética en 4 años.

Lenin murió en 1924

Wells no volvió en 1924, sino catorce años más tarde, en el otoño del año pasado, cuando me encontraba también yo en la URSS

El entusiasmo del escritor inglés fue enorme, y lo manifestaba en cualquier ocasión. Solo entonces se dio cuenta de que Lenin no era un "ingenuo", como le había caracterizado él en los periódicos ingleses, sino que, sabiamente, sintió y creyó en la gran fuerza humana desencadenada contra la tiranía de los explotadores.

En tres meses que he pasado en la Union Sovietica, creo que he podido darme cuenta, en gran medida, de las grandes realizaciones del estado bolchevique en lo referente a la industria pesada. Y no he visitado más que las fábricas importantes de los alrededores de Moscú, Leningrado, la región de Nijni-Novgorodului en el Volga y la cuenca industrial del Dnieper en Denieproghes. Sin embargo, no he visitado las zonas más industrializadas, en los Urales o cerca del Pacífico, en Siberia, y, por supuesto, en el Caúcaso.

Desde la Revolucion de Octubre, en 17 años, el gobierno bolchevique ha sembrado la vieja Rusia zarista de chimeneas industriales que verdaderamente pueden hacer frente a cualquier peligro armado que pueda abatirse en cualquier momento sobre la patria de los proletarios del mundo.

jueves, 20 de junio de 2019

Rebelión en el puerto, de Alexandru Sahia (sobre las condiciones de trabajo de los estibadores y la clase obrera rumana en los años 30)

Alexandru Sahia nació en la provincia de Dambovita, en la Rumania de 1908, teniendo una vida breve, muriendo en 1937. Pese a esa muerte prematura (no tenía treinta años), fue considerado como un exponente de la generación de escritores y periodistas de entreguerras comprometidos con la lucha contra el fascismo y a favor de la lucha de la clase trabajadora por su emancipación. No obstante, fue militante del Partido Comunista de Rumania y miembro fundador de la Asociación de Amigos de la Unión Soviética. Igualmente, fue el primer escritor rumano que dejó por escrito su experiencia de su viaje a la URSS en 1934, con motivo de un encuentro de escritores antifascistas celebrado aquel año en Moscú.
Imagini pentru alexandru sahia
Hábil y decidido en el ejercicio de la función periodística, aunque su producción no fue abundante,  obras como Rebelión en el puerto, que traducimos al castellano en esta entrada,  La usina viviente o  Lluvia de junio, han sido estimadas como ejemplos clásicos de una literatura de inspiración proletaria.

A continuación, compartimos aquí uno de sus textos breves, Rebelion en el Puerto , donde retrata las condiciones miserables de los estibadores rumanos a las puertas de la Segunda Guerra Mundial, condenados a la pobreza más absoluta por el régimen burgueso-latifundista dirigido por el entonces rey Carol II, y obligados a trabajar a destajo en las condiciones inhumanas de los puertos sin apenas derechos. Rebelión el el Puerto se publicó en la Revista Bluze Albastre (Camisas Azules), nr.4, del 31 de julio de 1932.  

La historia contada por Sahia nos recuerda, entre otras cosas, lo mucho que les ha costado a los trabajadores a lo largo de la historia conquistarlos y lo rápido que se pueden perder sin organización y sin estar dispuestos a luchar para mantenerlos para sí mismos y para las próximas generaciones. 

Lamentablemente, Alexandru Sahia fue víctima de la pobreza y murió de tuberculosis antes de ver su sueño cumplido, aquel por el cual escribió y luchó durante toda su breve vida: la proclamación del Socialismo por la clase trabajadora, frente a una realidad en la que, como se denuncia en Rebelión en el Puerto, escrito en 1932, los estibadores rumanos no podían ni siquiera enterrar a las víctimas de la explotación y de sus miserables condiciones de trabajo con la dignidad que se merecían. Faltaban todavía dieciseis años para que los trabajadores rumanos, entre ellos los estibadores, conquistaran su emancipación tras la proclamación de la República Popular Rumana, en 1948.



*****

REBELIÓN EN EL PUERTO, Alexandru Sahia 
(Traducción de Un Vallekano en Rumanía)

Amarrados en el puerto, los vapores aullaban desesperados, gimiendo bajo el peso de su carga.

Se hacían señales, se chillaban, pero nadie se acercaba a la orilla. Un grupo de soldados y algunos funcionarios del puerto corrían como locos de un lado a otro.


Estibadores en el Puerto de Braila
Los trabajadores, sin embargo, se habían  retirado lejos del muelle y esperaban.

Las órdenes ya no eran obedecidas y la bandera del puerto estaba rota en mil pedazos; no ondeaba ya cuando el trabajo se interrumpió.

-¿Crees, camarada, que no van a dejarnos enterrarlo tal cómo queremos nosotros?

El preguntado calla. Alto, con anchas espaldas y brazos macizos, miraba al vacío mientras su labio inferior no dejaba de temblar.

-Te he preguntado, camarada Mihail, para conocer tu opinión. Eres la persona más adecuada para encargarte de este problema. Has conducido el sindicato muchos años y, al fin y al cabo, Galaciuc ha sido un buen camarada.

El camarada Mihail seguía sin responder.

Su labio tiritaba cada vez de forma más evidente y parecía que sus pómulos se movían. Se notaba que estaba haciendo un gran esfuerzo para controlarse, apretando los dientes, aunque no lo consiguiera. Finalmente, habló:

-Espera, amigo Simeon, espera. Sé que te es muy difícil esperar. Pero para poder sacar algo en claro tienes primero que rumiar, mordiéndote los labios si es necesario. Lo que te quiero decir es que acumules fuerzas, no las tires por la borda. De otra forma no se puede. La lucha final tendremos que llevarla a cabo pronto, no queda mucho- dijo.

.-Sí, claro, la lucha final va a tener lugar. Desde hace veinte años me controlo, me aguanto las ganas, pero no debe tardar ya mucho - habló  el flaco y enclenque Simeon,  estirando su delgado cuello con los ojos humedecidos, elevando la voz y a balbuceando.

-Te entiendo, camarada Simeon - le respondió Mihail - comparto tu opinión, ya que cualquier movimiento de revuelta en las filas de los trabajadores no puede más que traer bien a la causa proletaria. Tenemos, sin embargo, que organizarnos. Cuánto mejor organizados estemos para enfrentar la lucha, más seguro y más cercano estará el triunfo. Por ejemplo, en este caso, queremos que Galaciuc sea enterrado con nuestro homenaje, parando el trabajo unas horas; seguramente no lo conseguiremos. Somos aproximadamente 200 brazos, pero un regimiento de cañones espera a las afueras de la ciudad. Por supuesto, no vamos a renunciar al combate aunque sean pocas las posibilidades de éxito. Sé que muchos de nosotros caeremos. Moriremos, pero en sacrificio por la causa obrera, por Elizabeta Galaciuc y sus hijos -

Una franja del horizonte se deslizaba sobre las orillas del Danubio. Del color de la sangre, un rojo ardiente que bañaba simbólicamente tanto la tierra como el agua. Pájaros blancos volaban sobre el agua, cayendo con su pecho desde los mástiles sobre la brillante superficie del rio.

En el despacho del capitán, cuatro estibadores del comité sindical negociaban desde hacía unas horas el funeral de Galaciuc. Los trabajadores pedían abandonar el trabajo y poder acompañar al cuerpo del camarada por las calles de la ciudad hasta el cementerio. Pero los autoridades de la ciudad se opusieron rotundamente. No se podía permitir una manifestación obrera, prohibidas por la ley; además, el comandante del puerto no toleraba que se abandonara el trabajo solo para enterrar a un estibador, mientras en el muelle esperaban dos cargueros llenos de piedra.

A las tres, la comitiva mortuoria tenía que empezar su desfile solidario. Las autoridades, no obstante, lo habían prohibido, exigiendo la vuelta al  trabajo. Los obreros, a pesar de ello, habían abandonado sus puestos. Todos los esfuerzos de la capitanía para que regresaran a su actividad fracasaron. Las amenazas enérgicas, las enormes multas, los castigos con aumentos de jornada, nada convenció a los huelguistas.

Su decisión era también una protesta contra la forma en la que los funcionarios del puerto trataban a los trabajadores. Galaciuc era ya el sexto que caía desde el puente y moría ahogado. Las peticiones y quejas realizadas tantas veces ante la capitanía no habían obtenido resultado alguno, porque un puente más resistente era caro.

En un chamizo, dentro del ataud de madera podrida alzado sobre unos sacos vacíos, esperaba el cuerpo de Galaciuc. Hinchado de agua, con labios morados, parecía estar gordo y satisfecho.

De vez en cuando, Elizabeta Galaciuc, su mujer, pasaba por la cara del cadáver una hoja de lampazo para espantar a las moscas, mientras lloraba sin parar, como una niña. Habría deseado poder parar, pero no podía.

-Si tampoco hoy le enterramos, ¿cómo haremos para comprar más velas para una nueva vigilia?-
Rudolf Schweitzerr, Estibadores en el Puerto de Braila
preguntó.

Y entonces se echó a llorar con más fuerza.

-!El sindicato! !Tenemos dinero ahorrado en el sindicato! - se oyó la voz ronca de alguno de los trabajadores apoyados sobre el montón de carbón

-!Ah! El sin-di-ca-to, el sin-di-ca-to - repitió quejándose Elizabeta llorando

Junto a ella estaban Avram y Marcu, los hijos de Galaciuc, ambos tan rubios como esmirriados. Miraban la tripa hinchada de su padre sin poder entender cómo pudo haber tragado tanta comida.

Afuera se escuchaba un creciente alboroto, griterío, maldiciones. Los que estaban sentados sobre los montones dieron un respingo y se dirigieron a la salida. Elisabeta abrazó a los niños asustada e, instintivamente, se giró hacia el muerto como buscando una salida. Gritaba; gritaba sin saber por qué. Sus dos chavales, con los pies descalzos, ambos en los huesos y con la ropa hecha jirones, también chillaban, asustados.

Los obreros entraron en tropel en la chabola,  haciendola bandearse. De repente, se hizo el silencio. Los lamentos y llantos de la familia Galaciuc dejaron helados a todos. Rompió el hielo Mihail, acercándose al ataud y descubriéndose:

-Amiga Elizabeta, Entendemos tu desesperación. Sin embargo, tienes que intentar controlarte. La desgracia que ha caído sobre ti puede caer sobre la esposa de cualquier otro obrero. Déjame decir ahora otra mala noticia. Los cuatro camaradas que han ido a hablar con los jefes no han podido conseguir la garantía de que podemos acompañar al féretro de Galaciuc hasta el cementerio. Pero no pasa nada, nosotros igual te vamos a acompañar. Solo te pedimos que tengas confianza en nosotros.

Elizabeta miraba como atontada al gentío que se agolpaba a su alrededor, sintiendo como los dos niños aterrados se apretaban con fuerza contra sus enjutos muslos.

-!Los niños! !Cuidad a los niños! !Son los hijos de Galaciuc! - dijo desesperada, moviendo la cabeza, ahogada en lágrimas.

Seis hombres se adelantaron, alzando el ataud sobre sus hombros. Más de una centena de trabajadores los siguieron formando una columna, detrás de la familia Galaciuc.

Ya había anochedido. La calle que unía la ciudad con el puerto se abría frente a ellos recta como un rayo luminoso marcado por las farolas eléctricas.

La columna avanzaba silenciosa y tranquila; ni siquiera la mujer de Galaciuc lloraba ya. Se sentía cansada, sostenida sobre los brazos de dos obreros.

-!Oid, camaradas!- gritaba de vez en cuando con una voz casi inaudible - !Necesitamos un sacerdote, no quiero sin un sacerdote!.

-Seguro que sí- respondía alguien para tranquilizarla - se nos va a unir en el camino, ten calma.

Sin embargo, nadie había pensado en ello antes. Un cura y, seguramente, uno orondo ¿Qué sentido tendría una panza entre estibadores hambrientos? El puerto enterraba a sus muertos sin clérigo desde hacía dos años. Así, el convoy formado solamente por obreros, la viuda y sus hijos demostraba su dignidad. Solo las mujeres sometidas a la superstición pensaban en un cura, pero no se les hacía caso.

La noche había caído totalmente. Los focos daban una luz débil, gris, que solo matizaba la oscuridad !Qué triste y taciturna parecía la columna de obreros! Acompañaba a un camarada fallecido, pero cada uno iba pensando en  la dureza de su propia vida.

Elizabeta Galaciuc llamaba a sus hijos, que apenas se atrevían a responder salvo tirando débilmente de su ropa.

-Tenéis hambre, lo sé !Esperad, que no queda mucho! - les decía, pensando en cómo podía calmar sus ganas.

En el silencio, se espezaron a escuchar pasos rítmicos, producidos por un calzado pesado.

-!Deteneos!- alguien gritó.

Todo el mundo se paró, enmudeció, escuchando tensos. El ruido crecía y se hizo evidente lo que iba a suceder: !el ejército había llegado!

!Paraos! !El ejército, viene el ejército! -  gritó de nuevo la misma voz:

Los manifestantes se revolvieron, les entró el pánico. Sin embargo, todos corrieron a proteger el
ataud, creando una barricada de hombres tras la cual, quedaron los Galaciuc. Ahora ya no se avanzaba, sumidos en la espera. La tensión se mascaba en el ambiente, al acecho de la lucha inevitable, aunque lo que se defendía fuera solamente el cuerpo de un estibador ahogado.

Los soldados se iban acercando. Solo unos metros separaban a ambos bandos. En uno, estaban los campesinos, con uniforme militar; en el otro, también campesinos, pero con el mono azul de trabajo. Una voz poderosa sobresalía, la de Mihail:

-!Qué nadie se mueva! !Defended a los niños! !Que no sean golpeados los niños! -animaba con voz poderosa.


Foto de estibadores descargando en el Puerto de Galati
Elizabeta y los dos niños rubios fueron llevados a un cobijo más seguro. Junto a ellos, el féretro.

En la calle, el combate había empezado. Los soldados golpeaban con furia, corrían los insultos, se apretaban los dientes... Tras los primeros disparos al aire todo se transformó en un caos.  Los trabajadores estaban rodeados por todos lados, pero Mihail continuaba jaleándolos:

-!Que nadie retroceda! Así, !Adelante!

No obstante, todos los esfuerzos eran en vano. Las culatas de los fusiles arreaban con violencia, mientras los obreros no tenían ni siquiera piedras. Muchos se encontraban ya en el suelo, desgañitándose al ser pisoteados por las botas militares. Los soldados empujaban continuamente a los estibadores, cercados, hacia la ciudad, a golpe de bayoneta, entre protestas e injurias.

Finalmente, reinó el silencio en ambos lados, mientras en el borde de la calle segúia esperando el ataud del estibador, vigilado por la viuda y sus hijos.

De la oscuridad aparecieron dos siluetas; las de Mihail y Simeon. Ambos se arrodillaron ante la familia de Galaciuc. Elizabeta sollozba, pero los obreros no.

-Volvamos al puerto, camarada Elizabeta. El ataud no puede quedarse aquí - dijeron mientras se limpiaban con el brazo el sudor y la sangre de su frente.

La mujer no decía nada. Se levantó ausente, tirando de Avram y Marcu, medio dormidos. Los trabajadores alzaron de nuevo la caja sobre sus hombros. La marcha ahora volvía sobre sus pasos, insegura en la oscuridad. Ya nadie lloraba.

Elizabeta Galaciuc caminaba como ida. No se daba cuenta de si sus hijos, que casi tenía que arrastrar, se quejaban o callan. Preguntó algo, pero nadie la contestó. Puede que nadie la escuchar o que su pregunta no tuviera ningún sentido.

El disminuido grupo se detuvo. Mihail vió que Simeon estaba cansado. Dejaron el ataud sobre el suelo para poder descansar.

-En cualquier caso- preguntó Simeon agotado- teníamos que luchar ¿Te entristece lo que ha pasado?

Mihail no respondió, y Simeon no siguió preguntando.

Los dos barcos cargados de piedra hicieron sonar sus sirenas, pero con seguridad tampoco iban a poder zarpar al día siguiente. 

martes, 18 de junio de 2019

Los comunistas rumanos y el COMECON

Como se sabe, el Pacto de Varsovia fue una alianza militar defensiva creada en 1954 por los países socialistas para frenar la amenaza del imperialismo contra la República Democrática Alemana y el resto de los países antifascistas (después de la creación de la OTAN en 1949 con el fin de enfrentar y acosar a la Unión Soviética y las recién creadas democracias populares del este de Europa).

La bandera del COMECOM
Ya antes, en 1949, algunos de estos países antifascistas habían dado el primer paso para la creación de una unión económica que pudiera hacer frente al plan de "ayuda" llevado a cabo por EEUU a los países que, a través de él, quedarian bajo dominio de su influencia en Europa Occidental, y que pretendia evitar el aumento de la enorme influencia del Socialismo entre sus trabajadores: el Plan Marshall. La alianza económica socialista sería el conocido como COMECON (Consejo de Ayuda Mutua Económica).

Según la transcripción de la reunión de la Oficina Politica del Comite Central del PMR del 10 de enero de 1949, (entonces los comunistas rumanos se organizaban en llamado Partido de los Trabajadores Rumanos, tras su coalición en 1945 con otros partidos antifascistas), la idea de la constitución del Consejo de Ayuda Mutua (CAER en rumano, COMECON en español) fse gestó en ella.

El que se llamó "Plan Stalin", por el cual se constituyera el COMECON, se puso en marcha el día 5 de enero de 1949, cuando representantes de cinco países socialistas (Bulgaria, Hungría, Checoslovaquia, Polonia y Rumania) se reunieron en Moscú bajo la presidencia de Stalin. Cinco días después, en la reunión del Consejo Político del Partido de los Trabajadores de Rumania (PMR) en Bucarest, se debatió el plan acordado y se expuso cómo se gestó. Los testimonios de Gheorghiu- Dej, Secretario General de los comunistas, al igual que la de otros de los principales miembros del partido, como  Vasile Luca y Ana Pauker, ratifican la idea de que la constitución de este organismo solidario fue de los rumanos.
30th anniversary of establishment of Comecon (1979 ...
30 Aniversario del COMECON (1979)

El punto 1 del orden del día de la citada reunión de la Oficina Política del dia 10 de enero fue la presentación, por Gheorghiu-Dej, del "Informe de la misión de los camaradas Gheorghe Dej y Vasile Luca en relación con la organización de un consejo de asistencia mutua". Dej reportaba, con todo lujo de detalles, los acuerdos logrados para poner en marcha las relaciones económicas con otras democracias populares y con la Unión Soviética, con el fin de lograr un medio de coordinación de las políticas económicas para evitar la infiltración e injerencia del imperialismo norteamericano, que estaba sometiendo bajo su dominio a toda Europa Occidental.

A la segunda reunión, celebrada en Moscú (del 5 al 8 de enero de 1949), habían sido invitados representantes de otros partidos comunistas y de los trabajadores de todas las democracias populares. Por parte de la URSS, asistieron Ghoerghi Malenkov (Presidente del Consejo de Ministros), Anastas Mikoyan (Vicepresidente del mismo) y Viacheslav Molotov (Ministro de Asuntos Exteriores), y por la de las democracias populares (Rumania, Polonia, Hungria, Checoslovaquia y Bulgaria) participaron dos representantes de cada una.

Parece ser que Dej había sugerido ya hacía tiempo la necesidad de crear un "Contraplán Marshall", necesario para contrarrastrar el programa con el que los Estados Unidos habian financiado a los paises que habian permanecido bajo su ámbito de influencia, con la excusa de reconstruirlos pero, en última instancia, con el objetivo final de controlarlos y someterlos. Por ello, Dej y Vasile Luca habían hecho dos viajes a Moscú que fueron mantenidos en secreto. En el primero, se propuso la creación del Consejo de Asistencia Mutua, idea que es bien recibida por Stalin y el gobierno soviético. En la transcripción de la reunión, Vasile Luca remarca que "es importante que la iniciativa haya partido de nosotros, y que se haya logrado acordar que es posible realizarla".

Imagini pentru dej si vasile luca
Gheorghiu-Dej, Ana Pauker, Vasile Luca y Teohari Georgescu, líderes
del Partido de los Trabajadores Rumanos en la República Popular Rumana
El propio Stalin recibirá a los delegados, que le entregaron el proyecto. Al final se asumió también la propuesta de Stalin de dejar abierto el Consejo para posibles incorporaciones de otros paises que estuvieran de acuerdo con sus objetivos. Stalin afirmaría que "los trabajadores de Francia, Italia y de todas los paises que están en la orbita del Plan Marshall deben saber que no a través de este, sino del COMECON, habrá comida, tendrán lo que necesitan para la industria, y verán que Europa puede ayudarse sola, sin necesidad de injerencias".

El objetivo de Stalin y de las democracias populares era que el COMECON sirviera para romper el monopolio de Estados Unidos en el Occidente europeo, apoyándose en los partidos comunistas de estos países, y poder romper así la continuidad del control del fascismo con formato democrático sobre los trabajadores europeos.

Al final de la reunión, Dej propuso que la operación de creación del Consejo se llamara "Plan Stalin", en honor a su aportación de la citada idea de dejar la puerta abierta a la clase trabajadora de todo el mundo.

Ilustración de la Revista Urzica sobre el
Plan Marshall de Estados Unidos en Europa
El camarada Mihai Moraru, también miembro de la Oficina Política del PMR, alabó en la renunión la creación del COMECON, que define como "el segundo momento mas importante de la historia después de la Revolución sovietica de 1917".

En la transcripción citada también se describe el funcionamiento del COMECON, lo que aparece en el siguiente punto del orden del dia. Según esto, cada país tenía que enviar dos representantes al Consejo, que se reuniría una vez cada tres meses, celebrándose el encuentro de forma rotatoria en las capitales de cada uno de los miembros.  En Moscú se constituiría una Oficina Permanente y cada país tendría allí un representante. Vasile Luca pidió que el partido eligiera a su representante y a otros cinco referentes entre los militantes con preparación política y económica. Se propuso a Gheorghiu-Dej y al propio Luca para participar en el Consejo (el presidente y el vicepresidente de la Comisión de Planificacion del Partido), y a Alexandru Iacob, cercano a Vasile Luca, para la oficina permanente de Moscú.

Después de la presentación del plan en la reunión de la Oficina Política del Comité Central de PMR, tomó la palabra Ana Pauker, entonces Ministro de Exteriores (sería la primera mujer en ocupar ese cargo de la historia), subrayando la importancia del momento de la creación del Consejo de Ayuda Económica Mutua, en 1949, en el contexto en el que todas las democracias populares colaboran en la construcción del Socialismo, y animando a estas a emular el desarrollo que había vivido la Unión Soviética, tanto industrial como social: "Nosotros somos el primero de los partidos comunistas que, después de errores cometidos, nos hemos levantado más rápido y nos hemos dado cuenta de que tenemos que mirar a la Unión Soviética, aprender de la Unión Soviética".

Integrantes del COMECOM
Por último, Dej presentó a sus camaradas las ventajas concretas que Rumania obtendria al entrar a formar parte del COMECON. El documento muestra como Dej estaba muy contento con lo conseguido en el reparto de misiones y en lo relacionado al fomento industrial,  además de que con respecto a que el primer grupo de problemas que iban a ser discutidos serían los relativos a exportacion e importacion entre las democracias populares e, igualmente, en lo referente al intercambio económico con los paises capitalistas, con el objetivo de tener una politica unitaria al respecto.

Rumania, finalmente, había conseguido mucho más de lo previsto en un principio para el desarrollo de la industria metalurgica y siderurgica. Además, la Unión Soviética aportaría maquinaria y técnicos para el desarrollo agrícola, y formaría a especialistas para su mantenimiento y explotación.

En conclusión, la transcripción de aquella reunión nos muestra como Dej y el Comité Central del PMR informaron de los acontecimientos que rodean a la creación del COMECON (como contrapartida a la injerencia imperialista norteamericana en Europa con el Plan Marshall) y de la importante participación de Rumania en su gestación (hasta el punto de haber propuesto la idea de la necesidad de su constitución).
Lamentablemente, y al contrario de lo que significara la participación de Rumania en el COMECON, que supuso un enorme crecimiento industrial y económico para el país, entonces en manos de sus propios trabajadores, además de un titánico avance cultural y social, tras el golpe de estado de diciembre de 1989 las cosas cambiaron. Su integración en 2007 en la Unión Europea, tras la nueva apropiación del poder por parte de la burguesía parasita, y después de dos décadas de saqueo sistemático por parte de la burquesía parasitaria que se apropió de nuevo del poder de la riqueza nacional, de su industria, y de la destrucción de la mitad de los puestos de trabajo creados por el socialismo, ha provocado que millones de trabajdores rumanos se hayan visto obligados a huir de su casa para poder encontrar un empleo que les permita sobrevivir, la generalización de la pobreza y la multiplicación de la desigualdad, y por último y base de todo lo demás, la restauración de la dominación de los capitalistas sobre los trabajadores (es decir, de que los primeros volvieran a vivir a costa de los segundos).


sábado, 15 de junio de 2019

Cada vez más pensionistas rumanos obligados a continuar trabajando después de su jubilación

El desastre económico y social provocado en Rumania tras la instauración forzosa y a ritmo acelerado del capitalismo hace tres décasas hace que, según ha publicado el Instituto Nacional de Estadística de Rumania, cada vez más rumanos estén obligados a continuar trabajando tras llegar a su edad de jubilación. Por supuesto, es algo favorecido por la legislación, al servicio de los intereses de las grandes corporaciones y la patronal rumana.

Numarul pensionarilor activi creste
Foto típica de cómo ilustran los medios de propaganda del
capital la necesidad de los mayores de trabajar por encima
de los 65 años
En 2010, había 3000 personas jubiladas que habían regresado a trabajar tras su jubilación, renunciando a su sueldo. Hoy, solo los de las ciudades han superado los 15.000, mientras que en el mundo rural los pensionistas que siguen siendo asalariados suman otros 7,000 jubilados. Y hablamos solo de los casos en los que la situación está legalizada.

Se trata de un número creciente, aumento favorecido por varios factores: 

En primer lugar, las pensiones ridículas que el estado capitalista rumano paga a los jubilados, que impiden una vida con las necesidades básicas cubiertas.

En segundo lugar, que la destrucción del tejido industrial de Rumania, tras el golpe de estado de diciembre de 1989, hizo que desaparecieran más de cinco millones de puestos de trabajo y forzó a millones de rumanos a huir del país para buscarse la vida fuera (principalmente en paises donde fueron utilizados como mano de obra barata o, directamente, sobre todo en el mundo de la agricultura y en la explotación sexual, como esclavos y esclavas). Esto último provocó que el mercado laboral interno se haya quedado sin oferta, por lo que los empresarios necesitan buscar que otros sigan enriqueciéndoles con su sudor y tiempo en otros sectores.

Según los últimos datos estadísticos, el número medio de jubilados fue de 5,18 millones de rumanos en el último trimiestre, mientras que la pensión media del régimen general de la Seguridad Social no llegaba a 1230 lei (unos 260 €), teniendo en cuenta que la mediana (o sea, la pensión habitual) es bastante menor. Territorialmente, en la provincia de Botosani, una de las más pobres del país, en el norte, la pensión media es de apenas 900 lei, mientras en Bucarest llega a 1434.

Imagini pentru pensionari
Pensionistas rumanos exigiendo una pensión decente. Imagen
habitualmente criminalizada por los medios de propaganda de las
mafias capitalistas y cada vez menos común !Qué trabajen!
El triste hecho de que los mayores que han trabajado toda la vida se vean obligados a continuar haciéndolo cuando llegan a la edad de retirarse se vende en los medios de propaganda del capital como un valor positivo relacionado con patrañas liberales del estilo "esfuerzo personal", "voluntad de contribuir a la sociedad" o como consecuencia del "aburrimiento por no poder hacer nada": con el fomento de esa situación, tan cómoda y rentable para el capital, en la que el obrero no protesta y agradece al empresario la oportunidad de ganar unas perrillas, y recela de todo tipo de sindicato u organización combativa por sus derechos, tan típica del nuevo modelo laboral que se lleva imponiendo desde la caida de la Unión Soviética. 

El objetivo final, que se aprecia  en toda la Unión Europea, pero no solo (en Rusia también se ha aumentado la edad de jubilación a pesar de las protestas), es el de aumentar más temprano que tarde la edad de jubilación (en paralelo a reducir con la guadaña del sistema cuantos más derechos a los trabajadores sea posible). La realidad es muy distinta: no se trata de que los mayores rumanos se mueran por trabajar para otros y así recibir unas migajas a cambio de llenar los bolsillos del empresario, sino de la condena a la clase trabajadora rumana a una rampante precariedad que en Rumania empezó a ensayarse, con la famosa terapia de choque neoliberal, en los años 90, y que se intenta profundizar superando cada día los límites previos, en vista de lo exitosa que ha resultado para la clase parasitaria, especialmente paralas grandes corporaciones, ante la pasividad y desorganización de la clase trabajadora.

lunes, 3 de junio de 2019

Normandía: un desembarco obligado para evitar la victoria total del Ejército Rojo en Europa

Hoy algunos celebran el famoso día D, aquel 6 de junio de 1944, en el que los aliados llevaron a cabo el desembarco de Normandía, abriendo el  tan esperado desde hacía tiempo segundo frente en Europa. Y lo hacen, engañados por la intencionada propaganda hollywoodiense, como si esta hubiera sido  la clave de la derrota del nazismo, como si la guerra no hubiera empezado a ganarse realmente en Stalingrado.
EE.UU. y su propaganda para ocultar la derrota parcial de sus planes en
la SGM y a quien realmente derrotó al nazismo: el comunismo soviético 


Ni siquiera los alemanes habían prestado mucha atención al frente occidental desde la humillante y rápida conquista de Francia, puesto que sabían que los yankees esperaban que Alemania derrotara a la Unión Soviética, y que no habían escuchado las reiteradas peticiones de Stalin de que se atacara a los nazis también por el oeste para obligarle a reducir sus divisiones en el frente oriental.

El interés evidente de los norteamericanos era, en primer lugar, que alguien, por ejemplo los alemanes, acabaran con el comunismo en la URSS, y por eso los grandes hombres de negocios norteamericanos fueron los principales inversores y sostendedores n la Alemania del Partido Nacionalsocialista y sus planes; en segundo lugar, en el marco del conflicto interimperialista que se estaba desarrollando, el objetivo era imponer la dictadura económica e ideológica de Washington en toda Europa (algo que, sin embargo, no se realizaría hasta 1991, imponiéndose esta solamente en la mitad occidental desde el final de la SGM).

Por ejemplo, el magnate yankee Henry Ford había afirmado en 1941 que ” Ni los Aliados ni el Eje deberían ganar la guerra. EE.UU. debe proporcionar los medios para que ambas partes sigan luchando hasta que ambos colapsen. “

El futuro presidente Harry Truman, el que ordenaría lanzar sin necesidad militar alguna las bombas atómicas contra Hiroshima y Nagasaki, también declaró en 1941 que "si Alemania gana, debemos ayudar a Rusia y si Rusia gana, debemos ayudar a Alemania, para que muera el máximo en cada lado".

El juego cínico e interesado del imperialismo norteamericano solo acabó cuando los trabajadores soviéticos pararon a Hitler en Stalingrado y comenzó su imparable avancé hasta Berlín, que indudablemente hizo manchar los pantalones a la clase capitalista norteamericana. Sólo entonces, Estados Unidos se apresuró a salvar sus intereses en Europa y propuso la invasión de Normandía, algo que llevaba tiempo solicitando Stalin y que no se hizo porque el plan era que los nazis, bien pertrechados militarmente gracias a la ayuda económica de las grandes corporaciones norteamericanas, acabaran, por fin, con la revolución soviética.

Hitler tenía cerca de 200 divisiones destinadas a la lucha contra la Unión Soviética y sólo unas 60 en el frente occidental, puesto que antes el 90% de los esfuerzos nazis se dirigían hacia Rusia.

El verdadero punto de inflexión de la guerra fue la contraofensiva soviética de 1942, culminando en la batalla de Stalingrado y más tarde en la aún más decisiva batalla de Kursk. Después de una feroz batalla que duró una semana, la resistencia alemana colapsó. Incluso Churchill, el rabioso anticomunista, tuvo que admitir que el Ejército Rojo había "desgarrado los intestinos del ejército alemán" en Stalingrado.
Número de víctimas en la SGM: la URSS y China, los que más aportaron a
la victoria de los pueblos frente al fascismo

El Ejército Rojo lanzó una amplia ofensiva a finales de diciembre de 1943 que arrastró todo a su paso. Después de liberar Ucrania, hicieron retroceder a las fuerzas alemanas a través de Europa Oriental. El hecho es que tanto Roosevelt como Churchill (por no mencionar a Hitler) habían subestimado a la Unión Soviética. Los aliados se encontraran al Ejército Rojo a las puertas de Alemania y, si no hubieran lanzado Overlord , nombre oficial de la operación cuyo nucleo fue el desembarco de Normandia, en junio de 1944, puede que se hubieran encontrado con las tropas soviéticas en el Canal de la Mancha.

Es decir, el que nos intentan vender como el día clave de la SGM, no fue más que una operación en la que los Estados Unidos e Inglaterra se vieron obligados a abrir el segundo frente en Europa, tras años de rechazo a hacerlo, para evitar que la guerra la ganaran en solitario los soviéticos. Incluso así, tras la invasión de Francia, el frente oriental siguió siendo el frente de guerra más importante en Europa, en el que los nazis concentraron por necesidad el 80% de sus tropas, y aún así los aliados, fueron derrotados en la operación Market Garden o en las Árdenas por el ya maltrechó ejército alemán, mientras el Ejército Rojo avanzaba derrotando a todas las divisiones que encontraba a su paso.

Sin embargo, cosas de la propaganda, el 6 de junio se sigue celebrando que la Segunda Guerra Mundial fue ganada en Normandía y no en Stalingrado, y que fueron los que provocaron y financiaron el conflicto mundial y el auge del fascismo, las grandes corporaciones norteamericanas y europeas y los ejércitos a su servicio, los que que realmente liberaron Europa, ¿de sí mismos?

Lo cierto es que el famoso desembarco, convertido por Hollywood en acontecimiento principal de la Segunda Guerra Mundial, solo se llevo a cabo cuando se comprobó, tras la victoria soviética de Stalingrado, que el Ejército Rojo podía avanzar imparable hasta Portugal si se lo proponía; así que se trató más de una acción para frenar un nuevo triunfo de la clase trabajadora mundial que de otra cosa, un intento de salvar el culo a los nazis que, por su parte, hicieron el pasillo a los alíados que, aún así, fueron incapaces de llegar antes que los comunistas a Berlín.

El Papa Francisco en Rumania y el anticomunismo vaticano

El Papa Francisco ha visitado estos días Rumania, siendo los objetivos de su visita oficialmente dos: uno, el estrechamiento de las relaciones entre las dos iglesias cristianas separadas tras el cisma del siglo XI; dos, beatificar a unos obispos grecocatólicos supuestamente represaliados por los gobiernos comunistas de Rumania.

El primero de los objetivos es producto de una reciente tendencia, propugnada tanto por Roma como por los principales patriarcas ortodoxos, especialmente Kirill, primado de la iglesia rusa, de acercar posturas y tender puentes entre las dos religiones, en el evidente marco de la globalización y la internacionalización de los mercados (¿que otra cosa más que mercado han sido principalmente las iglesias, especialmente en la actualidad?).
Francisco y el patriarca ortodoxo de Rumanía, Daniel

En cuanto al segundo, se trata de la continuación del esfuerzo del Vaticano, evidente desde la Segunda Guerra Mundial, en la cual apoyó sin fisuras al fascismo (tanto en Alemania, como en Italia,  Croacia, España, Ucrania, etc.), en su lucha anticomunista. En definitiva, la beatificación de siete obispos greco-católicos, como "mártires" del comunismo, no persigue otra cosa que continuar la guerra de propaganda contra esa utopía hecha realidad de que la clase trabajadora deje de producir para una minoría holgazana y empiece a hacerlo para sí misma.

Antes de nada, conviene explicar un poco que es la Iglesia Greco-católica rumana, con un rápido resumen. La región de Transilvania, históricamente parte del Hungria y del Imperio Austrohúngaro, estaba habitada mayoritariamente por rumanos de religión ortodoxa. El Vaticano, a través del rey de Hungria y los emperadores austríacos pretendieron siempre lograr la sumisión de aquellos mediante diversos métodos, incluyendo la represión y, por supuesto, la negociación. La religión ortodoxa era la amalgama ideológica del mundo eslavo-bizantino y, por lo tanto, soponía la asunción del dominio de las cabezas de esa iglesia y sus representantes políticos, antes de la Segunda Guerra Mundial el patriarca ruso, el turco, el griego, el bulgaro y el serbio, obstantando la primacía, considerándose por el mundo ortodoxo a Moscú como la "tercera Roma", el primero de ellos. El conflicto político entre Occidente y Oriente hizo que, para atraer el apoyo de los ortodoxos transilvanos a los gobiernos católicos, se creara la iglesia grecocatólica rumana, en la que se aceptaría la continuación del rito tradicional oriental-bizantino-eslavo mientras se aceptara la primacia papal y la jerarquía católica. Una gran parte de los ortodoxos aceptaron la oferta, aunque muchos otros no. En todo caso, la iglesia greco-católica se convirtió, desde entonces, en instrumento político de Roma, Hungria o, finalmente, EEUU contra la influencia rusa-ortodoxa en Rumania.

En definitiva, se trataba de motivos políticos, los mismos o parecidos que se hallan en la base de la visita de Francisco. Ha sido la primera vez que se beatifica a obispos de esta iglesia "asociada" a Roma ¿Por qué beatificar a los siete monseñores grecocatólicos, Iuliu Hossu, Vasile Aftenie, Ioan Bălan, Valeriu Traian Frenţiu, Ioan Suciu, Tit Liviu Chinezu y Alexandru Rusu? La respuesta es evidente: se trata de continuar el camino de criminalización del comunismo diseñado desde Washington y Bruselas y aplicado por todos los paises de la U.E. a cambio de inversiones y otras migajas.

Cuando en 1944 los trabajadores rumanos izaron al Partido Comunista al poder, y sobre todo tras la proclamación de la República Popular Rumana en 1948, la iglesia greco-católica se convirtió en un instrumento de Roma para minar, sabotear y zancallidear el nuevo sistema, tan poco conveniente a los intereses del Vaticano. No hay que olvidar que entre la Santa Sede y EE.UU. existió una alianza desde el origen de la Guerra Fría contra la antigua Unión Soviética, para frenar la creciente influencia del comunismo pro-soviético en Europa y el mundo entero.

Imagini pentru bergoglio y la dictadura argentina
El actual Papa con el dictador argentino Videla
En 1945, antes de la creación de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en los Estados Unidos (EE.UU.), existió la Oficina de Servicios Estratégicos en Tiempos de Guerra (OSE) que creó lazos con el Vaticano. Estas instituciones trabajaron juntas en acciones que pretendían la expansión de la Democracia Cristiana y la promoción de los valores anticomunistas de la Iglesia Católica (por no hablar de la estrecha colaboración del Vaticano con Hitler, Mussolini o Franco).

Después de la II Guerra Mundial, el director de la OSE, Allen Dulles, afirmaría que su lucha no debía ser contra el nazismo, sino contra los soviéticos, cuya propuesta fue elevada y aceptada abiertamente en el Vaticano. Así que, y ahora con la colaboración de antiguos oficiales nazis, y junto con el Vaticano, se pretendía frenar la influencia de la Unión Soviética (URSS) en Europa y el resto del planeta. El entonces Papa Pio XII se ofreció al director de la sede OSE en Roma, James Jesús Angleton, para prestar toda la colaboración posible en la lucha anticomunista.

Esa colaboración, que daría lugar a la financiación y organización de invasiones, golpes de estado, sabotajes, atentados o asesinatos en todo el mundo (con la participación de agencias de inteligencia de los estados sometidos a la influencia de EE.UU., grupos paramilitares como Gladio, ayuda de la Mafia italiana, etc.), tuvo la colaboración especial de la red de sacerdotes católicos que hicieron un eficaz trabajo de información y propaganda en los paises comunistas, algo conocido a su vez por los gobiernos socialistas.

Richard Allen, exconsejero de seguridad del presidente estadounidense Ronald Reagan, ha afirmado en uno de sus libros que “la relación de Reagan con el Vaticano fue una de las más grandes alianzas secretas de todos los tiempos”. Igualmente, el sacerdote López Sáez, en un libro publicado por él, afirmó que el ascenso de Carol Wojtila (Juan Pablo II) a la jefatura del Vaticano había sido decidido a lo largo de la década de los setenta, en la Casa Blanca y en los círculos del poder económico de EE.UU. Todos sabemos el importante papel propagandístico del Papa polaco a favor de los intereses de la oligarquía capitalista mundial y sus presiones para acabar con esa pesada piedra en los bolsillos del mercado que era el sistema socialista.

El Papa Francisco, que pretende dar una imagen de cierto "Izquierdismo"; en realidad no pretende otra cosa que sus antecesores: su viaje a Rumania ha estado determinado por los mismos objetivos que los de Juan Pablo II, que tambien visitara el pais carpático en 1999. Se trata, pues, de hacer un trabajo de zapa contra el legado comunista que, al contrario, parece que entre la población sigue muy presente, especialmente tras tres décadas de experiencia de dictadura del capital, donde se han destruido más de la mitad de los puestos de trabajo existentes en 1989, en el cual más de 3 millones de rumanos han tenido que emigrar para poder vivir y en el que, entre otros datos, la pobreza infantil es la mayor de Europa y más de la mitad de la población sobrevive a trompicones.

No hay que olvidar tampoco que el actual Papa hizo su meteórica carrera eclesíastica bajo el abrazo de la dictadura argentina, desde 1976 hasta 1983. Durante este período, fueron secuestradas y asesinadas 30.000 personas. En el año 2005 se presentó una demanda judicial en la que se acusaba a Jorge Bergoglio (actual Papa) de estar conectado con el secuestro de dos sacerdotes jesuitas, Orlando Yorio y Francisco Jalics en 1976. Dicha demanda se efectuó luego de la publicación del libro de Horacio Verbitsky “El silencio: De Paulo VI a Bergoglio.

Imagini pentru reagan y el vaticano

Así que, no se dice nada sobre la lucha de las autoridades rumanas comunistas contra el trabajo al servicio de los intereses del Vaticano y de las corporaciones occidentales de los obispos grecocatólicos beatificados por Francisco en su visita, el enfrentamiento de estos contra el ortodoxismo rumano y frente a la influencia de la patriarquía rusa en Rumania, habiendo aceptado el ortodoxismo en general el sistema comunista que había sido proclamado por los trabajadores. Al contrario, solo se dice, a grandes gritos, que las autoridades los detuvieron sin motivo alguno, arbitrariamente, como una lucha contra la libertad religiosa (aunque, mientras tanto, la iglesia ortodoxa no solo apoyaba las detenciones, sino que gozaba de toda la libertad necesaria para sus actividades e, incluso, su represetatividad política en los organismos del estado).

No obstante, hay un curioso caso de un religioso rumano, ortodoxo, que sería arzobismo de Moldova en la República Popular Rumana, Justinian Marina, que no se cortaba en afirmar que "Stalin, en su lucha por liberar al hombre del dolor y la explotación, no hacía más que llevar a cabo el trabajo de la igleisa según la palabra de dios", o de sostener que "la lucha del estado socialista rumano y de la Iglesia ortodoxa rumana es la misma", siendo „Jesucristo es el hombre nuevo. El hombre soviético es el hombre nuevo. Por lo tanto, Jesucristo sería soviético"; todo ello respetando siempre lo que el Socialismo rumano defendia con respecto a la religión y las creencias, según el artículo 27 de la Constitución de la República Popular Rumana: "La libertad de conciencia y la libertad religiosa están garantizadas por el estado".

En definitiva, tras la victoria soviética contra el fascismo y el rescate de los aliados a los restos de este, incorporándolo a sus fuerzas, la iglesia ortodoxa en general, en los paises en los que triunfara el comunismo, aceptó el nuevo sistema, respetando las autoridades políticas sus cultos en base a su legislación democrática, mientras la iglesia católica y sus sucursales, que siguieron bajo la autoridad del Papa de Roma y al servicio de sus intereses, fue un instrumento contra los trabajadores y una eficaz arma anticomunista, combatida, lógicamente, en la medida de lo posible por las autoridades comunistas. No obstante, como reconoce la propia Academia Rumana, algo que siempre se oculta o se minimiza por los miembros de propaganda de las grandes corporaciones capitalistas, el 75% de los disidentes detenidos por las autoridades comunistas en Rumania eran directamente militantes fascistas.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...