Treinta años de destrucción de derechos y riqueza ha provocado también que la distribución de los salarios actual en Rumania esté muy lejos de la distribución equitativa de ingresos de la epoca socialista, donde el jefe de estado en Rumania, por ejemplo, no podía meterse en el bolsillo más de ocho veces el sueldo más bajo. Por ejemplo, Ceausescu ganaba 15.000 lei de la época, unos 800 euros al cambio de entonces, siendo este el salario más alto del pais. En aquellos años, hay que recordar que no existía apenas diferencia entre neto y bruto, porque los trabajadores no pagaban impuestos por su salario, y tampoco eran habituales los impuestos indirectos.
El sueldo mínimo en 1986 era de 1500 lei (al cambio actual, 100 euros), aunque hay que recordar que los rumanos, como la mayoría de los trabajadores de una democracia socialista, disponían de sanidad, educación, vacaciones o servicios culturales o cívicos gratuitos o con costes simbólicos. Actualmente, la mayoría de los empleados rumanos (el 76%) no llegan apenas a los 500 euros mensuales netos, mientras la minoría afortunada se acerca o supera los 50.000. Y, más importante, con esos 500 euros tienen que pagarse la vivienda, la comida, la educación, el ocio, las vaciones y las actividades culturales (es decir, lo que durante el Socialismo eran derechos básicos y en gran parte garantizados y ofrecidos por el estado).
Es decir, en la actualidad la tiranía del capital hace que, mientras la mayoria de los obreros vive en condiciones dificiles de imaginar, en una situación en la que gran parte de los productos de primera necesidad son importados por la destrucción intencionada de la producción nacional durante estas tres últimas décadas, algunos pocos disfrutan de privilegios económicos desorbitados.
En resumen, y hablando en euros, el 76% de los rumanos gana por su trabajo para el empresario menos de 537 euros netos al mes, mientras un 0,13% recibe entre 3.500 y 25 euros. Es decir, la proporción equitativa de la Rumania Socialista de 1 a 8 ha sido transformada por el capital en una diferencia entre asalariados de 1 a 90, sin contar, por supuesto, los beneficios, por supuesto mucho más altos e inmerecidos, de los grandes capitalistas.
Es decir, en la actualidad la tiranía del capital hace que, mientras la mayoria de los obreros vive en condiciones dificiles de imaginar, en una situación en la que gran parte de los productos de primera necesidad son importados por la destrucción intencionada de la producción nacional durante estas tres últimas décadas, algunos pocos disfrutan de privilegios económicos desorbitados.
Los datos de la Inspección de Trabajo muestran que a principios de este año 2020 más de 800.000 rumanos se veían obligados por el capitalismo a sobrevivir con apenas el salario mínimo profesional (en Rumania actualmente alrededor de 1300 lei netos, es decir poco más de 270 euros netos). Además, y como se puede verificar el el gráfico adjunto, el porcentaje más alto de los trabajadores rumanos, es decir, aproximadamente el 47% (algo más de dos millones de asalariados), reciben por su trabajo mensual entre 1.346 y 2.632 lei netos (entre 275 y 537 euros netos).
Es decir, más de la mitad de los rumanos reciben por su trabajo por cuenta ajena menos de 500 euros netos al mes (la mediana se encuentra, por supuesto, hacia abajo de la horquilla, no hacia arriba). De la mitad restante (la privilegiada), un 16% gana entre 2633 y 5.850 lei netos (entre 538 y 1 1.193 €), apenas un 3% se meten en el bolsillo entre 5.851 y 17.000 netos (1.194-3.581 € netos), mientras que solo un 0,13% supera esta cantidad y llega hasta los 117.000 lei netos (unos 25.877 € mensuales netos).
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