Parece ser que el papel reservado a España por Bruselas, la progresiva transformación de la España postindustrial en centro de servicios de Europa, hace que la prostitución aumente su presencia en el país a gran ritmo, sin que las autoridades hagan nada al respecto. Al contrario, parece ser que en España, las drogas y la prostitución aportan más al Producto Interior Bruto (P.I.B.) que la investigación y desarrollo (I+D). Tal como recogía al respecto el periódico 'El economista', "los cambios estadísticos introducidos en el cálculo del Producto Interior Bruto (PIB), que incorporan entre otros elementos la estimación del aporte de actividades ilegales como prostitución y drogas, incrementaron en 1,7 puntos porcentuales el tamaño de la economía española en 2010, convirtiendo así a España en el quinto país de la eurozona donde mayor incremento se observó por la contabilización de estas actividades".
Si nos atenemos a las cifras de dinero que mueve la prostitución, de los ingresos que genera, España ocupa efectivamente un lugar muy alto en la lista internacional. En primer lugar, España es, según el informe de VocesVisibles, el país europeo con más consumo de prostitución (39%), donde también se señala que "La mayoría de las víctimas proceden de la UE (65%), principalmente de Bulgaria, Rumanía, Holanda, Polonia y Hungría. Gran parte de las víctimas de países no pertenecientes a la UE proceden de Nigeria, Brasil, China, Vietnam y Rusia".
Es, según un informe de Havoscope (colectivo virtual que lleva un registro de los ingresos del mercado negro en el mundo) el segundo país en ingresos generados por la prostitución, con 26.000 millones de dólares, tan solo superado por China, que casi triplica esa cantidad. Sin embargo, si se tiene en cuenta la diferencia demográfica, es decir, que China tiene 1.400 millones de habitantes y España apenas 47 millones, la percepción del tamaño del negocio en España es impresionante. En todo caso, en ambos paises capitalistas el tráfico de mujeres está al orden del día, algo que es inevitable en estados donde, como en todos los regímenes donde la base de la sociedad es el capital, tanto objetos o personas son, principalmente, mercancias con las que enriquecerse.
Por otro lado, poniendo el foco en las víctimas del negocio, los antiguos paises socialistas de Europa del Este, así como los paises que aportan inmigrantes atraidos por el "falso bienestar" del viejo continente, son las principales fuentes de prostitución, estados desde los que el desastre provocado por la reinstauración capitalista tuvo como consecuencia un éxodo masivo de trabajadores desesperados en busca de trabajo o de cualquier tipo de ingresos para poder sobrevivir.
En el estudio "La trata de seres humanos en España: víctimas invisibles", citado por RT en un reciente artículo, se afirma, en base a datos facilitados por la Fiscalía General del Estado que "la realidad acredita que los delitos de prostitución coactiva afectan prácticamente en su totalidad a ciudadanas extranjeras que, en muchas ocasiones, residen en España en situación de irregularidad administrativa". El mismo estudio señala que el 74% de las víctimas de explotación sexual en España son mujeres rumanas, y el 90% de acusados por explotación sexual son también personas de nacionalidad rumana, lo que indica con claridad la fuerte presencia de mafias rumanas operando en España. Otras mafias de la prostitución muy activas en el país son las de origen nigeriano y chino.
Por otro lado, parece que la crisis económica ha provocado que en los últimos meses, según el informe 'La prostitución desde la experiencia y mirada de Cáritas', un aumento del número de españolas que ejercen la prostitución. También ha motivado que vuelvan a hacer la calle mujeres extranjeras que la habían dejado hace años, pero que no han encontrado otra salida al quedarse sin trabajo y sin prestaciones y tener hijos a su cargo.
Recordemos que, en el caso de Rumania, desde el golpe de estado de diciembre de 1989, más de tres millones de rumanos han tenido que huir del país para encontrar un trabajo, después de la destrucción metódica de la industria nacional, una de las más desarrolladas de Europa en los años 80, para transformar a Rumanía en una colonia dependiente de las potencias capitalistas occidentales. Muchos de ellos, sobre todo en los grupos mas vulnerables, como los niños y las mujeres, fueron obligados a practicar la prostitución por las mafias locales o de los paises de destino.
Aunque triste, no se trata de nada sorprendente, sino de una consecuencia más del capitalismo que vienen sufriendo los rumanos en estos últimos 26 años que, como se sabe, es sinónimo de barbarie.
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