miércoles, 1 de febrero de 2017

Los neoliberales toman la calle en Rumania

En este mundo al revés, en los tenebrosos dominios de la barbarie, mientras los explotados reculan, se quedan en casa, emigran o se quedan a lo bonzo, son los explotadores, o sus títeres. los que pasan a la ofensiva y, si es necesario, toman las calles (los maidan se han puesto de moda en el este, como hemos visto en otros paises vecinos como República Moldova o Ucrania). La dolorosa derrota electoral de la derecha neoliberal rumana, apoyada por el entramado de Soros y por las grandes corporaciones capitalistas, en las últimas elecciones del mes de noviembre pasado, trastocó los planes de seguir aplicando las políticas de crudo en Rumania a través del gobierno instaurado el año anterior tras la dimisión del gobierno socialdemócrata: el gobierno "apolítico" dirigido por el comisario europeo Dacian Ciolos.

Los "tecnócratas" de Ciolos, sin aparente afiliación política (es decir, fachas, como se dice en España, antiobreros obsesivos), aplicaron las normas llegadas desde los despachos de las grandes corporaciones multinacionales, de la Comisión Europea y de la embajada norteamericana en aplicación de la aceleración de la ofensiva del capital contra el trabajo "apropiada" a los nuevos tiempos de austeridad oficial.
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!Salvad burguesía", !El jefe del estado está con nosotros!, o "Quitad el derecho al voto a los pobres" (ilustración de
Laurentiu Ridichie sobre las protestas)
A las primeras de cambio, han movilizado a las ONG´s de "tinerii frumos", como les llaman aquí,  ("jóvenes progres" podríamos traducirlo al castellano), para intentar derrocar al gobierno votado por los ciudadanos sin tener que confiar en ese engorroso recurso que son las urnas electorales (solamente sagradas cuando el resultado favorece a la clase dominante). Unos jóvenes que se sienten "privilegiados" por trabajar por un sueldo superior a la media (ni hablar de un sueldo decente, pues las corporaciones multinacionales tienen en Rumania el paraíso europeo de la mano de obra barata por indefinidas horas, sindicatos prohibidos y, por supuesto, sin derecho a huelga o nada parecido a la protesta contra el que les explota), que tras la derrota del cacique de Sibiu, Klaus Iohannis, actual presidente, y su cachorro "apolítico" Ciolos, se echaban las manos a la cabeza en los pocos minutos que les dejaban sus amos para comer el fast food de turno por los perniciosos efectos de la "democracia" en la que pueden votar todos, hasta la gente pobre, los campesinos o, incluso, los nostálgicos del comunismo !Qué horror!.

¿Cuál es la excusa aducida para las protestas actuales? La modificación de unos artículos del Código Penal por Decreto-Ley, en vistas a cumplir las recomendaciones de la Comisión Europea de Derechos Humanos para reducir el overbooking de presos, que se amontonan en condiciones miserables en las celdas de las cárceles rumanas, y que, por otro lado, reciben montones de euros como compensación según van saliendo de la prisión tras denunciar su situación ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Mientras los "tineri frumosi" con barbita bien cuidada de hipster y sus continuos "cool", "ok", "hot", and "great" en su hueco discurso habitual, repiten las consignas de los medios de propaganda sobre los años del comunismo, les importa un bledo por otro lado las condiciones de los presos y, mucho menos, que la mitad de los rumanos malvivan con menos de 200 euros al mes, que los hospitales sean cada día más un nido de infecciones y porquería o que haya más de tres millones de huidos del país por haber sido destruidas las potentes industrias rumanas de los 80 con el objetivo de convertir Rumania en un mercado fácil para los productos de Occidente.

En todo caso, la mínima modificación del Código Penal, que no despenaliza ni mucho menos la corrupción, como afirman los medios de propaganda de la derecha, sino que simplemente reducen las penas de todos los delitos para vaciar un poco las cárceles, y que, por ejemplo, en el caso de la malversación de fondos públicos mantiene una legislación que otros países, como España, sin ir más lejos, es mucho más suave (no solo España, sino también en la "modélica" Alemania), no justifica que, con la recurrente y manida excusa del "malvado comunismo", se llenen las calles de protestatarios en contra de un partido (el Partido Socialdemócrata), que puede ser de todo menos comunista (aunque en comparación con el resto de los del fascistoide panorama político rumano podría pasar hasta por ser de izquierdas), y que ha ganado con rotundidad las últimas elecciones del noviembre pasado siendo votado por los rumanos más desfavorecidos por diferentes razones; entre ellas, porque defiende el final de esa austeridad (aplicada a los explotados, no a los explotadores) que propugnan con rabia y tenacidad los gerifaltes y mafias de la Rumania colonia europea.
Imagini pentru iohannis la protest
El presidente Iohannis de manifestación

Precisamente, el líder del supuesto anticomunismo, Klaus Iohannis, incapaz de justificar sus seis grandes mansiones en la ciudad donde fue alcalde, y antiguo líder de una organización, Foro Democrático de los Alemanes de Rumania (F.D.A.R.), que reivindicó en los años 90 ser la sucesora legal del Grupo Étnico Alemán (Deutsche Volksgruppe) creado por el Partido Nacionalsocialista en los años 40, y cuyos bienes habían sido justamente confiscados por el gobierno comunista rumano tras el final de la Segunda Guerra Mundial, es el que se erige como adalid de la lucha anticorrupción; una lucha dirigida y financiada, curiosamente, por la U.E. y la embajada norteamericana, y aplicada con un filtro político solo contra algunos "corruptos", mientras otros, los favorables a determinados intereses, no sienten ni de lejos la presencia de la ley.

En definitiva, ese velo sagrado del "anticomunismo", usado durante tres décadas para justificar todo tipo de desmanes, delitos, genocidios y destrucción contra el pueblo rumano, con la coletilla de "el comunismo tiene la culpa", utilizado como mantra por los medios de propaganda de los grandes grupos mafiosos multinacionales que lo saquean, humillan y desprecian, es el agitado contra el PSD para evitar que este cumpla sus amenazas de moderar su seguidismo hacia las órdenes de Bruselas y Washington (sobre todo, recordando lo cerca que esta Putin y las multinacionales rusas y las de sus amigos los chinos de la frontera rumana) y que cambie un poco (tampoco va a hacerlo en demasia porque esto afectaría también a sus intereses) las políticas de austeridad para los trabajadores dictadas por los que siguen enriqueciéndose, y quieren aumentar la tasa de beneficio, a su costa.

En todo caso, y para resumir la situación:

1) Rumania es un estado capitalista y, por lo tanto, corrupto, como todos los estados capitalistas. La corrupción, en realidad, el delito, el robo, es el motor del capitalismo y, como tal, los ladrones en Rumania están al orden del día;

2)El Partido Socialdemócrata no es un partido de izquierdas, ni de lejos algo parecido a comunista; es un partido como el Partido Socialista Obrero Español: es decir, corrupto, mafioso y cuyo fin es beneficiar a sus miembros y financiadores, como sucede con el resto de los partidos del régimen capitalista rumano (y de todo estado sometido a la tiranía del capital);

3)Los cambios del Código Penal aprobados ayer por decreto-ley no cambian sustancialmente la legislación al respecto, ni despenalizan la corrupción. Las protestas, en las que, por cierto, hay muy pocos trabajadores, y donde la mayoría son ONGistas, miembros de la élite de la clase trabajadora empleada de las multinacionales y, en general, como se suele decir, gente "ni de izquierdas ni de derechas", es decir, con una clara ideología política antiobrera, elitista y pro status-quo, defensora de la desigualdad, de la meritocracia y del desprecio hacia los más débiles o pobres, pretenden que los partidos que defienden la austeridad, la aplicación de las políticas dictadas por Bruselas y otros grupos de poder (como el entramado Soros), retomen el poder con o sin elecciones, reparando el desastre (para ellos),  tras la votación masiva del pueblo rumano al PSD;

4)El Partido Socialdemócrata es, como dijimos, un partido capitalista y, como tal, corrupto. Sin embargo, y en parte por ese anticomunismo casposo aplicado para poder saquear el país por la élite política (surgida la mayoría, por cierto, de la élite que se formó en el antiguo PCR), es identificado por los partidos neoliberales como el sucesor del Partido Comunista (aunque para tragarse tal cosa hay que batir records de estupidez), lo que  produce un curioso efecto rebote que causa un tremendo apoyo por parte de los numerosos nostálgicos del comunismo al PSD; tanto es así que todas las elecciones celebradas hasta ahora en Rumania desde el golpe de estado de 1989 las ha ganado el PSD o la alianza con la que este se presentaba (aunque a veces no pudiera formar gobierno por la unión de la oposición);

5)En vistas de que la "democracia" no parece la solución, (y, evidentemente, no lo es, aunque no por los mismos motivos que argumentan los facciosos), y para que partidos como el Partido Nacional Liberal o los populistas derechistas de Unión Salvad Rumania cumplan y lleven a cabo de forma eficaz los intereses de las grandes corporaciones económicas y de la oligarquía (algo que, curiosamente, también persigue finalmente el propio PSD, aunque manteniendo un poco el tipo en cosas relativas al gasto o ayuda social, es decir, la típica manipulación para que los más desfavorecidos les voten y evitar revueltas realmente antisistema), y aprovechando también la propia estupidez de los miembros del gobierno que se lo han puesto a huevo (aprobando los cambios del Código Penal por decreto en vez de llevarlo al Parlamento, donde tiene, por cierto, mayoría absoluta), se parece haber optado por conseguir que "los tecnócratas", o cualquier otro partido neoliberal del estilo, vuelvan a gobernar la colonia rumana, utilizando para ello la mentira y la manipulación más gruesa. Es decir, en definitiva, lo típico de los "demócratas de toda la vida", que tan bien conocemos en España.

El ilustrador comunista rumano, Laurentiu Ridichie, ha retratado muy bien las protestas contra el PSD (en la ilustración adjunta) dibujando a esa "juventud apolítica", esos "hijos de la élite" que cuestionan que los pobres puedan votar, (tal opinión me la han comentado personalmente sin cortarse un pelo en varias ocasiones algunos de esos "demócratas apolíticos",  y se extendió desde las televisiones tras la contundente derrota de la derecha neoliberal en las últimas elecciones), que defienden la ideología burguesa y los privilegios de la burguesía frente a los trabajadores (incluso, paradojicamente, frente a sí mismos, también trabajadores explotados), o que apoyan como a una especie de "héroe" (o fuhrercito, podríamos decir recordando a "nuestro" Aznar), al presidente del país como lider de la lucha "anticorrupción", (aunque él mismo reconozca, como hemos dicho, que "compró" seis mansiones en la ciudad de donde fue alcalde con ingresos que no puede justificar), y que, saltándose la Constitución, (en este caso no le importó, solo cuando son los trabajadores los que lo hacen) participando en una manifestación "espontánea" contra el gobierno recién elegido en las urnas, dándose un baño de multitudes (eso sí, a sus anchas, en el medio de un círculo libre de ciudadanos molestos y bien protegido por sus guardaespaldas).

Por otro lado, una de las pocas páginas informativas decentes que existen en Rumania, Critica Attack,  por supuesto con muy pocos lectores, define la situación como una ruptura entre la Rumania empobrecida, favorable (o engañada, por el PSD), y la Rumania que sigue creyéndose el cuento del paraíso capitalista y las excusas del anticomunismo agitadas por los grandes grupos de corrupción y mafias multinacionales (los engañados por los partidos neoliberales y por las ilusiones de una vida mejor como esclavos del capital).

Finalmente, ni unos ni otros ofrecen una solución para Rumania y los rumanos, ambos bandos están al servicio de los intereses de la tiranía del capital y en contra de los de los trabajadores y, por supuesto, ambos son grupos mafiosos que buscan el enriquecimiento personal y el de sus amos o clientes político-comerciales a costa de la riqueza creada por la clase obrera, exprimiéndola y manipulándola para sus propios fines. Sin embargo, la justificación ofrecida para la movilización , la aprobación de un Código Penal que despenaliza la corrupción, es tan falsa como que Iohannis es una persona honesta, que el PSD es un partido de izquierda o !comunista! o que los manifestantes creen en la democracia (salvo en la que interesa a sus financiadores o patronos). Se trata, simple y llanamente, de una pelea entre bandas políticas por el poder, aunque en este caso, y utilizando la lógica de los defensores de la democracia burguesa, la "legitimidad" está del lado del partido que ganó las elecciones con una incuestionable rotundidad.

No son, pues, los trabajadores los que están saliendo a la calle para recuperar sus derechos, para acabar con la clase política corrupta (inevitablemente en una tiranía capitalista) sea cual sea sus etiquetas y para luchar contra la tiranía del capital y sus sicarios políticos . Se trata, al contrario, de hacer el juego a los globalistas preocupados por sus intereses en estos tiempos difíciles en los que el proteccionismo empieza a plantearse como solución ante la austeridad impuesta por las metrópolis a sus colonias o frente a la competencia brutal de los imperialismos emergentes. Y para eso están ahí, dispuestos y creyéndose felices, los niños bien (pura ilusión) de la sociedad en ruinas, los jóvenes be cool y su fascismo de colorines (ver en la viñeta de Ridichiu el acertado dibujo de un pequeño corderito con la esvástica tatuada), aquellos que, sin embargo, no salen a protestar contra los recortes salariales, la miseria de los pensionistas, la destrucción de la industria y las empresas públicas, las condiciones de hospitales o escuelas o, en definitiva, por la instauración de una sociedad de esclavos sonrientes, o no, según te toque, en donde la única ley es el sálvese quien pueda (y en la que los que se salvan son siempre los mismos).

16 comentarios:

GRACO dijo...

Gracias por esta importante información para quienes estamos lejos de países invisibilizados, como es el caso de Rumanía.

Albert-ChrisRenko dijo...

Estimado camarada Forneo:

Muchas gracias por exponer tu opinión sobre un asunto de tanto interés como son las protestas a raíz de la reciente reforma de Código Penal.

Estoy de acuerdo en que en la calle hay mucha gente que en las últimas elecciones votó a la derecha (es decir, a la derecha conservadora, no a la derecha socialdemócrata), que entre los manifestantes hay miembros de muchas ONGs y elementos sospechosos. Que hay gente que aprovecha la coyuntura para protestar por otros motivos que nada tienen que ver con la reforma del Código Penal. Eso es verdad.

Pero es verdad también que en un país con una corrupción endémica, con salarios ridículos, un país que suele estar en los puestos de cola de casi todo lo bueno y en puesto de cabeza de casi todo lo malo en las estadísticas de la Unión Europea; en un país tal, que la reforma antes mencionada establezca que cuando los casos de corrupción causen pérdidas al Estado por debajo de 44.000 euros, la sanción será administrativa y no penal, es una burla. Esta reforma del Código Penal es literalmente reírse de la gente en su propia cara, sin ningún pudor ni recato.

Me pongo en el pellejo de cualquier ciudadano rumano de a pie, con un salario ridículo, sabiendo (porque esas cosas se saben, igual que aquí) que los políticos roban sin recato, entre trapicheos, porcentajes y mordidas, que desde el concejal al presidente, cada cual en la medida de sus posibilidades roban, roban de forma literal, y de pronto esta reforma que viene a decir que la corrupción a "baja escala" (inferior a 44.000 euros) ya no será delito penal sino falta administrativa, cae como un mazazo. Es que la clase corrupta y cleptócrata nacida tras el fin del socialismo ya ni se molesta en ocultar que a la política va a lo que va: a llenarse los bolsillos como sea.

Cuando los salarios son tan bajos, 44.000 euros es una cifra enorme para la inmensa mayoría de rumanos, y ahora puede uno trapichear aquí y allá por valor de 43.999 y el resultado será una sanción, no una condena penal. Eso es lo que ven la mayoría de los rumanos, lo que les indigna y con razón.

¿Hay que hacer sitios en las cárceles? Puede indultarse a convictos que estén encarcelados por su primer delito, cuando éste no sea un delito grave (delitos de sangre, violación, etc.), o a los que estén cerca de cumplir su condena. Es una forma de hacer sitio.

Lo que no puede ser de ninguna forma es que se sea condescendiente con la corrupción, menos aún en un país donde lo raro es que el funcionario y el político de turno sean honrados. No puede ser que se empiece a banalizar la corrupción, ya sean 44.000, 444.000 o 44 euros. La corrupción no puede toletarse bajo ningún concepto. Porque esto es lo grave, allí, aquí, en cualquier país: empienzan haciendo que la corrupción por debajo de 44.000 euros sea sólo una falta administrativa y no un delito penal, y acabarán por despenalizar totalmente todo tipo de corrupción. Que al final, el que va a la cárcel es el que roba una gallina o hace un tweet macabro, mientras que los que roban al pueblo, los corruptos se van tan tranquilos, menos alguno que acaba efectivamente en prisión porque el stablishment decide que hay que sacrificar alguno de sus miembros para guardar las apariencias y fingir que se lucha contra la corrupción.

Al paso que vamos, en el futuro no tendrán ya que fingir mucho.

Normal que la gnte, sintiéndolo así, proteste. Lo triste es que la gente no proteste contra el sistema capitalista en conjunto, sino sólo contra algunos elementos de tal sistema, y que no haya un partido de vanguardia capaz de dirigir las protestas no para anular la reforma, sino para poner patas arriba el tinglado estatal capitalista.

Saludos, camarada.

Rumaño dijo...

Como bien comentas, la culpa de todos los males actuales de Rumanía es el comunismo. De mi experiencia en el país encontré a unos cuantos que lo repetían hasta la saciedad. Por suerte, y gratamente, descubrí mucha mucha gente que de manera objetiva, o directamente, te decía que el socialismo en Rumanía había sido mucho mejor que la miseria de sistema actual (personas de todas las edades).

Hay que agradecerte, de nuevo, que nos ilustres de manera fidedigna acerca de este tipo de acontecimientos. Pues, como casi siempre, lo que encontramos en la prensa da auténtica mala gana (por su mala fe, medias verdades y mentiras).

Un saludo!!

JL F dijo...

Camarada Albert, no digo que no haya que luchar contra la corrupción, lo que digo es que lo que están en la calle luchan solo contra el PSD, mientras defienden al resto de partidos corruptos del capitalismo rumano (por ejemplo, al líder del "movimiento" que es Iohannis, un corrupto ejemplar). En todo caso, ya te digo yo que la mayor parte de la gente que protesta ha salido a la calle contra el que la propaganda capitalista identifica con el "comunismo" desde hace 30 años, el PSD, aunque, como digo, el PSD sea un partido de derechas y procapitalista como el resto. Estos manifestantes no salieron contra el gobierno tecnócrata cuando cambio el código pena también por decreto hace pocos meses o cuando ha reducido el gasto social, o cuando descubren ratas pululando por los hospitales del capitalismo rumano. Tampoco salen cuando se limita el derecho a la huelga o cuando miles de niños der Rumania no tienen acceso a la educación básica. Tampoco saldrían, te lo aseguro, si los corruptos en el poder (Iohannis, Ciolos, Basescu) son de partidos "anticomunistas" (el PSD también lo es, pero para seguir siendo corruptos hay que llenar la pantalla de humo para que no se vea o solo vean a otros).

En definiva, y aunque a mi me da igual que cambie el gobierno, que gobiernen unos u otros, o que cambie la ley (en realidad no cuenta solo la ley, sino tambien la intencion de hacerla cumplir, sin controlar politicamente a quien se va a aplicar), porque es mas que claro que tanto PSD, como USR, como PNL son partidos criminales, mafiosos, que quieren vivir del cuento a costa del trabajo ajeno (defendiendo a los grandes poderes económicos), no voy a tragerme el cuento de que la intención es acabar con la corrupción... Se trata de una lucha entre mafias politicas por el poder. La excusa de la ordenanza es indiferente, sino hubiera sido esta, habría sido otra. Se trata de controlar el poder en la colonia llamada Rumania, en un momento internacional muy delicado (con el imperialismo chino ganando terreno, el auge del proteccionismo Trumpista y la cercanía de la influencia rusa en el este).
La pobreza y tantos años de sometimiento hacen que los rumanos esten desesperados y se agarren a un clavo ardiendo: unos votan al PSD pensando que realmente es comunista, otros a las falsas promesas de la oligarquía y de Europa sobre el paraiso capitalista que nunca llega. Y como dices, la situación económica de Rumania y los rumanos hace que la mayor parte viva en una constante desesperacion, a punto de caramelo, dispuestos a creer cualquier promesa, cambio, esperanza y, por otro lado, tambien cualquier mentira. Eso pasa en España, y más aún en paises en los que el futuro dejó de existir hace tiempo.
Por ultimo, la nueva ley no dice que si la cantidad malversada es menor de 40.000 euros no hay corrupción. Dice lo siguiente:
" Art. 297
(1) La comisión por el funcionario público que, en el ejercicio de sus funciones, con conocimiento de causa, de un acto de incumplimiento de unas disposiciones expresas por una ley, ordenanza o decreto del Gobierno y por ello causa un daño material superior a 200.000 lei (45.000 euros) o perjuicios graves, ciertos y efectivos de los derechos o intereses legítimos de una persona física o jurídica, tal como está previsto en la legislación vigente, se castiga con cárcel de 6 meses a 3 años o multa".
No se trata solamente, como ves, de la cantidad de dinero que se sustrae o se malversa (esa solo es una de las posibilidades de delito), sino que hay otras que tambien se aplican (como el daño a personas físicas o jurídicas o al propio estado). Es decir, una funcionario puede causar un perjuicio menor de 20.000 euros y ser condenado por malversacion, y otro puede causar un delito mayor de 45.000 y no serlo (en la legislacion española se aclara, como en la rumana, que tiene que haber para ello intencíon y beneficio).

Sigue...

JL F dijo...


De hecho, la jurisprudencia española suele considerar causa de investigación de delito de malversacion imputable cuando esta cantidad es mayor, 600.000 euros. Pero en España, como en Rumania, si se causa perjuicio en virtud de un beneficio personal y con intención no solo se trata del dinero malversado o no en los contratos asignados en virtud del servicio, sino a una multitud de causas de corrupción que son condenables por la justicia:

"hace falta ánimo de lucro; es posible la actuación omisiva (consentir dolosamente que otro sustraiga); y ha de recaer la acción en caudales o efectos públicos respecto de los cuales ha de haber una especial relación sujeto-objeto, como hemos señalado. Se agrava el delito si recae sobre ciertos objetos, y atendiendo al valor y al daño o entorpecimiento producido al servicio público. Han de concurrir ambas circunstancias (valor de la malversación y entorpecimiento del servicio). A partir de 600.000 euros varias sentencias del TS estiman que se dan ambas circunstancias. Se trata de una cuestión a analizar caso por caso".


A mí, personalmente, todo me parece corrupción y juzgable, pero no se trata de opiniones personales, sino de la manipulación de la realidad que se hace para justificar un intento de cambio de gobierno.

El capitalismo, como he dicho, es corrupto, y la unica manera de acabar con la corrupción es acabar con su origen.

En España pasó algo parecido con PODEMOS (aunque estos, al menos, está formado por mucha gente con cierto sentido social y anticapitalista); sin embargo, las proclamas contra la casta y la corrupción solo ocultaban la intención de cambiar las cosas para no cambiar nada, para que todo siga igual. En Rumania es todavía más descarado: es la gente defensora del saqueo y de las politícas favorables a las multinacionales y frente a los trabajadores los que estan en la calle. Lo que es, ni mas ni menos, que darle la vuelta a la tortilla, justificar la corrupción y el saqueo en nombre de la lucha contra la corrupción.

Saludos, camarada.

JL F dijo...

Comentario en facebook de un comunista rumano sobre las protestas en Rumania: "Un corporativista (trabajador de las multinacionales) me dice que él va a la manifestación porque todos sus jefes están allí. Otros se han pedido permiso de vacaciones para participar. Es "cool" hacerlo. Les pregunto si han leído el decreto ley. La respuesta es !No!.

"Gheorghita Zbaganu, dirigente del PSR.
20 mins ·
Noutati. Un corporatist imi spune ca el merge la miting ca toti sefii lui sunt acolo. Altii si-au luat concediu sa stea mai mult noaptea. E cool sa fii acolo. L-am intrebat daca a citit ordonanta aia. Nu".

JL F dijo...

Gracias Graco.

Es dificil luchar contra la maquina de manipulacion de cerebros que son los mass-media en manos de la clase capitalista y corrupta. Es lógico que oculten noticias como la siguiente, que sale solamente publicada en los medios pequeños e independientes: http://www.activenews.ro/stiri-social/Stati-linistiti-Banca-Mondiala-protesteaza-pentru-dumneavoastra-140625#.WJKBFQkhkjc.facebook

"El Banco Mundial protesta por usted", se titula, y describe a uno de los manifestantes, que aparece en muchas fotos con una pancarta que dice, „Acasă-i cald și bine, dar eu strig și pentru tine” (!En casa se está caliente, pero yo grito por ti!). El personaje es Sebastian Burduja, hijo de un antiguo miembro del PCR, miembro del Banco de Comercio Exterior Rumano, bajo control de la Seguridad rumana, y despues del comunismo, afiliado al Frente de Salvacion Nacional (partido que se decía continuidad del PCR dirigido por Ion Iliescu). Con el tiempo, despues de ser alcalde, llegaria a ser vicepresidente de Bancorex (banco formado por los gerifaltes del PCR y los nuevos capitalistas rumanos y dedicado al comercio exterior). Este banco, el principal de Rumania hasta finales de la década de los 90, acabo hundido debido al dinero que prestaba a los nuevos ricos y grandes corruptos que se repartian el dinero privatizado por el capitalismo rumano, dejando a muchos rumanos-trabajadores en la ruina. Despues el padre del susodicho manifesetante, en vez de ir a la carcel, siguio dirigiendo otros bancos de primera linea de Rumania.

Sebastian Burduja, el hijo, ha sido enchufado en el Banco Mundial en puestos directivos a pesar de su juventud y, desde allí, "por amor a la patria", por supuesto, ha vuelto a su casa para crear diferentes ONGs, como la creada junto a Dan Nechita (consejero del presidente "tecnócrata" Dacian Ciolos, títere de Iohannis), la Fundación Caesar, con la financiación y el apoyo de la Banca Nacional de Rumania.

El "anticorrupción" Burduja ahora ha salido con sus chicos a la plaza para "gritar por los rumanos", aunque parece que sobre su padre (miembro de los servicios de inteligencia comunistas y siempre en posiciones clave para la corrupcion y la estafa desde 1989), o sobre la corrupción del gobierno Ciolos, tuviera nada que gritar.

Lógico. Se trata de gritar contra la "corrupción" para que quien saqueen las arcas públicas sean los suyos (familia, socios o amigos).

Saludos Rojos




JL F dijo...

Rumaño, tú bien lo sabes. El anticomunismo es el velo que ponen sobre los ojos de los rumanos para poder robar con más tranquilidad mientras todo el mundo mira hacia el pasado. El conflicto actual es una lucha entre grupos organizados de corruptos en lucha por el botín, a lo que se suman otros intereses relativos a la fragil situación actual mundial. De hecho, el actual embajador yankee, Hans Kleem, parece que va a ser sustituido de forma inmediata por la nueva administración norteamericana que está en proceso de repliegue hacia el proteccionismo y quiere dejar de mezclarse de forma tan descarada en los asuntos internos de otros paises. A pesar de ello, el chico de Obama y Killary y de sus 66 bombas por día sobre paises díscolos (solo en sus dos últimos años de mandato), sigue metiendo su hocico en la política rumana e intentando que Rumania siga haciendo lo que "debe".

Saludos Rojos

Albert-ChrisRenko dijo...

Estimado camarada Forneo:


En primer lugar, agradecerte tu amplia y amable exposición de los recientes eventos en Rumanía.


No defiendo, ni quiero defender manifestaciones en las que hay gente de dudosa procedencia. Tampoco voy a criminalizar a todos y cada uno de los que han salido a la calle a protestar por la reforma del Código Penal. Estoy seguro de que entre los manifestantes hay también gente sinceramente indignada, incluso gente que votó al Partido Socialdemócrata. Igualmente, en sus casas, sin tomar parte en las manifestaciones, debe haber mucha gente indignada, que no quiere salir a manifestarse junto a elementos poco recomendables, pero que aun así está indignada. Y no es para menos.


Que las manifestaciones están organizadas y convocadas por la otra derecha para derribar al actual Gobierno, que se habría usado cualquier motivo para organizar protestas, no lo pongo en duda. Pero, en todo caso, este Gobierno, si se hubiese propuesto sacar a la calle a la gente e indisponerse con la mayoría de los rumanos, incluida una gran parte de su electorado, no podría haberlo hecho mejor que como lo ha hecho.


Un país saqueado literalmente por corruptos y traidores, donde el nivel de vida se ha hundido espectacularmente en gran parte por la corrupción generalizada, y no tienen otra idea mejor que esta reforma del Código Penal. Es algo que, forzosamente, ha tocado la fibra sensible de mucha gente, porque es el principio de la instucionalización de la corrupción. Otras reformas de corte reaccionario no sacaron a tanta gente a la calle ni generaron tanta indignación, ésta sí porque mucha gente ha sentido que el Gobierno se burla de ellos sin pudor.


Otra cosa, y por eso no quiero ni puedo idealizar las manifestaciones, es que quienes las organizan y acusan al PSD de corrupción son tan corruptos como el actual partido gobernante, y la reforma del Código Penal les beneficia, beneficia a cualquier sinvergüenza, sea cual sea su partido, aunque ahora unos finjan indecentemente una falsa moralidad contra la corrupción, esa corrupción en la que todos bucean sistemáticamente desde hace mucho tiempo.


No, no defiendo a los manifestantes a capa y espada. Simplemente comprendo la razonable indignación que cualquier rumano con una mínima decencia ha de sentir ante la reciente reforma. Seguramente la mayoría de los manifestantes están haciendo el papel de tontos útiles, como hubo muchos en el último Maidan ucraniano, soñando con una utopía capitalista, haciendo el trabajo sucio de los organizadores de la protesta, y ni todos los indignados están en la calle ni todos los que están en la calle están sinceramente indignados. Es posible que los más indignados estén en su casa echando pestes de todos los políticos por igual.


Del mismo modo, no puedo ni quiero defender al Gobierno, pues pocas medidas habrían tenido la posibilidad de generar tanto malestar ni sacar la gente a la calle. En un país con una corrupción rampante y una población que vive, mayoritariamente en la miseria, lo último que debe hacer un partido que se dice de izquierdas es una reforma del Código Penal como la que ha hecho, que beneficia a los corruptos mientras no se pasen de la raya. Eso es inadmisible.


[sigue...]

Albert-ChrisRenko dijo...

¿Por qué no una reforma por la que los delincuentes de delitos comunes poco graves no vayan a la cárcel, a menos que sean reincidentes?


¿Hay sobrepoblación en las cárceles rumanas? ¿De verdad alguien puede creer que a los políticos les importa eso? En todo caso, si la masificación y sobrepoblación de las cárceles rumanas les importa (permítaseme dudarlo), ya aporté alguna solución: amnistiar a reclusos de delitos menores, a los que estén próximos a cumplir su condena y pedir a los tribunales cierta razonable clemencia en delitos poco graves. Aunque temo que esto terminaría produciendo un efecto rebote como el que mencioné sobre la corrupción: si no la haces muy gorda, sales a los dos días o directamente no entras en la cárcel.


En todo caso, hay que analizar por qué hay tal sobrepoblación carcelaria en Rumanía. ¿Hay pocas cárceles o demasiados reclusos? Si hay pocas cárceles, construyan otras nuevas, así darían trabajo y no sólo al ramo de la construcción: las cárceles necesitan servicios que emplearían gente, no sólo brutales carceleros.


¿Nos encontramos con que hay demasiados reclusos? Entonces habría que estudiar por qué, las causas sociológicas de la existencia de tamaña población carcelaria, aunque resulta obvio que en un país que económica y socialmente está al borde del naufragio, el deterioro de las condiciones sociales favorecen el crimen. No por nada, los problemas que durante la Guerra Fría tenían los habitantes de Nueva York y Moscú no eran los mismos, aunque ambas eran grandes urbes: por más que los moscovitas no estuvieran libres de problemas, el crimen no era uno de los principales, cosa que no podría decir un neoyorquino. En el socialismo, la delincuencia común era muy inferior a la de los países capitalistas, porque no se daban las condiciones socioeconómicas que favorecen la existencia de tal delincuencia.


Habría que luchar contra las causas sociológicas del crimen, porque no se trata de vaciar las cárceles o de no mandar a la gente a la cárcel, sino de que la gente no delinca, pero eso es una tarea que requiere de medios a largo plazo en la que ningún gobierno capitalista estará verdaderamente interesado. Mientras tanto, los que siguen yendo a la cárcel son los robagallinas, no los corruptos. ¿Cuántos delincuentes comunes hay en las cárceles y cuántos corruptos? Y no porque apenas haya corruptos, sino porque no suelen pisar la cárcel.


Lo que no puede ni debe permitirse es que, con la excusa de no masificar aún más las cárceles, la corrupción, por ser ya algo tan habitual, empiece a considerarse aceptable, y sólo se castigue (teóricamente) en casos flagrantes y escandalosos, esos casos en los que el establishment decide sacrificar a alguno de los suyos para dar una apariencia de legalidad y fingir que lucha contra la corrupción, o se castiga a alguno que con su exagerada avaricia ha hecho daño al propio establishment.


Unos aprueban desde el Gobierno, con frágiles argumentos, una reforma que es una vergüenza. Otros, desde la oposición, critican una reforma que les beneficia y de la que harán buen uso, mientras alardean de una decencia que jamás tuvieron cuando estuvieron en el poder. Parecen luchas de clanes mafiosos. Y el eterno perdedor, el pueblo rumano, ciego (como la mayoría de pueblos de este mundo, no es algo exclusivo de los rumanos) ante el crimen que se comete a dario contra él.


[sigue...]

Albert-ChrisRenko dijo...

De Podemos, ya que se la ha mencionado, desde el principio me pareció una enorme y exitosa operación de marketing político, tan exitosa que Pablo Iglesias, cual moderno y arrogante Duce (recordemos que Mussolini había militado en el Partido Socialista Italiano, igual que Iglesias en IU) pareció creerse su propia retórica mesiánica. Vale, quizás me he pasado en la comparación entre Iglesias y Mussolini, pero, ¿alguien de veras podía creer que un rojo antisistema podía tener cabida en todo tipo de tertulias políticas, incluso las más rancias y ultraderechistas, dado que era invitado hasta a 13TV y programas como El Gato al Agua? Evidentemente no. La idea era canalizar el malestar social hacia un nuevo partido que fue mutando desde sus postulados inicialmente socialistas hacia ese tranversalismo, el "no somos ni de izquierdas ni de derechas", etc. Eran los tiempos que se hablaba de Bárcenas día sí y día también, e incluso una persona muy de derechas y votante de toda la vida del PP me reconoció que casi le daban ganas de votar a Podemos para dar un susto a los partidos tradicionales, que ya robaban que era una vergüenza. Hubo incluso encuestas a mediados de 2015 que situaban a Podemos como primera fuerza política, encuestas que no creí y el tiempo me dio la razón.


Creado el "monstruo" con el que asustar a los votantes, apareció la derecha más rancia a salvar a España al grito de "¡Que vienen los bolivarianos antisistema!". Y, casi inmediatamente, un partido marginal con implantación sólo en Cataluña empezó a substituir en los platós de TV a un Pablo Iglesias cabreado de tener rival y de dejar de salir en la tele: Albert Rivera y su Ciudadanos, como alternativa moderada (vino viejo en odre nuevo, una especie de PP adaptado al siglo XXI) a los partidos tradicionales para los votantes "moderados" que ya no gustasen del bipartidismo y quisieran una renovación de la política que no fuese el apocalíptico Podemos y sus políticas que destruirían el país. Y Ciudadanos, que no habría salido de Cataluña si no hubiera podido acaparar el voto conservador descontento, previamente canalizado por Podemos y luego asustado ante las perspectivas apocalípticas que decía la derecha traería un Gobierno de Iglesias, se convirtió en un partido de ámbito nacional.


Los más sagaces o los menos estúpidos, como se prefiera, vieron (vimos) lo que era Podemos casi desde el principio, y que este partido no representaba una amenaza al sistema, sino que parecía apuntalarlo aún más. Valga de muestra un detalle, acaso anecdótico pero significativo. Cosa de un tres semanas antes de las elecciones generales de junio pasado, en un restaurante de cierto nivel en el que había quedado para un compromiso, mientras yo fingía escuchar la insulsa charla de mi acompañante, prestaba más atención a la conversación que en la mesa contigua mantenían lo que parecían ser cuatro hombres de negocios. Ya en el postre, tras lo que había sido una comida regada en exceso con buen vino, la sala casi vacía dada la hora, hablando una pizca más alto de lo que suele ser prudente en tales sitios, uno dijo de pronto:


- Oye, ¿y si gana "el Coletas" las próximas elecciones?


La pregunta fue respondida con inmensa calma por otro del grupo, que dijo más o menos:


- No va a ganar, pero incluso si gana, a la gente como nosotros no nos pasará nada. "El Coletas" es mucho menos peligroso de lo que se dice, y a nosotros siempre nos necesitará quienquiera que esté en el Gobierno.


La extraordinaria y cínica franqueza, a la vez que lucidez de ese tipo bien vestido ilustraba claramente que Podemos había cumplido su función: canalizar la indignación, asustar a una parte del electorado, moderarse progresivamente, desviar parte de esa indignación hacia otra formación política que apuntale al régimen y reforzar al PP como baluarte frente a los "bolivarianos antisistema".


Saludos, camarada.

JL F dijo...

Camarada,

Es evidente que no todos los que salen a la manifestación están movilizados por la derecha. Y que muchos votantes del PSD también están indignados por la corrupción evidente institucionalizada por la clase que ha saqueado el país durante estas tres décadas. Que la ordenanza podria haberse hecho de muchas maneras, también es cierto. En todo esto estamos de acuerdo.

Sin embargo, yo no puedo apoyar una protesta dirigida por motivos partidistas contra un partido o un gobierno recientemente elegido con la excusa de la corrupción. Es más, aunque pienso como tú en lo relativo a PODEMOS, incluso en la comparación con Mussolini, aquellas propuestas del 15M tenían una base ideológica muy diferente a estas de Rumania: allí gran parte de los presentes eran desorganizados partidarios de políticas de izquierda, de reformas sociales, de acabar con toda la clase política capitalista, por mucho que todo eso fuera parte de una manipulación que buscaba precisamente lo contrario: calmar los ánimos y sacar la presión de la olla para que no estallara.

En Rumania la comparación con Mussolini sería más acertada todavia. Aquí lo que ha sacado a la calle a los rumanos no es la corrupción. Cuando el capitalismo y sus medios de propaganda azuzan el humo de la corrupción están escondiendo otras razones menos nobles. Si de verdad se luchara contra la corrupción en las calles, no se limitarian a pedir que se abrogue una ordenanza que, a pesar de la propaganda, no cambia apenas nada. Por mucho que abroguen la ordenanza no se va a acabar con la corrupción, porque la corrupción está defendida (no de palabra, claro pero sí en los hechos) por el PSD y por el resto de partidos parlamentarios (PNL, USR, PMP, UDMR, etc.). Si en las calles se gritara "No a la corrupción", o incluso, "Abajo la casta política", como sucedía en España, a pesar de los ocultos e interesados objetivos de aquellas, probablemente yo estaría allí; pero no se trata de eso. Se trata de acabar con unos para que vengan otros. Es decir, la misma historia de siempre.

No obstante, y aunque tampoco es que sea totalmente aclaratorio, pues no se trata de tiempos pasados de principios ideológicos claros, los sindicatos de trabajadores, los pequeños partidos comunistas o antisistema, y en realidad, la gente que vota al PSD (no hay que olvidar que son los más desfavorecidos, los peores tratados por el sistema que, no obstante, tambien apalea a estos manifestantes que ahora parece solo ven la zanahoria delante de sus ojos sin ver al que guía la carroza con el látigo), apoyan la ordenanza y, en todo caso, no apoyan a los manifestantes, que están representados magnificamente (en su mayoría) en la viñeta del magnífico ilustrador rumano Laurentiu Ridichiu.

Sigue...

JL F dijo...

Por cierto que, precisamente, todos estos jóvenes que son tan felices protestando contra una ordenanza que, como ya digo, apenas cambia nada, no mueven ni un dedo cuando hay despidos, se recortan salarios, se cierran hospitales o se destruyen la producción nacional. Tampoco lo hacen ante sus miserables salarios (los "corporativistas", como llaman aquí a los "obreros" de las multinacionales, no llegan a recibir por su trabajo, ni 2000 lei, como máximo, con horas extras y otras explotaciones de más, 3000 brutos -es decir, 600 euros). Los fines de la lucha no se ven tanto en los eslóganes del momento o en las publicaciones emocionadas de facebook, sino en la lucha de cada día. Y, es más que evidente, que lo que hoy tiene lugar en las calles de Rumania (probablemente, eso sí, no conscientemente por muchos de los participantes, pero sí por muchos) es una muestra de la ofensiva de la derecha contra la izquierda; como dice Gheorghita Zbaganu, del Partido Socialista Rumano, PSR, "una batalla de la lucha de clases en la que los que atacan son de nuevo los explotadores".

Hoy dicen que se va a abrogar la ordenanza, para negociarla en el Parlamento. Me parece bien. Pero no va a cambiar nada. La Comisión de Venecia ha mandado un escrito aconsejando al Gobierno que "mantenga el umbral monetario para aclarar cuando el abuso en servicio, o malversacion, sea considerado como tal o no". En las legislaciones europeas, aunque en la ley no aparezca un umbral claro, si que aparece en los desarrollos de la ley.... No se trata, pues, de una decisión del PSD, sino de la Europa que, por otro lado, los manifestantes dicen tener como modelo de la Rumania que quieren. Al final si algo se le puede criticar al PSD es que es un partido como el resto y que hace lo que quiere Europa, no que sea especialmente mafioso o antieuropeo como dicen los reaccionarios y la gran empresa rumana.

Aunque como decia Mao "la rebelión siempre se justifica", hay que tener en cuenta siempre el carácter de clase de los acontecimientos y este, mucho más todavía, que ya es decir, que PODEMOS o el 15M, tiene un olor a fascismo de fondo que apesta.

Saludos Rojos

Albert-ChrisRenko dijo...

Estimado camarada Forneo:

Una vez más, muchas gracias por tu amable y correcta exposición.

Creo necesario aclarar, por si hubiera habido algún malentendido, que yo NO apoyo las manifestaciones. No apoyo las manifestaciones de jovenzuelos desclasados que sueñan con comprarse el último modelo de iPhone, ni de trabajadores que abandonaron la lucha de clases y dejaron de oponer resistencia para convertirse en lumpenproletariado. E incluso cuando entre los manifestantes a buen seguro hay también gente sinceramente indignada y con buenos motivos para ello, los organizadores de las protestas, por quién están organizadas, orquestadas y manipuladas, su naturaleza y sus intereses me impiden apoyar tales protestas.

Del mismo modo, tampoco apoyo ni puedo apoyar a un Gobierno que se dice socialdemócrata pero incluso ese adjetivo le viene grande: es el mismo perro capitalista con distinto collar. Incluso si el Gobierno rumano finalmente recula, ha hecho el trabajo a sus adversarios políticos al movilizar una gran cantidad de gente bajo banderas populistas (por más que el motivo inicial de la protesta estuviera justificado, pero se pretende ir más allá de la protesta inicial), suscitando en la calle una movilización popular dirigida por la otra derecha bajo la que se esconde el neofascismo. Las movilizaciones de este tipo, si no están dirigidas por la verdadera izquierda, corren el riesgo de deslizarse hacia el neofascismo. Este Gobierno ha tirado piedras contra su propio tejado y contra su propio pueblo.

Mi apoyo es al pueblo rumano, a los rumanos conscientes y sinceramente indignados, allí donde quiera que estén, hartos del lodazal en que llevan viviendo demasiado tiempo. Hartos de políticos indecentes, de esas dos derechas, la oficial y la socialdemócrata.

Y mi lamento es que estas protestas contra una reforma que es -y no me cansaré de repetirlo- indignante, las esté organizando y capitalizando la derecha tradicional, la conservadora, la liberal y la neofascista, cuando deberían ser los comunistas, si los hubiera, quienes sacasen a la gente a la calle para protestar no sólo contra la reforma del Código Penal sino contra la podredumbre del capitalismo que tiene hundida a la población en la miseria.

Saludos, camarada.

JL F dijo...

No hay nada que aclarar, estamos de acuerdo, aunque nuestra manera de expresarlo pueda parecer diferente en algunas cosas. Para terminar (probablemente mañana haga una entrada sobre esto), hoy ha acudido a las protestas el Director General de la multinacional bancaria con sede en Austria, Raiffeisen Bank România, Steven van Groningen, un multimillonario que gana miles de millones a costa del dinero público rumano y que ha iniciado un proceso legal contra los rumanos tras la aprobación por el Parlamento de mayoría socialdemócrata la llamada "Darea in plata" (Dacion en pago), a traves de la que los hipotecados que no puedan devolver la hipoteca pueden saldarla directamente con la perdida de su casa. El "protestatario" "anticorrupción" quiere que los hipotecados devuelvan hasta el último euro de la deuda aunque pierdan también la casa. Muy democrático, sí señor.

Saludos Rojos

Albert-ChrisRenko dijo...

Estimado camarada Forneo:

Gracias por tu amables y esclarecedoras palabras. Cierto que nuestra posición es esencialmente la misma, por más que la forma de expresarlo pueda diferir en algo y dar lugar a una posible confusión. Es por eso que quise hacer la aclaración, pues si la forma puede diferir en algún punto, el contenido, el fondo, es el mismo.

No me había enterado de que Steven van Groningen había acudido anoche a la Plaza de la Victoria de Bucarest, aunque esta mañana he podido ver fotos de ese individuo (me cuesta llamarle persona) posando y dejándose ver en la protesta en Bucarest, que se ha seguido produciendo aunque el Gobierno finalmente parece recular de algo que jamás debió hacer y quiere derogar la reforma para consensuarla en el Parlamento, donde seguramente saldrá algo parecido (pero convenientemente maquillado) porque a todos los políticos les viene bien que la corrupción no se castigue duramente.

Éste es el problema, que el Gobierno mal llamado socialdemócrata ha permitido a la otra derecha presentarse falsa pero oportunamente (con mucho cinismo y oportunismo) como honestos políticos contra la corrupción de los socialdemócratas, ex comunistas o neocomunistas, porque no ha faltado quien saque a relucir una inexistente herencia ideológica entre el antiguo PCR y el PSD. La única herencia existente es la de que muchos de sus miembros tuvieron carnet del PCR en su día sin ser comunistas, algo que sucede con prácticamente todos los partidos políticos rumanos. En cualquiera de ellos milita gente que una vez tuvo carnet del PCR.

Y que gente como Steven van Groningen, Sebastian Burduja y otros puedan ir a hacerse unas fotos, fingiendo ser demócratas sin tacha de impecable decencia y rectitud. La gente lo ve en la TV, convenientemente manipulado, y se lo cree, tan simple es la mentalidad de la gente ahora y tan corta su memoria.

Y que la nueva reforma que se acabe aprobando en el Parlamento, aunque sea casi una copia de la que acaba de ser derogada, quedará como una reforma de "consenso", pactada, "moderada", frente a la radical y vergonzosa reforma anterior de los socialdemócratas. Porque la gente, la mayoría de la gente, no leerá la nueva reforma que se alcance, no comparará ni tendrá ocasión de darse cuenta de que serán lo mismo. Se quedarán simplemente con la idea, que los medios difundirán, de que la antigua reforma era mala y la nueva mejor e incluso buena.

Los socialdemócratas han conseguido quedar ante los ojos de la mayoría de los rumanos como los malos a los que "el pueblo" (¿qué pueblo?) ha conseguido hacer entrar en razón. ¿De verdad la gente del PSD no se daba cuenta de dónde se estaban metiendo y que no han podido hacer mejor regalo a la otra derecha?

Saludos, camarada.

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