La situación actual con los pensionistas rumanos es la siguiente:
Alrededor de un millón de pensionistas rumanos sobreviven con una pensión inferior a 706 lei, es decir, unos 147 euros.
Según la institución equivalente a la Seguridad Social en Rumania, 2 millones de pensionistas reciben menos de 1000 lei mensuales, lo que representa el 40% del total de los pensionistas del país. En el polo opuesto, solamente 26.000 (un 0,5%) reciben pensiones de más de 5000 lei (unos 1040 euros). Por otro lado, el Institito Nacional de Estadística de Rumania señala que el número otal de pensionistas es de 5,1 millones, siendo la pensión media mensual de 1.335 lei (278 euros).
Además hay que tener en cuenta que, según el estudio realizado por la Fundación Friedrich Ebert, en 2019 la cesta básica de consumo para poder comer decentemente era de 2.648 lei (unos 560 euros), datos para una persona adulta. En este sentido, es comprensible que los datos de Eurostat muestren que uno de cada cuatro jubilados rumanos pasa hambre y vive en condiciones de pobreza.
Según la institución equivalente a la Seguridad Social en Rumania, 2 millones de pensionistas reciben menos de 1000 lei mensuales, lo que representa el 40% del total de los pensionistas del país. En el polo opuesto, solamente 26.000 (un 0,5%) reciben pensiones de más de 5000 lei (unos 1040 euros). Por otro lado, el Institito Nacional de Estadística de Rumania señala que el número otal de pensionistas es de 5,1 millones, siendo la pensión media mensual de 1.335 lei (278 euros).
Además hay que tener en cuenta que, según el estudio realizado por la Fundación Friedrich Ebert, en 2019 la cesta básica de consumo para poder comer decentemente era de 2.648 lei (unos 560 euros), datos para una persona adulta. En este sentido, es comprensible que los datos de Eurostat muestren que uno de cada cuatro jubilados rumanos pasa hambre y vive en condiciones de pobreza.
No obstante, el Partido Nacional Liberal en el gobierno, dirigido por Ludovic Orban, apoyados por el jefe de estado Klaus Iohannis, se disponen a paralizar cualquier subida de pensiones y de ayudas sociales, condenando a los ancianos rumanos a una penuria aun mayor. Mientras tanto, disponen decretos para subvencionar a las grandes empresas privadas, para ayudarlas a pagar los salarios de los trabajadores con dinero público y para seguir facilitando que estas no tengan que subir los salarios de sus empleados.
Parece, pues, que el gran peligro no se trata tanto de la grave pandemia, como nos hace creer la OMS y los medios de propaganda, sino que el principal problema, el más grave y letal virus, fue, es y será la tiranía del capital, lo que se llama eufemisticamente "democracia liberal". Y Rumania lleva veinte años siendo conejillo de indias de sus desmanes.
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