domingo, 26 de junio de 2016

Por qué los trabajadores británicos necesitan un Brexit (Partido Comunista de Gran Bretaña M-L)

Reproducimos a continuacion el comunicado del Partido Comunista de Gran Bretaña (marxista-leninista) ante el referéndum sobre la permanencia o salida del Reino Unido en la Unión Europea. Los camaradas se posicionan firmemente por la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea y explican el porque de la conveniencia para los trabajadores británicos de que finalmente vaya a ser así ( sus razones se pueden hacer extensivas a los trabajadores de toda la U.E.):


Por qué los trabajadores británicos necesitan un Brexit

Salir de la UE debilitaría indudablemente la capacidad de los imperialistas británicos, europeos y norteamericanos para dominar el globo, dando así nuestra lucha por el socialismo un pequeño paso hacia delante.
“Desde el punto de vista de las condiciones económicas del imperialismo, esto es, la exportación de capitales y la división del mundo por los poderes coloniales ‘avanzados’ y ‘civilizados’, los Estados Unidos de Europa, bajo el capitalismo, o son imposibles o son reaccionarios...
“Por supuesto, son posibles los acuerdos temporales entre capitalistas y entre Estados. En este sentido los Estados Unidos de Europa son posibles como un acuerdo entre los capitalistas europeos... ¿pero con qué fin? Solo con el propósito de suprimir conjuntamente el socialismo en Europa... Sobre la actual base económica, es decir, bajo el capitalismo, los Estados Unidos de Europa significarían una organización de la reacción”. (Sobre la consigna de los Estados Unidos de Europa, Lenin, 23 de agosto de 1915)
Aunque las condiciones particulares han cambiado considerablemente desde que Lenin escribiera hace más de 100 años las palabras expuestas más arriba, la esencia es la misma. Una unión de Estados imperialistas sólo puede ser una entidad reaccionaria. Y no puede perdurar.
Para quienes disfrutamos interactuando con gente de otros países, enriqueciéndonos a conociendo otras culturas, y quienes nos identificamos con trabajadores de otros países, es extremadamente contraintuitivo estar contra la Unión Europea, la cual parece ser un vehículo que facilita la comunicación a través de las fronteras nacionales y que une más a trabajadores de diferentes nacionalidades.
No obstante, aunque la Unión Europea tiene indudablemente sus aspectos beneficiosos, sigue siendo en esencia una organización imperialista, diseñada para habilitar a las burguesías de varios países imperialistas la suficiente fuerza financiera y militar para proteger su estatus imperialista contra (a) sus rivales imperialistas, (b) los países oprimidos a los que explotan, y (c) las clases trabajadoras de sus propios países.
Por supuesto, en oposición a la Unión Europea, los socialistas se encuentran en compañía extremadamente nauseabunda. Desde los sectores anti-inmigrantes, xenófobos e islamófobos de la sociedad, hasta los Little Englanders1 que se remontan a los días de gloria imperial cuando Britannia dominaba los mares por su cuenta. LosLittle Englanders se imaginan que de algún modo es posible restaurar esa gloria, si se la puede llamar así (no todo el mundo estaría de acuerdo), bajo el liderazgo del partido político de derechas.
Hay también sujetos avaros que no quieren pagar el precio de la afiliación, la cual, hasta donde les preocupa, liquida las ventajas significativas de ser parte de la UE para el imperialismo británico: todo lo que pueden ver es cuánto cuesta mantener la política agraria común; cuánto cuesta mantener a flote a aquéllos que han sido llevados a la bancarrota financiera por el funcionamiento del sistema capitalista, cuánto cuesta proveer a la clase obrera un sustento y unas condiciones de trabajo mínimamente aceptables, etc.
Un exponente típico de esta mentalidad tacaña es el ‘emprendedor’ (capitalista) Luke Johnson que escribe en The Sunday Times: “Europa tiene el 7% de la población mundial y el 25% de su PIB, pero el 50% de su gasto social. En un mundo competitivo, esto es insostenible”. (Animal spirits: if you believe in controlling your destiny, vote for Brexit, 6 de marzo de 2016).
Bueno, en el caso de que el señor Johnson no lo haya notado, la gran mayoría de quienes se benefician del gasto social no disfrutan ningún lujo en sus vidas, y eliminar cualquiera de esos beneficios seguramente sea ‘insostenible’ desde su punto de vista. Ciertamente es verdad que los capitalistas necesitan regularmente reducir a la baja las condiciones de vida de los trabajadores, lo que es ‘sostenible’ para que sus empresas sobrevivan, pero precisamente por eso el sistema económico capitalista es disfuncional y debe ser derrocado; no es un argumento para amontonar miseria sobre las masas de la clase obrera.
Por cierto, aunque por varias razones la Unión Europea introdujo ciertos derechos de los trabajadores que en muchos de sus Estados miembros no han existido previamente, esto no justificaría la línea tomada por la secretaria del TUC2Frances O’Grady:
“Las sucesivas directivas de la UE han impulsado avances en los derechos y la igualdad de los trabajadores en Gran Bretaña. A menudo más lejos y más rápido de lo que ningún gobierno británico de cualquier color estaba dispuesto.
“Así que ahora la cuestión es que, si salimos de de la UE, ¿tendremos al actual gobierno conservador manteniéndolos? Si el campo del Brexit se saliese con la suya, el gobierno británico tendría que escoger y elegir qué derechos diluir o desechar por completo.
“Sin una red de seguridad legal de la UE no pasaría mucho tiempo antes de que los malos empleadores recortasen las vacaciones pagadas, empujasen a los trabajadores a trabajar más horas con menos descansos e impidiesen que las trabajadoras embarazadas tuvieran tiempo libre para sus citas médicas.
“Los sindicatos no tendrían la oportunidad de extender los derechos de los trabajadores a través del Tribunal Europeo de Justicia, como hemos hecho con la igualdad de salarios y de jornada de trabajo. Y nuestros acuerdos colectivos sobre los que se construyen estos mínimos legales estarían bajo amenaza.
“Por eso el TUC está advirtiendo a los trabajadores de los riesgos del Brexit. Los trabajadores tienen mucho que perder”. (A ‘Brexit’ would put workers in danger, Morning Star, 9 de marzo de 2016)
¿Frances O’Grady piensa seriamente que las burguesías imperialistas de otros países europeos son de algún modo más amables hacia la clase obrera que la burguesía imperialista británica? ¡Quizá ella debería consultar a la clase obrera de Grecia, cuyas pensiones y beneficios sociales han sido diezmados, cuyos hospitales están desprovistos desesperadamente de medicación, etc., en cuanto a cómo la burguesía europea protege los derechos de los trabajadores!
Además, independientemente de si Gran Bretaña permanece en la UE o no, la protección de los derechos humanos por la UE será eliminada en Gran Bretaña. ¿Alguien puede dudar que si la burguesía lo estima necesario varias protecciones laborales serán eliminadas también, y puede que no solo en Gran Bretaña sino en toda la UE? ¡Por supuesto, todo en nombre de los recortes de la burocracia de Bruselas!
En Gran Bretaña o en otros países de la UE, los trabajadores solo podrán proteger sus derechos luchando y ganando. Y no ponen ninguna esperanza en ganar a menos que protejan su unidad como la niña de sus ojos y no se vean inmersos en una histeria anti-inmigrante que los lleve a la mutua aniquilación.
O’Grady no debería fijar sus sus esperanzas en una organización imperialista para proteger los intereses de los trabajadores. Debería hacer que los sindicatos que componen el TUC dirigido por ella estén listos para luchar, dentro o fuera de la ley, por defender los intereses de sus miembros y de la clase obrera en general.
¡Pero, sostendría ella, eso no es parte de su trabajo! Ella está para reconciliar a la clase obrera con el imperialismo, y para ello le mendiga que tenga aquí y allá alguna consideración por los intereses de los trabajadores, sin importar con qué frecuencia se lo denieguen, manteniendo la paz asegurando su electorado día a día ese obstáculo seguramente mañana será afable, aunque solo si esperan pacientemente.
Aunque es desagradable encontrar en nuestro lado de la barricada no solo gente honesta y progresista sino también un montón de xenófobos descerebrados y maliciosos, es bueno observar que la burguesía británica ha caído en su propia trampa. Fomenta la xenofobia como medio para reunir apoyo de masas en favor de sus propios intereses (por ejemplo, guerras contra quienes resisten la superexplotación imperialista) y como un medio para conducir a la clase obrera contra sí misma. Pero luego la xenofobia toma vida propia y tiende a evitar que la burguesía británica persiga sus propios intereses cuando estos pasan por asegurar la cooperación internacional con otras potencias imperialistas.
Hay una posibilidad de que los votos de los xenófobos sean lo que se necesita para que Gran Bretaña salga de la UE en el referéndum del 23 de junio este año. El cual con toda probabilidad se demostrará desastroso para el imperialismo británico.
En qué medida esto es así ha sido bien expresado por The Economist: “Los vínculos de Europa con América se volvería más tensos. Por encima de todo, la pérdida de su mayor potencia militar y su actor en política internacional más significativo debilitaría seriamente a la UE en el mundo.
“La UE se ha convertido en una parte cada vez más importante de la política exterior y de seguridad occidental, en lo que concierne al acuerdo nuclear con Irán, la amenaza del terrorismo islamista o la imposición de sanciones contra Rusia. Sin Gran Bretaña, sería más difícil para EEUU tirar de su peso global, una gran pérdida para Occidente en un vecindario conflictivo, desde Rusia,pasando por Siria hasta el Norte de África.
“Es una pequeña pequeña maravilla que Vladimir Putin de Rusia sea entusiasta sobre el Brexit y Obama de América no lo sea. Sería miope para los euroescépticos ser indiferentes ante esto. Una Europa débil sería sin ambigüedades mala para Gran Bretaña, cuya geografía, a diferencia de su política, es fija”. (The real danger of Brexit, 27 de febrero de 2016)
En otras palabras, Gran Bretaña fuera de la UE sería menos capaz de intimidar a otros países, y la capacidad de la UE de hacer lo mismo también sería debilitada considerablemente. El imperialismo norteamericano también sería debilitado con el debilitamiento de la UE como su aliada. Debe añadirse que, sin la presencia de Gran Bretaña en la UE, la alianza imperialista UE-EEUU se volvería mucho más débil, lo cual solo podría ser bueno para los trabajadores y pueblos oprimidos en cualquier lugar.
Naturalmente, si la clase gobernante británica se vuelve más frágil; si su capacidad para sobreexplotar en el extranjero disminuye, tratará de compensar sus pérdidas a expensas de la clase obrera local. La vida puede volverse más difícil para el proletariado británico, por un tiempo. Pero, al mismo tiempo, encararemos a un enemigo de clase que será un poco más fácil de derrocar.

Notas
1 Chovinistas opuestos a que Gran Bretaña tenga un papel activo en la política internacional.
2 Trade Union Congress. Central sindical británica.

El comunicado traducido en castellano está tomado prestado de los camaradas del Partido del Trabajo Democrático

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