Entre estos tópicos, es muy repetitivo, y muy del gusto de la prensa internacional, también en manos de mafiosos y criminales económicos de cada país, hablar de las condiciones de orfanatos o prisiones de la Rumania Comunista,
Sin embargo, y precisamente, hace apenas tres meses el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (CEDO), volvió a condenar a Rumania (ya es la tercera o cuarta vez) a una multa de 80 millones de euros por las condiciones inhumanas de las cárceles del país, ante lo cual la ministra de justicia, Raluca Pruna, pidió que se aplazara la obligación de pagar por la incapacidad del estado rumano de pagar esa cantidad.
Las protestas han empezado en la prisión de Iasi, donde más de 100 presos han iniciado una huelga de hambre, y se han extendido como la pólvora por todo el país. En algunas de las prisiones, como las de Botosani, Bistrita o Tulcea, algunos detenidos han subido a los tejados y han prendido fuego a colchones o instalaciones.
Los principales motivos de las protestas son la aglumeración en las celdas, en ocasiones 10 personas en 40 metros cuadrados, las posibilidades de participación en actividades lucrativas y deportivas, el horario de televisión, el acceso a los servicios médicos y la calidad de estos, y el acceso a la libertad condicional. En general, las condiciones inhumanas a las que son sometidos los presos en los campos de concentración que son las cárceles del país.
De momento, en todas las prisiones unidas a la protesta hay presos en huelga de hambre, En Tulcea, los presos han prendido fuego a los colchones y han lanzado por las ventanas los mendrugos de pan de su ración, y en Miercurea Ciuc se ha tenido que utilizar gases lacrimógenos para calmar la situación temporalmente. Parece que hay al menos 700 presos que han rechazado comer nada en todo el país. En la prisión de Aiud un detenido ha muerto, no se han hecho públicas las causas, aunque la versión oficial es que se ha suicidado.
De momento, en todas las prisiones unidas a la protesta hay presos en huelga de hambre, En Tulcea, los presos han prendido fuego a los colchones y han lanzado por las ventanas los mendrugos de pan de su ración, y en Miercurea Ciuc se ha tenido que utilizar gases lacrimógenos para calmar la situación temporalmente. Parece que hay al menos 700 presos que han rechazado comer nada en todo el país. En la prisión de Aiud un detenido ha muerto, no se han hecho públicas las causas, aunque la versión oficial es que se ha suicidado.
Son conocidas las condiciones de los presos rumanos en todo el país, olvidados entre los muros de las prisiones, donde parece que los derechos humanos no tienen acceso. Si la situación de los trabajadores fuera es muy difícil, no hay que hacer un excesivo esfuerzo imaginativo para hacerse una idea de como serán dentro de los barrotes de los que son verdaderos centros de castigo de Rumania.
Los detenidos rumanos, por cierto, están condenados de por vida a tener que mostrar su certificado de penales a todo contratador, pues la ley del trabajo capitalista rumana permite que los empleadores exijan a los candidatos al puesto de trabajo demostrar su historial penal. Así que nadie los contrata, por lo que, generalmente, acaban volviendo a la cárcel tarde o temprano, al hacinammiento, el contagio de enfermedades y escasa atención sanitaria y a estar en manos de vigilantes y policia, tras los opacos muros donde no se sabe jamás lo que sucede, mientras los medios de propaganda capitalista callan, puesto que la barbarie inherente al capitalismo sigue llenando los bolsillos de sus amos, a no ser que la situación estalle como en estos días.
Cuando la tormenta pase, el silencio volverá a cubrir convenientemente la miseria, la tortura, y la violencia del sistema, y continuarán haciédose loas de la dictadura del capital, con el adecuado maquillaje democrático y mediático para seguir intentando hacer pasar la barbarie por paraiso.
Los detenidos rumanos, por cierto, están condenados de por vida a tener que mostrar su certificado de penales a todo contratador, pues la ley del trabajo capitalista rumana permite que los empleadores exijan a los candidatos al puesto de trabajo demostrar su historial penal. Así que nadie los contrata, por lo que, generalmente, acaban volviendo a la cárcel tarde o temprano, al hacinammiento, el contagio de enfermedades y escasa atención sanitaria y a estar en manos de vigilantes y policia, tras los opacos muros donde no se sabe jamás lo que sucede, mientras los medios de propaganda capitalista callan, puesto que la barbarie inherente al capitalismo sigue llenando los bolsillos de sus amos, a no ser que la situación estalle como en estos días.
Cuando la tormenta pase, el silencio volverá a cubrir convenientemente la miseria, la tortura, y la violencia del sistema, y continuarán haciédose loas de la dictadura del capital, con el adecuado maquillaje democrático y mediático para seguir intentando hacer pasar la barbarie por paraiso.
2 comentarios:
Recuerdo ver por fuera un centro penitenciario en Bacau y eso daba miedo en el estado que se encontraba (sin llegar a verlo por dentro). No me extraña que algunos rumanos cuando vienen a España les llamen a las cárceles de aquí "hoteles"... Imagino que las prisiones rumanas no habrán tenido mejora alguna desde hace 30-40 años, al igual que gran parte de la red ferroviaria, asfaltos, calles, etc. La culpa como siempre, la "gran losa" del comunismo durante 40 años, que les impide avanzar como deberían...
Esperemos que los presos consigan algunas mejoras.
Un saludo!
La lástima es que no están allí, en esas cárceles sucias, apestosas y hacinadas, los responsables de todo esto, los grandes criminales que engañaron al pueblo y luego se han dedicado a robarle desde la política y desde el mundo de los negocios.
Y que conste que las cárceles rumanas (y de muchos otros países ex socialistas) están así por culpa de la actual elite político-económica. Incluso si quisieran recurrir al tan manido "cómo nos lo dejaron los comunistas" (la herencia, vamos), este año se cumplen 25 años del fin de la URSS y y 27 desde las "revoluciones" de 1989. Digo yo que, incluso si fuera verdad que las cárceles eran un asco (y es posible que en los últimos tiempos de socialismo, con el declive económico, realmente las cárceles estuviera hechas un asco), en un cuarto de siglo han tenido tiempo para mejorarlas y adaptarlas a los estándares europeos. Aunque la nueva elite sólo está interesada en los estándares europeos en lo que a robar y recortar servicios sociales se refiere, lo demás es irrelevante. Si no les importa pagar pensiones ridículas, sueldos de risa, dejar a la gente sin trabajo y sin recursos, recortar en sanidad y educación, mientras ellos progresan económicamente con sus mansiones, sus limusinas y sus cuentas bancarias en el extranjero, menos les va a importar el bienestar de los reclusos.
Saludos, camaradas.
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