Blair y Ponta, miserables encarnaciones del timo socialdemócrata |
Como no puede ser de otro modo en un país como Rumania, que
lleva dos décadas sin huella de soberanía alguna, el susodicho ha sido recibido
por el primer ministro rumano, Víctor Ponta, con los brazos abiertos, sin
ningún temor o embarazo a mancharse de sangre con el abrazo.
No obstante, el primer ministro rumano también socialdemócrata (la misma ideología hipócrita y mercenaria del genocida británico),Víctor Ponta, es hoy también cómplice y responsable del desastre social que están sufriendo los rumanos desde la reinstauración del fasciocapitalismo en 1990, y de sus crecientes consecuencias en la actualidad, en el marco de una crisis económica que, además de beneficiar enormemente a los mas ricos, acrecienta aun mas la ya habitual crisis social de más de dos décadas que sufren los rumanos.
La reunión de los dos servidores del capital tuvo lugar en la sede del Partido Social Demócrata de Bucarest, dirigiéndose después ambos a celebrar lo requetebién que van las cosas tanto para sus bolsillos como para los de sus amos, los dueños de las grandes multinacionales, a un restaurante de lujo de la ciudad (sin importarles entretanto un comino, por supuesto, que en Rumania el capitalismo haya tenido entre sus drásticos "grandes éxitos" que el 60% de los rumanos gane apenas 300 euros al mes en un contexto en el que los precios son prácticamente los mismos que en Alemania, que haya más de tres millones exiliados por razones económicas (que no dejan de ser políticas), o que, entre otras muchas catástrofes que han caído sobre los hombros de los trabajadores rumanos, dos de cada cinco niños vivan hundidos en un océano de pobreza.
Y ya que hablamos de Alemania, después de la partida de Tony Blair, Víctor Ponta ha viajado hasta Berlín, suponemos que a rendir pleitesía a Ángela Merkel que, dentro del grupo de interesados y ambiciosos peones y títeres políticos de la oligarquía económica, es la gran capataz de la explotación de obreros que es hoy la Unión Europea.
Ignoramos si Ponta ha realizado genuflexiones físicas ante la canciller alemana, o solo las ha ejecutado económicas y políticas, poniendo, como es habitual desde hace dos décadas en todos los presidentes y primeros ministros rumanos, la soberanía nacional como alfombra para que Merkel se limpie los zapatos, y para que los grandes mafiosos capitalistas, los principales beneficiados del festín de la destrucción y saqueo de la riqueza rumana, se sigan sirviendo de ella para continuar engordando el botín atesorado con la apropiación de la riqueza que debería ser, en justicia, de los que la producen.
No obstante, el primer ministro rumano también socialdemócrata (la misma ideología hipócrita y mercenaria del genocida británico),Víctor Ponta, es hoy también cómplice y responsable del desastre social que están sufriendo los rumanos desde la reinstauración del fasciocapitalismo en 1990, y de sus crecientes consecuencias en la actualidad, en el marco de una crisis económica que, además de beneficiar enormemente a los mas ricos, acrecienta aun mas la ya habitual crisis social de más de dos décadas que sufren los rumanos.
La reunión de los dos servidores del capital tuvo lugar en la sede del Partido Social Demócrata de Bucarest, dirigiéndose después ambos a celebrar lo requetebién que van las cosas tanto para sus bolsillos como para los de sus amos, los dueños de las grandes multinacionales, a un restaurante de lujo de la ciudad (sin importarles entretanto un comino, por supuesto, que en Rumania el capitalismo haya tenido entre sus drásticos "grandes éxitos" que el 60% de los rumanos gane apenas 300 euros al mes en un contexto en el que los precios son prácticamente los mismos que en Alemania, que haya más de tres millones exiliados por razones económicas (que no dejan de ser políticas), o que, entre otras muchas catástrofes que han caído sobre los hombros de los trabajadores rumanos, dos de cada cinco niños vivan hundidos en un océano de pobreza.
Y ya que hablamos de Alemania, después de la partida de Tony Blair, Víctor Ponta ha viajado hasta Berlín, suponemos que a rendir pleitesía a Ángela Merkel que, dentro del grupo de interesados y ambiciosos peones y títeres políticos de la oligarquía económica, es la gran capataz de la explotación de obreros que es hoy la Unión Europea.
Ignoramos si Ponta ha realizado genuflexiones físicas ante la canciller alemana, o solo las ha ejecutado económicas y políticas, poniendo, como es habitual desde hace dos décadas en todos los presidentes y primeros ministros rumanos, la soberanía nacional como alfombra para que Merkel se limpie los zapatos, y para que los grandes mafiosos capitalistas, los principales beneficiados del festín de la destrucción y saqueo de la riqueza rumana, se sigan sirviendo de ella para continuar engordando el botín atesorado con la apropiación de la riqueza que debería ser, en justicia, de los que la producen.
Aunque, con la gran ayuda del gran aparato de propaganda de la dictadura del capital, en sus diversas pero aparentes formas de libertad de prensa, estos mismos parásitos de la clase dominante consiguen que lo que hoy se considera oficialmente "justicia" sea
controlada, legislada y ejecutada por los mismos a los que al genocidio
capitalista, tanto en sus expresiones económicas, como sociales o militares, (como el perpetrado, por ejemplo, por el Trío de la Azores), lo definen bajo el concepto hipócrita de "humanitario", mientras la lucha de los trabajadores
y los pueblos para recuperar lo que es suyo, apoyados en las tan rentables y convenientes ideologias pacifistas y aclasistas, sea criminalizada como "violencia" o "terrorismo".
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