sábado, 2 de julio de 2016

Los pensionistas rumanos sobreviven con una pensión media de apenas 190 euros al mes.



El gobierno rumano decidió a principios de este año la subida de las pensiones un 5%. ¿Qué significa realmente la noticia? ¿Va a mejorar la calidad de vida de los pensionistas rumanos? Nada de eso.

En realidad, la pensión media de los pensionistas rumanos, según los datos ofrecidos por Digi24.ro, va a ser de 930 lei (cantidad tras apllicarse el 5% de subida), es decir, apenas 210 euros brutos al mes. Si tenemos en cuenta que a los pensionistas se les aplica, como a todo el mundo, el impuesto único (es decir, igual para todos, independientemnete de sus ingresos) del 16%, el jubilado medio ha de sobrevivir y llegar a fin de mes con apenas 175 euros netos al mes.

Pensionistas rumanos haciendo cola para recibir ayuda alimentaria de la U.E.
Se trata de uno de los verdaderos "milagros" del sistema capitalista en Rumania: ¿Cómo pueden sobrevivir los pensionistas rumanos con menos de 175 euros al mes. Hay que tener en cuenta que hablamos de "media", y, como se puede ver en la imagen adjunta, esta está inflada debido a la élite de pensionistas que reciben pensiones extremadamente altas, en comparación con las de la mayoría.
Como observamos en la imagen, más de 3,2 millones de pensionistas, viven con menos de 1000 lei mensuales (unos 190 euros netos), mientras que otros 1,5 millones lo hace con entre 1000 y 2000 lei (es decir, con menos de 370 euros brutos). En la cúspide, un pequeño porcentaje de pensionistas , según el Centro Nacional de Pensiones, recibe una pensión muy alta; así, la pensión máxima recibida por un rumano es de 28.825 brutos, unos 5.000 euros netos

Por último, solamente unos 140.000 reciben de pensión más de 2000 lei y solo 20.000 jubilados cobran más de 3.000 (es decir, más de 550 euros), cantidad que, aunque se trata de los "privilegiados" de entre los pensionistas, no permite vivir con desenvolutura en la Rumania actual.

Caso aparte son los 450.000 pensionistas del sector agrícola, que tienen otro sistema de jubilación en Rumania, y que reciben como media, al mes, apenas 400 lei (apenas 90 euros). Este medio millón de personas simplemente se deja morir en sus casas ante la indiferencia del estado y de la clase capitalista que ha provocado su situación.

Los pensionistas han sido uno de los grandes perjudicados por el desastre provocado por la reinstaración del capitalismo tras el golpe de estado de 1989, pues tienen que malvivir en la sociedad del "sálvese quién pueda", con un estado raquítico y unos servicios públicos en proceso imparable de saqueo, y que asisten como testigos impontentes de la destrucción de la enorme riqueza industrial y agrícola construida con sus propias manos durante los años socialistas.

Lo cierto es que, aunque el gobierno venda la noticia de la pírrica subida de las pensiones como un "gran avance", en la Rumania actual, estado miembro de la Unión Europea,  expoliada por la minoria capitalista local y las multinacioneles extranjeras, los antiguos trabajadores socialistas, hoy pensionistas, reciben como premio por sus años de duro trabajo una pensión con la que la mayoria dificilmente puede sobrevivir y llegar a fin de mes.

Un mal que no es, por otro lado, específico de Rumania, ni mucho menos, sino que sufren trabajadores y pensionistas en todos los antiguos paises socialistas, empezando por la propia Rusia, y pasando por Polonia, Bulgaria, Lituania, Chequia y el resto de actuales, para muchos anticomunistas, "paraisos capitalistas",  en los cuales la clase dominante, cuyos líderes fueron protagonistas de una forma u otra del derrumbe del estado socialista, no tiene límites en lo referente al saqueo de la riqueza que antes era de todos y de humillar a los trabajadores empobreciéndoles mientras ellos se llenan los bolsillos con el fácil botín, con el aplauso y colaboración de las oligarquías de de Estados Unidos y la Unión Europea.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

La situación en Rusia es igual o peor. Aquí, en Moscú, la media de pensiones es menor que los 200 euros de los rumanos, que pueden considerarse "afortunados", y más ahora que la crisis económica en Rusia ha devaluado el rublo a límites no conocidos, mientras la élite, los que acabaron con la URSS, dirigidos por Putin, siguen llenándose los bolsillos con la riqueza de todos. Y se pueden verificar los datos, como dices, de que sucede lo mismo en todos antiguos paises socialistas.

!Salud!

Antonio Ostrovsky

Albert-ChrisRenko dijo...

Es un hecho comprobado que durante la crisis el nivel de vida de la gente común ha bajado, mientras que los ricos, más allá de casos puntuales (la quiebra de Lehman Brothers, donde empezó todo y que llevó a la ruina a algunos de los principales responsables), han aumentado su riqueza e incluso hay más ricos ahora que antes. Y esto a nivel mundial, no sólo en Rumanía o Rusia. Han aprovechado la crisis no para refundar el capitalismo, como pomposamente dijo Sarkozy, sino para llevar a cabo un verdadero saqueo en la reordenación económica posterior a septiembre de 2008, cuando la quiebra financiera de Lehman Brothers; reordenación que nada tenia que ver con una refundación, sino con un nuevo reparto de la tarta... esa tarta a la que la gente, el pueblo, no tiene acceso como no sean migajas, pero que desde el poder se hace creer para alienar a la clase trabajadora (con bastante éxito, dicho sea de paso) que con el adecuado esfuerzo cualquiera puede llegar a lo más alto.

Sobre el anónimo "Ostrovsky", ¿toma usted ese apellido del escritor Nikolai Ostrovsky, el autor de 'Así se templó el acero'?

Saludos, camaradas.

Anónimo dijo...

Estimado Albert,

Claro, lo tomo del gran autor, dramatizador del modelo de militante bolchevique, Nikolai Ovstrovsky, modelo que muy pocos comunistas siguen hoy. Vivo en Moscú desde hace unos años y la situación es cada vez más lamentable. Esperemos que los trabajadores rusos no hayan olvidado del todo su pasado. Mientras sea así, hay esperanza.

Priviet, tovarich.

Antonio

JL F dijo...

No creo que se puedan sentir precisamente "afortunados" los rumanos. En todo caso, los pobres trabajadores rusos también tienen los suyo. En ambos casos, las mafias capitalistas dirigen el país, tras hacerse con el poder hace un cuarto de siglo y saquear estás la riqueza creada por la clase obrera. Y eso, con la complicidad y el aplauso de muchos anticomunistas simulando agitar la bandera roja.

Antonio, excelente libro el de Ovstrovsky y, como dices, aunque fue escrito como modelo de estudio y sacrificio para los comunistas, hoy no hay muchos que se parezcan ni de lejos al gran Pavel, su protagonista.

https://www.marxists.org/espanol/tematica/literatura/ostrovski/asi-se-templo-el-acero.pdf

Saludos Rojos

JL

arkan dijo...

Otro punto es que desde hace 26 años, paralelo a la destruccion de la planta productiva nacional, esos paises estan sufriendo un ''renacimiento espiritual'', mismo del que se vanaglorian los actuales dirigentes sin importarles las consecuencias que ello acarre. Al hilo de eso escribiste un post de que en Rumania cada vez hay mas iglesias.

Mas alla de ser una herramienta de control ideologico y social (para ellos es preferible -y mas rentable- invertir en la construccion de iglesias que de escuelas, pues asi mantienen a la chusma inculta, ignorante y supersticiosa, y de este modo la pueden explotar mas sabroso), la construccion masiva de iglesias es puramente con fines especulativos, porque qe raro que en una semana surjan tantas iglesias, que diferencia hay entre eso y que se llene media ciudad de edificios de oficinas. Si la fe es un negocio, hay que sacarle partido como es debido.

Saludos

Albert-ChrisRenko dijo...

Estimados camaradas:

Antonio, no dudo que la situación en Moscú, en la en cierto modo "privilegiada" Moscú (es algo que siempre dicen los rusos, que Moscú es un país dentro de un país y si lo comparamos con otras regiones, hay cierta diferencia) es bastante mala, y más con la crisis y las sanciones actuales, pero desde la época en que viví allí, ya hace algunos años (Medvedev era presidente... en teoría), mis amigos y conocidos en Moscú me han dicho que la ciudad ha mejorado mucho y para bien. En todo caso, no me han llegado a explicar en qué ha mejorado realmente, más allá de remozar el Bolshoi (aprovechando para quitar todo símbolo soviético) y adecentar un poco las calles más céntricas. Quizás piensan que ha mejorado porque casi todos ellos son de la burguesía nacional, putinistas los más, indiferentes a la política actual los demás. Lo que tiene delito es que algunos de mis conocios son clase obrera pero, igual que aquí, creen ser clase media y votan por Putin y Edinaya Rossiya.

José Luis, ni coincido en que ni rumanos ni rusos pueden sentirse afortunados. Todos son trabajadores y pensionistas que, paradójicamente, acaban votando por sus opresores, los que establecen salarios mínimos de risa y pensiones para pasar hambre. Pero no aprenden. Ya vimos las eleciones en Rumanía, en aeptiembre veremos las elecciones a la Duma; más allá del porcentaje de fraude (que en Rusia eso de falsear el sufragio es una tradición cada vez más sofisticada), lo cierto es que incluso con los votos legítimos Putin y su engendro de partio podrían incluso ganar, sin necesidad de fraude, con frecuencia hecho sólo para dar adornar el resultado electoral del vencedor con una nutrida y amplia mayoría.

En Rumanía y otros países puede achacarse, al menos en parte, a la ausencia de un partido comunista con ese nombre (aunque sobre nombres ya hablé en otra ocasión: lo imporante es el programa, no el nombre), pero en Rusia no hay excusa, el KPRF no levanta cabeza desde sus relativos éxitos en los años 90. Se han socialdemocratizado mucho y no sólo en apariencia, sino en ideas. No se atreven a criticar a Putin, centrando lo esencial de su crítica en la gestión del gobierno, como si el primer ministro no fuera un mero testaferro del presidente en un sistema constitucional tan fuertemente presidencialista como es el ruso. Quizás saben que criticar a Putin sería impopular. O quizás de verdad creen que cambiando el gobierno sin cambiar también al presidente las cosas mejorarán...

Sea como sea, también hay que tener en cuenta el factor miedo del pueblo. Miedo porque la transición del socialismo real al capitalismo fue un rotundo fracaso teniendo en cuenta las expectativas de la gente. Miedo a que cualquier nuevo cambio conllevo otra decepción y un empeoramiento del nivel de vida. Miedo a que cualquier revuelta se convierta en una "revolución de color". Al final, la gente, porque la naturaleza humana es conservadora, suele temer el cambio, porque lo identifican con caos, desorden, falta de protección. Incluso los que tienen poco temen perder ese poco con el cambio, sobre todo si ya han tenido alguna experiencia reciente (la del 91). La gente, la mayoría, suele preferir orden, aunque injusto, al cambio. No en vano dice el proverbio: mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer. Esto es algo que perjudica las posibilidades de los partidos comunistas , que ni siquiera prestan suficiente atención a este factor emocional.

[sigue...]

Albert-ChrisRenko dijo...

Para que la sociedad se escore nuevamente hacia la izquierda tendrá que suceder una crisis monumental, algo que sea verdaderamente insoportable, y aún habrá riesgo de que la crisis la capitalicen los partidos de extrema derecha populista, que está bien organizada, creo yo que mejor que los comunistas actuales, y tienen gran apoyo (muchos más que los comunistas) en las grandes ciudades, que es donde se decide la verdadera política. Lo que suceda en una capital puede arrastrar al resto del país como ha venido sucediendo históricamente en los golpes de Estado latinoamericanos, en el golpe de los coroneles en Grecia, en las "revoluciones de colores". Controlas la capital y ya tienes gran parte del trabajo hecho.

Arkan, el renacimiento espiritual al que haces alusión es resultado del hundimiento de los antiguos valores ideológicos. Independientemente de que hubiera llegado un momento en que la mayoría de la gente no compartía la ideología oficial, al menos era una ideología, un sistema de valores, un eje de coordenadas en el que la gente sabía manejarse, lo que cabía esperar. Su repentino hundimiento dejó un profundo vacío que fue cubierto con nacionalismo (con frecuencia nacionalismo rancio) y religión. Y las nuevas autoridades surgidas del colapso socialista han fortalecido esa tendencia, porque sirve de legitimación del nuevo poder frente al antiguo, a la vez que como método de control social, pues la Iglsia es un socio natural del Estado, como dijo Putin. En Rusia, el fervor religioso llega a extremos de aprobar esa aberración que es la ley anti-blasfemia que nadie sabe exactamente en qué consiste pero que sanciona con multas y prisión a quienes ofendan las creencias religiosas. ¿Y qué es ofender las creencias religiosas? No queda bien definido, de modo que según lo susceptible que sea uno (y hay relación directamente poporcional entre cuán meapilas es uno y su facilidad para ofenderse a la mínima opinión contraria), el hecho de negar la existencia de Dios puede ser una ofensa a sus creencias, en lugar de una manifestación del derecho de libertad de palabra y opinión en un Estado supuestamente laico.

En resumen, que ciertamente, para el poder actual, la Iglesia es un excelente aliado: legitima al nuevo poder a cambo de la inestimable ayuda estatal ofreciendo protección y prebendas. La historia siempre ha sido así, las jerarquís religiosas y políticas en indigno matrimonio, legitimando las primeras a las segundas a cambio del apoyo de éstas a aquéllas.

Y el KPRF siguiéndole el juego a la Iglesia ortodoxa como una de las esencias de la nación rusa...

En el Kremlin, a despecho de que la UNESCO recomendó que el conjunto arquitectónico del Kremlin y la Plaza Roja no sufriera cambios, cuando fueron incluidas en la lista de Patrimonio de la Humanidad en 1990, se ha demolido el Cuerpo 14 (antiguo edificio del Presidium del Soviet Supremo). En su lugar, Putin propuso reconstruir el monasterio Chudov y el convento de la Ascensión, que se enconraban allí junto con el Pequeño Palacio de Nicolás hasta su demolición para construir el Presidium. De momento la propuesta ha quedado en nada y no hay planes para la reconstrucción de los citados edificios, pero también en su día se dijo que el Presidium sería resraurado y lo que acabó haciéndose ha sido tirarlo abajo. No me extrañaría nada que antes o después acaben reconstruyendo monasterio, convento y palacio.

[sigue...]

Albert-ChrisRenko dijo...

El régimen soviético conservó los edificios religioos de mayor interés y belleza, a la vez que dio cierto orden arquitectónico a un conjunto abirragado como era el Kremlin, donde edificios de diferentes épocas casi se amontonaban a medida que los nuevos se iban alzando alí donde quedaba sitio. Con la demolición de algunos y la construcción de otros, el conjunto adquirió mayor orden y cierta forma geométrica: el Presidium encajaba a la perfeción junto con el Senado, casi como una extensión del mismo a lo largo de la muralla del Kremlin que da a la la Plaza Roja. Ahora desde la Plaza se echa en falta algo, queda un enorme vacío donde antes había un edificio. También se echa en falta desde la perspectiva visual al sureste de la Torre Spasskaya. Y desde dentro parece un enorme solar.

Y si reconstruyesen los antiguos dificios religiosos, desde la plaza de las catedrales dentro del Kremlin, si uno se sitúa donde el Campanario de Iván el Grande, los edificios reconstruidos taparían el Senado, cosa que afearía bastante el conjunto.

Saludos, camaradas.

Rumaño dijo...

Hola,

aunque no venga al caso, estoy pensando pillarme por Internet el libro "The Romanian Revolution", de Peter Siani-Davis. Imagino que no será la panacea (y no aportará una visión objetiva de lo que realmente ocurrió), pero si alguno de vosotros lo habéis leído y podéis contar si merece la pena o no, me ayudará a decidirme por comprarlo.

Y de paso, si conocéis de algún otro libro que esté bien al respecto (bien de las dos repúblicas [popular y socialista] rumanas, bien de la "revolución") también perfecto.

Un saludo y gracias de antemano.

JL F dijo...

Si fuera por Putin, ya se habrían reconstruido los monasterios y las iglesias. Su ideología es reaccionaria, por eso usa la bandera de los zares, su partido se llama Rusia Unida, como el de los mencheviques, y su ideología se basa en el ultranacionalismo, la ultraortodoxia y el neoliberalismo. No lo hace, me refiero a la reconstrucción, porque en el pueblo soviético todavía queda una gran impronta de los principios socialistas soviéticos. Igual que sucedió con el himno nacional, cambiado por el borrachín Yeltsin, el mentor de Putin, aunque este último se vio obligado a restaurar el himno de la URSS por el rechazo masivo al nuevo, y la petición de volver al antiguo, aunque lo hizo, por supuesto, eliminando de su letra toda huella de socialismo (en este caso, la cita a Lenin, que la cita a Stalin ya la habian censurado los revisionistas de Kruchev y Brevnev).

Saludos

JL F dijo...

Hola

No hace falta que te lo compres, no merece la pena. Lo tienes en scribb.com:

https://ro.scribd.com/doc/143303050/Peter-Siani-Davies-Revolutia-Romana-Din-Decembrie-1989-tare-frate

Saludos

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