Victor Ponta, premier rumano, y Li Keqiang |
En Rumanía hay una importante comunidad china dedicada, principalmente, al negocio al por mayor de productos importados desde su pais, además de una serie de multinacionales capitalistas como los gigantes informáticos y de telecomunicaciones Huawei y ZTE, además de la compañía química Wanhua, que aprovechan la idea poco socialista de la deslocalización de la producción y del trabajo para realizar los servicios y la producción más baratas a costa de los bajos salarios y la explotación laboral de los trabajadores.
El Primer Ministro de la República Popular China ha venido acompañado de una delegación guvernamental importane, además de un amplio elenco de hombres de negocios, de esos que conforman el segundo país con más multimillonarios del mundo después de los estadounidenses (cita). El objetivo, como hemos dicho, no es luchar contra el sistema de explotación capitalista, ni liberar a los trabajadores rumanos y de Europa del Este de la explotación, sino competir con el capital europeo para que los saqueadores chinos se lleven una mayor parte del pastel.
El gobierno chino ha disfrazado el evento con bonitas palabras , haciendo mención a la antigua amistad de los paises socialistas del Este de Europa con la República Popular China, pero de manera un tanto desubicada.
"Entre China y los paises de Europa Central y del Este ha existido una profunda y tradicional amistad, basada en el respeto mutuo y el apoyo recíproco. Hace mas de 60 años de la proclamación de la Nueva China, los paises de Europa Central y del Este fueron los primeros que reconocieron a la R.P.Ch, abriendo un nuevo capítulo en los anales de las relaciones de amistad y colaboración bilateral. Nos hemos ayudado a lo largo de los años los unos a los otros, tanto en castastrofes naturales como en las dificultades económicas, nos hemos tendido la mano así como se dice en un proverbio chino: "para enviar carbón en tiempos de nieve". Este sentimiento de amistad, que sale en evidencia en la necesidad, permanecerá para siempre en el alma del pueblo chino y, respectivamente, en los pueblos de Europa Central y del Este. Una vez iniciado el siglo XXI, las reformas y la apertura hacia el exterior promovidas por China han entrado en una nueva etapa, y la economia de los estados ECE (Europa Central y de Este), en tiempos de transición, ha registrado resultados positivos. Y las relaciones entre las dos partes han logrado una nueva vitalidad, en un nuevo contexto histórico".
En el bonito discurso, el Primer Ministro chino parece que no recuerda que los antiguos paises socialistas del Este Europeo ya no lo son, y que ahora sus trabajadores están sometidos a una cruel y bárbara dictadura del capital; igualmente, sorprende la ignorancia sobre la situación de la economía, tanto la macro pero en especial la micro, de esos paises ECE, en especial Rumania y Bulgaria, donde para nada se puede definir, sobre todo desde una perspectiva socialista, que se vivan tiempos de transición y que se están "registrando resultados positivos". Supongo que el jefe del gobierno chino lo dice porque sabe que en las multinacionales chinas en Rumania, como en el resto de los paises del Este de Europa, las condiciones laborales de sus trabajadores no son demasiado diferentes a las del resto de mano de obra salvajemente explotada de este pais, y que en el fondo el único objetivo es el mismo.
Y es que está claro, y así es como hay que analizar sus palabras, que el punto de vista no es ni mucho menos uno socialista, sino el de un hombre de negocios, dispuesto a aceptar cualquier realidad si es a cambio de una buena cantidad de beneficios. Es decir, de un delincuente económico capitalista, por mucho disfraz de comunista y mucha mención que haga al pasado socialista propio y ajeno, para esconder sus intenciones.
Por supuesto que la enriquecida clase capitalista rumana y sus servidores políticos (que en definiva son las mismas personas o miembros de los mismos clanes) han reicibido entusiasmados a la delegación china, cuyas inversiones traerán a sus bolsillos, como intermediarios y facilitadores, ingentes cantidades de dinero, que acrecentará todavia aun mas el saqueo que han sufrido los trabajadores rumanos en estas dos décadas de dictadura del capital. De hecho, hoy les han brindado una lujosa recepción en el Palacio de Snagov, donde se ha gastado presupuesto público a mogollón, el mismo que se niega para mejorar el sistema sanitario, mantener la calidad de la educación pública o mejorar los salarios de los funcionarios del estado.
La visita del premier chino, en fin, sería la ocasión perfecta para rodar, si existiera un Berlanga rumano, un particular, "Bienvenido Mr.Marsall", pero con un título más adecuado para el caso: "Bine ati venit, Mrs. Keqiang".
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