Los rumanos están acostumbrados a este tipo de historias: la destrucción de complejos industriales que daban trabajo a miles de trabajadores tras la imposición del capitalismo. Así sucedió también en el resto de paises socialistas, como ilustra este excelente reportaje sobre una fábrica soviética llevada a la ruina.
|
Las ruinas de la antigua fábrica de coches ARO, en Campulung, Rumania |
ZIl, una enorme fábríca de vehículos soviética, como la fábrica de vehículos ARO en Campulung, como Tractorul en Brasov, y como otras miles de industrias en Rumania, ejemplifican la historia de los últimos 20 años en el este de Europa: donde trabajaban cientos de miles de obreros hoy no hay más que un desierto industrial con planes de construir complejos deportivos o viviendas para el disfrute de la burguesía. Donde antes había trabajo productivo hoy no hay más que ocio estúpido para el que pueda pagarlo, y para los que no, empleos malpagados e inestables de servicios o, en el peor de los casos, la prostitución y la mendicidad.
El reportaje sobre la destrucción de ZIL ejemplifica el drama sufrido por la clase trabajadora de los antiguos paises socialistas, donde, y solo por poner el ejemplo de Rumania, ya que estamos en un blog centrado en este pais, de los 8,2 millones de puestos de trabajo existentes en 1989 hoy quedan, tras dos décadas de saqueo capitalista, apenas 4 millones, mientras más de 3 millones de rumanos han huido del pais buscando, y no siempre logrando, un trabajo que les permita vivir dignamente (aunque en los paises de destino hayan encontrado, en definitiva, un desastre parecido al producido en su pais de origen).
El reportaje sobre la historia de los vehículos ZIL soviéticos ha sido traducido por Josafat S. Comin en su
blog
No hay comentarios:
Publicar un comentario