Empujados por la triste situación económica después de 23 años de saqueo capitalista y precedidos por el ejemplo de más de 3 millones de antecesores huidos del pais para poder dar de comer a sus hijos, tras la destrucción de más de la mitad de los puestos de trabajo existentes en 1989, los jóvenes rumanos siguen, en un porcentaje creciente, planificando irse a buscar un trabajo fuera de sus fronteras.
No solo se trata de ir a buscar trabajo, como sucedía en los años 90 y principios de la década del 2000, sino que hoy de ese 78% de los jovenes que sueñan con emigrar el 41% tiene planificado no volver jamás.
El 78% de los jóvenes rumanos, pues, están decididos a escapar de su pais por diferentes motivos, como sostiene el estudio de Smart Dreamers : en primer lugar, por los salarios ridículos que reciben en Rumanía, donde un médico no llega a 400 euros brutos al mes, y el salario habitual es menor de 200 euros, pero también son importantes otros objetivos, como la búsqueda desarrollo profesional, la falta de respeto hacia los derechos existente en su país, o el futuro bienestar educativo o sanitario de sus hijos.
De los que están deseando escapar de su fronteras, el 59% piensa volver algún dia a Rumanía, mientras que el 41% restante desearía no regresar jamás. Es lógico que en un pais donde tras el golpe de estado de 1989 comenzara un proceso de destrucción de la industria y de la agricultura nacional, reduciéndose los puestos de trabajo de 8,2 millones en 1990 a los apenas 4 milllones de 2013, y en el cual el futuro de los jóvenes se reduce a ser mano de obra barata de las multinacionales extranjeras o dedicarse a sacar dinero a los turistas o, algo todavia más desagradable, a los elitistas expatriados enviados con sueldo del pais de origen al pais a explotar, es lógico, como decíamos, que la mayoría vea una única salida a su situación: la huida.
El problema es que, a diferencia de la generación anterior, de aquellos más de 3 millones de rumanos obligados a emigrar tras la reinstauración del capitalismo, los nuevos migrantes tendrán aun peores condiciones de trabajo que aquellos en sus lugares de destino, tras la nueva ola de recortes y vueltas de tuerca a los derechos y salarios dirigidas por la Union Europea contra los trabajadores con la excusa de la crísis económica.
En realidad existe otra opción a la emigración que no es valorada por los jóvenes, porque ha sido criminalizada por los medios de propaganda, en manos de los mismos criminales capitalistas que han provocado la situación que hace que los rumanos se vean forzados a huir de su pais, aunque ciertamente sea difícil de alcanzar, porque exige lucha y compromiso, y el peligro de las consecuencias de enfrentarse con las mafias locales y multinacionales que controlan el pais, capaces de cualquier crimen para mantener sus privilegios, como han demostrado en los incontables genocidios y matanzas llevados a cabo a lo largo de la historia contra los trabajadores: la opción de volver a construir industrias, a convertir el pais en una potencia agrícola, y que toda la riqueza producida tenga como finalidad el bienestar de los que la producen; es decir, acabar con la dictadura capitalista para comenzar a construir una nueva Rumanía Socialista.
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